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martes, 17 de diciembre de 2024

TODO POSIBLE CON DIOS

VIDA DE LA PALABRA                       primeras semanas de DICIEMBRE

 

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de diciembre, («Nada es imposible para Dios», Lc 1, 37) y la de noviembre («Esta viuda, en cambio, ha echado todo cuanto poseía, todo lo que tenía para vivir», Mc 12, 44):

1.-        Estaba yo esta mañana en la estación esperando el tren de cercanías, que venía con 25 minutos de retraso, (y con eso, no solo no iba allí a poder saludar 5 minutos a una prima mía, sino que encima iba a llegar tarde a la  pequeña reunión en la que tenía que participar en el Arzobispado), y justo antes de subirme al tren, me llaman por teléfono diciendo que la reunión se había suspendido, (lo habían intentado 2 veces, y también por whatsapp, pero yo estaba celebrando Misa y luego me dirigí rápido a la estación hablando con gente y, por tanto, sin mirar el móvil).

Por otro lado, ese tiempo en el andén he podido ayudar a un señor de 85 años que estaba un poco desorientado porque hacía mucho que no viajaba en tren y, encima, ni los teleindicadores ni los tornos de entrada funcionaban. Es muy buena persona: me he hecho amigo de él y resulta que es pequeño artista y me ha regalado un crisma pintado por él; nos hemos intercambiado las tarjetas, muy agradecido él del ratillo.

Además, cuando ya salía yo de la estación, una feligresa me presenta a un hombre un poco alejado de la Iglesia y algo necesitado, y 2 minutos hablando entre los 3, él ha quedado que pasará un día por la parroquia y que, entonces o más adelante, también hablará despacio con nosotros.

 

2.-        Sin dejar de atender las Misas de la Parroquia y las catequesis de adultos, durante el puente de la Inmaculada pude en muchos momentos participar en el centro Mariápolis y servir con las confesiones en una convivencia-retiro con casi 300 personas consagradas a Dios en la Obra de María (Movimiento de los Focolares).

La peculiaridad es que ese encuentro quería ser, además, un abrazo al Mediterráneo, en línea con lo que el Papa Francisco pide a menudo. De hecho un tercio de los participantes eran españoles de los diferentes territorios de la península y sus islas, y los otros 2/3 eran de los diversos países de Oriente Medio y norte de África. Se juntaban, pues, aquí en Las Matas las riberas este, sur y oeste de la cuenca mediterránea y solo este hecho ya era algo precioso y rico.

Casi todos eran cristianos católicos, pero había también incluso algún cristiano de otra confesión y algún musulmán: todo ello hace admirar el empuje del Espíritu Santo que sopla donde quiere y cuando quiere, más allá de nuestros cortos límites humanos e incluso religiosos.

En el último momento, no pudieron venir los de Alepo (Siria), por las circunstancias sociales, políticas y de violencia que estamos siguiendo con inquietud, pero se pudieron unir por videoconferencia, junto con algunos otros que por enfermedad o guerra tampoco pudieron venir.

 

2b.-     Es muy distinto escuchar números en los informativos, que tener personas delante con las cuales estás compartiendo el desayuno o una meditación.

Es muy distinto ver insensiblemente imágenes a las que por desgracia nos tienen acostumbrados los medios, que escuchar la experiencia de una iraquí que reside en Líbano y que tienes sentada a tu lado y en los siguientes días te la vas cruzando al salir y entrar o del comedor, o del auditorio o de la capilla.

Es muy distinto saber que hay millones de mártires, (también hoy en día), en la historia de la Iglesia, que escuchar a alguien de Haifa, en el norte de Israel, que te dice que cada día, antes de ir a trabajar o a estudiar, tiene que consultar la radio y las redes para saber si hay bombardeos o tiroteos.

 

2c.-      Me impresionaba un focolarino del Líbano cuando me contaba en la comida que tiene dudas en el amor de Dios, por los 15 años de guerra civil desde 1975 y luego otras que ha habido y en esto últimos meses los bombardeos. Pero, el evangelista san Juan en una de sus cartas, (decía él y me miraba fijamente, como si yo como sacerdote fuera especialista), afirma que “se nota que habéis pasado de la muerte a la vida en que amáis a los hermanos”. Y experimentaba él que eso era verdad, pues se ponía a ayudar o a comprar algo a quien está más necesitado o se iba a ayudar a Caritas y recobraba la paz y la alegría incluso en medio del dolor y de tener que acudir a tratamiento psicológico, pero que también eso entra en el plan de Dios.

 

2d.-     Me admiraba también un focolarino italiano que lleva 12 ó 14 años en Argelia tratando de convivir y de aprender de todos los que allí viven. Y que no deja de admirar mudo la Obra del Espíritu Santo cuando tantos de allí, musulmanes la mayoría, sienten que encuentran a Dios tratando de vivir la misma espiritualidad de Chiara Lubich que él en el respeto y  la estima mutua. Le pregunté si en todos estos años ha pasado situaciones difíciles y me contestó que no, siempre en buena armonía, (quizá –pienso yo- porque él es sencillo trabajador de la tierra, no alguien que va a imponer nada, sino solamente a amar dando lo mejor de sí mismo y buscando la unidad).

