VIDA DE LA PALABRA últimas semanas de ABRIL
Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de abril («Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación», Mc 16, 15) y la de marzo («Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden», Mt 6, 12):
1.- Estas semanas en la parroquia ha
habido que escribir varias cartas o correos electrónicos y me parecía más
bonito, (para que fuera auténticamente “id… y proclamad…”, pues Jesús no decía
“ve… y proclama…”), que no fuera sólo algo mío, sino de los dos sacerdotes que
conformamos el equipo parroquial. Incluso alguna de esas cosas requería algo de
urgencia y me venía la tentación de simplemente firmar yo y enviar rápido, pero
calmaba mi impaciencia y esperaba a que nos viéramos (o le enviaba por correo
el texto), para que él considerara si añadir, quitar o corregir algo. Ya decía
S. Agustín: “más vale lo menos perfecto en unidad, que lo más perfecto cada uno
por su cuenta”. Así, la “perfección” de urgencia o rapidez, quedaba superada y
mejorada por la unidad, que hace posible el “donde dos o más… allí estoy
Yo...”.
2.- El Jueves Santo tarde-noche y el
Viernes Santo por la mañana estuve varias horas ante Jesús sacramentado en el
Monumento de nuestra parroquia. “Gotita a gotita” fue pasando bastante gente a
estar con Él su buen ratito cada uno.
Me di cuenta que a algunas personas
yo no las conocía, y entonces como que noté en el corazón “id… y proclamad…” y,
aunque me costaba “dejar” a Jesús-Eucaristía en unos momentos como esos álgidos
de Semana Santa, salía yo un instante de la iglesia para saludar y conocer a
esas personas, (¡para “ver” a Jesús en ellos y ser yo tangibilidad de “Su”
acogida!).
Fueron encuentros bonitos: la mayoría eran matrimonios o
familias enteras. La mayoría estaban cumpliendo la tradición de ir visitando a
Jesús entre los oficios de Jueves y Viernes Santo en 7 monumentos distintos. Como
por aquí no hay muchas iglesias relativamente cerca, les sugerí, por si no lo
conocían (y así era), el Monumento en la capillita del Centro Mariápolis
“Luminosa”, (que, además, cae dentro del término de nuestra parroquia). Muchos
me agradecieron, tanto mi saludo como esa recomendación de un sitio cercano, (y
me consta que luego fueron y les gustó mucho por su sencillez y austeridad, y
por el ambiente joven que allí bullía esos días).
3.- A una persona le ha gustado mucho
la peli “La cabaña”, (¡¡os la recomiendo vivamente a todos!!), incluso la
vuelve a ver de vez en cuando y siempre saca algo nuevo.
Basada en algo de esa película, (por cierto, yo tenía la
peli, pero con el traslado no sé dónde quedó, para verla de nuevo o prestarla),
estas últimas semanas de vez en cuando me manda este mensaje: “¿hoy (o esta
tarde) no hay papi (papá)?”. Se refiere a un diálogo tú a Tú con Dios Padre que
tiene entrañas de madre, Dios-Amor. Me viene genial ese recordatorio para sacar
un rato extra de oración: le pongo un emoticono de manos juntas en cuando puedo
contestarle, y así hacemos un rato de oración silenciosa unidos en la
distancia.
Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de abril («Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación», Mc 16, 15), la de marzo («Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden», Mt 6, 12) y la de febrero («Al que venga a Mí no lo echaré fuera», Jn 6, 37):
1.- “…quería compartir contigo algo tan
sencillo de cómo Dios nos sorprende en cosas pequeñas.
Solo puedo oír la Misa de la TV. Después de la Misa hay
unos minutos de oración con Jesús-Eucaristía, que siempre agradezco. El día
anterior, al ir a comprar al súper, encontré una oferta de bombillas de la
larga duración al 70% de su precio ¡y de
marca!
Al día siguiente, antes de comenzar la Misa, me asaltaba
la ansiedad de ir a comprar las bombillas: dejar la Misa y la oración con Jesús,
y así no perder la oferta, pues si me retrasaba podían agotarse las existencias.
Después de un rato de luchar con esta idea, era mejor estar con Jesús y el rato
de oración. Lo dejé en las manos de Dios.
Fui cuando todo terminó y, con lo que tardo, ya muy
tarde, haciéndome a la idea de no encontrar nada. Al llegar fui inmediatamente
al lugar. Cuál fue mi sorpresa que las habían rebajado aún más. Cuando pasé a
pagarlas, me dicen que era un error: “salen más caras, pero como tienen ese
precio, se las dejo así”.
Me parecía un regalo de Dios. Y solo me salía darle
gracias y gracias. Yo le había puesto a ÉL primero, y Él me hacía un regalo…”.
2.- “…el Jueves Santo por la mañana alcancé a ver el final de la película
"Saulo camino a Damasco". Me quedé pensando en la pregunta: "
Saulo, Saulo ¿por qué me persigues?
Hablando
con Jesús le decía: “yo, Señor, no te persigo como Saulo, pero... ¿te sigo como
hizo él después? ¿Con esa intensidad y pasión?”. No llegué a responder la
pregunta pues empecé a encontrarme mal, con fiebre, tos, frío....
No tenía ganas de
pensar, leer, escuchar...
Hoy retomo de nuevo la
lectura y otra frase me llama la atención: “¿no ardía nuestro corazón mientras
nos hablaba por el camino y nos explicaba las escrituras?”. Pienso en ello y me
doy cuenta de que así me siento yo cuando leo la Palabra de Dios: en verdad mi
corazón se siente tocado con la lectura, y a veces sí que noto que donde sentía
brasas de nuevo vuelve a arder la luz, la esperanza, la fe y la ilusión…”.
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