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jueves, 15 de mayo de 2025

¿ME AMAS? SÍ, SEÑOR, TÚ SABES QUE TE QUIERO

VIDA DE LA PALABRA            primeras semanas de MAYO

 


Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de mayo («Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero», Jn 21, 17) y la de abril («Mirad que realizo algo nuevo; ya está brotando, ¿no lo notáis?», Is 43, 19):

1.-        Al final de la pasada Cuaresma, viendo al mundo y a la gente a mi alrededor tan dividida, me sentía yo un poco desolado interiormente y, por pura providencia, alguien me envió una oración que ya conocí hace años en los “talleres de oración y vida”. En ese preciso momento no la leí ni me fijé. Pero, a pesar de ese despiste, la Virgen como buena Madre me la volvió a poner ante los ojos el Lunes Santo. Me dio mucha luz para afrontar la abundante tarea pastoral de esos días y las dificultades de esas relaciones entre las personas.

         Te comparto esa oración por si a ti también te ilumina:

Súplica a María en el cansancio: Madre, vengo del tumulto de la vida. El cansancio me invade todo el cuerpo y sobre todo el alma.

          Es tan difícil aceptar con paz todo lo que sucede alrededor de uno durante una jornada de trabajo y lucha… Las cosas en las que habíamos depositado tanta ilusión, decepcionan. Las personas a las que queremos entregar bondad, nos rechazan. Y aquellas otras a las que acudimos en una necesidad, intentan sacar provecho.

          Por eso vengo a Ti, Madrecita, porque dentro de mi camina un niño inseguro. Pero junto a Ti me siento fuerte y confiado. Sólo el pensar que tengo una madre como Tú, me da ánimo. Me siento apoyado en tu brazo y guiado por tu mano. De esta manera puedo, con tranquilidad, retomar el camino.

          Renuévame por completo para que consiga ver lo hermoso de la vida. Levántame para que pueda caminar sin miedo. Dame tu mano para que acierte siempre con mi camino. Dame tu bendición, para que mi presencia sea, en medio del mundo, un signo de tu bendición. Amén

 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la de Palabra de Vida de mayo («Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero», Jn 21, 17), la de abril («Mirad que realizo algo nuevo; ya está brotando, ¿no lo notáis?», Is 43, 19) y la de marzo («¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano y no reparas en la viga que hay en tu propio ojo?», Lc 6, 41):

1.-        “aún estoy "aterrizando" en el mundo después de un fin de semana espectacular en el Centro Mariápolis con las anuales “Gotas de espiritualidad”.

Tema: la cercanía, proximidad, fraternidad. Nos han hablado de la proximidad a Dios. Dios está en nuestro interior, es ahí donde tenemos que buscarlo, en el centro de nuestra alma que es donde está el verdadero yo. Lo descubrimos en el silencio.

Y si Dios está en mí, ¡también está en el prójimo! ¿Quién es el otro para mí? Debemos mirar al prójimo con amor, sin ver las diferencias:

Dios no hace acepción de personas. Con un Dios así, ¿cómo no tener en el corazón la fraternidad universal?

¡Uf, tantas cosas: ahora hay que llevarlo al mundo. En este ambiente es fácil, pero en el mundo es difícil. ¡¡¡Y es tan sencillo!!!: es ver a Jesús en el otro, en tu prójimo y llevar a Jesús contigo siempre. Las dos cosas fáciles de decir y menos fácil de hacer 😊 pero para Dios no hay nada imposible. Y no hay que ir muy lejos a practicar, yo pensaba tengo que empezar por los más cercanos, mi familia, mis hermanos…

Hemos sido un grupo numeroso, pero se ha respirado un ambiente familiar, como si nos conociéramos de toda la vida. Es un regalo grande, muy grande. Nos daba pena despedirnos, pero seguimos unidos por un mismo ideal, unos más lejos otros menos: unidad.

¡Ah!, y el sábado por la noche tuvimos fiesta amenizada por una familia, que son geniales!!! Nos lo pasamos chupi, rechupiii.

A mí no sé qué me pasa, pero cuando cruzo la puerta del Centro Mariápolis me entra un rayo de felicidad en el cuerpoooo, es mágicooo.