2e.-      Me impresionaban también algunas focolarinas que están en Egipto o en el sur de Turquía, que les encantaría confesarse cada 15 días, pero apenas hay un sacerdote en decenas de kilómetros a la redonda.

 

2f.-      Ante cada persona que me hablaba o se confesaba o que daba un testimonio en público o contaba lo que Dios obraba en su alma, (como siempre suelo hacer, pero en esta ocasión mucho más todavía), verdaderamente me ponía en contemplación: tenía yo que “descalzarme” como Moisés ante la zarza ardiente, viendo no solo la sacralidad de cada conciencia, de cada alma, sino admirando la sencilla y profunda obra que Dios iba haciendo en ellos y con ellos.

            Aunque cansado por no tener un minuto libre en todos esos días, acabé contento de todo ello, habiendo recibido múltiples gracias, que ahora no puedo más que esbozar.

Sobre todo se me llenaba el alma de esperanza, en este tiempo del Adviento que, además, la resalta. Me ilusionaba comprobar que Dios sigue actuando en el mundo y que quiere nacer de nuevo en la humanidad entera pero también en esta cuenca del Mediterráneo.

 

 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la de Palabra de Vida de diciembre («Nada es imposible para Dios», Lc 1, 37), la de noviembre («Esta viuda, en cambio, ha echado todo cuanto poseía, todo lo que tenía para vivir», Mc 12, 44) y la de octubre («El que quiera llegar a ser grande entre vosotros sea vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros sea esclavo de todos», Mc 10, 43-44):

1.-        “…terminé mi labor en el confesonario y me levanté para salir a tomar el café, pero unos chicos, (habían entrado antes en la Misa que celebré), me pidieron confesarse. Se trata de un colectivo de chicos y chicas superdotados que es atendido por sus educadores de forma específica, evitando así que se desanimen en la enseñanza común, pudiendo llevar su ritmo intelectual propio.

            Yo solo disponía de 20 minutos: ¿café y descansar, (que a mis ochenta de edad es muy necesario), o los chicos? Eran mis dos “monedillas de tiempo” antes de mi siguiente tarea. Recordé a la viuda del Evangelio, la PdV, que dio el óbolo que complació tanto al Señor. Les atendí y me quedó un sabor de boca mejor que el del café….

 

2.-        “te escucho casi todos los jueves “Una luz en tu vida” en Radio María…: también he sentido algo en mi corazón los sábados que tenemos media hora con el Santísimo después de la Misa: hay días que con una mosca me distraigo, pero hay otros que siento algo especial, como que me dijera “te quiero”. Esos días salgo tan feliz que estoy todo el día flotando: por la tarde voy a ver a mis hermanos, (mi cuñada está muy malita o mi hermano le gusta que vaya), o, si no están, visito alguna persona y me siento feliz.

 

3.-        “…participé en la comida de Navidad de tu Parroquia. Me impactó cuando entré (llegué un poco tarde 😊) el ver a tantas personas que participaban. Fue un encuentro muy familiar y muy bonito. La paella estupenda 😋 y todas las personas que hicieron posible este encuentro, unas campeonas. Después algunos nos quedamos a ver ese capítulo de “The Chosen” relacionado con la Navidad y compartimos algunas de nuestras impresiones. Un bonito domingo entre hermanos. Ahh y se me olvidaba, la rifaa, nos lo pasamos genial (y a mí me tocó uno de los premios)….

 

4.-        “Esta mañana ha sido un poco estresada, pero creo que el Señor me quería probar, pues tenía cita a las diez y media en el hospital con el oculista. Pero la mañana salió mal desde un principio. Salí de casa unos minutos antes, pero el autobús había venido ya tres minutos antes y pensé: “tengo que ir andando, porque  tengo que ir al centro y esperar otro, ya llego tarde”. En tres cuarto de hora estoy allí y diez minutos tengo para sacar el tique; estoy esperando en la consulta y me dicen que no llevo el papel, que vaya a pedirlo que, si no, no me atienden pero, no podía perder la cita (me dijeron que en dos días me llegaba, pero habían pasado diez días); parece que el Señor me iluminó: llamé a un familiar que está en el hospital y me llamó y me dijo todo, pero la que luego me atendió me contestó bastante mal, pero el Señor como que me decía: “tranquila”. Hice una llamada y no estaba trabajando, pero dije “Señor, me fio de Ti: Tú eres mi único Bien”. Al final encontré el informe, esperé tres cuartos de hora, pero salió la enfermera, le di el informe, me llama por mi nombre y me dice enseguida te llamo, le di las gracias, entré en la sala, me miró y esperé tranquila: “Tú lo sabes todo Señor”. Total, que salí a la una, pero era una recompensa; en principio, me venían cosas a la mente, pero las fui superando al pensar: “tengo que amar a fondo”.

Gracias, por las experiencias que has contado, pedí por los ejercicios, para que  todo fuera bien.

 

5.-        “muchas gracias, Paco. Estos correos son como una pequeña luz en medio de tanta oscuridad que nos rodea. Gracias por compartirnos tus experiencias. Solos no podemos. Sólo con Dios y en Dios.

 

6.-        “Tus experiencias siempre son un estímulo, concreto y exigente...

