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lunes, 17 de septiembre de 2018

LA PALABRA NOS HACE LIBRES

Unos textos para reforzar el vivir con ilusión y ánimo renovado la Palabra de este mes («Recibid con docilidad la Palabra sembrada en vosotros, que es capaz de salvar vuestras almas»):



EL AMOR VERDADERO ES LA VERDADERA LIBERTAD

Los esclavos… por definición no pueden descansar. Pero existen muchos tipos de esclavitud, tanto exterior como interior… Existen… las prisiones interiores, que son, por ejemplo, los bloqueos psicológicos, los complejos, los límites del carácter y otros. ¿Existe descanso en estas condiciones? ¿Un hombre recluido u oprimido puede permanecer de todos modos libre? ¿Y una persona atormentada por dificultades interiores puede ser libre? Efectivamente, hay personas que, aunque en la cárcel, viven en una gran libertad de ánimo. Pensemos, por ejemplo en San Maximiliano Kolbe, o en el cardenal Van Thuan, que transformaron las oscuras opresiones en lugares de luz. Como también hay personas marcadas por grandes fragilidades interiores que conocen el reposo de la misericordia y lo saben transmitir. La misericordia de Dios nos libera. Y cuando tú te encuentras con la misericordia de Dios, tienes una libertad interior grande y eres también capaz de transmitirla. Por eso es muy importante abrirse a la misericordia de Dios para no ser esclavos de nosotros mismos
Queridos hermanos y hermanas, ¿quién es, por lo tanto, el verdadero esclavo? ¿Quién es aquel que no conoce el descanso?: ¡quien no es capaz de amar! Y todos estos vicios, estos pecados, este egoísmo nos alejan del amor y nos hacen incapaces de amar. Somos esclavos de nosotros mismos y no podemos amar, porque el amor es siempre hacia los demás.
El tercer mandamiento, que invita a celebrar en el descanso la liberación, para nosotros cristianos es profecía del Señor Jesús, que destruye la esclavitud interior del pecado para hacer al hombre capaz de amar. El amor verdadero es la verdadera libertad: aparta de la posesión, reconstruye las relaciones, sabe acoger y valorar al prójimo, transforma en don alegre cada fatiga y hace capaces de comunión. El amor hace libres incluso en la cárcel, incluso si se está débiles y limitados.
Esta es la libertad que recibimos de nuestro Redentor, el Señor nuestro Jesucristo.

PAPA FRANCISCO, Audiencia general de los miércoles, Plaza de San Pedro, 12 septiembre 2018




PONERSE A DISPOSICIÓN DE LOS DEMÁS

«Que cada uno ponga al servicio de los demás los dones que haya recibido, como buenos administradores de las diversas gracias de Dios». La variedad de dones es inmensa. Cada uno tiene el suyo y, por tanto, tiene su función específica en la comunidad.  ¿Y qué me dices de ti? ¿Tienes algún título?: ¿no has pensado nunca en poner a disposición de los demás algunas horas a la semana para enseñar al que no sabe, o al que no tiene medios para estudiar? ¿Tienes un corazón especialmente generoso?: ¿no has pensado nunca en movilizar esas fuerzas que aún quedan sanas en la sociedad, a favor de la gente pobre o marginada, y restablecer en el corazón de muchos el sentido de la dignidad del hombre?
[…]  ¿Tienes cualidades especiales para consolar? ¿O, tal vez, para llevar una casa, para cocinar, para confeccionar con poca cosa ropa útil, o para los trabajos manuales? Mira a tu alrededor para ver quién tiene necesidad de ti.  Siento una gran pena cuando veo que hay unos que buscan y otros que enseñan cómo llenar el tiempo libre. Nosotros cristianos no podemos tener tiempo libre mientras haya en la tierra un enfermo, un hambriento, un encarcelado, un ignorante, uno que tenga dudas, alguien que esté triste, un drogadicto, […] un huérfano, una viuda… ¿Y no te parece también que la oración es un don formidable que debemos usar, ya que en todo momento podemos dirigirnos a Dios que está presente en todas partes?