 

2.-        “nuestro Abril ha terminado con la comunión de mi hija pequeña, a quien bautizaste ya hace 10 años y por el sacramento y celebración que te conocí. 

Quisiera decirte, (porque nunca lo hice), que gracias a ti me volví a acercar a Él, a la iglesia y a la fe; y gracias a mi hija, he sido catequista durante 2 años y me siento aún más cerca de Jesús que nunca. 

         Te deseo un mes de la Virgen lleno de alegría, salud y que nos traiga a un nuevo Papa, aunque tu tocayo deja un legado difícil de superar… pero la fe me dice que será el que venga el que Dios quiera que nos guíe y así lo recibiremos. 

Te leo todos los meses, aunque no te escriba.

         Algún domingo subiré a misa a Las Matas y me encantará saludarte.

Gracias, Paco, por seguir mandándome estas lecturas y experiencias tuyas y de gente como yo.

 

3.-        “después del primer mes en mi nuevo trabajo, muy bien: los compañeros son encantadores y compartimos experiencias y esfuerzos, mucho mejor que antes en una nave encerrado. De hecho, ahora que estamos arreglando baches, la gente se alegra cuando nos ve: se quejaban que llevan tiempo reclamando para no tropezar y caerse, así que les da gusto vernos trabajar. Y yo encantado de hacer feliz a la gente. Poder ver una sonrisa en la cara de los demás es un alivio que te hace sentirte bien, dejar las cosas mejor que estaban.

 

4.-        “…el lunes del gran apagón me pilló en la universidad, a la que no se puede acceder andando. Yo tenía coche, pero muchos amigos que se mueven solo con medios públicos, se temían tener que pasar allí el resto del día y quién sabía si también la noche.

Ofrecí llevar en mi coche a los que cabían. Sabía que iba a ser problemático sin semáforos y múltiples atascos. Tuve que entrar y salir en diversas poblaciones para ir dejando a cada uno, ¡sin GPS! Tardé varias horas en regresar a mi casa (en vez de la media hora habitual), pero estaba contenta de ese “brote nuevo” en mí y en los que pude ayudar.

Vi también muchos “brotes” de ese algo nuevo que debe nacer en la sociedad: p.ej. mi tío vio coches totalmente bloqueados durante horas en la autopista cerca de su casa y se dedicó a cruzar andando varias veces para llevarles agua y algunas cosas para comer y él veía como la gente fuera de los coches charlaba amigablemente dentro de la incertidumbre y compartiendo las cosillas que tenían para comer….

 

4.-        “Señor, Tú lo sabes todo: Tú sabes que te quiero. ¡Qué difícil es demostrártelo las 24 horas del día y los 7 días de la semana!

¡Qué difícil es demostrártelo en el cuidado de todos tus hijos!

Tengo un compañero con un carácter muy complicado y la mayoría de los trabajadores de la empresa no quieren trabajar con él y se alejan. Yo veo a un hermano que sufre, sufre mucho. Mantengo la calma, aguanto sus desplantes y sus contestaciones. 

Señor, sabes que te quiero y por este motivo todos los días empiezo la jornada mirando con cariño a mi compañero, me armo de paciencia y le perdono todo lo ocurrido en días anteriores, empatizo y trato de ayudarle intentando comprenderle en sus circunstancias.

Señor, ayúdame a seguir queriéndote a través de mi compañero.

 

 


martes, 31 de diciembre de 2024

¡FELIZ Y PRÓSPERO 2025, AÑO JUBILAR!

 

deseo a ti y a los tuyos

que tengáis una muy buena salida y entrada de año

y un próspero 2025

colmado de la bendición del Señor,

¡¡año jubilar de la esperanza!!:

 


¡FELIZ Y PRÓSPERO AÑO NUEVO 2025!

 

La fe en Jesucristo, Dios encarnado,

nacido de la Virgen María,

da una nueva forma de sentir el tiempo y la vida…:

gratitud y esperanza.

…la gratitud mundana,

la esperanza mundana son aparentes;

les falta la dimensión esencial

que es la relación con el Otro y con los demás,

con Dios y con los hermanos.


Y esto sucede … por el…

«¡Maravilloso intercambio!