La Palabra de Vida no tiene explicación, es una confirmación muy fuerte de la necesidad de la UNIDAD entre dos o más... Qué concreto, como siempre, lo que dice 

Chiara: «Solos, no podemos... la fuerza de la unidad viene de "donde dos o más...».

En estos días pasados he sentido la "necesidad y urgencia" de decidir determinadas cosas con otra hermana. Sentía que debía "morir a mi proyecto, mi forma de ver... dejando que ella decidiera y yo aceptando gozosa lo que ella propusiera. Y, como es normal, llegó el fruto de la unidad: encontramos la solución a lo que deseábamos y la alegría fue plena para las dos...

Es una experiencia que nunca falla. Lo tengo comprobado que, cuando me dispongo a “morir” a mi voluntad, la VIDA de Jesús llega inmediatamente.

 

7.-        “muchísimas gracias, Paco. Me hace mucho bien recibir la Palabra de Vida y vuestros testimonios.

  

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lunes, 30 de septiembre de 2024

SER PALABRA VIVA

 VIDA DE LA PALABRA                      últimas semanas SEPTIEMBRE

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de septiembre («Poned por obra la Palabra y no os contentéis solo con oírla, engañándoos a vosotros mismos», (St 1, 22):

1.-        En varias ocasiones en las que se me presentaba el ponerme de una parte o de otra, incluso de zanjar de una manera drástica, me vino a la mente “vivir la Palabra, no os contentéis con oírla” y, con ella, también el testamento de Jesús “que todos sean uno”. Y “todos”, son todos: ¡sin dejar a nadie fuera! Así que, aunque me fuera más fácil otra cosa, en todas esas ocasiones he propuesto explícitamente el TODOS. No es que se hayan solucionado todavía esas cosas, pero al menos estoy contento de haber tenido en el corazón los sentimientos de Jesús y, además, no sentirme imprescindible, sino tener la paciencia y la esperanza para “dejar a Dios ser Dios”, sin mis prisas ni perfeccionismos. Sabiendo que Él “trabaja” continuamente, pero poco a poco.

 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de septiembre («Poned por obra la Palabra y no os contentéis solo con oírla, engañándoos a vosotros mismos», (St 1, 22), la de agosto («Señor, ¡qué bueno es que estemos aquí!», Mt 17, 4) y la de julio («El Señor es mi pastor, nada me falta», Sal 23, 1):

1.-        “esta PdV de septiembre me ha servido sobre todo para proponerme leer cada mañana el Evangelio del día, entender que éste debe ser la guía en mi vida.

Puedo decir que casi todos los días lo he conseguido y me he propuesto algo concreto para vivir.

Un día en la carta a los Corintios, San Pablo hablada de cómo debía ser la comunidad que se reúne para celebrar la Eucaristía: ante todo el amor… Tenía yo mucho que estudiar para prepararme los exámenes del máster que tendría en dos días. Salgo a la calle y me encuentro con una vecina que me cuenta el fallecimiento de su marido. Sentí que tenía que dejar mis estudios por un momento e ir a visitarla para acompañarla en su dolor.

Otro día leía “¡Todo lo has recibido!” (1Cor 4, 6-15).  Una llamada a la humildad y al agradecimiento. Reconozco mi debilidad y agradezco el don de la fe y a aquellos que me la han transmitido. Actitud idónea para los exámenes. “Tú eres todo, Señor, yo soy nada”. Pido el Espíritu Santo.

Otro día, de la carta a los Romanos 8, 18-25 me ayudó mucho esta frase: “¿Quién espera lo que ya ve? Pero si esperamos lo que todavía no vemos, en la espera mostramos nuestra constancia”. Ha sido una llamada a no desanimarme, a no dejar los compromisos que tengo porque a veces no veo frutos y creo que carecen de sentido, una llamada a la perseverancia. En definitiva un nuevo impulso para seguir con esperanza.


3.-        “…sabes que te pregunté por la posibilidad de plantar cosas bonitas en los parterres de la parroquia y que todos podamos disfrutar de ellas. Me gustan mucho las plantas y se me dan bien, y pensé que es algo que le agradará al Señor. Me dijiste: "¡genial!".

Pues sin haberlo comentado con nadie más, una buena amiga me avisa dos días después que me va a llegar un paquete. ¡Oh sorpresa!: ¡un kit de jardinería precioso y completísimo! Así que sí, creo que a Dios le ha gustado la idea….

 

4.-        “como siempre, tus  experiencias y envíos me ayudan mucho y te los agradezco inmensamente.

Este verano, gracias a Dios, he tenido oportunidad de vivir experiencias a las que me ayudaban las Palabras de Vida de los meses correspondientes.

En julio me ha tocado vivir en otra comunidad y ha sido la ocasión, por una parte, de decirle a Jesús "¡Qué bien se está aquí!", porque en esas circunstancias he tenido la oportunidad de unirme más a Jesús y, con Él a mi lado, me ha sido más fácil "hacerme una" con quien estaba a mi lado; de compartir el tiempo con quien necesitaba unas horas de compañía; de animar con mis palabras a quien se sentía más deprimida a mi lado; de alegrar, con mis escritos, a quienes se sentían más débiles y necesitados, dando oportunidad de que se desahogaran por escrito o por teléfono. He aprovechado el teléfono para consolar, animar...

