Mostrando entradas con la etiqueta Pascua. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Pascua. Mostrar todas las entradas

martes, 16 de abril de 2024

TESTIMONIAR LA RESURRECCIÓN AMANDO

 Aquí te ofrezco unos textos que puedan ayudarnos a profundizar y vivir mejor la Palabra de Vida de abril («Los apóstoles daban testimonio con gran poder de la resurrección del Señor Jesús. Y gozaban todos de gran simpatía», Hch 4, 33):


VALORAR AL OTRO.

[…] El secreto de Chiara consistió en reconocer y valorar a todos como a personas únicas e irrepetibles.  […] ¿Cuál es el secreto?

Lo ha llamado el 'arte de amar', de la cual ella misma ha sido ejemplo vivo e incomparable. Se trata de amar a quien tenemos delante como a un verdadero hijo y una verdadera hija de Dios, sin hacer distinción alguna entre quien sea simpático y quien no lo sea, entre quien es atractivo y quien quisiéramos rechazar, entre los que son de nuestro propio país y los extranjeros, entre cristianos y musulmanes, entre luteranos y ateos. Para ella el hombre y la mujer que se encontraba delante eran una ocasión irrepetible que no dejaba escapar, diría, nunca. Todo nació de su experiencia de Dios que es Amor y, por lo tanto, Padre de la humanidad. [...] 

ROBERTO CATALANO, L’arte di amare - In ricordo di Chiara Lubich

 


 

AUMENTAR EL ESPÍRITU DE FAMILIA.

 [...] Debemos ser los primeros en amar como hace Dios; no esperar que el otro dé el primer paso y te ame; debemos tomar nosotros la iniciativa. Si después otros viven este amor juntamente con nosotros, surgirá el amor recíproco. Ésta es la base segura de la unidad del mundo; es capaz de dar vida a la familia humana universal, creando tales relaciones entre las personas, los grupos, los pueblos que son capaces de derribar las divisiones y las barreras de todo tipo, en cada época. Por este amor, vivido por personas de las más diferentes religiones, también a través de nuestro Movimiento, hoy hombres y mujeres de casi todas las naciones del mundo están decididamente intentando ser, al menos allí donde viven, origen de un pueblo nuevo, constructores en el mundo de una única familia. [...] 

CHIARA LUBICH, Discorso nella convenzione di musulmani e cristiani,

Washington, novembre 2000

 

 

 

LA PALABRA NOS HACE LIBRES.

[...] Vivir la Palabra nos hace libres y puros porque es amor. El amor es lo que purifica con su fuego divino nuestras intenciones y toda nuestra intimidad, pues el corazón, según la Biblia, es la sede más profunda de la inteligencia y de la voluntad. [...] Sí, la Palabra experimentada nos hace libres de los condicionamientos humanos, infunde alegría, paz, sencillez, plenitud de vida, luz; haciendo que nos adhiramos a Cristo, nos transforma poco a poco en otros Él [...] 

CHIARA LUBICH, Parola di vita del mese di gennaio 2005

 

 

  

SER MOTIVO DE ALEGRÍA PARA QUIEN ESTÁ A NUESTRO LADO 

La Palabra nos hace libres porque es Voz de Dios, la Verdad, lo consistente, lo que el corazón humano necesita para no vivir esclavos de las circunstancias. Estas cambian, pasan. Lo que Dios dice y nosotros realizamos por Él y con Él, eso no pasa.

Estimarnos mutuamente para vivir en la luz. ¿A qué conducen la maledicencia, el chismorreo y todos esos venenos que corroen la convivencia, si no es a sumirnos en una pobre vida estéril y oscura, y a privarnos de la bendición de Dios?

Ser motivo de alegría para quien está a nuestro lado, pero sin ser inoportunos, sin pretenderlo artificiosamente; simplemente "estando": tal vez silenciosos, sin palabras, que las personas sientan que les amamos, incluso puedan experimentar nuestra disponibilidad. 