CHIARA LUBICH, Comentario a “Usate bene i vari doni di Dio”




NUESTRA MISIÓN: VIVIR LA COMUNIÓN

…la Santísima Trinidad… el misterio del único Dios en tres Personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. La Trinidad es comunión de Personas divinas, las cuales son una con la otra, una para la otra y una en la otra: esta comunión es la vida de Dios, el misterio de amor del Dios vivo. Y Jesús nos reveló este misterio. Él nos habló de Dios como Padre; nos habló del Espíritu; y nos habló de sí mismo como Hijo de Dios. Y así nos reveló este misterio… en virtud del Bautismo, formamos parte de su comunidad.
…contemplar el misterio estupendo del cual provenimos y hacia el cual vamos, nos renueva la misión de vivir la comunión con Dios y vivir la comunión entre nosotros según el modelo de la comunión divina. No estamos llamados a vivir los unos sin los otros, por encima o contra los demás, sino los unos con los otros, por los otros y en los otros. Esto significa acoger y testimoniar concordes la belleza del Evangelio; vivir el amor recíproco y hacia todos, compartiendo alegrías y sufrimientos, aprendiendo a pedir y conceder el perdón, valorizando los diversos carismas bajo la guía de los pastores. En una palabra, se nos encomienda la tarea de edificar comunidades eclesiales que sean cada vez más familia, capaces de reflejar el esplendor de la Trinidad y evangelizar, no sólo con las palabras, sino con la fuerza del amor de Dios que habita en nosotros...

PAPA FRANCISCO, Ángelus, Plaza de San Pedro, Domingo 31 de mayo de 2015




lunes, 14 de septiembre de 2015

JESÚS ABANDONADO: ESPOSO DEL ALMA

Aprovecho hoy la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz para compartir esta homilía que pronuncié en Radio Nacional hoy hace 8 años. También porque expresa cómo estamos tratando de vivir toda esta situación de comunidad y familiar de enfermedades:
Domingo 14.IX.2008
Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz
Retransmisión por Radio Nacional de la Misa
Centro Mariápolis “Luminosa” – Las Matas (Madrid)


Tanto amó Dios al mundo…, -acabamos de escuchar en la proclamación del Evangelio-, que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna[1]. El Hijo de Dios, (sin dejar de ser Dios), se hizo hombre, –en todo como nosotros, pero sin pecado[2]–  para enseñarnos a nosotros, los hombres, a vivir en todo momento, ya comáis, ya bebáis, o hagáis cualquier otra cosa…[3]–, como hijos de Dios[4]. Y sobre todo nos enseñó a vivir así esas realidades que más nos cuesta entender: el dolor, el sufrimiento, la muerte. Pasó por ellas, para enseñarnos “desde dentro”.
En esta fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz recordamos que el misterio Pascual es inseparablemente pasión-muerte-resurrección-glorificación del Señor.

Para vivir la alegría de la Resurrección, Él nos enseñó que hay que pasar antes por la cruz. En “este valle de lágrimas” tarde o temprano todos encontramos, (en nosotros o a nuestro alrededor), dolor y muerte. Los cristianos no sólo vemos “una cruz”, sino al Crucificado que viene clavado en ella: vemos a Aquel que más nos quiere y a Quien queremos amar por encima de todo. Es, pues, un encuentro personal con Él, no con un frío madero. Con Jesús que, cuando, en lo máximo del dolor en la cruz gritó “¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?[5], desveló palpablemente ese infinito amor que en todo momento nos había tenido y nos tiene.

