lunes, 15 de septiembre de 2025

ALEGRÍA DEL REGRESO

La Palabra de Vida de este mes, («Alegraos conmigo, porque he hallado la oveja que se me había perdido», Lc 15, 6), nos ayudará a llevar todo adelante bien, sin dar nada ni nadie por perdido. Y para recordarlo y reforzarlo, unos textos y alguna experiencia:


DAR AL AMOR EL PRIMER LUGAR

Dar al amor el primer lugar es decidir, cada día, que las personas importan más que las cosas, que el perdón es más valioso que el orgullo y que la compasión es una fuerza que puede revolucionar nuestra vida.

Cuando el amor es una prioridad, nuestras acciones adquieren un nuevo significado. Las palabras se vuelven más cuidadosas, los gestos más acogedores, e incluso los conflictos se afrontan con el deseo de reconstruir en lugar de destruir.

Esta elección de amar antes de juzgar, de comprender antes de reaccionar, no siempre es fácil, pero es profundamente liberadora.

Al dar al amor el primer lugar, iluminamos el camino no solo para nosotros, sino también para los que caminan a nuestro lado. Porque amar es sembrar vida donde hay muerte y aridez del alma, esperanza donde solo hay dolor y desesperación, y unidad donde hay separación.

 

APOLONIO CARVALHO, Comentario al Pasapalabra diario 1 septiembre

 

 

 

 

 

HACER DE CADA OBSTÁCULO UN TRAMPOLÍN

 

Es como una carrera en el estadio la vida. La valla interpuesta es una oportunidad para saltar: para amar con mayor vigor y fiarnos del poder de Dios. Quejarnos a Él será también una forma de creerle y rezarle. Somos débiles. Él lo sabe.

 

P. MANOLO MORALES, O.S.A., Comentario al Pasapalabra diario 31 agosto

 

 

 

 

 

MIRAR AL PRÓJIMO

 

[...] no juzgar las intenciones del otro por lo que hace o dice y que puede ser que no comprendamos; no aumentar lo que vemos, sino tratar de observarlo por lo que es en el presente; conseguir mirar al otro, cada día, como si lo viéramos por primera vez, sin añadir a la molestia actual la de los días anteriores...

Hecho este primer paso, será más fácil saber leer lo que el otro tiene en su corazón y que, a menudo, es oscurecido por ese modo de actuar que nos molesta; y llegar a comprenderlo, a comprendernos, y también a ayudarse a mejorar. [...]"

 

FRANCESCO CHÂTEL, Primo passo: sopportare, Città Nuova

 

 

 

 

 

 

VIVIR EL MOMENTO PRESENTE.

 

Es viviendo el presente como se pueden cumplir bien todos nuestros deberes.

Es viviendo el presente como las cruces se vuelven soportables.

Es viviendo el presente como se pueden acoger las inspiraciones de Dios, los impulsos de su Gracia que llegan en el presente.

Es viviendo el presente como podemos construir con fruto nuestra santidad.

Dijo Francisco de Sales: "Cada instante viene cargado de un orden y va a hundirse en la eternidad para fijar lo que hemos hecho con él."

¡Vivamos, pues, el presente! ¡A la perfección! Nos encontraremos en el atardecer de cada día y en el de la vida, llenos de obras buenas acabadas y de actos de amor ofrecidos.

 

CHIARA LUBICH, Se viviamo il presente

 

 

 

 

 

 

SUPERAR LA INTRANSIGENCIA

 

Muchas veces, la intransigencia nace del miedo a ceder, a parecer débiles o a perder el control. Pero, en realidad, la fuerza reside en quien sabe aceptar lo diferente y buscar el diálogo incluso ante los desacuerdos.

Para superar la intransigencia, es necesario ser humilde. Saber reconocer que no somos dueños de la verdad (solo Dios) y que el otro también tiene algo que enseñarnos. Exige valentía para ceder posiciones, dejar atrás el orgullo y construir cercanía donde hay distancia.

En la vida cotidiana, esta superación se manifiesta en gestos sencillos: ceder en un conflicto familiar, escuchar con atención a quien piensa diferente, pedir disculpas cuando cometemos un error.

Cuando elegimos la apertura en lugar de la cerrazón, el amor en lugar de la rigidez, damos espacio para que Dios actúe en nosotros y a través de nosotros.

 

APOLONIO CARVALHO, Comentario al Pasapalabra diario 10 septiembre

 

 



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