P. MANOLO MORALES, O.S.A., Comentario al Pasapalabra diario 16 abril 2024

 

 


lunes, 15 de abril de 2024

EL RESUCITADO EN MEDIO POR EL AMOR MUTUO

 VIDA DE LA PALABRA                         primeras semanas de ABRIL


Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de abril («Los apóstoles daban testimonio con gran poder de la resurrección del Señor Jesús. Y gozaban todos de gran simpatía», Hch 4, 33) y la de marzo («Crea en mí, oh Dios, un corazón puro, renueva en mi interior un espíritu firme», Sal 51, 12): 

1.-        Las horas inmediatamente previas a la Vigilia Pascual y luego todo el Domingo de Resurrección me nacía espontáneo en el fondo del alma muchísimas veces “este es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo”. Y casi sin darme cuenta me ponía a tararearlo. E incluso a veces a cantarlo en casa o cuando estaba en la iglesia, incluso a pleno pulmón. Cuando me encontraba con algún conocido, además de desearle “feliz Pascua”, a veces también cantaba algo de la canción. Me suele suceder todos los años, pero quizá este más todavía.

La verdad es que estaba yo con un gran gozo interior por la resurrección de Cristo: es necesario celebrarlo cada año, (y tener toda la cincuentena pascual), para que nos entre bien que ¡llevamos dos mil años de Pascua los 365 días de cada año!; ¡¡Cristo resucitó y camina con nosotros!!

 

2.-        La semana I de Pascua todos los años promovemos, organizamos y participamos en un encuentro de sacerdotes y seminaristas para toda España, alternando un año en el centro Mariápolis y otro fuera. Esta vez ha tocado en Baeza.

            Yo creo que personal y comunitariamente de verdad ha sido un testimoniar la presencia del Resucitado en medio de nosotros por el amor recíproco tanto en los momentos de oración, como en los de formación, como en los de descanso y turismo.

Hemos estado una treintena de 10 diócesis y, cosa curiosa, ¡de  4 continentes, (pues había un filipino, un angoleño y dos venezolanos, junto con todos los españoles!: desde un recién ordenado, hasta algunos que ya rondaban sus bodas de oro sacerdotales.

En la convivencia y en los detalles de servicio de unos hacia otros, o en los paseos turísticos, percibíamos nosotros y también los demás, (tanto las monjitas y el personal de servicio de la casa de espiritualidad que nos hospedaba, como los que nos veían al recorrer Baeza y Úbeda, y también Jaén), la paz y la serena alegría que son huella de la presencia del Resucitado.

Cada día con una temática diversa, pero complementaria: reavivar la vocación, equiparnos para la fidelidad y la misión hoy.

He vuelto renovado y, algunos, al verme llegar, (tanto en mi casa como en la parroquia), me comentaban con una sonrisilla de complicidad: “¡se nota de dónde vienes, eh!”. También eso es testimoniar, (transparentar), al Resucitado.

2b.-     En el viaje de regreso, llevé a un compañero venezolano y a otro angoleño: ¡tres continentes en el mismo coche! Rezando la liturgia de las horas juntos y el rosario y charlando amigablemente, continuamos en el mismo “clima” de presencia del Resucitado en medio de nosotros. También con las horas de parada que hicimos en mi pueblo para ver a mi madre: traté de compaginar el estar con ella junto con el que conocieran mi pueblo, así que nos la llevamos de “copiloto” a visitar la Virgen de la Teja en las Clarisas, una bodega y el Santuario de la Patrona la Virgen de la Caridad, (donde, por cierto, uno de ellos se encontró con una feligresa). Mi madre contentísima. Ellos, también. Y después de la siesta continuamos viaje y los llevé a la parroquia de uno de ellos.

 

 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de abril («Los apóstoles daban testimonio con gran poder de la resurrección del Señor Jesús. Y gozaban todos de gran simpatía», Hch 4, 33), la de marzo («Crea en mí, oh Dios, un corazón puro, renueva en mi interior un espíritu firme», Sal 51, 12) y la de febrero («Haced todo con amor», 1 Co 16, 14):

1.-        “…como se cuenta en las experiencias que enviaste en enero, hace varios meses que he empezado yo también a leer la Biblia y a rezar cada día. Sea sola que junto con mi pareja y mi cuñada. Es una costumbre que poco a poco estoy incluyendo en mi día a día y me permite sentir la presencia del Señor más cerca.

Como sabes, en los últimos meses, por la enfermedad de él, necesitamos un “extra” de apoyo y fuerza para superar el día, para no dejar que “las tinieblas” se apoderen de nosotros. Y ahí es donde Dios está, acompañándonos e iluminándonos el camino….

