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jueves, 31 de octubre de 2024

HACERSE TODO A TODOS

VIDA DE LA PALABRA                                noviembre 2024 

 

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de octubre («El que quiera llegar a ser grande entre vosotros sea vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros sea esclavo de todos», Mc 10, 43-44) y la de septiembre («Poned por obra la Palabra y no os contentéis solo con oírla, engañándoos a vosotros mismos», (St 1, 22):

1.-        Iba con mi madre empujando yo su silla de ruedas en el pueblo por el bonito paseo del santuario de la Patrona, la Virgen de la Caridad. En esto oigo a nuestras espaldas unos jóvenes malhablados, con risotadas y gritos. Nos adelantan y al instante tiran una lata de refresco en medio del césped: ¡había una papelera 5 metros antes y otra 5 metros después! Se me enciende la sangre, pero calmadamente los llamo: “¡oye!”. Varias veces: sé que me oyeron, pero no se pararon. Hasta que no tienen más remedio cuando se cruzan con un señor que les dice: “os llaman desde allí atrás”. Con una sonrisa y amablemente les digo: “por favor, ¿podríais tirar esa lata en la papelera? El paseo está bien bonito sin basura en el césped. Este verano estuve una mañana recogiendo latas y bolsas”.

Con una sonrisa burlona, vuelven sobre sus pasos y recogen la lata y la depositan en la papelera. Los oía hablar a mis espaldas mientras nosotros seguíamos caminando, lo cual no me daba ninguna tranquilidad, pero oigo otra lata que sí cae en una papelera.

Pasan al lado para adelantarnos y entonces, sonriendo, les digo: “me llamo Paco, ¿y vosotros?”. “Yo, Rubén”. “¡Cómo mi sobrino!”. “Yo, José”. “¡Cómo mi parroquia!”… Sorprendidos empiezan a sonreír, aunque hablando un poco descreídamente. Les echo la mano y les deseo buen día y que sean buenas personas, mientras mi madre y yo nos encaminamos hacia la puerta del santuario.

  

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de octubre («El que quiera llegar a ser grande entre vosotros sea vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros sea esclavo de todos», Mc 10, 43-44), la de septiembre («Poned por obra la Palabra y no os contentéis solo con oírla, engañándoos a vosotros mismos», (St 1, 22) y la de agosto («Señor, ¡qué bueno es que estemos aquí!», Mt 17, 4):

1.-        “en nuestra familia he pasado por un tiempo de enfermedad y baja laboral, que me ha permitido reponerme de mi agotamiento físico y mental... a la par mi marido también ha experimentado algún susto y se encontraba mentalmente muy agotado a causa del trabajo....

Esto nos hizo plantearnos muy seriamente nuestra salud, y la necesidad de parar pese a todo... ambos experimentábamos que no podíamos seguir desarrollando el mismo trabajo por el estrés y malestar que nos generaba. Él es autónomo y nos surgían preguntas sobre cómo íbamos a hacer frente a los gastos, cómo íbamos a comprar un coche (porque el que tenemos ya nos está dando muchos problemas), la incertidumbre de volver a reinventarse laboralmente que conlleva un tiempo de cero ingresos...

Le planteé a mi marido que no fuésemos nosotros solos quienes viviéramos esta situación, sino que teníamos que contar con el mejor Socio que podemos tener, confiándole a Él nuestra situación y Él como un socio más de nuestro proyecto nos orientaría en nuestras decisiones con su Luz... ¡y en eso estamos! Y cuando tenemos momentos de reflexión o bajoncete, porque no lo vemos claro, nos da mucha tranquilidad pensar que ¡somos 3 en esto y no vamos solos! Seguimos trabajando en ello y confiando... tratando de ver hacia donde Nos quiere llevar....

 

2.-        “me ha gustado mucho leer en oración a San Antonio en mi casa: gracias a mi abuela, le tenemos mucha devoción. ¡Hasta el punto que, a mi hija, él le ha encontrado hasta la universidad este año!

Te cuento: un día llegó mi hija a casa y dijo que ya no quería ser futbolista, que quería ser médico para ayudar a los demás, pero la nota de medicina es prácticamente un 14. Primero de bachillerato lo terminó con más de un 9 de media, pero en segundo tuvo una profe de lengua y otro de mate que bajó de tener un 8 ó 9 en esas asignaturas a un 6. Lo pasó bastante mal durante todo el curso: yo siempre la animaba, diciéndole que todo lo que nos pasa es por algo y que Dios siempre nos tiene algo guardado a cada uno. Pero con 17 años y con la poca amabilidad de los dos profesores era difícil que ella se sintiera mejor. Pero bueno, al final entendió que es mejor ser buena persona y no estar enfadado con los que no lo son tanto.

Ya en mayo, le dije que si la medicina era lo suyo, que no se preocupara, que San Antonio le encontraría Universidad.