El Deuteronomio afirma “maldito de Dios el que cuelga de un madero[6]. Así se sintió Jesús, asumiendo precisamente Él, el Inocente, todos nuestros dolores, divisiones y pecados. La “conciencia humana de Jesús se verá sometida a la prueba más dura. Pero ni siquiera el drama de la pasión y muerte conseguirá afectar su serena seguridad de ser el Hijo del Padre celestial[7]. Además, dio un paso ulterior: no sólo continuó amando a Dios, fiándose de Él, haciendo el mayor acto de fe, entrega y amor al Padre[8], sino que no se detuvo a mirarse a Sí mismo, ni a sus llagas y dolores, y continuó amando incluso a los que lo crucificaban[9]. “El grito de Jesús en la cruz […] no delata la angustia de un desesperado, sino la oración del Hijo que ofrece su vida al Padre en el amor para la salvación de todos. Mientras se identifica con nuestro pecado, «abandonado» por el Padre, Él se «abandona» en las manos del Padre. Fija sus ojos en el Padre...”[10]. Transformó así toda esa vorágine de dolor, abandono y oscuridad, en Amor a Dios y a los demás. ¡Ese es el secreto de la vida! Es la llave para abrirse a la unión con Dios y a la unidad con los hermanos[11]. Es tener “vida eterna” ya aquí, y luego todavía más en el cielo.
Así lo descubrió Chiara Lubich, –la fundadora de la Obra de María-Movimiento de los Focolares, de la que hoy precisamente concurre medio año de su
fallecimiento–, y lo enseñó hasta su último aliento, con una admirable pedagogía, como la oportunidad de vivir cada día con sus dificultades a manera de un desposorio concreto con Él. En su conocido libro “Meditaciones” señala: “tengo un solo Esposo sobre la tierra, Jesús Crucificado y abandonado; no tengo otro Dios fuera de Él; en Él está todo el cielo con la Trinidad y toda la tierra con la humanidad… Pasaré por el mundo buscándolo…”[12] etc. Se trata de no pararse, no ceder a la dificultad, y lanzarse a amar a Dios y al prójimo, sea cual sea la situación en la que uno mismo se encuentre, “contribuyendo a realizar que la Iglesia sea siempre más casa y escuela de comunión[13]. Jesús abandonado no sólo ha amado y nos enseña a amar siempre, sino que, además, ha pagado por nosotros con la propia vida, dejándonos un modelo de cómo debemos, (¡podemos con la gracia!), vivir los cristianos. Nuestros "abandonos" no son sólo una prueba o una purificación, son una posibilidad estupenda para amar y enseñar a amar, para llenar el mundo de Dios Amor que, a través de nosotros, continúa haciéndose presente en medio de las calamidades y sufrimientos de la sociedad actual. No nos ha "abandonado" porque es Él mismo, y Él en nosotros, quien sufre los abandonos del hombre de hoy: soledad, desasosiego, aislamiento, desencanto, fragilidad, pobreza, marginación, explotación...

Quien ha seguido esta estela luminosa del amor a Jesús crucificado y abandonado, encuentra el significado y el valor del sufrimiento.
Así la joven Clara Badano, cuya vida se recoge
en la biografía “Realizarse a los 18[14], muerta a esa edad de cáncer, pero no vencida por este.
Así también el Card. Van Thuan, encarcelado en Vietnam durante 13 años, y fallecido ahora hace 6. En los Ejercicios Espirituales que predicó ante Juan Pablo II, -y recogidos en “Testigos de esperanza[15] traducido a 17 idiomas-, nos descubre que el amor a Jesús Abandonado era el secreto de su donación a Dios y de su amor incluso a los carceleros.

Que en esta fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, cada uno de nosotros, -hermanos y hermanas que participáis aquí o a través de las ondas de la radio en la celebración eucarística dominical-, sepamos decir nuestro “sí” a Jesús en cada esfuerzo, dificultad o dolor, propios o de la sociedad, lanzándonos con empeño redoblado a amar a Dios y a los demás, para que, igual que Él, que “como por una alquimia divina, -en palabra de Chiara Lubich-, transformó el dolor en amor”, también nosotros unidos a Él transfiguremos el dolor y la muerte en resurrección y glorificación, y así quede ensalzada la Cruz por la cual hemos sido salvados.