 

2.-        “…¡Qué bonito es encontrarme tus correos!: me llevan a reflexionar cada uno de los momentos de la semana, en particular desde estos últimos tiempos... “¡Cristo ha resucitado, que se me note!”. Eso es lo que me repito a cada instante y se lo repito a mis peques: ¡que se nos note! y busco oportunidades para que así sea.

El sábado me he quedado muy conmovida con lo que comentaste del niño de vuestra parroquia que ha fallecido... Te dije que uno nunca está preparado para perder un hijo, hablando como madre, a lo que me respondiste con fe, que debemos estar preparados para partir y soportarlo, dejando todos nuestros asuntos en paz y en plena entrega a Dios y así es... ¡Cuánta razón!: ¡ cómo preparar el corazón para cualquier evento que nos sorprenda, cómo tener un corazón puro...!

Ayer en mi aula de catequesis, dos de “mis” niños eran compañeritos de cole de ese niño y a medida que iban llegando, me iban anticipando que debíamos rezar por él... Estaban muy impresionados, (se me encogía el alma) y así lo hicimos, muchas oraciones tomados de las manitas para él y su familia.

Dios crea en nosotros un corazón puro cuando nos toca de cerca el sufrimiento: cada día lo entiendo mejor en mí y en los demás.

Pero voy entendiendo también que este descubrimiento no debe quedar solo en mí: debo transmitirlo con mi comportamiento, mi forma de proceder, mis oraciones y pensamientos y a veces se me hace difícil.

2b.-     El jueves santo fui a misa con mi hija mayor. El templo estaba lleno de gente y faltaba un poco el aire. Ella decidió ir a confesarse y yo me quedé de pie en la parte de atrás, no lejos del confesionario. Después de un buen rato, se escuchó un golpe: nos acercamos al confesionario y ¡era mi hija que se había desmayado en el momento de recibir la bendición luego de la confesión! ¡No sabes qué susto tenía el sacerdote! Solo fue una lipotimia, pero mi hija, que es muy sensible, me contó luego que sintió muchas cosas y se sintió abrumada por la confesión... ¡Dios toca nuestro corazón!

Muchas gracias nuevamente por tus correos, ¡qué bien me hacen!.

 

 

 

Si quieres leer más experiencias similares, 

de gente de todo el mundo,

puedes encontrarlas “pinchando” AQUÍ o AQUÍ

o también AQUÍ



domingo, 31 de marzo de 2024

RENOVADOS INTERIORMENTE

 VIDA DE LA PALABRA                           últimas semanas de MARZO



Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de marzo («Crea en mí, oh Dios, un corazón puro, renueva en mi interior un espíritu firme», Sal 51, 12) y la de febrero («Haced todo con amor», 1 Co 16, 14):

1.-        Anticipada del Jueves Santo al martes, estuve en la Catedral de la Almudena para la Misa Crismal. Pidiendo el fruto del versículo de la PdV de este mes, quizá ha sido uno de los años que más la he interiorizado, y eso que creo que nunca habíamos estado tantos sacerdotes.

Resonó de un modo especial el momento de nuestra renovación de las Promesas Sacerdotales: era impresionante el “sí, quiero” tres veces repetido casi por un trueno de mil voces masculinas con energía al unísono, que había retumbar las bóvedas de la Catedral. Lo mismo también el resto de las respuestas de la Misa ¡y de la Consagración!

 

2.-        A

 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de de Vida de marzo («Crea en mí, oh Dios, un corazón puro, renueva en mi interior un espíritu firme», Sal 51, 12), la de febrero («Haced todo con amor», 1 Co 16, 14) y la de enero («Amarás al Señor tu Dios… y a tu prójimo como a ti mismo», Lc 10, 27):

1.-        Muchísimas gracias por enviarme la Palabra de Vida y las EXP: me ayudan a vivir y estar más pendiente.

Ayer me llama una persona que suele dar ropa para “mis” pobres de Caritas: “¿puedes venir a recoger la ropa?”. Yo estaba comiendo: “¿a las cinco y media te viene bien?”. Contesta: “¡ahora!”. “Estoy comiendo: puedo ir sobre dos y media”.

Estoy saliendo del garaje y llama de nuevo: “estoy en cinco minutos allí”. Yo me repetía la PdV y le decía al Señor: “¡paciencia!; solo tengo que escucharla a fondo”.