La nota estaba en más de un 13 y ella había sacado un 12; las universidades privadas ya no la admitían porque no habíamos hecho la preinscripción en febrero, y un día buscando por internet, me sale la universidad católica de Murcia. Llamo y me dicen que no hace falta prescripción, que sólo necesita tener más de un 11,5 para poder optar a una plaza. Así que en agosto la admitieron y allí está. Y… ¿sabes quién es la figura principal de esa Universidad??????: “Universidad católica SAN ANTONIO”!!!!!.

 

3.-        “Ay Paco, qué apropiados son siempre tus correos con las palabras de vida… Llevo unas semanas rezando la Oración del abandono, y siento tanta paz al tomar conciencia de que puedo decirle a Jesús que se ocupe Él, que sabe mejor que nadie lo que hacer… Siempre recuerdo cuando mi madre decía que estaba cansada de vivir y yo le decía “¿le vas a enmendar la plana a Dios, que si te tiene aquí es por algo y sus planes son siempre mejores que los nuestros?”.

 

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domingo, 1 de septiembre de 2024

NO OYENTE OLVIDADIZO, SINO CUMPLIDOR DE LA PALABRA

 PALABRA DE VIDA                     septiembre 2024

 

«Poned por obra la Palabra

y no os contentéis solo con oírla,

engañándoos a vosotros mismos»

(St 1, 22)

 

La escucha y la práctica es un tema fundamental sobre el que insiste el autor del versículo de este mes. La carta continúa: «En cambio, el que considera atentamente la Ley perfecta de la libertad y se mantiene firme, no como oyente olvidadizo sino como cumplidor de ella, ese, practicándola, será feliz» (St 1, 25). Y es precisamente este empeño por conocer sus palabras y vivirlas lo que nos hace libres y nos da alegría.

Se podría decir que la cita bíblica de este mes es de por sí el motivo para la práctica de la Palabra de vida, que se ha difundido en todo el mundo. Una vez a la semana, y más adelante una vez al mes, Chiara Lubich elegía una frase completa de la Escritura y la comentaba. Nos reuníamos, compartíamos los frutos de lo que había obrado contando las experiencias de vida, y se iba creando una comunidad unida que mostraba en germen las consecuencias sociales que era capaz de obrar.

«No obstante su sencillez, la iniciativa de la fundadora del Movimiento de los Focolares contribuyó notablemente a redescubrir la Palabra de Dios en el mundo cristiano del siglo XX»[1], transmitiendo un método para vivir el Evangelio y poner en común sus efectos.

 

«Poned por obra la Palabra y no os contentéis solo con oírla, engañándoos a vosotros mismos».

La carta de Santiago retoma lo que Jesús había anunciado para que viviésemos y experimentásemos la realidad del reino de los cielos entre nosotros: declara bienaventurado a quien escucha su Palabra y la observa (cf. Lc 11, 28); reconoce como su madre y sus hermanos a quienes la escuchan y la ponen en práctica (cf. Lc 8, 21); la compara a la semilla que, si cae en un terreno bueno, es decir, en quienes la escuchan con corazón íntegro y bueno y la guardan, estos producen fruto con su perseverancia (cf. Lc 8, 15).

«En cada Palabra suya Jesús expresa todo su amor por nosotros –escribe Chiara Lubich–. Encarnémosla, hagámosla nuestra, experimentemos la gran potencia de vida que desarrolla si la vivimos, en nosotros y alrededor de nosotros. Enamorémonos del Evangelio hasta dejarnos transformar en él y derramarlo sobre los demás. […] Seremos libres de nosotros mismos, de nuestros límites, de nuestras esclavitudes; y no solo, sino que veremos estallar la revolución de amor que Jesús, libre para vivir en nosotros, provocará en el tejido social en el que estamos inmersos»[2].

 

«Poned por obra la Palabra y no os contentéis solo con oírla, engañándoos a vosotros mismos».

 

¿Cómo poner en práctica la palabra? Miremos a nuestro alrededor y hagamos de todo para ponernos al servicio de quienes están necesitados, con pequeños o grandes gestos de cuidado mutuo, transformando las estructuras injustas de la sociedad, oponiéndonos a la violencia, favoreciendo gestos de paz y de reconciliación; con más sensibilidad y acciones a favor de nuestro planeta.

Así irrumpe una auténtica revolución en nuestra vida, en la de la comunidad donde vivimos y en el lugar de trabajo donde actuamos.

El amor se manifiesta en las acciones sociales y políticas que procuran construir un mundo mejor. Del compromiso de una pequeña comunidad de los Focolares para con las personas más frágiles, nace en Perú un centro para ancianos con el nombre de la fundadora del Movimiento, en Lámud, una ciudad de la Amazonia peruana a 2.330 metros sobre el nivel del mar.

«El Centro se inauguró en plena crisis de la pandemia y alberga a 50 personas ancianas y solas. La casa, los adornos, la vajilla y los alimentos llegaron como regalo de la comunidad vecina. Ha sido una apuesta no exenta de dificultades y trabas, pero en marzo de 2022 el Centro celebró su primer aniversario abriendo las puertas a la ciudad con una fiesta en la que participaron incluso las autoridades políticas. En los dos días de celebración se añadieron nuevos voluntarios, adultos y niños, que quieren cuidar de los mayores solos y ampliar así su familia»[3].