Me ha tocado vivir también "el Señor es mi pastor", por circunstancias dolorosas que he debido afrontar y he palpado su cercanía y ayuda. En otros momentos he tratado de ser yo quien anime y aliente a quienes estaban decaídos.

Doy gracias a Dios porque en múltiples circunstancias ha despertado dentro de mí la necesidad de vivir la Palabra de Vida como lo más natural.

 

5.-        “tras la celebración de la Virgen, procesión y novenas que vi a tu hermana llevando a tu madre, (siento no haberme acercado a saludar), y con un año demasiado tranquilo en el paro aprovechando para hacer tareas en las casas de los abuelos, (las tres), para evitar que vayan a peor estando vacías...

El caso es que me han llamado a trabajar en otra empresa: el Señor siempre vela por sus ovejas, aunque alguna sea un poco descarriada como yo. El caso es que disfruto yendo al campo a hacer labores y rezar con la paz que te da el estar a solas con la naturaleza. Oyendo tus propios pensamientos.

 

 

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jueves, 15 de septiembre de 2022

PROVIDENCIA PARA SERVIR

 VIDA DE LA PALABRA             primeras semanas de SEPTIEMBRE


 

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de septiembre («Siendo libre de todos, me he hecho esclavo de todos para ganar a los más que pueda», 1 Co 9, 19) y la de agosto («Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces?», Mt 18, 21):

 

1.-        El otro sacerdote está de vacaciones un mes en su tierra africana y estaba programado su regreso, con lo que yo podría incorporarme esta noche al encuentro anual con mis primos y hermanos. Pero, primero le retrasaron el vuelo dos días y luego, otro más.

         Pero Dios que es Providente siempre está atento: este lunes después de Misa entró en la sacristía un sacerdote agustino ¡que tiene un hermano en esta misma calle y ha venido una semana con él! Al ponerse a disposición de lo que hiciera falta y contarle yo, él se encargará de las Misas este finde.

Junto con la sorpresa, en mi corazón no paraba de darle gracias al Señor.

         Además, está siendo bonita con él, (aunque no nos conocíamos de nada) la reciprocidad entre hermanos y experimento a Jesús en medio por el recíproco amor fraterno: el martes fui a enseñarle el Centro Mariápolis y disfrutó, pues en los años 70 él participó mucho en los Focolares (y en el fondo conserva las características de ese Ideal); anteayer lo llevé a la residencia donde está su padre, (incluso le ofrecí el coche por si quería ir más veces).

 

2.-        Hace 2 sábados, me suena el teléfono: una señora de la capital de mi provincia, que colaboró con mi padre cuando él era diputado provincial. Me había oído en mi programa de 5 minutos de los jueves en Radio María y al oír mi apellido, (y mi nombre es el de mi padre), y saber que él tenía un hijo sacerdote, preguntó a unas clarisas si era yo y consiguió mi teléfono: “me he alegrado saber de vuestra querida y buena familia; a todos os mando un abrazo especial; me encanta hablar con buenas personas y doy gracias a Dios de saber de la familia de mi querido amigo; su sonrisa decía todo de él. Le pediré se acuerde de los que le queríamos e interceda ante la Virgen”.

         El ambiente en política es difícil y encontrar entre los colaboradores una persona que comparta y testimonie la fe fue oportunidad de ayuda y fortalecimiento mutuos en los años 80. Me contó que mi padre la invitó a mi ordenación y, sobre todo, a mi primera Misa; no pudiendo venir, me mandó con él un portaviáticos dorado: aunque en aquel entonces se lo agradecí indirectamente, hoy, ¡¡después de 33 años!!, por fin le pude dar las gracias de viva voz.

         Le mandé un perfil biográfico sobre mi padre en mi blog y otra entrada en la que contaba cómo vivimos sus últimos momentos y entierro. Me contestó: “Gracias por la gran información que he recibido de vuestra vida y de tu padre. Lo he leído y visto todo. Me ha emocionado cuando estáis toda la familia en tu ordenación: así le conocí, como se le ve en la foto… y le he pedido me ayude a ser una buena hija de Dios, que es mi mayor deseo. Llevo llorando mucho rato de agradecimiento y de lo bonicos que sois todos y doy gracias al Señor por ello. Gracias otra vez querido amigo, gracias por todo lo que he aprendido y por hacerme comprender la grandeza de Dios en muchas almas. Cuídate y de verdad que llevo toda la tarde meditando en esta vida de tu padre tan santa y tan entrañable”.

         Con su amabilidad de trato, su sonrisa y entrega a todos, mi padre iba dejando por donde iba “el buen olor de Cristo”.

Como siempre, comparto estas cosas con vosotros… solo y todo para gloria de Dios siempre.

2b.-     Ese mismo día, por la tarde, vinieron dos señoras de Madrid aquí a Misa para, (como luego me dijeron al acabar), conocer al sacerdote de “Una luz en tu vida” de los jueves en Radio María, (ya me había ocurrido esto mismo con distintos señores en diversas ocasiones). Fue bonito entrelazar un diálogo fraterno, lo mismo que con un médico gallego que pocos días después buscó en la web el teléfono de la parroquia por el mismo motivo.