El Creador tomó un alma y un cuerpo,

nació de una virgen; […] nos da su divinidad»…

Pensemos en la gratitud que debía sentir María

al contemplar a Jesús recién nacido.

Es una experiencia que sólo puede tener una madre,

y sin embargo en ella, en la Madre de Dios,

tiene una profundidad única, incomparable.

 

María sabe, ella sola con José,

de dónde ha salido ese Niño...

El Misterio da espacio a la gratitud,

que surge en la contemplación del don,

en la gratuidad,

mientras [que el Misterio] se ahoga

en la ansiedad del tener y del parecer.

 

La Iglesia aprende la gratitud de la Virgen Madre.

Y aprende también la esperanza... porque…

María siempre ha estado llena de amor, llena de gracia,

y por eso también está llena de confianza y de esperanza.
… no es optimismo, es otra cosa:

es fe en Dios que es fiel a sus promesas;

y esta fe toma la forma de esperanza en la dimensión del tiempo, podríamos decir «en camino».

El cristiano, como María,

es peregrino de esperanza.

 

Y precisamente éste… el tema del Jubileo de 2025…

Queridos hermanos y hermanas,

una peregrinación…

requiere una buena preparación…:

aprendamos de Ella a vivir cada día,

cada momento, cada ocupación

con la mirada interior vuelta hacia Jesús.

Alegrías y penas,

satisfacciones y problemas.

Todo en presencia y con la gracia de Jesús, el Señor.

Todo con gratitud y esperanza.

PAPA FRANCISCO, Homilía en primeras Vísperas y Te Deum final de año, 31 diciembre 2023



jueves, 31 de octubre de 2024

HACERSE TODO A TODOS

VIDA DE LA PALABRA                                noviembre 2024 

 

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de octubre («El que quiera llegar a ser grande entre vosotros sea vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros sea esclavo de todos», Mc 10, 43-44) y la de septiembre («Poned por obra la Palabra y no os contentéis solo con oírla, engañándoos a vosotros mismos», (St 1, 22):

1.-        Iba con mi madre empujando yo su silla de ruedas en el pueblo por el bonito paseo del santuario de la Patrona, la Virgen de la Caridad. En esto oigo a nuestras espaldas unos jóvenes malhablados, con risotadas y gritos. Nos adelantan y al instante tiran una lata de refresco en medio del césped: ¡había una papelera 5 metros antes y otra 5 metros después! Se me enciende la sangre, pero calmadamente los llamo: “¡oye!”. Varias veces: sé que me oyeron, pero no se pararon. Hasta que no tienen más remedio cuando se cruzan con un señor que les dice: “os llaman desde allí atrás”. Con una sonrisa y amablemente les digo: “por favor, ¿podríais tirar esa lata en la papelera? El paseo está bien bonito sin basura en el césped. Este verano estuve una mañana recogiendo latas y bolsas”.

Con una sonrisa burlona, vuelven sobre sus pasos y recogen la lata y la depositan en la papelera. Los oía hablar a mis espaldas mientras nosotros seguíamos caminando, lo cual no me daba ninguna tranquilidad, pero oigo otra lata que sí cae en una papelera.

Pasan al lado para adelantarnos y entonces, sonriendo, les digo: “me llamo Paco, ¿y vosotros?”. “Yo, Rubén”. “¡Cómo mi sobrino!”. “Yo, José”. “¡Cómo mi parroquia!”… Sorprendidos empiezan a sonreír, aunque hablando un poco descreídamente. Les echo la mano y les deseo buen día y que sean buenas personas, mientras mi madre y yo nos encaminamos hacia la puerta del santuario.

  

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de octubre («El que quiera llegar a ser grande entre vosotros sea vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros sea esclavo de todos», Mc 10, 43-44), la de septiembre («Poned por obra la Palabra y no os contentéis solo con oírla, engañándoos a vosotros mismos», (St 1, 22) y la de agosto («Señor, ¡qué bueno es que estemos aquí!», Mt 17, 4):

1.-        “en nuestra familia he pasado por un tiempo de enfermedad y baja laboral, que me ha permitido reponerme de mi agotamiento físico y mental... a la par mi marido también ha experimentado algún susto y se encontraba mentalmente muy agotado a causa del trabajo....