Llegué puntual, pero donde estaba ella no podía yo aparcar; cogí la ropa y me dice: “aparca donde puedas; quiero hablar contigo”. Aparcamos. Me pregunta: “¿tienes prisa?; estoy muy nerviosa”. “Dime lo que quieras”.

Traté de escuchar a fondo. Según me iba contando, a veces se le caían lágrimas. “Si tienes ganas de llorar, desahógate. Yo cuando me pasa algo parecido, lo hago, pero siempre también pido ayuda al Señor”. Ahí estuvimos casi dos horas: mi misión era escuchar a fondo muchas veces.

Al final me dijo: “me voy cansada, pero con paz: me das tranquilidad; ¿puedo llamarte?”. “Por supuesto: cuando me necesites” .

 

2.-        comparto unos actos concretos de vivir la Palabra de Vida.

Hoy he ido a ver a mi tía. Está en una residencia. Tumbadita en la cama. Se le pueden contar los huesos... Antes de ir he llamado al móvil del sacerdote que va allí y le he pedido que vaya a darle la unción de los enfermos.

He estado acariciándole la carita... Y besando su mejilla mucho y abría los ojitos... Sé que eso le gusta y le alivia...

He rezado en alto junto a ella el Padre nuestro, Ave María y Gloria... Y le he cantado: “Mientras recorres la vida... Tú nunca sola estás. Contigo por el camino, Santa María va...”. Luego la he puesto en audio en el móvil, junto al oído esta canción y la de "Tú me has mirado a los ojos, sonriendo has dicho mi nombre...". Y le he hecho la cruz en la frente varias veces...

Un encuentro con un rostro de Jesús abandonado...

Y mientras la acariciaba iba pronunciando la PdV: "Crea en mí un corazón puro. Renuévame por dentro con Espíritu firme..."

 

2b.-     Ayer en el colegio llegué con aire fresco... Con espíritu renovado. Ayudaba a los niños con calma y con amor.

Noté que mi compañera estaba algo estresada, a final de trimestre estamos todos cansados y se nota el agobio. Intenté quitarle trabajo ayudando a los niños. De su cansancio brotaban palabras tajantes y bruscas... Hubo un momento que le dije: "profe, dime algo bueno..."

Al despedirme ella me pidió perdón y le dije que no pasaba nada...

         Al irme a casa en coche... Iba hablando con Jesús diciéndole: "Crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme."

Y por la tarde escribí un mensaje a mi compañera diciéndole que descansara el fin de semana y disfrutara de su familia. Y me respondió agradeciéndome este mensaje y disculpándose de nuevo.

2c.-      Hay veces que no tengo nada... Ante las actitudes individualistas y a veces egoístas de algunas personas sólo me ha salido decir en mi interior: "Crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme". Y me volvió la paz al corazón y las ganas de seguir.

 

3.-        Gracias por enviarme la PdV. Me encanta leerla y sobre todo me emocionan mucho los testimonios.

Qué hermoso sacramento el de los sacerdotes…: ¡qué vida tan especial teniendo la oportunidad de conocer el corazón más profundo de las personas!

Mi colono ha salido bastante bien, salvo porque al llegar no tenían anestesista y ha sido despierta…: como yo he trabajado como sanitaria en quirófano, ya sabía a lo que iba, ¡pero sin anestesia no lo había visto nunca y menos probado!

3b.-     He tenido una semana movida con trabajo en la oficina y un curso online que estoy haciendo, más la preparación y preocupación de que las dos peques se van este fin de semana de viaje… y soy esa madre que no puede estar sin sus pichones.

 

 

Si quieres leer más experiencias similares, 

de gente de todo el mundo,

puedes encontrarlas “pinchando” AQUÍ o AQUÍ

o también AQUÍ

 

 

 

 

sábado, 30 de marzo de 2024

TESTIMONIAR AL RESUCITADO VIVO HOY

 

¡Cristo ha resucitado, aleluya, aleluya!

¡Verdaderamente ha resucitado el Señor,

aleluya, aleluya!

 



 

Para ti y los tuyos…:

¡¡¡feliz Pascua de Resurrección!!!