 

 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de la Palabra de septiembre («Siendo libre de todos, me he hecho esclavo de todos para ganar a los más que pueda», 1 Co 9, 19), la de agosto («Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces?», Mt 18, 21) y la de julio («Solo una cosa es necesaria», Lc 10, 42):

 

1.-        “y muchas gracias por la Palabra de vida me reconforta y me suaviza intentar llevarla a la práctica cada día.

 

2.-        “estoy de vacaciones porque por fin es el examen de la oposición y estoy echando los restos para ver si consigo aprobar o por lo menos quedarme en bolsa. ¡¡Me viene tan bien la Palabra de este mes!! En mi día a día, (en el trabajo mayoritariamente, que sabes que es en temas de familia y sociales), me hago una con todos y cada uno para ver si alguno acoge la Palabra, pero son tiempos complicados donde la gente “cosifica” todo, incluso a Dios. En el trabajo ves de todo… y poco del modelo de la Sagrada Familia, la cual se ve anormal y se la persigue… A veces me ahoga el que por caridad deba callar. Dios sabe más y si estoy allí, es para hablar de Él y de la salvación sin importar estos condicionantes mundanos. Hay mucha necesidad de Su Amor, aunque aún no lo sepan. 

El otro día pidió el traslado una de las chicas de otro departamento ¡con la que hablé de la Virgen y le regalé un llavero de la Sagrada Familia! Mi sorpresa fue que se emocionó y me lo agradeció muchísimo. Le dije que eso le recordaría siempre que había trabajado para y por la familia tal y como el Señor la había soñado.

 

3.-        “te adjunto el pps de la Palabra de vida de septiembre. 

Ha sido una experiencia el poderla hacer este mes, pues con las vacaciones y que el equipo que la prepara es de distintos lugares y a veces coordinarse no resulta fácil, pero sí es fruto de mucho amor concreto desde quien busca las fotografías, quien las selecciona y prepara, etc., ya que luego se envía a todos los países que la solicitan: yo me incluyo en este grupo que vive y reza cada mes para que nos llegue a tiempo, (y entonces la reenvío en seguida y con ilusión a cientos de personas), y siempre se constata que todo funciona si se vive la Palabra y se recomienza una vez tras otra tratando de ver siempre con ojos nuevos al hermano.

 

4.-        “fuimos de vacaciones: primero de nuevo a casa de mi familia política y con mi sobrina, y luego ya el núcleo familiar solos. ¡Qué falta nos hacía estar solo nosotros! ¡Y cómo hemos disfrutado!: hacía tiempo que no nos sentíamos tan unidos de esta forma.

Convivir con otros familiares es fantástico, pero está claro que necesitamos también nuestros momentos de familia. Sobre todo para reflexionar y coger fuerzas para cumplir con la PdV de este mes. La convivencia es dura y cuando hay tantas generaciones, más aún. Te podría contar mi experiencia, pero es que es diaria, y a veces tienes la sensación de que no puede ser casualidad y que te tienen manía jeje: cuando compran bollos a los niños y les has dicho que “por favor, desayunos sanos”, cuando les dejan ver la tele en lugar de hacer los deberes, cuando te cambian las cosas se sitio, cuando te discuten todo lo que haces... En fin, ¡¡un continuo!! Pero cuando te paras y piensas en porqué están en casa, te vuelven las fuerzas y sobretodo la paciencia. Así que, vuelve el tono conciliador y el volver a explicar las cosas de manera diferente a ver si así cala.

 

 

 

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lunes, 31 de enero de 2022

DESCUBRIR QUE DIOS NOS GUÍA A TRAVÉS DE SENCILLOS SIGNOS

VIDA DE LA PALABRA                                 últimas semanas de ENERO

 

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de enero («Vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarlo», Mt 2, 2) y la de diciembre («¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!», Lc 1, 45):

1.-        El sábado de la semana anterior, antes de la Misa matinal, llegó a la parroquia un señor mayor, sencillo, con su garrota: venía del otro lado de la A6 a entregar en mano sus 100 € como donativo según su costumbre, (bimestrales o trimestrales, no sé bien todavía). Me pareció una persona transparente, sencilla, encantadora… un signo luminoso para mí, como la estrella de oriente.

         Le regalé el “Evangelio de cada día 2022”: “¿y viene el de los 365 días? ¿De verdad? ¡Pero… no he traído dinero para pagarle el librito!”. Me pareció enternecedor: “no te preocupes; si lo regalamos a todo el mundo, (aunque en conjunto nos supone un buen coste a la Parroquia), ¿cómo no te lo vamos a regalar a ti, que acabas de hacernos un donativo generoso? Y, además, regalamos el calendario de mesa y el de bolsillo con los horarios de la parroquia; y la estampa con la oración de la comunidad cristiana”. Conmovido el hombre, (¡pero yo más!), me contesta: “la rezaré todos los días; ¡pero qué buenos regalos que hacen ustedes aquí siempre!”.

         Cuando él se fue, yo, como los reyes de oriente, no tuve más remedio que alabar y adorar al Señor, porque… “has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las ha revelado a la gente sencilla; sí, Padre, así te ha parecido mejor”.

