domingo, 28 de febrero de 2021

MUÉSTRANOS EL CAMINO

 PALABRA DE VIDA                     marzo 2021

 


«Muéstrame tus caminos, Señor,

enséñame tus sendas»

(Sal 25, 4)

 

Este salmo nos presenta a un hombre que se siente rodeado de peligros y amenazas y necesita encontrar el camino recto que lo ponga por fin a resguardo. ¿A quién pedir ayuda?

Consciente de su debilidad, al final eleva los ojos y clama al Señor, al Dios de Israel, el cual nunca ha abandonado a su pueblo, sino que lo ha guiado a través del largo viaje por el desierto hasta la Tierra Prometida.

La experiencia del camino hace que renazca en el viajero la esperanza; es la ocasión privilegiada para una nueva intimidad con Dios, para abandonarse confiadamente al Amor fiel de Él a pesar de la propia infidelidad.

En el lenguaje de la Biblia, caminar con Dios es también una lección de vida, es aprender a reconocer su designio de salvación.

 

«Muéstrame tus caminos, Señor, enséñame tus sendas».

 

A menudo, después de haber recorrido los senderos de nuestra presunta autosuficiencia, nos encontramos desorientados, confundidos, nos volvemos más conscientes de nuestros límites y carencias. Quisiéramos recuperar la brújula de la vida y así conocer el itinerario hasta la meta.

Este salmo nos ofrece una gran ayuda; nos incita a experimentar de nuevo o por primera vez el encuentro personal con Dios, a confiar en su amistad.

Nos anima a ser dóciles a sus enseñanzas, que nos invitan constantemente a salir de nosotros mismos para seguirlo por el camino del amor, que Él es el primero en recorrer para ir a nuestro encuentro.

Puede ser una oración que nos acompaña durante la jornada y transforma cada momento, gozoso o doloroso, en una etapa de nuestro camino.

 

«Muéstrame tus caminos, Señor, enséñame tus sendas».

 

En Suiza, Hedy, casada y madre de cuatro hijos, hace tiempo que procura vivir la Palabra. Ahora está gravemente enferma, y sabe que está llegando a la meta de su camino en la tierra.

Cuenta su querida amiga Kati: «Cada vez que la visito, y también con el personal que la cuida, Hedy siempre está proyectada en el otro, se interesa por cada uno, aunque ya le cuesta mucho hablar. Da las gracias a todos por estar ahí y ofrece su experiencia. ¡Es solo Amor, un vivo Sí a la voluntad de Dios! Congrega a muchas personas: amigos, familiares, sacerdotes. Todos están profundamente impresionados por la atención que presta a todas las visitas y por su fuerza, fruto de su fe en el amor de Dios».

Chiara Lubich comparó la vida con un «santo viaje» (Sal 84): «[…] El “santo viaje” es el símbolo de nuestro itinerario hacia Dios. […] ¿Por qué no convertir la única vida que tenemos en un viaje, un viaje santo, como Santo es Aquel que nos espera? […] También quienes no tienen un credo religioso pueden hacer de su vida una obra maestra y emprender con rectitud un camino de sincero compromiso moral. Ya que la vida es un “santo viaje” siguiendo el trazado de la voluntad de Dios, nuestro camino nos pide avanzar todos los días. […] Pero ¿y si nos paramos? […] ¿Debemos abandonar la empresa, desanimados por nuestros fallos? No; en esos momentos el santo y seña es “volver a empezar” […] poniendo toda la confianza en la gracia de Dios más que en nuestras capacidades. […] Y sobre todo, caminemos juntos, unidos en el amor, ayudándonos unos a otros. El Santo estará en medio de nosotros, y Él se convertirá en nuestro “Camino”. Él nos hará entender más claramente la voluntad de Dios y nos dará el deseo y la capacidad de ponerla en práctica. Unidos, todos será más fácil y tendremos la bienaventuranza prometida a quienes emprenden “el santo viaje”».

 

LETIZIA MAGRI 


MISERICORDIA ANTES QUE JUZGAR

VIDA DE LA PALABRA                     últimas semanas de FEBRERO


 

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de febrero («Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso», Lc 6, 36) y la de enero («Permaneced en mi amor: daréis mucho fruto», cf. Jn 15, 5-9):

1.-        Algunas personas, antes de reenviar algo por whatsapp a sus contactos, me consultan para ver si es conveniente o para comprobar si es verdad el contenido, (sobre todo en cosas relacionadas con frases del Papa o temas religiosos), para así no contribuir a difundir falsedades y equívocos.