[1] Jn 3, 16.
[2] Cfr. Hbr 4, 15b.
[3] 1 Cor 10, 31.
[4] Cfr. IRENEO DE LYON, Adversus haereses, 3, 19; ATANASIO DE ALEJANDRÍA, De incarnatione, 54, 3; SANTO TOMÁS DE AQUINO, Opusculum 57 in festo Corp. Chr., 1.
[5] Mc 15, 34; cfr. Sal 22.
[6] Dt 21, 22-23.
[7] JUAN PABLO II, Novo millennio ineunte, 24b.
[8] Cfr. Lc 23, 46.
[9] Cfr. Lc 23, 34.
[10] IBID., 25a.
[11] Cfr. CH. LUBICH, La unidad y Jesús abandonado, Ciudad Nueva, Madrid 20064; ID., El grito, Ciudad Nueva, Madrid 2002.
[12] CH. LUBICH, Meditaciones, Ciudad Nueva, Madrid 19898, p. 34. Cfr. M. VANDELEENE, La doctrina espiritual”, Ciudad Nueva, Madrid, pp. 136-146.
[13] BENEDICTO XVI, Carta al Cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado, durante los funerales de la fundadora del Movimiento de los Focolares, Chiara Lubich, 18 de marzo, en la Basílica de San Pablo Extramuros, citando JUAN PABLO II, Novo millennio ineunte, 43a.
[14] M. ZANZUCCHI, Realizarse a los 18. Vida y huella de Clara Badano, Ciudad Nueva, Madrid 2007.
[15] F.X. NGUYEN VAN THUAN, Testigos de esperanza, Ciudad Nueva, Madrid 20049, pp. 101-125.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Bondad, comprensión, perdón

VIDA DE LA PALABRA mes de noviembre 
Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de vivir la Palabra de Vida de noviembre (“sed buenos, comprensivos, perdonándoos unos a otros…”):
1.-        Ante una persona que me encuentro con cierta frecuencia, sospechaba yo que le podía molestar mi presencia, por lo que el mejor modo de amar era simplemente “hola” y “adiós” con una sonrisa. Para mi sorpresa, una de las veces, “hiló” conversación e incluso hicimos el trayecto sentados al lado en el tren, aunque yo iba todo el tiempo atento a ponerme a leer si hubiera notado que no quería seguir charlando conmigo o que prefería escuchar música, leer o mirar el móvil.

2.-        A alguien que no tenía costumbre de pedir las cosas “por favor” o luego dar las “gracias”, me costaba… Pero he procurado también hacer pequeñas cosas que le podían ser útiles, incluso antes de
que me las pidiera o sin que se diera cuenta. Era bonito cuando luego… en bastantes ocasiones…:
 “…¡¡me hiciste esto¡?; ¡gracias!”.

3.-        Me senté en el tren cerca de una persona que había conocido 15 días antes. Al empezar a charlar, pasó una chica a la que no me encontraba desde hacía años. Tras la alegría y el saludo, la invité a que se sentara con nosotros. La otra persona empezó a sacar temas polémicos de moral, con argumentos escabrosos. Yo veía la necesidad que tenía de ser escuchada a fondo, pero, a la vez, mi problema era que la recién llegada podría quedar escandalizada si yo no contestaba de vez en cuando y, además, argumentando de modo eficiente. ¡Y nada más que 25 minutos de trayecto para lo uno y para lo otro!
Pensé que yo tenía que amar “hasta dar la vida” por ambas personas, aunque en el fondo cada una requiera una cosa contraria. Sin perder atención a la conversación, instantáneamente le pedía yo a Jesús que actuara en el corazón de cada uno de los 3 que estábamos, según la diversa necesidad, y le decía: “no me pongo de parte de nadie, ni de la mía; solo de la Tuya, que eres Amor”. A cada tema, argüía yo con temas de la ley natural, pero en seguida la otra seguía “pinchando”. Al final conté algunas experiencias y testimonios (míos y de conocidos) cuyo mensaje y doctrina implícitamente estaban suficientemente claros; ambas se quedaban calladas (a la chica yo la notaba muy contenta; la otra escuchaba… sin mirarme mucho...).
Me despedí de la chica, (que continuaba una estación más), todo lo amablemente que pude y recordándole que me escribiera siempre que quisiera para todo (más que nada, por si el debate le
había generado alguna duda o inquietud, aunque más bien reflejaba todo lo contrario en el rostro).
Y nos bajamos. La otra estaba sonriente, pero seguía “combativa”: “¡no te dejes engañar por la Iglesia!” y otras cosas. Ya teníamos que coger pasillos distintos… pero me acerqué y le dije: “¡venga, dame un par de besos, y en otra ocasión seguimos!”. “¡Uy, la próxima vez que me veas seguro que no te vas a querer sentar al lado!”, me decía. “¡¡Todo lo contrario!!”, (aunque eso supone un viaje… todo menos descansado… y de regreso tras una jornada intensa…).