 

PATRIZIA MAZZOLA y el equipo de la Palabra de vida



[1] C. Lubich, Palabras de vida/1 (1943-1990) (ed. F. Ciardi), Ciudad Nueva, Madrid 2020, p. 5, Introducción.

[2] Ead., «Palabra de vida», septiembre de 2006: Ciudad Nueva n. 434 (8-9/2006), p. 23.

[3] Bilancio di Comunione 2022. Movimento dei Focolari, en https://www.focolare.org/wp-content/uploads/2024/01/BdC-2022-2.pdf, p. 67.

lunes, 16 de octubre de 2023

A DIOS NO PODEMOS DAR MENOS QUE TODO

 VIDA DE LA PALABRA                  primeras semanas de OCTUBRE

 

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de octubre («Pues lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios», Mt 22, 21) y la de septiembre («Todos los días te bendeciré, alabaré tu nombre por siempre», Sal 145 [144], 2): 

1.-        Estaba yo escribiendo alguna de mis experiencias en casa para contároslas en el pasado correo. Aproveché mientras el otro compañero celebraba la Misa y luego yo debía ayudarle a distribuir la Comunión. Estaba muy concentrado escribiendo y, de pronto, miré el reloj: pensé que ya se me había pasado la hora. Con paz, pero sin perder un segundo, bajé los escalones de tres en tres y llegué justo en el instante.          Vi la Providencia que me avisó, (una vez más), ni un segundo antes, pero tampoco ni uno después. Así que, mientras me revestía para ayudarle, iba bendiciendo en el fondo de mi corazón y alabando a Dios.

 

2.-        En la Residencia donde llevo la Comunión a una anciana una vez en semana, (y donde, además, en julio empezamos con voluntarios de la parroquia un acompañamiento quincenal ofreciendo momentos de oración comunitaria), una Trabajadora Social me pidió que dedicara un rato a escuchar a otra anciana cuyo hermano acababa de fallecer y estaba muy afectada. Así que, con mucho gusto, dediqué un rato dejando que pudiera expresar todo lo que ella llevaba dentro y tratando de ofrecerle la esperanza cristiana. A la vez, contemplaba yo sus arrugas y sus manos, tratando, (como una madre), de ser cauce para que fuera la mirada de la Virgen, (que de alguna manera experimenté el verano pasado en Lourdes), la que se trasluciera a través de mi mirar y escuchar y hablar. Tanto ella, como la Trabajadora, como ello, quedamos bien contentos y se nos notaba a cada uno en el rostro.

 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de octubre («Pues lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios», Mt 22, 21), la de septiembre («Todos los días te bendeciré, alabaré tu nombre por siempre», Sal 145 [144], 2) y la de agosto («Mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas», Mt 15, 28):

 1.-        “este verano he estado en la playa, y propuse al párroco del lugar dar un concierto en honor de la Virgen María, titular de la parroquia. También le propuse hacer una colecta al término del concierto y donar a Cáritas parroquial lo recogido.

Me proporcionó un piano eléctrico de escasa calidad, pero que, junto a un amigo que cantaba con una voz espléndida y mucha sensibilidad musical,  permitió realizarlo con éxito.

El instrumento estaba bastante estropeado, incluso algunos botones se despegaban al pulsarlos. Vi que la organista parroquial no podría sacarle mucho partido cuando comenzara a tocarlo después de las vacaciones, acompañando a la asamblea en el canto litúrgico. Pensé si no sería oportuno donar uno de los dos pianos que tengo en casa, pero sentía apego, y me resistía interiormente a ser generoso.

Este mes, al meditar la Palabra de Vida, me di cuenta de que el Señor me pedía que hiciera esa donación, devolviendo al César lo suyo y dejando un mayor espacio a Dios en mí. Ayer mañana vinieron a recogerlo en una furgoneta.

 

2.-        “ayer por la noche llegué a casa, después de pasar unos días con mi hijo en Canarias... Siempre le doy gracias a Dios por los pequeños/grandes detalles de la vida: dormir en una cama cómoda y con las sábanas limpias, una buena ducha, disfrutar de ver amanecer. Pero desde mi problema con la espalda y con la posibilidad de haberme quedado paralitica, doy todavía más valor a todo. Allí, paseando por la playa…, sentada con mi hijo comiendo en el Paseo Marítimo. Yo pienso que eso es la felicidad en este mundo. Estar en paz con uno mismo y con Dios. Saber que Dios siempre está con nosotros: eso es estupendo.

 

3.-        “te mando alguna experiencia de la Palabra de Vida de Septiembre: “Todos los días te bendeciré, alabaré tu nombre por siempre” (Sal. 145).

Suelo ir desde hace algún tiempo a una camisería a medida, debido a la morfología de mi cuello y torso. Me tomaron las medidas oportunas y me avisaron para recogerla. Al probármela comprobé que me estaba mal. Pero no me impacienté, porque llevaba dentro  la Palabra de Vida. Me volvieron a llamar al cabo de bastantes días y no me estaba bien, pero no me impacienté. Les señalé con moderación lo que no me gustaba y volví a probármela al cabo de varias semanas, en que me avisaron; tampoco me estaba bien, pero no dije nada y pedí que me la envolvieran para llevármela. Al ir a pagar no me cobraron nada.