 

Y para vivirla bien, una nueva Palabra para poner en práctica todo un mes :

 

PALABRA DE VIDA                      abril 2024

 

«Los apóstoles daban testimonio con gran poder

de la resurrección del Señor Jesús.

Y gozaban todos de gran simpatía»

(Hch 4, 33).

 

        Esta palabra, que cae en tiempo de Pascua, nos invita a ser testigos también nosotros, con la libertad plena de quienes han recibido el mensaje evangélico, del evento que ha marcado la historia: ¡Jesús ha resucitado!

Para entender hasta el fondo el sentido de este versículo sacado de los Hechos de los Apóstoles, conviene citar la frase que lo precede: «La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie llamaba suyos a sus bienes, sino que todo era en común entre ellos» (cf. Hch 4, 32).

 

«Los apóstoles daban testimonio con gran poder de la resurrección del Señor Jesús. Y gozaban todos de gran simpatía».

 

        El texto presenta a la comunidad cristiana animada por la fuerza potente del Espíritu, caracterizada por la comunión, que la empuja a proclamar a todos el Evangelio, la buena noticia, es decir, que Cristo ha resucitado.

        Son las mismas personas que antes de Pentecostés estaban asustadas y apesadumbradas ante los últimos acontecimientos acaecidos, y ahora salen a descubierto, dispuestas a dar testimonio hasta el martirio gracias a la fuerza del Espíritu, que se ha llevado miedos y temores. Eran un solo corazón y un alma sola, practicaban el amor mutuo hasta poner en común sus bienes: esta era la realidad que estaba implicando cada vez a más personas.

        Mujeres y hombres que seguían a Jesús habían escuchado sus palabras, habían vivido con Él sirviendo y amando a los últimos, a los enfermos; habían visto con sus ojos los hechos prodigiosos obrados por Jesús, y su vida había cambiado porque, llamados a vivir una nueva ley, habían sido los primeros testigos de la presencia viva de Dios en medio de los hombres.

        Y para nosotros, seguidores de Jesús hoy, ¿qué significa dar testimonio?

 

«Los apóstoles daban testimonio con gran poder de la resurrección del Señor Jesús. Y gozaban todos de gran simpatía».

 

        El modo más eficaz de testimoniar al Resucitado es mostrar que Él está vivo y habita en medio de nosotros. «Si vivimos su Palabra, […] manteniendo encendido en el corazón el amor al prójimo, si nos esforzamos en especial por mantener siempre el amor mutuo entre nosotros, el Resucitado vivirá en nosotros, vivirá en medio de nosotros e irradiará su luz y su gracia alrededor, transformando cada lugar con frutos incalculables. Y será Él quien guíe nuestros pasos y nuestras actividades con su Espíritu; quien disponga las circunstancias y nos proporcione las ocasiones para llevar su vida a las personas que necesitan de Él»[1].

 

«Los apóstoles daban testimonio con gran poder de la resurrección del Señor Jesús. Y gozaban todos de gran simpatía».

 

        Escribe Margaret Karram[2]: «“Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación” (Mc 16, 15) es la extraordinaria consigna que hace 2000 años los apóstoles recibieron directamente de Jesús y que cambió el curso de la historia. Hoy Jesús nos dirige a nosotros la misma invitación: nos ofrece la posibilidad de llevarlo al mundo con toda la creatividad, las capacidades y la libertad que Él mismo nos ha dado»[3].

        Es un anuncio «que no termina con su muerte, ¡al contrario! Adquiere más fuerza después de la Resurrección y de Pentecostés, cuando los discípulos se convirtieron en testigos valientes del Evangelio. Y el mandado de ellos ha llegado hasta nosotros hoy. A través de mí y de cada uno de nosotros, Dios quiere seguir contando su historia de amor a aquellos con quienes compartimos tramos breves o largos de la vida»[4].

 

Patrizia Mazzola y el equipo de la Palabra de vida

                               



[1] C. Lubich, Palabra de vida, enero 1986: Palabras de vida/1 (1943-1990), Ciudad Nueva, Madrid 2020, pp. 364-365.

[2] Presidente del Movimiento de los Focolares.

[3] M. Karram, LLamados y enviados, Rocca di Papa, 15-9-2023.

