martes, 17 de diciembre de 2024

TODO POSIBLE CON DIOS

VIDA DE LA PALABRA                       primeras semanas de DICIEMBRE

 

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de diciembre, («Nada es imposible para Dios», Lc 1, 37) y la de noviembre («Esta viuda, en cambio, ha echado todo cuanto poseía, todo lo que tenía para vivir», Mc 12, 44):

1.-        Estaba yo esta mañana en la estación esperando el tren de cercanías, que venía con 25 minutos de retraso, (y con eso, no solo no iba allí a poder saludar 5 minutos a una prima mía, sino que encima iba a llegar tarde a la  pequeña reunión en la que tenía que participar en el Arzobispado), y justo antes de subirme al tren, me llaman por teléfono diciendo que la reunión se había suspendido, (lo habían intentado 2 veces, y también por whatsapp, pero yo estaba celebrando Misa y luego me dirigí rápido a la estación hablando con gente y, por tanto, sin mirar el móvil).

Por otro lado, ese tiempo en el andén he podido ayudar a un señor de 85 años que estaba un poco desorientado porque hacía mucho que no viajaba en tren y, encima, ni los teleindicadores ni los tornos de entrada funcionaban. Es muy buena persona: me he hecho amigo de él y resulta que es pequeño artista y me ha regalado un crisma pintado por él; nos hemos intercambiado las tarjetas, muy agradecido él del ratillo.

Además, cuando ya salía yo de la estación, una feligresa me presenta a un hombre un poco alejado de la Iglesia y algo necesitado, y 2 minutos hablando entre los 3, él ha quedado que pasará un día por la parroquia y que, entonces o más adelante, también hablará despacio con nosotros.

 

2.-        Sin dejar de atender las Misas de la Parroquia y las catequesis de adultos, durante el puente de la Inmaculada pude en muchos momentos participar en el centro Mariápolis y servir con las confesiones en una convivencia-retiro con casi 300 personas consagradas a Dios en la Obra de María (Movimiento de los Focolares).

La peculiaridad es que ese encuentro quería ser, además, un abrazo al Mediterráneo, en línea con lo que el Papa Francisco pide a menudo. De hecho un tercio de los participantes eran españoles de los diferentes territorios de la península y sus islas, y los otros 2/3 eran de los diversos países de Oriente Medio y norte de África. Se juntaban, pues, aquí en Las Matas las riberas este, sur y oeste de la cuenca mediterránea y solo este hecho ya era algo precioso y rico.

Casi todos eran cristianos católicos, pero había también incluso algún cristiano de otra confesión y algún musulmán: todo ello hace admirar el empuje del Espíritu Santo que sopla donde quiere y cuando quiere, más allá de nuestros cortos límites humanos e incluso religiosos.

En el último momento, no pudieron venir los de Alepo (Siria), por las circunstancias sociales, políticas y de violencia que estamos siguiendo con inquietud, pero se pudieron unir por videoconferencia, junto con algunos otros que por enfermedad o guerra tampoco pudieron venir.

 

2b.-     Es muy distinto escuchar números en los informativos, que tener personas delante con las cuales estás compartiendo el desayuno o una meditación.

Es muy distinto ver insensiblemente imágenes a las que por desgracia nos tienen acostumbrados los medios, que escuchar la experiencia de una iraquí que reside en Líbano y que tienes sentada a tu lado y en los siguientes días te la vas cruzando al salir y entrar o del comedor, o del auditorio o de la capilla.

Es muy distinto saber que hay millones de mártires, (también hoy en día), en la historia de la Iglesia, que escuchar a alguien de Haifa, en el norte de Israel, que te dice que cada día, antes de ir a trabajar o a estudiar, tiene que consultar la radio y las redes para saber si hay bombardeos o tiroteos.

 

2c.-      Me impresionaba un focolarino del Líbano cuando me contaba en la comida que tiene dudas en el amor de Dios, por los 15 años de guerra civil desde 1975 y luego otras que ha habido y en esto últimos meses los bombardeos. Pero, el evangelista san Juan en una de sus cartas, (decía él y me miraba fijamente, como si yo como sacerdote fuera especialista), afirma que “se nota que habéis pasado de la muerte a la vida en que amáis a los hermanos”. Y experimentaba él que eso era verdad, pues se ponía a ayudar o a comprar algo a quien está más necesitado o se iba a ayudar a Caritas y recobraba la paz y la alegría incluso en medio del dolor y de tener que acudir a tratamiento psicológico, pero que también eso entra en el plan de Dios.

 

2d.-     Me admiraba también un focolarino italiano que lleva 12 ó 14 años en Argelia tratando de convivir y de aprender de todos los que allí viven. Y que no deja de admirar mudo la Obra del Espíritu Santo cuando tantos de allí, musulmanes la mayoría, sienten que encuentran a Dios tratando de vivir la misma espiritualidad de Chiara Lubich que él en el respeto y  la estima mutua. Le pregunté si en todos estos años ha pasado situaciones difíciles y me contestó que no, siempre en buena armonía, (quizá –pienso yo- porque él es sencillo trabajador de la tierra, no alguien que va a imponer nada, sino solamente a amar dando lo mejor de sí mismo y buscando la unidad).

2e.-      Me impresionaban también algunas focolarinas que están en Egipto o en el sur de Turquía, que les encantaría confesarse cada 15 días, pero apenas hay un sacerdote en decenas de kilómetros a la redonda.

 

2f.-      Ante cada persona que me hablaba o se confesaba o que daba un testimonio en público o contaba lo que Dios obraba en su alma, (como siempre suelo hacer, pero en esta ocasión mucho más todavía), verdaderamente me ponía en contemplación: tenía yo que “descalzarme” como Moisés ante la zarza ardiente, viendo no solo la sacralidad de cada conciencia, de cada alma, sino admirando la sencilla y profunda obra que Dios iba haciendo en ellos y con ellos.