Esto nos hizo plantearnos muy seriamente nuestra salud, y la necesidad de parar pese a todo... ambos experimentábamos que no podíamos seguir desarrollando el mismo trabajo por el estrés y malestar que nos generaba. Él es autónomo y nos surgían preguntas sobre cómo íbamos a hacer frente a los gastos, cómo íbamos a comprar un coche (porque el que tenemos ya nos está dando muchos problemas), la incertidumbre de volver a reinventarse laboralmente que conlleva un tiempo de cero ingresos...

Le planteé a mi marido que no fuésemos nosotros solos quienes viviéramos esta situación, sino que teníamos que contar con el mejor Socio que podemos tener, confiándole a Él nuestra situación y Él como un socio más de nuestro proyecto nos orientaría en nuestras decisiones con su Luz... ¡y en eso estamos! Y cuando tenemos momentos de reflexión o bajoncete, porque no lo vemos claro, nos da mucha tranquilidad pensar que ¡somos 3 en esto y no vamos solos! Seguimos trabajando en ello y confiando... tratando de ver hacia donde Nos quiere llevar....

 

2.-        “me ha gustado mucho leer en oración a San Antonio en mi casa: gracias a mi abuela, le tenemos mucha devoción. ¡Hasta el punto que, a mi hija, él le ha encontrado hasta la universidad este año!

Te cuento: un día llegó mi hija a casa y dijo que ya no quería ser futbolista, que quería ser médico para ayudar a los demás, pero la nota de medicina es prácticamente un 14. Primero de bachillerato lo terminó con más de un 9 de media, pero en segundo tuvo una profe de lengua y otro de mate que bajó de tener un 8 ó 9 en esas asignaturas a un 6. Lo pasó bastante mal durante todo el curso: yo siempre la animaba, diciéndole que todo lo que nos pasa es por algo y que Dios siempre nos tiene algo guardado a cada uno. Pero con 17 años y con la poca amabilidad de los dos profesores era difícil que ella se sintiera mejor. Pero bueno, al final entendió que es mejor ser buena persona y no estar enfadado con los que no lo son tanto.

Ya en mayo, le dije que si la medicina era lo suyo, que no se preocupara, que San Antonio le encontraría Universidad.

La nota estaba en más de un 13 y ella había sacado un 12; las universidades privadas ya no la admitían porque no habíamos hecho la preinscripción en febrero, y un día buscando por internet, me sale la universidad católica de Murcia. Llamo y me dicen que no hace falta prescripción, que sólo necesita tener más de un 11,5 para poder optar a una plaza. Así que en agosto la admitieron y allí está. Y… ¿sabes quién es la figura principal de esa Universidad??????: “Universidad católica SAN ANTONIO”!!!!!.

 

3.-        “Ay Paco, qué apropiados son siempre tus correos con las palabras de vida… Llevo unas semanas rezando la Oración del abandono, y siento tanta paz al tomar conciencia de que puedo decirle a Jesús que se ocupe Él, que sabe mejor que nadie lo que hacer… Siempre recuerdo cuando mi madre decía que estaba cansada de vivir y yo le decía “¿le vas a enmendar la plana a Dios, que si te tiene aquí es por algo y sus planes son siempre mejores que los nuestros?”.

 

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lunes, 16 de septiembre de 2024

LA PALABRA NOS DA VIDA

 Aquí te ofrezco unos textos y experiencias que nos ayuden a subirla intensificando el vivir bien la Palabra del mes («Poned por obra la Palabra y no os contentéis solo con oírla, engañándoos a vosotros mismos»): 

 

RECOMENZAR

Porque nuestra vida es una "milicia" o una "carrera" (a veces, de obstáculos), ¿a quién no le tienta alguna vez el desaliento? Recomenzar es, por eso, una palabra mágica, indispensable. Y ¡ojalá tengamos siempre al lado quien nos la recuerde! 

P. MANOLO MORALES, O.S.A., Comentario al Pasapalabra diario 29 agosto 2024

 

 

 

 

SIEMPRE, ENSEGUIDA Y CON ALEGRÍA 

El mejor momento para amar es el momento presente.

Yo quiero, debo y puedo amar siempre, por eso el mejor momento es ahora.