 

2.-        Trato de acoger a toda la gente con alegría y apertura de mente y corazón. Me han ocurrido varias experiencias bonitas estos días: con unos recién trasladados a Las Matas y que quieren bautizar al bebé; con una que vive aquí pero, en cambio, lleva a su niña a la catequesis a otro pueblo y pedía una partida de bautismo para que hiciera la comunión en otra parroquia; con el barrendero que se ocupa de esta zona y al que llevaba varios días sin ver; etc. Quedaron muy contentos y agradecidos de la sonrisa y el trato, y del regalo también del calendario y del “Evangelio de 2022”. Y yo con el alma volando al ver sus respectivas alegrías y las ganas de algunos de volver por la parroquia, pues decían que no se habrían imaginado que se sentirían tan a gusto... Y, de nuevo, adorar al Señor en el fondo de mi alma, y buscar un ratito de recogimiento, porque es Él Quien hace nuevas todas las cosas y toca los corazones.

2b.-     Y con ese mismo fruto, pero con metedura de pata mía previamente, también he tenido, (aunque dolorosamente), ese signo de la estrella que guía.

         Por ejemplo, en un amplio diálogo con una persona, quizá me esperaba cosas que yo daba por hechas dada su responsabilidad, y entonces me pude haber dejado llevar por mi impulsividad: a pesar de hablar yo con una sonrisa en los labios y pretendiendo que no se conformara con una parte de la experiencia católica, sino que tuviera completos todos los pilares, quizá no me hice entender bien. De hecho, al rato volví a ver a esa persona un par de veces y, a pesar de su mascarilla, noté una sombra en su mirada. Así que, por la noche, le mandé un whatsapp pidiendo perdón, si eso se debía a la conversación que tuvimos. Efectivamente. Le volví a escribir, entonces, disculpándome, recordando que hay que vivir la unidad en la diversidad, pero, como dice S. Agustín: "en lo necesario, unidad; en lo dudoso, libertad; en todo, caridad", (“in necessariis unitas, in dubiis libertas, in omnibus caritas”).

         Tengo que estar más atento en mis primeros pasos y no perder lo que siempre trato de vivir: hacerme uno con todos en todo menos en el pecado; ponerme en el lugar y en la perspectiva de cada interlocutor para asimilar bien lo que quiere decir y, desde ahí, dialogar caritativamente.

         Y, aprendida la lección desde mi equivocada impulsividad, ver de nuevo la estrella que se pone en camino para guiarme a Jesús y adorarle.

 

 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de enero  («Vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarlo», Mt 2, 2), la de diciembre («¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!», Lc 1, 45) y la de noviembre («Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios», Mt 5, 9):

1.-        “a mí me “premiaron” en el trabajo poniéndome en el turno de noches toda la Navidad, excepto el 25 y el 1 de enero, hasta el 9. Pero eso me hizo que me armara de paciencia para afrontarlo, pensando que así mis compañeros podrían estar mejor. Alguien tenía que estar de guardia. Al menos mi hija, (que trabaja en otra ciudad lejos), ha estado aquí y aunque yo haya dormido poco estos días, nos hemos visto.

Ahora he vuelto a mis ratos en el campo, podando y rezando, dando gracias a Dios por todas las cosas que nos da. Rezo por los sacerdotes y todos los que tienen el valor de seguirle a ÉL sin condiciones.

 

2.-        “una palabra de vida reconstituyente ha sido ésta para mí. 

Corren tiempos difíciles, en que la gente está nerviosa por todo lo que nos rodea. Vivimos tan “ombligados”, que en ocasiones uno pierde esa capacidad tan Cristiana y humana de dar amor. Y también surge el miedo al rechazo, pues cada vez se ve que menos gente comparte su fe abiertamente. 

         Es una cosa que hablo con una amiga que tú conoces. Cuando hablamos de Dios y nos contamos nuestra experiencia y vivencias, siento una paz interior y una emoción interior… Creo que en ocasiones los Cristianos hemos convertido el acto de ir a la iglesia en una rutina más, que a veces no se vive con la intensidad y la importancia que tiene esa común unión dentro de nuestra comunidad. 

Y no alimentamos ese amor, con las palabras que escuchamos allí, no compartimos ese amor con los que nos rodean en ese momento. Vivimos en un momento de tal rechazo a todo, que observo que poca gente es dada a abrirse y vivir nada con intensidad. 

Trabajo de cara al público, y muchas veces estos nerviosismos llevan a la gente a tratar y actuar de forma poco correcta y cristiana. Pero sí, la palabra de vida me carga las pilas para seguir intentando infundir ese amor en mi grupo… Gracias una vez más, por la labor de hacernos llegar éstas reflexiones sobre la palabra.

 

 

 

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viernes, 1 de octubre de 2021

TODO CONCURRE AL BIEN PARA LOS QUE AMAN

PALABRA DE VIDA                               octubre 2021

 


«Sabemos que

en todas las cosas interviene Dios

para bien de los que lo aman»

(Rm 8, 28)

 

La Palabra que nos proponemos vivir en este mes está sacada de la carta del apóstol Pablo a los Romanos. Es un texto largo y lleno de reflexiones y enseñanzas, escrito antes de dirigirse a Roma, para preparar su visita a aquella comunidad, que Pablo aún no conocía en persona.