Todo esto sucedió hace un año, aproximadamente. Y ahora, en Septiembre, volví a necesitar otra camisa y me tomaron de nuevo las medidas. Cuando me avisaron fui en la misma actitud que dice la P. de V.  Me la probé y sí me estaba bien. Fui entonces a pagar y me dijeron que no me cobraban nada.

Ese día sí que bendije a Dios con muchísimo gusto y gratitud.

3b.-     Tengo un compañero de estudios que sufrió una caída, lesionándose la médula. Se quedó inmovilizado de brazos y piernas, y lo llevaron al Hospital Nacional para accidentados que hay en Toledo. Lleva ya varios meses allí haciendo una intensa rehabilitación que le ha hecho mejorar bastante, pero le pesa mucho estar solo y lejos de sus seres queridos.

Lo llamo con frecuencia y le informo. Juntos rezamos e invocamos a María. Pero hace unos días conseguí animar a un matrimonio amigo para que me llevasen a verlo. Salimos bendiciendo a Dios y encomendándonos a María: “Santa María del camino, ruega por nosotros”. En el viaje tuvimos un percance debido a la imprudencia de un automovilista, y que  podía haber sido muy grave, pero gracias a Dios no nos pasó nada.

Durante el día bendije a Dios con frecuencia, y al regreso vinimos dando gracias a Dios por haber alegrado a nuestro amigo con nuestra presencia y obsequios, y porque nos dijo que pronto le darían el alta médica. “Alabaré tu nombre por siempre”..

 

4.-        “Paco, gracias por tu constancia en enviarme la PdV: me hace recordar que tengo algo pendiente, con Dios, conmigo misma. De estos años hacia aquí, (¡qué pena que sean AÑOS desde la pandemia!), todo está más acelerado: laboralmente todo es más y más; y familiarmente también, la adolescencia esa etapa tan difícil, bonita si todo va bien, y estresante si ves que el camino no gusta y te exige parar tu vida definitivamente para estar en disposición de escucha cuando ellos quieran hablar, parar lo mío (estudio, una película, un libro…) porque ese es su momento y no el mío.

Acabo tan cansada que mi reflexión conmigo misma con Dios pasa a desaparecer a pesar del profundo cariño que siento. Siento AMOR en mi corazón hacia Dios, pero no me salen las palabras. Tus correos me recuerdan: “HABLA, HABLA”. Así que, GRACIAS por tu recordatorio mensual.

 

 

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sábado, 16 de septiembre de 2023

ALABAR A DIOS EN TODO MOMENTO

 VIDA DE LA PALABRA                     primeras semanas SEPTIEMBRE

  

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de septiembre («Todos los días te bendeciré, alabaré tu nombre por siempre», Sal 145 [144], 2) y la de agosto («Mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas», Mt 15, 28):

1.-        La PdV del mes me está ayudando a vivir más unido al Señor bendiciéndole en continua alabanza, hasta en las cosas más sencillas.

P.ej., fregando los platos después de las comidas, (aunque no me gusta), a menudo me recordaba estar contento agradeciéndole porque teníamos agua en los grifos y por las cualidades de “la hermana agua que limpia y da frescor”.

O contemplando las nubes o el cielo, (incluso los rayos y relámpagos, aunque… no sin mucho respeto…) alabándolo por su grandeza.

También paseando por el campo anocheciendo, (eran los dos últimos días de la última ola de calor), me salía espontáneo (más allá de ver las plantas casi grises y medio calcinadas por el verano) cantar en voz alta con quien iba “gracias, Señor, por tu Amor; gracias porque te encontramos siempre…”.

Lo mismo también las pocas oportunidades que he tenido estos últimos días de nadar al aire libre (a pesar del fresquito) glorificándolo por sentir mi organismo vivo y poder hacer ejercicio, y por notar el agua que me envolvía del todo igual que su Amor aunque no siempre se lo agradecía suficientemente.

También contemplando a los peques, (sobre todo a los bebés), que venían con sus padres a la Misa: me paraba en la puerta un instante junto con sus padres y abuelos y bendecía en voz alta al Señor, único dueño de la Vida. Y lo mismo con las personas mayores que visito en sus casas, contemplando sus arrugas, o en la Residencia de mayores donde hemos iniciado un voluntariado parroquial.

O cuando alguna persona me recriminaba alguna cosa, (más allá que yo pensara que tuviera o no razón), trataba de descubrir algo bueno y que el Señor me quería corregir en algo o hacer avanzar, y bendecirle a Él por ello. P.ej., alguien se quejó que no le advertí de una serie muy formativa en Radio María; después de pedirle perdón, se me ocurrió para reparar, mandarle el enlace a los podcasts de ese programa; y entonces me vino la idea de ponérmelo yo también con un enlace directo en la pantalla de mi móvil y poder escuchar los que me había perdido otras semanas; y era bendecir al Señor por la “reprimenda” y por la posterior idea.