Quien ama vive una vida sin arrepentimientos, porque el peor infierno es arrepentirse de no haber amado y no poder volver atrás.

Mientras haya vida, hay posibilidad de recomenzar y cada nuevo inicio es una oportunidad para amar.

El verbo amar sólo puede ser conjugado en el presente, porque el tiempo pasado ya no cuenta y el tiempo futuro aún no existe.

No esperes oportunidades, no programes tu amor solo para el futuro, no dejes pasar las ocasiones, aprovecha este momento presente porque él pasa rápido y no volverá más.

Ama siempre, ama de inmediato, ama con alegría. Tu decisión crea una ocasión.

APOLONIO CARVALHO, Comentario al Pasapalabra diario 26 agosto 2024

 


 

 

 COMPARTIR EXPERIENCIAS

[…] La comunicación de las experiencias vividas tuvo el efecto -para gran sorpresa de algunos, que esperaban un comentario espiritual- de dar a luz y hacer crecer una comunidad cristiana. En el relato de las experiencias, no se trata tanto de compartir con los demás reflexiones, estudios o meditaciones sobre el Evangelio, aunque esto pueda ser útil. Es importante sobre todo comunicar episodios concretos, la experiencia. No tienen que ser sensacionales, tienen que ser momentos sencillos de nuestra vida que la Palabra ha iluminado y transformado. 

MARCO TECILLA, Comunicare i frutti della Parola vissuta, 8 marzo 2012

  

 

 

SER MADRE, PADRE PARA QUIENES TRATAMOS

¿Utopía? No. Es la manera de amar que el Creador nos enseñó desde niños: proteger, cuidar, defender, comprender... Nos tocará luego ser protegidos, cuidados, comprendidos... Es ley de vida. Y la vida será siempre el amor. 

P. MANOLO MORALES, O.S.A., Comentario al Pasapalabra diario 7 septiembre 2024

 

 


domingo, 15 de septiembre de 2024

DARSE VIVIENDO LA PALABRA

VIDA DE LA PALABRA                        primeras semanas SEPTIEMBRE

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de septiembre («Poned por obra la Palabra y no os contentéis solo con oírla, engañándoos a vosotros mismos», St 1, 22) y la de agosto («Señor, ¡qué bueno es que estemos aquí!», Mt 17, 4):

1.-        La Palabra del mes me está impulsando en pequeñas cosas, casi imperceptibles, pero al vivirla, me llena de empuje y esperanza.

P.ej., estuve dos días y medio en un monasterio en cuya hospedería teníamos que hacernos entre nosotros los pequeños servicios de comedor, orden y limpieza y procuraba yo estar atento para levantarme en seguida, (también en silencio casi absoluto, pues era la norma del lugar), y ello ayudaba a esa unión con Dios ahí y sobre todo luego en la hora de oración silenciosa matinal y en la vespertina, además de otros muchos momentos ahí en la capilla o en medio de la belleza de la naturaleza.

También estos últimos días en el finde anual con mis primos y hermanos: había que estar muy atento, pues cada uno también estaba pendiente de darse y ayudar.

La alegría y paz que he experimentado tanto en un sitio como en otro me confirman que vivir y comunicar las pequeñas cosas hace vivir en la paz y la verdad.

  

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de septiembre («Poned por obra la Palabra y no os contentéis solo con oírla, engañándoos a vosotros mismos», St 1, 22), la de agosto («Señor, ¡qué bueno es que estemos aquí!», Mt 17, 4) y la de julio («El Señor es mi pastor, nada me falta», Sal 23, 1):

1.-        “¡qué bien me ha venido releer la PdV de este mes! He pasado de unos días sintiendo el "¡Qué bien se está aquí!" a, otra vez, (y durante una breve temporada, se lo pido al Señor), perder esa serenidad en casa.  Después de la “tempestad”... he leído en la PdV las palabras tuyas: "cuando algo no va bien, no ha llegado el final, sino que hay esperanza"; y las de Chiara Lubich: "no hay espina sin rosa"; y unas y otras me han hecho reflexionar y me han dado aliento para afrontar esta, espero breve, temporada. Gracias…

         Llegará estos días alguien para temas burocráticos, y ya sabes que me cuesta, pero tus palabras me ayudan a tener paciencia y a dejar este tema en manos del Señor.