            A primeros de mes, me preguntó una de mis hermanas en relación a si era verdad una recogida de firmas. Le contesté que probablemente sí, pero que el tono hiriente y combativo con el que se solicitaban las firmas y su difusión, no contribuía a la misericordia que nos pide vivir la PdV. En ocasiones así, cuando compruebo que el contenido es verdad y que es algo en justicia, lo que hago es cambiar “los modos” y antes de reenviarlo, pongo palabras que no produzcan indignación y rencor, y que inviten a ser positivos y constructivos aunque sea con una protesta.

1b.-     Una mañana en Radio María escuché un programa con un análisis muy lúcido sobre una noticia sobre la cual, en cambio, los medios de comunicación en general habían manipulado y tergiversado vertiendo veneno y confusión para dejar mal a la Iglesia en la cuestión de la inmatriculación de sus propiedades.

Rescaté en internet la grabación de ese programa y lo envié a mucha gente, (señalando los minutos más significativos), para que así estuvieran bien formados e informados. Pero nada más apretar a enviar, con la PdV en mente, me percaté que quizá a algunos de los que lo recibieran, en seguida se les iba a “encender la sangre”, (con toda lógica y razón), en contra de los manipuladores y de los gobernantes, así que inmediatamente añadí otro whatsapp: “Y que no se cuele en nuestro corazón ni un ápice ni de resentimiento ni de indignación, sino simplemente de misericordia hacia todos, como dice la Palabra de vida, y a la vez poder tener nosotros unas ideas claras, (no manipuladas por los medios de comunicación), y así con paz responder cuando otros nos hablan llevados por esas informaciones sesgadas”. Toda ese tiempo o fuerza de indignación, se convierta en oración por la conversión y en iniciativas o trabajo por el bien común auténtico.

 

2.-        En uno de los grupos de la parroquia, una persona contó que hacía pocos días a su hijo le habían robado una cantidad grandísima, con la que iba a pagar la señal de la compra de un piso: ¡tanto esfuerzo y ahorro! A ella por más que le venía a la cabeza la PdV, no le salía la misericordia hacia el hombre y la mujer que robaron, y más cuando en la Guardia Civil vieron con las grabaciones de cámaras de un comercio cómo se desarrollaron los hechos.

Después de mucho, ella logró hacer sitio en su corazón a la misericordia, pensando que Dios querrá sacar un bien mayor y que si el robo hubiera sido de otra manera, quizá su hijo hubiera sufrido algún daño.

            Haciéndome uno con esa situación, a mí también me costaba no dejarme llevar por los sentimientos, (aunque no conozco para nada a los ladrones), pero traer a la mente la PdV me ayudó en seguida.

2b.-     Una de las personas que también estaba escuchando esta experiencia, al acabar la reunión, marchó a hacer su compra para el resto del mes y luego envió a su país (su familia es muy amplia y allí están muy necesitados) todo el dinero que le quedaba.

Por la tarde, mientras me estoy revistiendo para empezar la Misa, me llama esta persona: ¡la echan del piso sin previo aviso, aunque tiene alquiler y todo en regla, e incluso ya está recogiendo todo! No sé quién es el dueño, pero… ¡¡ahí sí que me costó vivir la PdV, incluso en medio de la celebración de la Misa!! ¿Cómo puede alguien tener corazón para echar a la calle anocheciendo y con el frío que hacía a una persona buena donde las haya y sencilla, (y saltándose la ley de que hay que avisar al menos 10 días antes)?: tuve que hacer verdaderos esfuerzos para no juzgar, para no pensar mal, para centrarme bien en cada oración de la Misa…

            Al acabar la celebración, pedí a un par de voluntarios de Caritas, (providencialmente un día al mes están a esas horas), que la ayudaran a recoger, (yo tenía reunión), y luego ya los 4 estuvimos trayendo sus pertenencias a una sala de catequesis y a ella la acompañamos a un hotel y le pagué la habitación. ¡Estaba agradecidísima a la parroquia! Para las noches siguientes, ya arreglamos todo con Caritas para que pudiera pernoctar en el albergue, mientras le buscábamos habitación.