O briznas de hierba o alguna florecilla entre el asfalto o las baldosas venciendo ese medio hostil y recordándome al Dueño de la vida que nos puede hacer florecer donde nos pone, incluso en el medio más adverso. Etc., etc.

 

2.-        Ayer llegó un matrimonio a la parroquia preguntando por la Misa vespertina: era una hora después y no podían esperarse. Hablando con ellos descubrí que iban al centro Mariápolis y les informé que allí la habría a la misma hora que aquí, con lo cual les venía genial.

Cuando me preguntaron el modo de llegar allí, me percaté que traían las maletas, es decir, venían en transportes públicos. Así que, sin decirles nada, cerré el despacho parroquial y les hice seña que me siguieran: pensaban que les iba a dar indicaciones, pero cuando vieron que estaba yo abriendo la cochera, me dijeron, “¡no queremos interrumpirte!; dinos el bus”. Naturalmente los llevé en mi coche charlando amigablemente.

 

3.-        Anteayer llegó a visitarme un sacerdote burundés, que, después de muchos años, volvía unas semanas a España. Como le costaba recordar el español, procuré hablar despacio vocalizando, y no mostré ninguna impaciencia, sino sonrisas, mientras él trataba de elaborar sus frases. Fueron unas horas bonitas de fraternidad que terminamos leyendo juntos la PdV y meditándola un rato en silencio y luego le conté alguna de estas experiencias para acabar rezando juntos las Vísperas. Le regalé el librito que escribimos sobre José Varas, a quien también conoció bien hace años.

3b.-     Recordamos juntos cómo nos conocimos: hará 15 años o más, cuando yo vivía también en Las Matas, pero en comunidad con 4 sacerdotes en la Casa “Cor Unum”, cerquita del centro Mariápolis. Un buen día de septiembre se presentaron dos seminaristas africanos sonrientes y a la vez temerosos. Estudiaban en Toledo y en una excursión, en una iglesia vieron en la mesita de atrás las hojitas mensuales de la Palabra de Vida: ¡les dio un vuelco el corazón! Ellos pensaban que había Focolares solo en su país y en Italia. Miraron la dirección en la letra pequeña y en cuanto pudieron, se desplazaron a Madrid a la Editorial Ciudad Nueva y les acogieron y se la enseñaron y les facilitaron la dirección de los sacerdotes que trataban de vivir la Palabra de Vida. Y después de muchas peripecias de caminatas y transportes públicos, se presentaron en nuestra casa, a la que luego volvían de vez en cuando y al centro Mariápolis.

3c.-      Sabía que le haría ilusión volver al centro Mariápolis, así que lo llevé allí. Yo tenía que regresar a la Misa de la parroquia, pero previamente había avisado al sacerdote que iba allí a celebrar la Misa y a la gente de la comunidad, que le acogieron muy bien y luego lo llevaron a Madrid. Decía luego él: “…esta tarde ha sido muy estupenda para mí y me acordó muchas cosas tanto en mis años de formación tanto en el inicio de mi contacto directo al movimiento…“.

 

 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de Vida de septiembre («Todos los días te bendeciré, alabaré tu nombre por siempre», Sal 145 [144], 2), la de agosto («Mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas», Mt 15, 28) y la de julio («Todo aquel que dé de beber tan solo un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños, por ser discípulo, os aseguro que no perderá su recompensa», Mt 10, 42):

1.-        “desde el miércoles ya estoy gracias a Dios en casa. Esos quince días que he pasado en el hospital han sido para mí un verdadero tormento, tanto en el plano físico como psíquico. Yo, acostumbrada a ser la fuerte de la familia, era dependiente total. Y ante la perspectiva incluso de poder quedarme paralítica, como le dijeron a mis hijos. Gracias a Dios la operación ha sido un éxito.

Sigo dolorida, pero puedo andar sola. En los momentos más difíciles siempre decía "Protégeme, Dios mío, que me refugio en Ti". Ha sido una cura de humildad y de paciencia. 

Y, por supuesto, de todo esto ha salido algo muy bueno: yo llevaba 8 años pidiendo diariamente a Dios por la reconciliación de mis hijos, y este accidente mío ha sido la forma en que Dios los ha unido. Del mismo modo que a mi hermana conmigo. 

            Muchas gracias a todos por vuestras oraciones.

 

2.-        “he venido a la misa en… Dinamarca. Estoy aquí para trabajar por unos meses... No entiendo nada de danés, pero leo en el móvil las lecturas y el evangelio. Intento seguir la misa igual.

Me da mucha alegría ver a tanta gente de diferentes países de todas las culturas: veo en esas facciones diferentes el Amor de Dios, todos reunidos y la lectura de hoy 10 de septiembre “donde 2 o 3 estén reunidos en mi nombre, Yo estoy en medio…”. ¡Qué lindo vivir estas experiencias en la Fe!

Dios siempre tiene regalos para mí, me siento Bendecida.