 

2.-        “…la PdV del pasado mes de agosto me ha dado luz y contento interior. En muchas ocasiones le he dicho a Jesús: “¡qué bueno es que estemos aquí!”.

 Se presentaba atractivo, como siempre, el descanso vacacional, y me agradaba la idea de descansar, sin más: sin compromisos, a mi aire.

 Reflexioné la PdV, analicé lo que pudiera darme esa alegría que buscaba  agradando a Dios, y me decidí, una vez más, a descansar junto a otros.

 He leído y recordado el pasaje evangélico en que Jesús les dice a sus discípulos: "Venid a un sitio tranquilo y apartado a descansar" en convivencia fraterna.

 La Mariápolis de Oviedo y la convivencia posterior han sido la mejor elección vacacional: Jesús estaba entre nosotros en cada experiencia contada y compartida, en la convivencia informal, en el silencio, Eucaristías y meditaciones…: “Señor, ¡qué bueno es que estemos aquí!” contigo.

 

3.-        “hoy toca regreso al trabajo, y nuevo mes que el Señor nos pone por delante. El anterior hizo honor a la Palabra y fue un tiempo regalado para el encuentro con Dios, la creación y los hermanos. Hacia ellos vamos, siguiendo camino tras bajar del Tabor.

 

4.-        “este verano he podido descansar más que otros porque una semana nos fuimos con tres familias de la parroquia, pero la siguiente decidí quedarme en casa porque, a pesar de tener todo preparado…, con el fallecimiento de mi padre, no tenía cuerpo para divertirme. Aunque ya sé que él está mejor ahora, pero el vacío que siento desde que se fue es grande. Me di cuenta que ese hueco en mi alma, Dios lo creo para ese afecto y me falta desde pequeña, solo que ahora culminó y toca entregárselo a Jesús para que Él lo sane y así poder seguir.

Ahora, ya de vuelta al trabajo, toca aterrizar, pero con mucha ilusión y mucha fuerza para llevar a Jesús a todos y “poner por obra la Palabra”.

 

5.-        “ha sido una de las peregrinaciones mejores a Lourdes: el primer día fue un poco chungo, porque cuando vi con quién me habían puesto, no me convencía, porque es muy alborotada y dice cosas que no sientan bien. Las que ella tenía en su sala hacen lo que ellas quieren. Al día siguiente fui a ayudarlas; me dije: “Señor, ¡ayúdame!”. Ya estaban levantadas algunas; a una la ayude a vestirse y fuimos a desayunar. La hija habla mucho pero la escuché a fondo, habla muy alto, pero la dije que bajara el tono para no alborotar en el hospital. Ella bajó la voz y seguimos hablando. Los dos días me ha contado tantas cosas…

A otra la abracé y poco a poco se la fue pasando el nerviosismo y preocupación. Etc.

Y la verdad, es el año que más he disfrutado, porque estoy por la mañana y tarde en piscinas.  El viernes con el Santísimo desde la gruta a la Basílica subterránea y allí fue una pasada, nunca había estado tan feliz.

Luego había personas que no conocía que eran nuevas, me puse hablar y luego me buscaban; una  madre y una hija, era la primera vez que venían, la madre se arrima, me dice: “¿Tú trabajabas en el hospital? ¿No me conoces? Tenía a mi marido en la UCI muy malito, me dijiste: no te preocupes, que se va a poner bueno: ya voy a rezar por él; pues fue verdad; ha fallecido hace poco; siempre estos años me he acordado de ti”. Su hija es un cielo: cuando podía, venía a hablar conmigo

 

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sábado, 31 de agosto de 2024

LUZ Y ALEGRÍA DADA POR JESÚS EN MEDIO

 VIDA DE LA PALABRA                                    mes de AGOSTO

 

 

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de agosto («Señor, ¡qué bueno es que estemos aquí!», Mt 17, 4) y la de julio («El Señor es mi pastor, nada me falta», Sal 23, 1):

1.-        "¡Qué bien se está aquí, Señor!", me he repetido mucho durante este mes a mí mismo, (y dicho muchas veces también en alto delante de otros), dirigiendo además el corazón y la mirada del alma a Jesús, no simplemente por estar de vacaciones, sino por vivirlas en compañía de sacerdotes con el mismo Ideal de la Unidad (durante los días que pasamos en Santander) o con mi familia en el pueblo o con algunas amistades.

