martes, 15 de marzo de 2022

NO HAY ESPINA SIN ROSA

 VIDA DE LA PALABRA                      primeras semanas de MARZO



Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de marzo («Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden», Mt 6, 12) y la de febrero («Al que venga a Mí no lo echaré fuera», Jn 6, 37):

 

1.-        La PdV, como siempre, me ha venido fenomenal. Ha habido distintas cosillas que estas semanas me han “escocido”, (por diversos frentes, la mayoría insospechados) y aunque yo no tenía nada que perdonar, me venía en seguida tanto la PdV de marzo como la de febrero y trataba de reaccionar en consecuencia: con paz y con una sonrisa. A la vez era un decirle “sí” a Jesús crucificado y abandonado, y, como Él, no dejar de amar, lo cual conllevaba dos cosas: por un lado, acoger lo que sucedía o me decían tratando de buscar con ecuanimidad lo que Dios quería decirme a través de esos acontecimientos para tratar de crecer y mejorar; y, por otro lado, mantener la serenidad de que, donde hay cruz, (mejor dicho, ¡donde está el Crucificado!), si uno se lanza a amar, (aunque no sea más que con la escucha o con la aceptación o con una sonrisa), luego habrá resurrección. De hecho, en este sentido, Chiara Lubich afirma: “no hay espina sin rosa”.

1b.-     Lo anterior ha sido, por todo ello, una gotita entre muchas que ha contribuido, (creo yo), a que el primer retiro de la comunidad parroquial que aquí hemos tenido el pasado sábado resultara de abundante fruto espiritual: la gente sin ganas de irse al acabar y proponiendo repetirlo; profundidad en la oración y adoración; conocimiento mutuo y convivencia en el ratito de descanso y refrigerio. De tal manera que la “oración de la comunidad cristiana” que, como colofón recitamos para acabar, era como llover sobre mojado.

 

 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de marzo («Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden», Mt 6, 12):

 

1.-        “con preocupación, al igual que muchas personas por motivo de la guerra.

Desde que me he jubilado, salgo a pasear con mi esposa todos los días que podemos: rezamos el Rosario, pedimos y damos gracias a Dios por nuestros hijos y las personas necesitadas.

En cuanto a mí, sigo luchando para olvidar determinadas situaciones vividas,  y perdonar a algunas personas; bien dice la Palabra de Vida de este mes… Es mi lucha, y pido al Señor que me ayude a superarlo…

Gracias por enviarme la Palabra de Vida y reflexiones.

 

 

 

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