En la iglesia hay familias y personas de todas las nacionalidades y en el momento de La Paz, con el gesto y sonreírles a todos manifestamos la fraternidad. Eso me gusta mucho.

2b.-     También en el trabajo ayudo a mis compañeras y les ofrezco mi sonrisa: aunque me comunico en inglés, a veces no me salen las palabras, pero intento regalar una sonrisa y minimizar las diferencias.

Cada día rezo el Rosario y le entrego a la Virgen mi día y ella con su amor me da la fuerza a estar bien: aunque extrañé mucho al principio, ahora lo llevo con Alegría cada día; gracias a la Oración se me está haciendo liviana y llevadera la experiencia.

Paco, aquí te mando mi aporte para los mails de la palabra de Vida. Gracias.

 

3.-        “¡Muchas gracias Paco por acordarte, qué detalle más bonito! Es mañana el cumple… y 2 años también del inicio de la enfermedad de mi marido...: se encuentra bien gracias a Dios, muy animado y abandonado a la voluntad de Dios; la quimio le sentó muy bien, no tuvo muchos efectos secundarios. Le llevé al neurocirujano que le operó para pedir una segunda opinión y nos confirmó que estaba muy extendido y no podía operar: al parecer hay 4 focos tumorales en diferentes zonas, es una barbaridad. Si Dios no hace un milagro, puede que ni siquiera termine el año. Así que intensificamos oraciones y fe y abandono en Dios que cuida de nosotros nueve cada día y nos acompaña sin dejarnos un momento. Sigo rezando la estampa de Luminosa cada noche y sigo viendo “señales de rosas”.

 

 

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miércoles, 14 de junio de 2023

ALEGRAOS, SED PERFECTOS, ANIMAOS

 VIDA DE LA PALABRA                  primeras semanas de JUNIO


 

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de junio («Alegraos, sed perfectos, animaos; tened un mismo sentir; vivid en paz, y el Dios de la caridad y de la paz estará con vosotros», 2 Co 13, 11) y la de mayo («Amaos cordialmente unos a otros; que cada cual estime a los otros más que a sí mismo», Rm 12, 10):

1.-        Te tengo que confesar que los primeros días del mes no lograba encontrar una “línea” para acordarme en los momentos concretos de la PdV, aunque el precioso comentario ofrecía muchas pistas concretas: ¡era un versículo muy amplio!

            Hasta que decidí centrarme solo en los 3 primeros verbos: “alegraos, trabajad por vuestra perfección, animaos”. Desde ese instante, lo he repetido cientos de veces, (y entonces “me salía” también automáticamente el resto del versículo, como si S. Pablo, ¡el Señor a través de él!, me impulsara a recordarlo… ¡y ponerlo en práctica!

1b.-     Anteayer, por ejemplo. Teníamos una multivideoconferencia internacional los sacerdotes de 13:00 a 15:00 (en Corea ya era casi media noche; en América estaban amaneciendo; no pasaba nada que en Europa retrasáramos la comida). Pero en los minutos previos conectando, un imprevisto: solo se podrían unir 100. De hecho yo llevaba muchos minutos en espera; providencialmente entré en línea y en seguida me percaté del asunto: escribí rápidamente para avisar por si no se habían dado cuenta de la limitación a 100; y efectivamente parecía que no; volví a escribir, ya personalmente al regidor técnico, cuando se estaba empezando (aunque extrañados unos y otros de tan escasa participación) y justo se le vio a él en pantalla como leyendo, (se ve que le había llegado mi escrito y explicación). Empezaron a tratar de dar solución, pero no se podría. Pensaba yo en la PdV y en que era un contratiempo=un rostro de Jesús Abandonado: ¡¡con la ilusión que nos hace vernos todos y saludarnos, después de unos meses!! Mientras, yo conectado con mi ordenador, ofrecí a los españoles que a través de mi móvil con manos libres podía yo realizar una multivideconferencia whatsapp a través de la cual enfocar la cámara y el audio de mi teléfono a la pantalla del ordenador, y así pudieron seguirlo todo a través de mi pantalla, aunque perdiera un poco de calidad la señal. A través de mensaje escrito, había sugerido yo a los de los otros países que hicieran lo mismo con los de sus respectivas ciudades cercanas.

            Temas, experiencias, intercambio, profundización, puesta al día…: precioso todo.

1c.-      Casi al final de esa videoconferencia, de pronto me viene a la mente una distracción: ¡no he grabado ni enviado mi programa de Radio María para el día siguiente! El horario de la videoconferencia iba retrasado por esa dificultad que nunca había pasado, pues las otras ocasiones (2 ó 3 veces al año) fácilmente nos conectábamos casi 500, (y en muchos de esos puntos de conexión, estaba un entero grupito que se había reunido).

Me quedaban de plazo 2 horas nada más para terminar de idear del programa, grabarlo, pulirlo y enviarlo. Pero me acordé de la PdV, y eso me hizo buscar la perfección con ánimo y alegría en lo que tocaba en ese momento: escuchar atentamente, (sin pensar otra cosa), lo que se estaba diciendo desde tantas partes del mundo en la conexión. Pero algunos momentos la tentación: “en otras ocasiones a veces has tardado más de una hora en idear, grabar, pulir y mandar el programa; ¡y no has comido aún!”. Iba apartando esa tentación tratando de centrarme con más atención y amor en la escucha.