Esto posibilita que captemos la presencia de Jesús resucitado, que siempre está, pero solo percibimos y aprovechamos sus frutos "donde dos o más están unidos..." en su Nombre.

También cuando en paz contemplaba, (o en grupo contemplábamos), la belleza del mar, o de un acantilado, o de un bosque, o contemplábamos la bondad y sencillez de gente buena de verdad; o por las comidas que nos preparaban.

      ¡Muchos momentos, gracias a Dios! También en ellos alababa al Señor (a menudo en voz alta) y le daba gracias disfrutándolos y, a la vez, me preparaba para cuando pudieran venir sinsabores, dificultades, averías, problemas, no tener respuesta, pruebas, el buscar mucho tiempo algo perdido...

      Varias de estas cosas también han llegado estas semanas. Entonces me ayudaba el recordar el "¡qué bien se está"!, el Tabor: saber que, si la cosa no va bien, es que todavía no llega el final, siempre hay esperanza (hasta en pequeñas tonterías); saber que donde me encuentro con el Crucificado por amor, habrá resurrección, (como dice Chiara Lubich: "no hay espina sin rosa"; ¡ojo!: ¡justo al revés de lo que afirma el refrán!). Y eso me ha ido dando ánimo para seguir intentando hacer mi parte en resolver esas dificultades o para vivir con serenidad el momento presente.

 

 

Esta vez no me han llegado  vuestras EXPERIENCIAS, así que, tomo prestadas de la publicación de dos amigos estas, siempre tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de agosto («Señor, ¡qué bueno es que estemos aquí!», Mt 17, 4), la de julio («El Señor es mi pastor, nada me falta», Sal 23, 1) y la de junio («El Reino de Dios es como un hombre que echa el grano en la tierra; duerma o se levante, de noche o de día, el grano brota y crece», Mc 4, 26-27):

 

1.-        Todos los días trato de tener un momento de meditación: leo la Biblia, leo extractos sobre algún libro de espiritualidad, escucho un audio o veo video sobre temas espirituales. Siempre es un momento de mucha luz, que me ayuda a vivir mejor el día en sintonía con la voluntad de Dios, con el bien, con el amor.

A veces son momentos de luz tan intensos, que los comparo, en la debida proporción, con la experiencia de Pedro, Juan y Santiago con Jesús en el monte Tabor.

Esta luz me acompaña y se difunde silenciosamente a lo largo del día, iluminando las situaciones difíciles, resaltando el bien, poniendo una barrera al mal y, sobre todo, llegando también a las personas que encuentro.

La luz que recibo de Dios ilumina mi vida y debe, a través de mí, iluminar la vida de quienes me rodean (Apolonio Carvalho).

 

2.-        …coincido con un señor de mi edad, (B  de bueno), para acceder al vagón del Metro. Le indico que a la izquierda hay un asiento libre. Él no lo quiere, así que yo me dispongo a ocuparlo. Los demás viajeros me advierten de que está sucio. Efectivamente, contenía restos de un líquido y un papel empapado en él. Desisto, y ese hombre me indica otro asiento libre, que le agradezco y paso a ocupar. Pero inmediatamente pienso: "Tal vez puedo limpiar el asiento sucio, porque si no, nadie lo podrá usar durante todo el día".

Compruebo que en mi zurrón llevo varias servilletas de papel, así que me levanto, voy al asiento sucio y lo cubro de servilletas, que absorben el líquido derramado. Entonces me siento en él, no obstante hubiera un asiento libre a cada lado del sucio. Fue un acto de valentía ante los demás viajeros.

Quiero resaltar que mi amabilidad cediendo ese asiento sucio-limpio a ese señor fue correspondida por él indicándome otra plaza libre alternativa. ¿Será cierto que si sembramos amor, cosechamos amor? Yo no lo dudo. Además, lo garantiza el gran san Juan de la Cruz….