[4] Ibid.

sábado, 30 de abril de 2022

TESTIMONIAR CON LA VIDA

 VIDA DE LA PALABRA                        últimas semanas de ABRIL

 

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de abril («Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación», Mc 16, 15) y la de marzo («Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden», Mt 6, 12):

1.-        Estas semanas en la parroquia ha habido que escribir varias cartas o correos electrónicos y me parecía más bonito, (para que fuera auténticamente “id… y proclamad…”, pues Jesús no decía “ve… y proclama…”), que no fuera sólo algo mío, sino de los dos sacerdotes que conformamos el equipo parroquial. Incluso alguna de esas cosas requería algo de urgencia y me venía la tentación de simplemente firmar yo y enviar rápido, pero calmaba mi impaciencia y esperaba a que nos viéramos (o le enviaba por correo el texto), para que él considerara si añadir, quitar o corregir algo. Ya decía S. Agustín: “más vale lo menos perfecto en unidad, que lo más perfecto cada uno por su cuenta”. Así, la “perfección” de urgencia o rapidez, quedaba superada y mejorada por la unidad, que hace posible el “donde dos o más… allí estoy Yo...”.

 

2.-        El Jueves Santo tarde-noche y el Viernes Santo por la mañana estuve varias horas ante Jesús sacramentado en el Monumento de nuestra parroquia. “Gotita a gotita” fue pasando bastante gente a estar con Él su buen ratito cada uno.

            Me di cuenta que a algunas personas yo no las conocía, y entonces como que noté en el corazón “id… y proclamad…” y, aunque me costaba “dejar” a Jesús-Eucaristía en unos momentos como esos álgidos de Semana Santa, salía yo un instante de la iglesia para saludar y conocer a esas personas, (¡para “ver” a Jesús en ellos y ser yo tangibilidad de “Su” acogida!).

Fueron encuentros bonitos: la mayoría eran matrimonios o familias enteras. La mayoría estaban cumpliendo la tradición de ir visitando a Jesús entre los oficios de Jueves y Viernes Santo en 7 monumentos distintos. Como por aquí no hay muchas iglesias relativamente cerca, les sugerí, por si no lo conocían (y así era), el Monumento en la capillita del Centro Mariápolis “Luminosa”, (que, además, cae dentro del término de nuestra parroquia). Muchos me agradecieron, tanto mi saludo como esa recomendación de un sitio cercano, (y me consta que luego fueron y les gustó mucho por su sencillez y austeridad, y por el ambiente joven que allí bullía esos días).

 

3.-        A una persona le ha gustado mucho la peli “La cabaña”, (¡¡os la recomiendo vivamente a todos!!), incluso la vuelve a ver de vez en cuando y siempre saca algo nuevo.

Basada en algo de esa película, (por cierto, yo tenía la peli, pero con el traslado no sé dónde quedó, para verla de nuevo o prestarla), estas últimas semanas de vez en cuando me manda este mensaje: “¿hoy (o esta tarde) no hay papi (papá)?”. Se refiere a un diálogo tú a Tú con Dios Padre que tiene entrañas de madre, Dios-Amor. Me viene genial ese recordatorio para sacar un rato extra de oración: le pongo un emoticono de manos juntas en cuando puedo contestarle, y así hacemos un rato de oración silenciosa unidos en la distancia.

 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de abril («Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación», Mc 16, 15), la de marzo («Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden», Mt 6, 12) y la de febrero («Al que venga a Mí no lo echaré fuera», Jn 6, 37):

1.-        quería compartir contigo algo tan sencillo de cómo Dios nos sorprende en cosas pequeñas.

Solo puedo oír la Misa de la TV. Después de la Misa hay unos minutos de oración con Jesús-Eucaristía, que siempre agradezco. El día anterior, al ir a comprar al súper, encontré una oferta de bombillas de la larga duración al 70%  de su precio ¡y de marca!

Al día siguiente, antes de comenzar la Misa, me asaltaba la ansiedad de ir a comprar las bombillas: dejar la Misa y la oración con Jesús, y así no perder la oferta, pues si me retrasaba podían agotarse las existencias. Después de un rato de luchar con esta idea, era mejor estar con Jesús y el rato de oración. Lo dejé en las manos de Dios.

Fui cuando todo terminó y, con lo que tardo, ya muy tarde, haciéndome a la idea de no encontrar nada. Al llegar fui inmediatamente al lugar. Cuál fue mi sorpresa que las habían rebajado aún más. Cuando pasé a pagarlas, me dicen que era un error: “salen más caras, pero como tienen ese precio, se las dejo así”.