Algunas de vuestras EXPERIENCIAS viviendo la Palabra de noviembre (“sed buenos, comprensivos, perdonándoos unos a otros…”) o la de octubre (“a nadie debáis nada, más que amor…”) y las de meses anteriores:
1.-        “gracias, Paco, por recordarnos que en este mundo tan incomprensible Dios es nuestro único bien. Y “a nadie le debáis nada más que amor”.
Este mes fui a cobrar (con necesidad económica) un apartamento, pero el inquilino me dijo que no podía pagarme. Lleva tiempo en el paro y era la primera vez que me pedía le esperase, así que, sin ningún reproche, le dije que si podía ayudarle (es albañil) le ayudaría a buscar y conversamos un rato.
Me agradeció mucho que tratara de ayudarle, y pedí por él. Luego me di cuenta de algunos trabajos que podría hacerme en la casa y muy gustoso me pagó con ellos el mes. Ahora ha encontrado un trabajo, pero solo por tres meses.
Nuestra relación es franca y positiva. Ya sabes que vivo en un pueblo agrario, y aquí solo queda sufrir con paciencia los fallos a veces intencionados de los demás, a veces con un dialogo difícil que sólo con la ayuda de Dios se logra...

2.-        "¿sí te sientes mejor con tu resfriado?
          …mi salud ha mejorado un poco: no está idónea, pero no tengo nada grave, ¡gracias a Dios y a tus oraciones también!
          Una pequeña historia sobre… mis cumpleaños. Este año decidí invitar algunos amigos a casa, (nunca lo hice antes de mi matrimonio): ocho personas por lo menos. Pero, el problema era el espacio: dónde sentar tanta gente; ni teníamos mesa bastante grande. Entonces mi marido y yo pasamos dos días preparando…: ¡incluso compramos la mesa nueva! Y ayer..., ¿qué piensas?: ¡solo tres vinieron! Mi amiga me llamó y dijo que ella y su madre tuvieron que trabajar. Y otra pareja fue a Moscú y llegó muy tarde... Me quedé desengañada. Sí, es una lástima que toda nuestra preparación y un montón de comida que había preparado era en vano, pero no puedo decir que estoy ofendida ni que empiece a tratarlos peor. No creo que fuera intencionadamente…
          Mis buenos deseos y cordialísimo saludo desde Rusia."

3.-        “te agradezco, como de costumbre, tus siempre interesantes y didácticos envíos.
Acostumbras a exponer hechos de vida, que no siempre hay cosas que contar. Lo que se me ocurre ahora es manifestarte que hace tiempo pensaba cual sería la cosa importante que podría ofrecerle a Nuestro Señor Jesús y en seguida me percaté que
 podría servirle buscándole en lo pequeño, en la cosa insignificante, en lo que nadie más qué El se entera, por ejemplo: dejar que los demás cojan las mejores piezas de una fuente; pasar de beber por un rato cuando tienes sed; hacer alguna cosa para que otro no tenga que realizarla; privarte de algo que te apetece en ese momento... ...son infinidad de ocasiones que se me presentan al cabo del día para fortalecernos y así ayudarnos a crecentar nuestra humildad, que realizadas por amor a Dios, solo se entera Él