Tanto esa noche, incluso cuando me despertaba (ya sabéis que suelo dormir poco y mal), como durante el día cuando me venía a la cabeza, tenía que hacer yo verdaderos esfuerzos para traer a la mente y al corazón la PdV, y para no dejarme llevar ni de juicios, ni de críticas, ni de resentimientos… aunque fuera hacia desconocidos. Gracias a Dios creo que lo logré en casi todas las ocasiones.

 

 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de febrero («Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso», Lc 6, 36), la de enero («Permaneced en mi amor: daréis mucho fruto», cf. Jn 15, 5-9) y la de diciembre («El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién he de temer?», Sal 27, 1):

 

1.-        “Ciao, Paco! Jesús me ha cambiado la vida en un momento. Fue un regalo de Navidad: tengo un tumor canceroso en el colón. Todo ha ido tan rápido, que ya llevo un mes de tratamiento de quimio y radioterapia para reducir el tumor y luego operar.

Siento que todo es amor de Dios y ahora me toca vivir el momento presente sin salir de él, ya que el mañana está en Sus manos. Esta es mi vida hoy: ¡ofrecer todo por el “Ut Omnes” (“que todos sean uno”)! Y practicar todas las virtudes: la paciencia cuando quiero hacer algo y no puedo, la perseverancia, intentar comer cuando no tengo ganas, tomarme todas las pastillas a su hora... etc. Es un “vivir dentro” con Jesús, sabiendo que estoy sostenida por la unidad; si no, no podría.

Terminaré el próximo viernes este ciclo y luego se verá lo que Dios quiere: si podrán operar o más quimio... Jesús Abandonado es la puerta para el Resucitado.

Y mi marido es mi ángel de la guarda, con lo que yo no puedo mostrar una mala cara, ya que se asusta y preocupa en exceso, pues son normales todos los efectos secundarios (puedo decir que no me he privado de ninguno)...

… son estos momentos que me siento suspendida entre cielo y tierra, como J.A., pero pienso que aunque no haya funcionado clínicamente, el amor a Él como Esposo del alma, no se pierde: permanece y me hace crecer en la fe, la esperanza y el amor por la humanidad sufriente. Si no fuera por las oraciones y unidad, (en especial de las focolarinas, ya que son las únicas que hasta ahora lo sabían), no podría soportarlo. La unidad tiene una fuerza potente. Pero tengo que estar en el momento presente, ya que para ése tengo la gracia. Todo es amor de Dios. Aunque a veces cueste un poco verlo. Pero un “por Ti, Jesús” me devuelve cada vez al momento presente.

 

2.-        “…he sentido mucho no participar en el encuentro on-line, pero me llamó una sobrina, que me traía cosas para la ONG: estaba para decirle que no, pero no he podido, porque sé que, aparte de eso, quería hablar conmigo, porque ella y su hija están mal. Se murió mi cuñado, hace casi un año, y no lo han superado. La semana pasada me llamó. Dos días antes me dijo que era por si se le olvidaba, pero yo sabía que en realidad tenía necesidad de hablar: estuvimos dos horas. La escuché a fondo y le dije que aquí me tiene y al final la hice reír. Por eso no le podía decir que no: ha estado dos horas y poco y ha estado feliz.

Ahora me ayuda con la ong. Es un Jesús abandonado, ella se ha ido feliz y yo también….

 

 

 

 

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miércoles, 17 de febrero de 2021

CUARESMA, TIEMPO DE MISERICORDIA

Estos textos nos ayudarán a retomar impulso en practicar la Palabra de Vida del mes, (“Sed misericordiosos…”):

 


 

VOLVED A MÍ DE TODO CORAZÓN

 

Iniciamos el camino de la cuaresma. Este se abre con las palabras del profeta Joel, que indican la dirección a seguir. Hay una invitación que nace del corazón de Dios, que con los brazos abiertos y los ojos llenos de nostalgia nos suplica: «Vuélvanse a mí de todo corazón» (Jl 2,12). Vuélvanse a mí. La cuaresma es un viaje de regreso a Dios. Cuántas veces, ocupados o indiferentes, le hemos dicho: “Señor, volveré a Ti después, espera… Hoy no puedo, pero mañana empezaré a rezar y a hacer algo por los demás”. Y así un día después de otro. Ahora Dios llama a nuestro corazón. En la vida tendremos siempre cosas que hacer y tendremos excusas para dar, pero, hermanos y hermanas, hoy es el tiempo de regresar a Dios.