 

           

 

 

 

 

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miércoles, 31 de julio de 2024

NUESTRO TABOR: JESÚS EN MEDIO

 PALABRA DE VIDA                     agosto 2024

«Señor, ¡qué bueno es que estemos aquí!»

(Mt 17, 4) 


Jesús va hacia Jerusalén con sus discípulos. Al anunciarles que allí tendrá que sufrir, morir y resucitar, Pedro se rebela, erigiéndose en portavoz del desaliento y la incomprensión general. Entonces el Maestro lo lleva consigo, junto con Santiago y Juan, sube a «un monte alto», y allí se aparece a los tres con una luz nueva y extraordinaria: su rostro «se puso brillante como el sol» y con él conversan Moisés y el profeta Elías. El Padre mismo hace oír su voz desde una nube luminosa y los invita a escuchar a Jesús, su Hijo amado. Ante esta sorprendente experiencia, Pedro no quisiera irse de allí, y exclama:

 

«Señor, ¡qué bueno es que estemos aquí!». 

Jesús ha invitado a sus amigos más íntimos a vivir una experiencia inolvidable, a fin de que la guarden siempre dentro de ellos.

Tal vez también nosotros hayamos experimentado con estupor y emoción la presencia y la acción de Dios en nuestra vida en momentos de alegría, paz y luz que desearíamos que no tuviesen fin. Son momentos que en muchos casos vivimos con otros o gracias a otros, pues el amor recíproco atrae la presencia de Dios, ya que, como prometió Jesús, «donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos» (Mt 18, 20). A veces, en estos momentos de intimidad, Él nos hace vernos a nosotros mismos y leer los acontecimientos a través de su mirada.

Estas experiencias se nos dan para tener la fuerza de afrontar las dificultades, pruebas y penalidades que encontramos por el camino, teniendo en el corazón la certeza de que Dios nos mira, que nos ha llamado a formar parte de la historia de la salvación.

De hecho, una vez que han descendido del monte, los discípulos irán juntos a Jerusalén, donde los espera una muchedumbre llena de esperanza pero también peligros, enfrentamientos, rechazo y sufrimientos. Allí «serán dispersados y enviados a los confines de la tierra para ser testigos de nuestra morada definitiva, el Reino» de Dios[1].

Podrán comenzar a construir ya en esta tierra la casa de Dios entre los hombres, porque en el monte han estado con Jesús «en casa».

 

«Señor, ¡qué bueno es que estemos aquí!». 

«Levantaos, no tengáis miedo» (Mt 17, 7) es la invitación de Jesús al término de esta extraordinaria experiencia, que también nos dirige a nosotros. Como discípulos y amigos suyos, podemos afrontar con valentía lo que nos espera.

Así le sucedió a Chiara Lubich. Tampoco ella habría querido volver a la vida de todos los días después de un período de vacaciones tan lleno de luz que fue denominado «el paraíso de 1949» por la percepción de la presencia de Dios en la pequeña comunidad con la que estaba transcurriendo un tiempo de descanso y por una extraordinaria contemplación de los misterios de la fe. Volvió, y con un nuevo empuje, porque entendió que justamente por aquella experiencia de iluminación debía «descender del monte» y ponerse a trabajar como instrumento de Jesús en la realización de su Reino, inyectando su amor y su luz precisamente donde faltaban, y afrontando además penalidades y sufrimientos.

 

«Señor, ¡qué bueno es que estemos aquí!».

En cambio, cuando echemos a faltar la luz, volvamos con el corazón y con la mente a los momentos en que el Señor nos ha iluminado. Y si no hemos experimentado su cercanía, busquémosla. Será necesario hacer el esfuerzo de «subir al monte» para ir a su encuentro en los prójimos, adorarlo en nuestras iglesias y también para contemplarlo en la belleza de la naturaleza.

Porque, para nosotros, Él siempre está: basta con que caminemos con Él y que, haciendo silencio, nos pongamos humildemente a la escucha, como Pedro, Juan y Santiago (cf. Mt 17, 6).

 

SILVANO MALINI y el equipo de la Palabra de Vida



[1] T. Radcliffe, op, Segunda meditación a los participantes en la Asamblea General del Sínodo de los Obispos, Sacrofano 1-10-2023.