4.-        “ayer por la tarde fui a recoger a mi hijo al autobús después de tres días de convivencia. Ni un beso me dio, inquieto por presentarme a un amigo que de otra parroquia había hecho.
Mientras, mi mente retrocedió al jueves, día en que se iba. Llegó del colegio llorando: “no quiero ir. Me han invitado a una fiesta de halloween”. Un mazazo. Tenía veinte minutos para que se cambiase, merendase e ir hacia el autobús.
De nuevo me acordé de San Ignacio y su teoría de las dos banderas. La verdad es que tiene mucha razón. Y es que siempre hay que estar luchando entre Dios y el demonio. Así me sentía yo en ese momento. No podía soltarle un discurso sobre lo absurdo que me parecía esa fiesta. No tenía tiempo de ponerme a discutir. Me acordé de las palabras del
cardenal Van Thuan en “Cinco panes y dos peces”: “Antes del trabajo pastoral, social, caritativo, es necesario rezar”. No tenía muy claro si, en ese momento, mi labor era pastoral, social, caritativa… ¿tal vez las tres? En cualquier caso, seguí su consejo. Recé.
Recé, respiré, le cogí de la mano, me senté con él y le dije: “comprendo tu ilusión por ir a la fiesta... Si lo que te hace ilusión es disfrazarte, dentro de nada está carnaval y si quieres disfrazarte de vampiro, fantasma, esqueleto… podrás hacerlo, es más si quieres y te hace ilusión, hacemos una fiesta de disfraces en casa; pero no puedes dejar que una ilusión que te va a durar unas horas te impida disfrutar de una oportunidad de estar entre amigos durante tres días. ¿No estabas ilusionado con volver a ver a los amigos que hiciste en la otra convivencia? ¿Crees que te dejaría ir a un sitio, si no supiese que vas a estar feliz? ¿No confías en Jesús? Él no nos pone las cosas por casualidad. Si ha puesto una convivencia en tu camino, por algo será. No puedes perderte la oportunidad de conocer a alguien que igual se convierte, con el tiempo, en tu mejor amigo...”.
El caso es que me dio un abrazo, entre lágrimas, me dijo que le perdonara, que
 tenía razón y corriendo se fue a merendar y al autobús.
Mientras esperábamos al autobús hablaba con la hermana de uno de los chicos. Me decía: “no sólo halloween, en el cole también celebramos el día de la independencia, el día de la marmota… y luego no nos dejan celebrar la Navidad.
Eso sí que me sonó como una puñalada. No lo entiendo.
Pero no hay que perder la esperanza. Cuando mi hijo se subió al autobús respiré tranquila. Me sentí feliz. “Otra bandera blanca ganada”, pensé.
Pensar, pensé mucho la verdad. Pensaba que esta vez se había equivocado “el de rojo”. Conmigo pudo un montón de veces, pero ahora atacaba a mi hijo ¡y eso sí que yo no lo iba a consentir! Si al final no iba a la convivencia, no sería porque yo no pusiera todo lo que pudiese de mi parte.
Tarde descubrí yo la vida de parroquia, la vida dentro de la Iglesia… Tarde descubrí yo todo lo positivo que aporta una convivencia…
No calló en el trayecto hasta casa ni durante la cena… Hablaba con tanto entusiasmo que casi me hace llorar.
Mientras una madre abrace a su hijo lo tiene difícil el enemigo. Y ¡menuda Madre tuvo, tiene, Jesús!, así que no, no hay que desesperarse ante lo que parece evidente

5.-        …dos colegas estaban enojados uno con otro, sin hablar. Traté de acercarme a ellos, los insté a buscar una solución conjunta. Me respondió que simplemente no es asunto mío... Pero pensé que uno no puede quedarse quieto viendo crecer la tensión entre compañeros y no hacer nada. Así que, a la primera oportunidad, hablé con cada uno de ellos por separado, aconsejándoles buscar el entendimiento, la reconciliación.
Después de un tiempo, con alegría he podido encontrarlos hablando como amigos y cuando pasé a su lado, uno me saludó en tono de broma sonriendo amablemente: “aquí ya no tienes nada que hacer”


