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viernes, 21 de diciembre de 2012

DESALOJADO DE SU PROPIA FIESTA

¡Han desahuciado a Jesús!

Lee completa esta meditación de Chiara Lubich:


"...vino a los suyos y no lo recibieron…
 No había lugar para Él en la posada. Ni siquiera en Navidad..."


      Ante ello, todos los años en los días previos a la Navidad, muchos niños desarrollan la campaña: ¿quiere llevarse a Jesús a casa? (puedes "pinchar" este enlace para conocer la iniciativa).

miércoles, 19 de diciembre de 2012

DAR HOSPITALIDAD A CRISTO QUE RENACE EN CADA CORAZÓN
Para los antiguos Cristo quería decir rey. Pero Cristo fue un rey fuera del esquema reconocido: porque nació en un establo... Mientras que los otros soberanos provenientes de lo alto, bajaban de los tronos para dominar, Él venía de lo bajo, del último estrato, para servir: debajo de todos, para ser siervo universal. Y en este servicio consistió su soberanía.
Todo es sencillo y encantador, como un idilio, en este nacimiento de un niño en el corazón de una noche ventosa –en el corazón de la noche de los tiempos-: un niño enviado para salvarnos. De quien el mundo tenía necesidad para ser salvado. Estaba lleno de mal, tomado por una enfermedad, una fiebre que estaba deshaciendo a la humanidad. Y Jesús trajo la salud, y restableció la vida, y derrotó a la muerte.
Cuando apareció el Salvador, una gran luz aclaró la noche. Permanece la noche, pero permanece también la luz; y en el cristianismo es siempre Navidad. No se cede a la muerte: se recomienza siempre. Y Navidad trae, entre lágrimas, la alegría, incluso hoy. Dios baja entre nosotros, nosotros subimos a Dios; Él se humaniza y nosotros nos divinizamos; el punto de encuentro es el corazón de Él.
A partir de su nacimiento, nace un nuevo pueblo. Como le anunció en ángel a los pastores asombrados: “No temáis; os anuncio una gran alegría para todo el pueblo”. Para todo el pueblo, alegría: sin excluir a nadie, de ninguna clase o raza o lengua o color; porque donde tienen lugar las discriminaciones, allí incide la muerte.
La Iglesia existe por Cristo; porque Cristo, así como nació para todos una noche en Belén, ha de renacer cada día para cada uno; y nos pide que no lo rechacemos, que abramos el corazón para hospedarlo: aunque sea escuálido como un establo. Se encargará Él de transformarlo en un templo repleto de ángeles.

IGINO GIORDANI, Dar hospitalidad a Cristo que renace en cada corazón,
en “Il Quotidiano” 24 diciembre 1944.



[ N.B.: este texto es de un político y periodista. ¡También hay políticos santos, (por lo menos en Italia)! Mira este documental de 2 minutos sobre él: http://www.youtube.com/watch?v=LfS7rwxvc-o&feature=share  ]