Vuélvanse a mí, dice, con todo el corazón. La cuaresma es un viaje que implica toda nuestra vida, todo lo que somos. Es el tiempo para verificar las sendas que estamos recorriendo, para volver a encontrar el camino de regreso a casa, para redescubrir el vínculo fundamental con Dios, del que depende todo. La cuaresma no es hacer un ramillete espiritual, es discernir hacia dónde está orientado el corazón. Este es el centro de la cuaresma: ¿Hacia dónde está orientado mi corazón? Preguntémonos: ¿Hacia dónde me lleva el navegador de mi vida, hacia Dios o hacia mi yo? ¿Vivo para agradar al Señor, o para ser visto, alabado, preferido, puesto en el primer lugar y así sucesivamente?...

 

PAPA FRANCISCO, Homilía Miércoles de Ceniza, 17 febrero 2021

Si la quieres entera, dime y te envío la referencia, no es larga y es muy bonita

 

 

 

 

TENER MISERICORDIA CON CUANTOS ENCONTREMOS

 

Si Dios, que es la Verdad y la Justicia puras, nos mira a todos con "entrañable misericordia", como una madre mira a sus hijos, yo, con mis prejuicios y falsedades, ¿podré ser "juez de guardia" de mis hermanos?

 

P. MANUEL MORALES, o.s.a., Comentario al Pasapalabra diario, del 1 de febrero

 

 

 

DEJARSE ALCANZAR POR LA PALABRA DE DIOS

 

Cuando Jesús anuncia a sus discípulos su pasión, muerte y resurrección, para cumplir con la voluntad del Padre, les revela el sentido profundo de su misión y los exhorta a asociarse a ella, para la salvación del mundo.

Recorriendo el camino cuaresmal, que nos conducirá a las celebraciones pascuales, recordemos a Aquel que «se humilló a sí mismo, hecho obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz» (Flp 2,8). En este tiempo de conversión renovemos nuestra fe, saciemos nuestra sed con el “agua viva” de la esperanza y recibamos con el corazón abierto el amor de Dios que nos convierte en hermanos y hermanas en Cristo. En la noche de Pascua renovaremos las promesas de nuestro Bautismo, para renacer como hombres y mujeres nuevos, gracias a la obra del Espíritu Santo. Sin embargo, el itinerario de la Cuaresma, al igual que todo el camino cristiano, ya está bajo la luz de la Resurrección, que anima los sentimientos, las actitudes y las decisiones de quien desea seguir a Cristo.

El ayuno, la oración y la limosna, tal como los presenta Jesús en su predicación (cf. Mt 6,1-18), son las condiciones y la expresión de nuestra conversión. La vía de la pobreza y de la privación (el ayuno), la mirada y los gestos de amor hacia el hombre herido (la limosna) y el diálogo filial con el Padre (la oración) nos permiten encarnar una fe sincera, una esperanza viva y una caridad operante.

En este tiempo de Cuaresma, acoger y vivir la Verdad que se manifestó en Cristo significa ante todo dejarse alcanzar por la Palabra de Dios, que la Iglesia nos transmite de generación en generación. Esta Verdad no es una construcción del intelecto, destinada a pocas mentes elegidas, superiores o ilustres, sino que es un mensaje que recibimos y podemos comprender gracias a la inteligencia del corazón, abierto a la grandeza de Dios que nos ama antes de que nosotros mismos seamos conscientes de ello. Esta Verdad es Cristo mismo que, asumiendo plenamente nuestra humanidad, se hizo Camino —exigente pero abierto a todos— que lleva a la plenitud de la Vida... 

PAPA FRANCISCO, Mensaje para la Cuaresma 2021



domingo, 14 de febrero de 2021

MISERICORDIA A TODO CAMPO

 VIDA DE LA PALABRA                        primeras semanas de FEBRERO


Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de febrero («Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso», Lc 6, 36) y la de enero («Permaneced en mi amor: daréis mucho fruto», cf. Jn 15, 5-9):

1.-        El lunes, (es mi día para descansar de la mayoría de tareas), no hago nada más que tumbarme en el sofá para un poquito de siesta, (¡por fin!), y apenas empiezo a relajarme me sobresalta el timbre (está justo encima).

Bajo medio adormilado. Un desconocido.