            De pronto, algo añadido: ¡el timbre de mi casa! En casi 2 años que llevo aquí, no ha sonado más de 10 ó 15 veces, ¡y tenía que ser hoy y a esta hora!”. PdV (“…vivid en paz…”, entre otras cosas) y ¡fuera tentación!: “también tengo que amar a quien está llamando y a lo mejor es solo cuestión de 1 minuto”. Una persona muy querida venía de visita sin avisar: hay que acoger. Invito a que suba, le explico si le importa que siga los últimos minutos, importantes, de la multivideoconferencia.

La tentación me seguía viniendo: “no te vas a centrar en escuchar y, además, luego no te va a dar tiempo ni a comer ni a grabar el programa”. De nuevo la PdV: “alegraos, sed perfectos, animaos… y el Dios de la paz estará…”. Efectivamente: pude atender hasta el final de la conexión, luego escuchar con más atención a esta persona y comer, me propone además hacer un rato de oración juntos; me parecía que esa “perfección” requería luego llevarla a donde iba, aunque era cerca. Y todo ello, con la paz que también promete la PdV.

1d.-     Después de realizar todo eso, me quedaban ya solo 15 minutos para grabar y enviar el programa, así que la paz de fiarme de la PdV y pensar: “he estado viviendo cada momento presente centrado, con lo cual el Señor me ayudará a que esta vez me salga el programa a la primera, sin repetirlo”. No me salió a la primera, pero sí a la segunda y con muy poquito que repulir. Así, en ese tiempo record, pude enviarlo a tiempo para que en la emisora el equipo técnico le pusiera la música y el encabezamiento y el final y luego lo dejara listo en la parrilla de programación para el día siguiente.

Verdaderamente en todas esas horas experimenté casi sensiblemente que  “…y el Dios de la caridad y de la paz estará con vosotros”.

 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de junio («Alegraos, sed perfectos, animaos; tened un mismo sentir; vivid en paz, y el Dios de la caridad y de la paz estará con vosotros», 2 Co 13, 11), la de mayo («Amaos cordialmente unos a otros; que cada cual estime a los otros más que a sí mismo», Rm 12, 10) y la de abril («Aspirad a las cosas de arriba, no a las de la tierra», Col 3, 2): 

1.-        “es un regalo, leer vuestras experiencias; me da la fuerza para vivirla yo también.

La PdV de "Amaos cordialmente unos a otros", me ha dado un empuje, para vivir delante de cada persona con todo mi amor.

Siendo consciente de cada gesto, sonrisa, escucha, que doy para poder amar con el amor que Jesús pone en mi corazón.

También, pidiendo y ofreciendo por las necesidades de tantas personas, cercanas y lejanas.

Parece que Jesús, no se deja vencer en generosidad: algunos días, me ponía delante personas, ante las que era yo quien se sentía amada por ellas.

Un Saludo. Sigo viviendo la P.V..

 

2.-        “le pido a Jesús que me ayude a vivir de acuerdo con su voluntad... Intento borrar la sombra de prejuicios que quizás me llegan para ver a cada uno con " ojos nuevos".

Meditando sobre ella me ha venido la expresión "tener un mismo sentir... me ha llevado a interesarme por lo que me parece de interés para cada hermana... y he tratado de hacérselo saber preguntando por esas cosas que sé que le interesan...

Muchas gracias por tus envíos. Como siempre, la PdV es maravillosa.

 

 

  

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domingo, 31 de julio de 2022

SIEMPRE ESCUCHANDO A JESÚS

VIDA DE LA PALABRA                            últimas semanas de JULIO


 

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de julio («Solo una cosa es necesaria», Lc 10, 42) y la de junio («Tú eres mi Señor, mi bien, nada hay fuera de Ti», Sal 16, 2):

1.-        En pequeños momentos en los que me podía venir un prejuicio o simplemente un comentario sobre alguna persona, (p.ej., cuando vi a unos trabajadores hablando entre ellos y a mi vuelta veinte minutos después seguían en el mismo sitio igual), inmediatamente, en cambio, traía a mi mente: “una sola cosa es necesaria”. ¡Escuchar a Jesús! ¡Amar! Y me ponía a hablar con Él: “en realidad lo mismo están tratando algo importante del trabajo, y no perdiendo el tiempo…”. Y me venía la paz de pensar bien, a veces, o de “suspender” el juicio en otras. Y ese permanecer en el amor me ayudaba a seguir escuchando a Jesús, en pequeños diálogos simpáticos o a veces profundos con Él.

 

2.-        La Mariápolis europea desarrollada en Las Matas ha sido realmente bonita y fructuosa para todos los participantes, (de al menos 10 países), y emocionante cuando nos hemos conectado por zoom en diversos momentos con Mariápolis regionales o nacionales que coincidían al menos algunos de los días con la nuestra.