El capítulo 8 subraya en particular la vida según el Espíritu y la promesa de la vida eterna que espera a los individuos, a los pueblos y a todo el universo.

 

«Sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que lo aman».

 

Cada palabra de esta frase está cargada de significado.

Pablo proclama que, ante todo como cristianos, hemos conocido el amor de Dios y somos conscientes de que toda esperanza humana forma parte del gran designio de salvación de Dios.

Todo contribuye, dice Pablo: los sufrimientos, las persecuciones, los fallos y debilidades personales, pero sobre todo la acción del Espíritu de Dios en el corazón de las personas que lo acogen.

Además, el Espíritu recoge y hace suyos los gemidos de la humanidad y de la creación (cf. Rm 8, 22-27), y esta es la garantía de que el designio de Dios se realizará.

Por nuestra parte, hemos de responder activamente a este amor con nuestro amor, encomendándonos al Padre en cualquier necesidad y dando testimonio de esperanza en el cielo nuevo y la tierra nueva (cf. Ap 21, 1) que Él prepara para quienes confían en Él.

 

«Sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que lo aman».

 

¿Cómo acoger, entonces, esta fuerte propuesta en nuestra vida personal y cotidiana?

Chiara Lubich nos sugiere: «Ante todo, no debemos detenernos nunca en el aspecto puramente externo, material y profano de las cosas, sino creer que cualquier hecho es un mensaje con el que Dios nos expresa su amor. Entonces veremos que la vida, que se nos puede mostrar

como un tejido del cual no vemos más que nudos e hilos confusamente entrelazados, en realidad es distinta: es el dibujo maravilloso que el amor de Dios va tejiendo sobre la base de nuestra fe. En segundo lugar, debemos abandonarnos con confianza y totalmente a este amor en todo momento, tanto en las pequeñas cosas como en las grandes. Es más, si sabemos encomendarnos al amor de Dios en las circunstancias comunes, Él nos dará la fuerza para confiarnos a Él en los momentos más difíciles, como pueden ser una gran prueba, una enfermedad o el mismo momento de la muerte. Entonces, probemos a vivir así, y, por supuesto, no de una manera interesada, es decir, para que Dios nos manifieste sus planes y tengamos de este modo su consuelo, sino solo por amor, y veremos que este abandono confiado es fuente de luz y de paz infinita para nosotros y para muchos otros»[1].

Encomendarnos a Dios en la decisiones difíciles, como la que nos cuenta O. L. de Guatemala: «Trabajaba como cocinera en una residencia de ancianos. Al pasar por el pasillo, oigo a una viejita pedir agua. A riesgo de saltarme las normas, que me prohíben salir de la cocina, le alcanzo un vaso de agua con cariño. Los ojos de la anciana se iluminan. A mitad del vaso, me agarra la mano: “¡Quédate conmigo 10 minutos!”. Le explico que no debería, que me expongo a que me despidan. Pero esa mirada… Me quedo. Me pide que recemos juntas: “Padre nuestro…”. Y al final: “Canta algo, por favor”. Se me ocurre: “No nos llevaremos nada, solo el amor…”. Los demás residentes nos miran. La mujer está feliz y me dice: “Dios te bendiga, mi hijita”; y al poco se apaga. De todos modos me despidieron por haber salido de la cocina. Mi familia, que vive lejos, necesita mi ayuda, pero yo estoy en paz y feliz: respondí a Dios, y esa mujer no dio sola el paso más importante de su vida».

 

LETIZIA MAGRI



[1] C. Lubich, Palabra de vida, agosto de 1984, en Ead., Palabras de Vida/1 (1943-1990), Ciudad Nueva, Madrid 2020, pp. 313-314.



martes, 31 de julio de 2018

FORTALEZA EN LA FLAQUEZA

VIDA DE LA PALABRA        últimas semanas de JULIO

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de julio («Mi gracia te basta, que mi fuerza se realiza en la flaqueza», 2 Co 12, 9) y la de junio («Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios», Mt 5, 9):

1.-       El jueves por la tarde me escriben mis hermanos diciendo que a mamá le ha dado un amago de angina de pecho y la internan en el hospital de nuestro pueblo, Villarrobledo. Ya la notábamos desde hace tres meses que se agotaba extrañamente, aunque fuera poquito lo que caminara, o que el pecho le oprimía...
            Yo estaba muy lejos. En ese momento traté de recordar la PdV: “te basta mi gracia…”. Por otra parte, la situación está controlada…, con lo cual me quedo tranquilo (¡solo relativamente, claro!) continuando con lo que estaba haciendo. Lo mismo al día siguiente cuando confirman que debe estar internada bastantes días y trasladarla puntualmente en determinado día para alguna prueba en el hospital de Cuenca.