Pinchando” AQUÍ ,
puedes leer otras experiencias similares
de gente de todo el mundo
que también ha tratado de poner en práctica
esta misma Palabra de Vida del mes.
 Y AQUÍ, algunas otras más.



viernes, 5 de julio de 2013

VAN THUÂN HACIA LOS ALTARES

CARDENAL VAN THUÂN 
Apenas 8 años después de su muerte, el viernes 5 de julio de 2013 concluye la fase diocesana del proceso para su beatificación
Hoy da un paso adelante el proceso para la causa de beatificación del Cardenal François-Xavier Nguyên Van Thuân: se concluye la fase diocesana.
        En un artículo al respecto se menciona un encuentro en CastelGandolfo en junio de 2001: todavía recuerdo la sencilla y profunda impresión que nos dejó a los 1300 sacerdotes y seminaristas, cuando, revestido con casulla roja, (era el día de S. Ireneo, el obispo mártir), nos presidió la celebración de la Misa (video de la homilía (extracto de 3 min.); al incio del cual se me ve en el coro) en la que nos hizo sentir a todos a gusto (¡a pesar de estar delante de un cardenal!), como hermanos y más cerca de Dios. Sencillo y profundo. Padre y hermano. Antes y después, muchos lo pudimos saludar personalmente y para todos tenía una sonrisa y una palabra y un gesto amable (aunque ya el
cáncer le estaba minando bastante). Al grupito de españoles que lo saludó nos enseñó la cruz pectoral que portaba (¡la misma que elaboró en la prisión y la cadenita que allí también se hizo con cobre de cable eléctrico una de las semanas de sus 13 años de cárcel!).

 Lo conocí en noviembre de 1994 en Loppiano (6 años después de su salida de la cárcel): yo hablaba en italiano en nombre de un grupo de unos sesenta sacerdotes y seminaristas, (contando la experiencia de espiritualidad y vida de comunión que allí realizábamos), y él me
traducía al vietnamita para un nutrido grupo de obispos (la mitad de la Conferencia Episcopal de Vietnam). Nos impresionó la profundidad de su mirada, marcada todavía por el dolor, pero viva y resuelta: ¡el amor a Jesús crucificado y abandonado!
AQUÍ puedes leer su “testamento espiritual”.
Y si aún no has leído sus libros “Testigos de esperanza, (¡ya va por la 13ª edición en castellano!, ¡y está traducido a unos 17 idiomas!), o Cinco panes y dos peces (11ª edición), ¿a qué esperas?: ¡te los recomiendo vivamente para este verano! 
El primero son los Ejercicios Espirituales que él predicó a Juan Pablo II en el año del Gran Jubileo 
del 2000 y el segundo va más dirigido a jóvenes.

¡¡¡Cuánto bien ha hecho a través de estos textos absolutamente a todos los que se los he prestado, regalado o recomendado!!!

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Oración oficial 
para pedir gracias 
por intercesión del siervo de Dios Card. Van Thuân

Dios Omnipotente y Eterno, Padre, Hijo y Espíritu Santo, 
Te doy gracias por haber donado a la Iglesia
 el testimonio heroico del Cardenal François-Xavier Nguyên Van Thuân.
 La sufrida experiencia de la cárcel, 
vivida en unión con Cristo Crucificado 
y bajo la maternal protección de María, 
forjó un testigo fúlgido, para la Iglesia y para el mundo, 
de unidad y de perdón, 
de justicia y de paz. 
Su amable persona y su ministerio episcopal 
irradiaron la luz de la fe, 
el entusiasmo de la esperanza 
y el ardor de la caridad. 
Concédeme ahora, por su intercesión, 
según Tu Voluntad, 
la gracia que imploro, 
con la esperanza de verlo pronto 
elevado al honor de los altares. 
¡Amén!

 Con aprobación eclesiástica 
+ Giampaolo Crepaldi 16 de septiembre de 2007 Quien reciba gracias o milagros, favor de informar a la Postulación de la Causa, a la siguiente dirección: Pontificio Consejo «Justicia y Paz», Piazza San Calisto, 16 - 00120 Ciudad del Vaticano