Me parecía un regalo de Dios. Y solo me salía darle gracias y gracias. Yo le había puesto a ÉL primero, y Él me hacía un regalo.

 

2.-        el Jueves Santo por la mañana alcancé a ver el final de la película "Saulo camino a Damasco". Me quedé pensando en la pregunta: " Saulo, Saulo ¿por qué me persigues?

         Hablando con Jesús le decía: “yo, Señor, no te persigo como Saulo, pero... ¿te sigo como hizo él después? ¿Con esa intensidad y pasión?”. No llegué a responder la pregunta pues empecé a encontrarme mal, con fiebre, tos, frío.... 

No tenía ganas de pensar, leer, escuchar...

Hoy retomo de nuevo la lectura y otra frase me llama la atención: “¿no ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las escrituras?”. Pienso en ello y me doy cuenta de que así me siento yo cuando leo la Palabra de Dios: en verdad mi corazón se siente tocado con la lectura, y a veces sí que noto que donde sentía brasas de nuevo vuelve a arder la luz, la esperanza, la fe y la ilusión.

 

 

 

 

 

Si quieres leer más experiencias similares, 

de gente de todo el mundo,

puedes encontrarlas “pinchando” AQUÍ o AQUÍ

o también AQUÍ

 

 

miércoles, 13 de abril de 2022

TRIDUO PASCUAL

 

Ante nuestros ojos ya,

los misterios centrales de la fe en los tres días sacros,

el Triduo Pascual

que desgrana el amor más grande

para que aprendamos a vivirlo todo el año plenamente como hijos de Dios:

 

Jueves Santo: lavar los pies (libremente siervos por amor),

mandamiento nuevo (reciprocidad del amor es lo típico del cristianismo),

unidad (“que todos sean uno”, testamento de Jesús, su “perla”)

y alimento para todo ello (Eucaristía, “amor de los amores”)

y sacerdocio, que la hace posible.



 ¿Cuesta?

Viernes Santo, paso imprescindible para Domingo de Resurrección:

Jesús abandonado (“Dios mío, ¿por qué…?”:

abismo de dolor, abismo de amor: ¡por mí!).

Lanzarse a seguir amando a todos y al Padre,

transformando el dolor en amor del más grande.

 

“Despojaos del hombre viejo,

y revestíos a imagen del hombre nuevo”.

Renovar el ser hijos en el Hijo:

promesas bautismales en la Vigilia Pascual.

“Se nota que habéis pasado de la muerte a la Vida porque amáis…”.

“Donde dos o más, allí” está el Resucitado en medio.

¡Él vive hoy!

¡¡Que lo experimentes!!

Adelantándome al domingo de Resurrección te deseo, pues,

¡¡feliz Pascua de Resurrección para ti

y para cada uno de los que tienes cerca!!

 

 

 

 

 

SER PACIENTES

Ser pacientes para vivir bien la vida, sin precipitaciones, siempre atentos a la Voz del Espíritu. Porque la Luz se nos garantiza si seguimos a Dios, no si nos empeñamos en precederle. Los apresuramientos y las impaciencias solo oscurecen el camino. 

P. MANOLO MORALES, O.S.A., Comentario al Pasapalabra del 4 abril

 

 

 

 

 

TENER COMPASIÓN

 Tener compasión es hacerse uno con quien sufre, poniéndome realmente en su lugar. Quien es compasivo, también es misericordioso, porque muchas veces el sufrimiento del otro es causado por sus propias debilidades.

Para tener compasión de mi prójimo debo renunciar a mí mismo, para vivir su dolor. La compasión es mucho más que un acto solidario: es estar en total comunión con el otro.

Cuando tengo un brazo roto o herido, el otro brazo trabaja por los dos. Eso es tener compasión. Cuando tengo una pierna herida, la otra no sólo trabaja el doble, sino que se adapta al ritmo de la primera. Eso es ser compasivo.

Somos un cuerpo. Si una parte sufre, todo el cuerpo sufre con ella hasta que se recupera. Tener compasión es tener un corazón que ama siempre y nunca se cansa. 

APOLONIO CARVALHO NASCIMENTO, Comentario al Pasapalabra del 3 abril