            “El camino que conduce a la paz” era el lema de la de aquí. Y ese camino empieza por descubrir a Dios en su Creación, (ayudan S. Francisco de Asís y S. Ignacio de Loyola –cuyos textos meditamos en la sierra de El Escorial, con Misa de campaña incluida-), y en la interioridad de cada uno, donde habita “su Divina Majestad” (Castillo interior, de Sta. Teresa, -visitada en Ávila- y sus 7 moradas),

donde encuentra Luz en la oscuridad, (las noches de S. Juan de la Cruz, -visitado en Segovia-), y experimenta su culmen en la presencia viva del Resucitado hoy (“donde dos o más unidos…” y, sobre todo, en la Eucaristía). Uno de los días vino el Cardenal de Madrid a celebrar la Misa. Al principio se leyeron algunos mensajes de adhesión de algunas personalidades.

            En la casa parroquial estuvimos 5 mariapolitas durmiendo, (o, al menos, ¡intentándolo, en tanto lo permitía “mi horno”!): fueron bonitos también esos ratos de fraternidad entre sacerdotes y diáconos, poniéndonos de acuerdo para ir con el coche al Centro Mariápolis, uso de los baños, etc. Y luego compartiendo con los más de 170 participantes las charlas, meditaciones, descansos, excursiones, comedor... En este último había muchas oportunidades de ponerse en el lugar del otro, servir, ofrecer el último postre de ese tipo, ayudar a recoger… Y en esas y otras siempre nos ayudaba, (a mí, al menos): “una sola cosa es necesaria”.

            Al final me quedaba en el alma ese regusto: “¿no ardía nuestro corazón…?”.

 

 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de julio («Solo una cosa es necesaria», Lc 10, 42), la de junio («Tú eres mi Señor, mi bien, nada hay fuera de Ti», Sal 16, 2) y la de mayo («Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros», Jn 13, 34): 

1.-        “…mil felicidades; sabes tengo que decir “gracias” por todo, tus testimonios me ayudan y cada día me urge más la PdV.

Este mes cuántas y cuántas veces me tengo que decir "solo una cosa es necesaria"… a veces vivo tan dividida...

Cuantas veces me acuerdo, me lo digo y Él se me hace presente con su paz y alegría en el servicio.

…de manera especial nos encontraremos en la celebración unidos en Cristo y con Él….

 

2.-        “he dado covid positivo; tengo que anular todo, pero me lo tomo de tranqui: ha sido por hacer un bien; así que, así es la vida.

 

3.-        “aunque me ha costado un poco, me he puesto con el deseo de transmitir lo que fue para mí vivir la Mariápolis

…ha habido música, canciones, bailes. Presentaron distintas experiencias de amor a Dios y a los hermanos por parte de alguno de los asistentes que en algún momento de dificultad y de amor a los demás habían experimentado en sus vidas. Verdaderos ejemplos de amor desinteresado al prójimo.

Encontré en cada persona que me rodeaba lo que necesitaba en cada momento. Ellos son un don para mí.

Yo, cuando acudí por primera vez hace ya años, me enamoré, sí, me enamoré de miradas, sonrisas, abrazos, encuentros, historias y especialmente de esa Luz interior que vive en cada uno, independientemente de la nacionalidad, religión, edad. En ese momento pensé: “no estoy solo”. Elegí seguir el camino dando esa Luz que vive en cada uno, abrazando dificultades y dolores, que no han faltado desde entonces. Son parte de la vida.

Yo me llevo en el corazón momentos vividos de encuentros y reencuentros, testimonios de AMOR del bueno, el de verdad.

Y, cómo no..., al principio los saludos de bienvenida, está vez sí, por momentos sin mascarilla que impida ver tu luminosa sonrisa de "pater". Fue una alegría…, aunque no hablamos mucho, lo echaba de menos.

El momento alegre de saludar y compartir con una focolarina de Las Matas (querida, queridísima) y recordar momentos pasados en su casa (el Focolar) y agrio por no poder darle un fuerte, fortísimo abrazo por culpa de su quimioterapia y protocolo covid para estos casos.

Yo les agradezco a todos y cada uno, cada gesto, palabra amable, sonrisa y acto de amor que tuvieron conmigo ahora y en el pasado.

Es una experiencia única que recomiendo a todos.

 

4.-        “Paco, muchas gracias por haberme hecho participe de la clausura de la Mariápolis europea: como siempre salgo reforzada; y nunca deja de impresionarme la fe que tienen estas personas en estos actos. Le doy gracias a Dios por haberos puesto en mi vida con el amor de unos verdaderos hermanos y hermanas…

Aunque nos ha hecho participes enviándonos las meditaciones. Yo sólo he ido hoy y ha sido suficiente para salir reforzada y confirmar que esta comunidad de manera perenne e infinita transmite su espiritualidad y fe con “Jesús en medio”.

Me he acordado de todos vosotros y he ofrecido una oración a Luminosa para que os ayude a superar todas las dificultades que tengáis, sin perder la esperanza y la fe.

 

 

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