En seguida empieza a contarme una historia…: varias veces me viene la tentación de decirle que “abrevie y vaya al grano”, (que será pedir dinero), pero me acuerdo de la PdV y con esa misericordia sigo escuchando. No para y sigue añadiendo detalles. Lo mejor que le puedo dar es mirarlo y tratarlo como persona, escuchando a fondo, aunque se atasca.

Al final, efectivamente, pide dinero (no mucho) que le falta para completar el billete y le urge. Parece sincero, (PdV: “¡no debo juzgar!”), aunque a pesar de las mascarillas me da olor a alcohol (PdV: “¡¡no puedo juzgar!!”). Al final, pienso que no es imprudencia darle el dinero, (no podría esperar al día siguiente a Caritas), y, además, (los del comedor hacía unos minutos que ya habían terminado y se habían ido cerrando todo), le busco algunas cosas de comer y un buen trozo del chorizo ibérico que me habían regalado.

 

 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de febrero («Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso», Lc 6, 36), la de enero («Permaneced en mi amor: daréis mucho fruto», cf. Jn 15, 5-9) y la de diciembre («El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién he de temer?», Sal 27, 1):

 

1.-        “la PdV de este mes me parece especialmente importante: debe ser la base en la vida de cualquier persona, y especialmente de los cristianos. 

En el día a día es fácil meter la pata y más con quien tienes más cerca, que es además lo que más quieres, la familia. Y estos errores suelen ser recíprocos. Yo siempre pido perdón: es importante intentar "ser primero en amar", y es más,  aunque reciba yo la mala contestación, procuro no tenerla en cuenta. Es fundamental en la convivencia. Hay que perdonar y reconciliarse siempre, además, es lo que todos buscamos cuando pecamos: a través del arrepentimiento sincero en la confesión, Dios nos perdone.

 

2.-        “nos acabamos de mudar a la casa nueva: mucha paliza, pero con mucha ilusión, y estamos teniendo un montón de ocasiones para ofrecer. Por cierto, me ha encantado esta parte del comentario de la PdV (que todos deberíamos poner en práctica): Aunque parezca difícil y atrevido, preguntémonos delante de cada prójimo: ¿cómo se comportaría su madre con él? Es un pensamiento que nos ayudará a entender y a vivir según el corazón de Dios».  

 

3.-  experiencia de la nueva Presidenta a nivel mundial del movimiento de los Focolares:

     En junio de 1967, hace cincuenta años, los israelitas ocuparon los territorios palestinos. Desde ese día ha sido una continua cadena de choques violentos y de muerte. Muchos, a pesar de todo, siguen construyendo un futuro de paz. Entre ellos Margaret Karram, que fue miembro de la Comisión episcopal para el diálogo interreligioso en la Asamblea de Obispos Católicos de Tierra Santa y colaboradora con la dirección del Interreligious Coordinating Council en Israel (ICCI). Desde el 2014 trabaja en el Centro internacional del Movimiento de los Focolares (Italia).

Margaret K.: «Nací en Haifa, una ciudad de Galilea; mi tierra desde siempre ha sido una tierra de conflictos, de guerras, bajo la dominación de pueblos diferentes. Nuestra casa se encontraba en el Monte Carmelo, en el barrio judío. Éramos la única familia árabe cristiana, de origen palestino. Recuerdo que siendo pequeña, tenía seis años, unos niños empezaron a ofenderme pesadamente diciéndome que era árabe y no podía estar en ese barrio. Corrí llorando donde mi mamá, preguntándole el porqué de esa situación. Como única respuesta, mi madre me pidió que invitara a esos niños a casa. Había preparado pan árabe y se los dio pidiéndoles que lo llevaran a sus familias. De ese pequeño gesto nacieron los primeros contactos con los vecinos judíos que quisieron conocer a la mujer que había tenido ese gesto. Este hecho me enseñó que un pequeño acto de amor hacia el prójimo hace superar montañas de odio».

 

3b.-  La historia de Margaret prosigue con el relato de recuerdos y acontecimientos que dan testimonio de cuántas dificultades ha tenido que afrontar. Árabe, cristiana-católica, Margaret es ciudadana israelí. Muchos de sus familiares, como tantos cristianos, tuvieron que escapar al Líbano durante los años de la guerra. Por lo que no pudo conocer a gran parte de su familia, porque su papá quiso quedarse con los abuelos. En ella fue creciendo el deseo de construir puentes de fraternidad.