2.-       Cuando vi la PdV de este mes, en seguida me brotó el agradecimiento del Señor. Me vino a la mente esa lucha continua durante años para vencerme en determinada cosa y comprobar que con relativa frecuencia no lo lograba, y en esas ocasiones, con desgarro y lágrimas en el alma, me venía esa frase: “mi Gracia te basta, que la fuerza se realiza en la debilidad”. Y fiarme de eso a ciegas… Aun viéndome un hipócrita que tantas veces aconseja eso mismo a otros, y yo no era capaz. Le dije al Señor, (me acuerdo que era un jueves por la
tarde), lacerado y humillado interiormente: “pues si Tú lo permites, acepto que sea así toda la vida; recomenzar una y mil veces: por encima de todo me fío de tu misericordia”, con ese destrozo interior. Me parecía imposible que yo le pudiera hacer ningún bien a nadie sin vencer yo en eso: ¿orgullo, soberbia…?
            Hoy mirando hacia atrás, con temor y temblor doy gracias a Dios por tener superado eso desde hace años, (¡y no lo quiero decir muy en alto!), y se me pone más fuerte el agradecimiento recordando una y mil veces: “mi Gracia te basta, que la fuerza se realiza en la debilidad”.


Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de julio («Mi gracia te basta, que mi fuerza se realiza en la flaqueza», 2 Co 12, 9), la de junio («Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios», Mt 5, 9) y la mayo («En cambio el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, modestia, dominio de sí», Ga 5, 22-23):

1.-        “la PdV de julio está siendo fundamental para mí, sobre todo porque a finales del mes pasado me propusieron trasladarme a vivir en otra ciudad, durante el curso próximo, para realizar un servicio a favor del Reino de Dios junto a otras personas. En esos días yo sentía mucho mis limitaciones y me parecía imposible, no me sentía capaz de hacer esa experiencia y no acaba de ver que fuera la voluntad de Dios. Después llegó la PdV y fue de gran Luz para mí: empecé a darme cuenta de que "Mi gracia te basta..." y de que no podía pararme en mis flaquezas. Durante varios días fui a estar un buen rato delante de Jesús Eucaristía e iba sintiendo que quizá sí podía prestar ese servicio. También lo comuniqué a otras personas, con las que comparto el compromiso de vivir el Evangelio, para poder discernir a la luz de Jesús en medio. Así, poco a poco, he visto claro que Dios me pedía dar este paso y he dado este nuevo “sí”, fiándome del amor de Dios y de los hermanos.
1b.-      También me ayuda en el día a día, por ejemplo:
El domingo estaba para ir a la Misa de 10, que hace menos calor, cuando recibí un mensaje comunicándome que ha fallecido el padre de un antiguo compañero y que el funeral era a las 12:30. Jesús me sugiere que cambie de planes y voy. Fue una Misa muy bonita, en la que se sentía la Resurrección y también fue una alegría reencontrar a muchos antiguos compañeros. Una de ellas, como hacía poco que nos habíamos visto en la celebración de la jubilación de otros compañeros, decía: “realmente seguimos siendo una familia, nos volvemos a encontrar en los momentos alegres y dolorosos.”
1c.-      Mi plaza de garaje en el bloque es de las más amplias. Un vecino tiene una moto, además del coche, pero no puede aparcarla en su plaza. Me pidió si podía ponerla en la mía que entra sin problema. Le dije que sí enseguida y, aunque supone tener que realizar con más cuidado las maniobras para aparcar mi coche, siento que vale más la buena relación creada con esta familia

2.-        “no puedo dejar de compartir algo de la PdV de este mes.
La Navidad que fuimos a Roma… mi hijo compró tarjetones (uno para cada uno de la familia) con distintas frases de S. Pablo y luego, con su regalo de Reyes, nos puso uno a cada uno. A mí me correspondió: "Te basta mi gracia...". ¡Esa frase se hizo Vida en mi vida! Tenía colocado el tarjetón en la librería al lado de nuestra cama. Cuántas veces con lágrimas en los ojos lo he leído y he podido seguir adelante... ¡No te imaginas lo que significa para mí! Y aunque durante muchos años fue (y es) una de "mis frases", se cumplió en su plenitud aquel verano en… Y tiene no sólo ese lugar, sino hasta un sitio concreto del pueblito. Tengo en los ojos y en el corazón el sitio exacto donde ese 9 de agosto le dije a mi marido que había que entregarle ya al Señor "todo nuestro hijo", sin quedarnos nada... Confiando en Su Gracia y estando dispuestos a que se hiciera Su Voluntad (fuera la que fuese). En esa situación por nuestra cabeza pasaba la posibilidad (bastante probable) de no volver a verlo o perderlo para siempre... Esto se escribe fácil, ¡pero no sabes lo que es vivirlo...! Me puse en la peor situación... pero aun así, le dije al Señor que sí, con la confianza de que me bastaba Su Gracia... Ahora mismo se me llenan los ojos de lágrimas al recordar mi "diálogo con el Señor": "mira lo mal que está... Puede que se escape y no vuelva más con nosotros... o que se "quite de en medio... Creo que mi marido y yo no podríamos vivir con este dolor el resto de nuestras vidas... Pero aun así...te digo que sí: todo tuyo... Adelante..."
Y después de mi "sí" (era cerca de mediodía) después de comer (sin haber hablado nada con mi hijo, porque ya estaba allí muy mal conmigo), él tuvo la experiencia (muy fuerte)... Esa tarde a las seis y veinte (recuerdo todo) fue a la iglesia a decírmelo.
Fíjate que rápido actuó la Virgen (y el Señor). Parece que estuvieran esperando nuestro "sí absoluto"... Así que cada vez que leo o escucho "te basta mi gracia..." ¡¡Me emociono!!


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