            Aunque cansado por no tener un minuto libre en todos esos días, acabé contento de todo ello, habiendo recibido múltiples gracias, que ahora no puedo más que esbozar.

Sobre todo se me llenaba el alma de esperanza, en este tiempo del Adviento que, además, la resalta. Me ilusionaba comprobar que Dios sigue actuando en el mundo y que quiere nacer de nuevo en la humanidad entera pero también en esta cuenca del Mediterráneo.

 

 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la de Palabra de Vida de diciembre («Nada es imposible para Dios», Lc 1, 37), la de noviembre («Esta viuda, en cambio, ha echado todo cuanto poseía, todo lo que tenía para vivir», Mc 12, 44) y la de octubre («El que quiera llegar a ser grande entre vosotros sea vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros sea esclavo de todos», Mc 10, 43-44):

1.-        “…terminé mi labor en el confesonario y me levanté para salir a tomar el café, pero unos chicos, (habían entrado antes en la Misa que celebré), me pidieron confesarse. Se trata de un colectivo de chicos y chicas superdotados que es atendido por sus educadores de forma específica, evitando así que se desanimen en la enseñanza común, pudiendo llevar su ritmo intelectual propio.

            Yo solo disponía de 20 minutos: ¿café y descansar, (que a mis ochenta de edad es muy necesario), o los chicos? Eran mis dos “monedillas de tiempo” antes de mi siguiente tarea. Recordé a la viuda del Evangelio, la PdV, que dio el óbolo que complació tanto al Señor. Les atendí y me quedó un sabor de boca mejor que el del café….

 

2.-        “te escucho casi todos los jueves “Una luz en tu vida” en Radio María…: también he sentido algo en mi corazón los sábados que tenemos media hora con el Santísimo después de la Misa: hay días que con una mosca me distraigo, pero hay otros que siento algo especial, como que me dijera “te quiero”. Esos días salgo tan feliz que estoy todo el día flotando: por la tarde voy a ver a mis hermanos, (mi cuñada está muy malita o mi hermano le gusta que vaya), o, si no están, visito alguna persona y me siento feliz.

 

3.-        “…participé en la comida de Navidad de tu Parroquia. Me impactó cuando entré (llegué un poco tarde 😊) el ver a tantas personas que participaban. Fue un encuentro muy familiar y muy bonito. La paella estupenda 😋 y todas las personas que hicieron posible este encuentro, unas campeonas. Después algunos nos quedamos a ver ese capítulo de “The Chosen” relacionado con la Navidad y compartimos algunas de nuestras impresiones. Un bonito domingo entre hermanos. Ahh y se me olvidaba, la rifaa, nos lo pasamos genial (y a mí me tocó uno de los premios)….

 

4.-        “Esta mañana ha sido un poco estresada, pero creo que el Señor me quería probar, pues tenía cita a las diez y media en el hospital con el oculista. Pero la mañana salió mal desde un principio. Salí de casa unos minutos antes, pero el autobús había venido ya tres minutos antes y pensé: “tengo que ir andando, porque  tengo que ir al centro y esperar otro, ya llego tarde”. En tres cuarto de hora estoy allí y diez minutos tengo para sacar el tique; estoy esperando en la consulta y me dicen que no llevo el papel, que vaya a pedirlo que, si no, no me atienden pero, no podía perder la cita (me dijeron que en dos días me llegaba, pero habían pasado diez días); parece que el Señor me iluminó: llamé a un familiar que está en el hospital y me llamó y me dijo todo, pero la que luego me atendió me contestó bastante mal, pero el Señor como que me decía: “tranquila”. Hice una llamada y no estaba trabajando, pero dije “Señor, me fio de Ti: Tú eres mi único Bien”. Al final encontré el informe, esperé tres cuartos de hora, pero salió la enfermera, le di el informe, me llama por mi nombre y me dice enseguida te llamo, le di las gracias, entré en la sala, me miró y esperé tranquila: “Tú lo sabes todo Señor”. Total, que salí a la una, pero era una recompensa; en principio, me venían cosas a la mente, pero las fui superando al pensar: “tengo que amar a fondo”.

Gracias, por las experiencias que has contado, pedí por los ejercicios, para que  todo fuera bien.

 

5.-        “muchas gracias, Paco. Estos correos son como una pequeña luz en medio de tanta oscuridad que nos rodea. Gracias por compartirnos tus experiencias. Solos no podemos. Sólo con Dios y en Dios.

 

6.-        “Tus experiencias siempre son un estímulo, concreto y exigente...

La Palabra de Vida no tiene explicación, es una confirmación muy fuerte de la necesidad de la UNIDAD entre dos o más... Qué concreto, como siempre, lo que dice 

Chiara: «Solos, no podemos... la fuerza de la unidad viene de "donde dos o más...».

En estos días pasados he sentido la "necesidad y urgencia" de decidir determinadas cosas con otra hermana. Sentía que debía "morir a mi proyecto, mi forma de ver... dejando que ella decidiera y yo aceptando gozosa lo que ella propusiera. Y, como es normal, llegó el fruto de la unidad: encontramos la solución a lo que deseábamos y la alegría fue plena para las dos...

Es una experiencia que nunca falla. Lo tengo comprobado que, cuando me dispongo a “morir” a mi voluntad, la VIDA de Jesús llega inmediatamente.

 

7.-        “muchísimas gracias, Paco. Me hace mucho bien recibir la Palabra de Vida y vuestros testimonios.

  

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