sábado, 15 de octubre de 2016

PERDONAR INCLUSO EN LO PEQUEÑO A LO GRANDE

VIDA DE LA PALABRA                  primeras semanas de OCTUBRE


Algunas de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la vida diaria la Palabra de vida de octubre («Perdona a tu prójimo el agravio, y, en cuanto lo pidas, te serán perdonados tus pecados», Si 28, 2) y la de septiembre («Todo es vuestro; y vosotros de Cristo y Cristo de Dios», 1 Co 3, 22-23):

1.-        Hay muchas tareas en la Parroquia y en el hospital. Estoy contento de acabar cansado la jornada; la pega es que estoy durmiendo poco por el ruido del tráfico de la A6: no todas las parroquias “tienen” autopista, ¡eh!    ;-)
            Después de varios días, me notaba agotado, y una tarde, cuando ya pensaba irme a dormir tempranísimo, sin cenar, al cerrar el templo, el párroco me ofrece ver el final del segundo tiempo de un partido de fútbol en su casa y tomar algo. La fraternidad es más importante, así que con alegría olvidé mis planes. Fue un rato muy agradable con él y con su madre, ¡y con el fútbol, aunque muchos ratos se me cerraban los ojos, (ya sabes que yo “no carburo” por la noche)!     ;-)

2.-        En la Parroquia hay un comedor de Caritas. Además de aprenderme los nombres de los beneficiarios y echarles la mano cada día, dándoles la bienvenida con una sonrisa y despidiéndolos luego, algún día he comido con ellos.
Se me grabó la primera vez que vino un niño con su abuela: muy educados, dando las gracias por todo…, el niño muy callado. Sólo le iluminaron los ojos y esbozó una sonrisa cuando una de las voluntarias le ofreció después del postre unas galletas “filipinos”. Charlando con ellos durante la comida, me di cuenta que el niño, tiene que llevar cada día como merienda en el colegio, una cosa distinta; uno de los días es un zumo; no teníamos en Caritas. Recordé que mi madre dejó los que ella tiene que tomar, así que les dije que al terminar, subía a por ellos. Cuando bajé, se acababan de ir. Salí corriendo y no los vi por ninguna calle… ¿Habrán girado ya una esquina? Pero… ¿en qué dirección? Salí corriendo hacia una… ¡y los encontré!


Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de octubre («Perdona a tu prójimo el agravio, y, en cuanto lo pidas, te serán perdonados tus pecados», Si 28, 2), la de septiembre («Todo es vuestro; y vosotros de Cristo y Cristo de Dios», 1 Co 3, 22-23) y la de agosto («Uno solo es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos», Mt 23, 8):

1.-        “he estado leyendo tranquilamente la P. de Vida y tus experiencias en Loppiano. La Palabra de este mes va al pelo con mi situación…: me encanta ver lo que se puede conseguir perdonando y doy gracias a Dios por poner en mí ese sentimiento. Eso no quita para que por ahora todo siga enredado, pero tengo paz y confianza en Dios y Él sabrá lo mejor

2.-        “Hola Paco! Y bienvenido a tu nueva parroquia!!! Que seas luz para tus feligreses: estoy segura.
Al finalizar el mes de septiembre, me proponía un nuevo reto para octubre: 21 días de amor sin ningún pensamiento negativo, ni juzgar, ni nada de nada (a raíz de últimos acontecimientos muy dolorosos en el mes de agosto que nos dejaron muy marcados... porque a pesar de nuestra actitud positiva, parece que la envidia, el odio y la ira por parte de los demás, son más fuertes... o que solo somos 2 los que aportamos amor... no lo sé...). Me propuse 21 días de cambio: el amor siempre vence, aunque solo seamos 2, y cuando veo hoy la PdV me encuentro la Palabra del Perdón!!!!
Reconozco que es difícil vivirla, pero no imposible, por lo que este mes será intenso…
Mi hijo mayorcillo empieza catequesis mañana lunes: en casa ya hemos empezado con las oraciones que le falta aprender y hemos comprado el libro de las virtudes de “Ciudad nueva” para trabajar nosotros con él

3.-        “¿Cómo estás? Imagino que ya instalado. ¡Qué envidia! No quiero ni pensar en nuestra mudanza...
Esta semana ha sido bonita por varias experiencias...
Tengo una compañera… que anda metida en historias no recomendables... Los que no buscan a Dios en la Iglesia... acaban buscando su "felicidad" en lugares equivocados... Y de vez en cuando le pasan "cosas" (?)... El otro día dijo que no tenía muy buen día. Justo cuando me iba me dijo: "espera... Dame un abrazo". Se abrazó a mi durante un rato y me dijo: "es que tú tienes algo especial... Y me das paz".
Ayer vino una conocida de nuestra asistenta a casa. Acaba de llegar de su país y aún no tiene trabajo. Quería aprender a llevar una casa y está viniendo. Ayer apenas estuve un ratito con ella porque no paro ni un minuto y al irse me dijo: "yo quisiera trabajar con alguien como usted" y se abrazó a mí y se echó a llorar.
Y esta mañana le he dicho a una de mis vecinas que nos mudábamos y también se ha abrazado a mí y ha llorado...
En fin... Creo que estos abrazos tan bonitos no eran para mí, ¡¡sino para el Señor!! Pienso que abrazaban a Jesús en mí. Y esto me genera agradecimiento y responsabilidad. Todos estamos muy necesitados de Él y yo no debo ser obstáculo para que pueda actuar a través de mí.
Ahora a mediodía nos vamos a un encuentro a más de dos horas de aquí hasta el domingo tarde. ¡Con todo lo que tengo que hacer!... Pero lo primero es hacer Su Voluntad.
Si nos necesitas para algo (llevar cosas, ayudarte a ordenarlo, etc...) dímelo

4.-        “…hoy, aunque he madrugado, me he encontrado con algo de tráfico. En el recorrido que hago, hay varios puntos donde algunos compañeros de atasco son oportunistas: adelantan por donde no deben, se saltan líneas continuas...
A pesar de que creo que tengo razón, (en eso la tengo 😎), esta mañana, me he dado cuenta de que, normalmente, el solo hecho de presumir que "me la van a hacer" me hace perder la paz, estar inquieto.
Me he acordado de la PdV y he podido comprobar que, en esta propuesta de ablandar el corazón que nos hacía el Papa en el año de la misericordia, he avanzado poco.
He "perdonado" dentro de mí a los que se me iban a colar y he visto que encontraba la alegría de poder establecer la relación con Dios con esta excusa…



Si quieres leer más experiencias similares, 
de gente de todo el mundo,
puedes encontrarlas “pinchando” AQUÍ  y otras también AQUÍ

N.B.: tú también puedes compartir las experiencias
que, por gracia de Dios, hayas podido realizar
poniendo en práctica el Evangelio;
“pincha” aquí abajo en “comentarios” y escríbela;
o, dado que en algunos navegadores eso no funciona,
mándamela por  correo-e.






No hay comentarios:

Publicar un comentario