«Desde pequeña soñaba la paz. A menudo iba a los barrios árabes de Jerusalén, a Belén o a otros territorios palestinos. Si hablaba árabe –que es mi primera lengua– las personas reconocían en mi acento que provenía de Galilea, que se encuentra en territorio israelí. Viceversa, si hablaba en hebreo, me hacían notar que mi acento era distinto al de ellos. Esto me creó un sentido de pérdida de mi identidad: no era ni palestina ni israelí… Cuando tenía 15 años encontré el Movimiento de los Focolares y la espiritualidad de Chiara Lubich que me dio alas para volar. Sentí que no tenía que cambiar a las personas, sino cambiar yo, mi corazón. Volví a creer que el otro es un don para mí y que puedo ser un don para el otro.

Viviendo en Jerusalén a menudo tenía la tentación de desanimarme, especialmente durante la Intifada. Vivimos momentos muy duros en la ciudad: a menudo había atentados en lugares públicos, también en los autobuses que yo usaba todos los días para ir al trabajo. Tenía miedo. Fui adelante gracias al sostén de la comunidad con la que compartía la espiritualidad del Focolar. Finalmente encontré mi verdadera identidad: la de ser cristiana, católica, testigo de la esperanza. Fue una etapa importante en mi vida, que me liberó del temor y de la incertidumbre. Podía amar a todos, árabes e israelitas, respetando su historia y hacer todo lo posible para crear espacios de diálogo, para construir puentes, confianza, asistiendo a pequeños milagros, viendo a judíos y musulmanes cambiar de actitud y tratar de trabajar juntos por la paz».

Existen muchas iniciativas. Muchas organizaciones trabajan por la paz a través del arte, de la educación, de la acción social. Muchas personas como Margaret tratan de encender pequeñas luces, que pueden iluminar la oscuridad y hacer entrever espirales del cielo.

3c.-  En junio del 2014 fue invitada a formar parte de la delegación cristiana en la oración de “invocación de la paz”, junto al Papa Francisco, al Patriarca Bartolomé I, Shimón Péres, entonces Presidente de Israel y a Abu Mazen, Presidente palestino.

«Poco después de este encuentro estalló la guerra en la Franja de Gaza. Parecía que había sido vano el intento del Papa de reunir a los dos Jefes de Estado para trabajar por la paz entre los dos pueblos. Pero fue un momento histórico, una etapa importante. Percibí la potencia de la oración y entendí que el corazón de los hombres sólo Dios lo puede cambiar. Tenemos que seguir invocando la paz a Dios. Como los olivos que sembramos ese día, espero que la paz eche raíces y se puedan ver los frutos».

 

4.-        “Hoy mi día ha transcurrido en el amor, al menos en momentos presentes vividos conscientemente en lo que tocaba hacer: en su voluntad... 

            Y después ha habido momentos donde  me molestaban las quejas de mi hermana... Pero he buscado un rato a solas con Jesús. Allí, frente al sagrario... Y al leer la Palabra de Vida que nos dice: "Permaneced en mi amor"... ¿Cómo? Y seguía leyendo: “

... Estrechando nuestra  relación personal con Jesús. 

... Encomendándole nuestra vida. 

... Y creyendo en su Misericordia. 

Y después al leer esas bonitas palabras de Chiara las he hecho mías para permanecer en el amor del Señor... 

            Y puedo decir que el día ha transcurrido en el Amor.

Y, ¡sí! con el corazón lleno de Jesús abandonado cuando:

-He callado ante las quejas de mi otra hermana. 

-He ayudado a mi madre levantándome enseguida cuando me llamaba. 

-He acudido a sentarme delante de Jesús para estar cerca como María en Betania se sentaba a escuchar su Palabra. 

-He optado por seguir... 

-He tenido hoy el detalle de "colocar" una manta en la cama de mi hermana, en lugar de dejarla doblada sobre la cama. 

¡Es bonito permanecer en su Amor! 

            Es bonito dejar que el día transcurra en el amor. 

Es bonito tener el corazón lleno de Jesús abandonado: de las quejas de mi hermana ante esta situación social, de las quejas de mi otra hermana, de los requerimientos de mi madre, de lo que no me agrada de personas de mi parroquia, de lo que tengo que cambiar en mi corazón... 

            Y en todo ello, está Jesús aguardando el amor...

             Y surge en el fondo de lo alma un deseo grande de amar a cada persona y a cada situación diciendo: "Por Ti, Jesús".

 

 

 

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