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jueves, 16 de noviembre de 2023

SER LUZ, DAR LUZ

 VIDA DE LA PALABRA                     primeras semanas de NOVIEMBRE

 

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de noviembre («Pues todos sois hijos de la luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas», 1 Ts 5, 5) y la de octubre («Pues lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios», Mt 22, 21):

1.-        Ayer tarde iba yo al cajero y, como siempre aunque casi ninguno contesta, iba saludando con un “buenas tardes” a todo el mundo; algunos, sí, me han mirado extrañados. Sí saludó, (con cara de sorpresa), un hombre alto, relativamente bien vestido, que llevaba una litrona y una bolsa de patatas: pensé que venía de la compra.

            Cuando me doy la vuelta del cajero… está allí plantado mirándome. Casi me asusté. Y, de pronto, me pregunta: “¿es usted Paco-Tomás Tomás?”. “Sí”. “¡Le he reconocido por la voz!: escucho Radio María”. [Los jueves tengo el programa de 4 minutos “Una luz en tu vida”].

Me acerco y empiezo a caminar a su lado: no vive aquí, pero viene de vez en cuando a visitar a un tío: “¿por qué me ha saludado?: ¿porque llevo esto en la mano?” y me enseña la botella. “No, habitualmente aquí saludo a todo el mundo”. Añade él: “necesito confesarme”. “Pues acércate ahí enfrente, a la parroquia, ahora o cuando quieras”. “La verdad es que tendría que prepararme: creo que es solo por atrición, no por contrición”. Vi que tenía formación cristiana. Y continúa mostrando de nuevo la litrona: “están con descuento, a muy buen precio”. No estaba él bebido. Y le propuse que se animara y se dejara ayudar por los que le quieren; y que empezara ya, en ese mismo instante: yo le pagaba lo que le quedaba de su litrona y me la llevaba y él así se libraba de ella y luego cuando terminara su visita o el día que quisiera, que viniera a confesarse. Se quedó pensando: “creo que no: ¿qué pensará la gente si le ve a usted con la litrona abierta en la mano?”. Me agradó el detalle, aunque yo estaba dispuesto. Al final llegamos al acuerdo que la dejara al lado de una papelera y nos despedimos amigablemente con un “¡hasta pronto!”.

 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de noviembre («Pues todos sois hijos de la luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas», 1 Ts 5, 5), la de octubre («Pues lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios», Mt 22, 21) y la de septiembre («Todos los días te bendeciré, alabaré tu nombre por siempre», Sal 145 [144], 2):

1.-        “EXPERIENCIA DE "DEVOLVED AL CÉSAR LO QUE ES DEL CÉSAR Y A DIOS LO QUE ES DE DIOS" (Mt.22, 21)

Hace unos días falleció mi hermana con 91 años. Ha ido debilitándose poco a poco y ha muerto en paz, diciéndome que quería ir al Cielo.

Me ha dejado un gran vacío porque era la mayor de nosotros, y como una segunda madre.

Me pregunto el porqué de esta separación, de este dolor por su ausencia, y la Palabra de Vida viene en mi ayuda: "Devolved a Dios lo que es de Dios".

Cuando fui ordenado sacerdote me postré en el suelo: era suyo, soy suyo. E igualmente he visto a mi hermana, en la celebración de las Exequias así: desfallecido su cuerpo y sobre el suelo, al pie del altar. También era de Dios. San Pablo, en la Epístola que se proclamó, nos decía: "Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; en la vida y en la muerte somos del Señor... Para eso vino Jesús al mundo, para ser Señor de vivos y muertos" (Rom14, 8ss).

Me conforta mucho esta Palabra de Vida, porque le da sentido a lo sucedido, a la separación; también a mi vida, a las horas del día, al trabajo y al descanso, a la salud, la enfermedad y los momentos de oración. Tengo paz, me encuentro bien. Te pido una oración por ella.

 

2.-        “es la quinta vez que intento escribir respondiendo a tu correo-e. con la palabra de vida de noviembre. El ordenador se va de pronto, (además de escribir en una letra muy pequeña). Lo primero que tengo que aplicar, por tanto, es la paciencia.

Antes de seguir, y esto explica quizás que esté un poco más nerviosa, es que hace varios días me dieron el resultado de una analítica: tengo el hígado graso y tengo cita con el especialista. En principio, por lo que dice la gente, tener un plan muy severo, etc. Que se une a la comida de diabética… O sea, como digo, que no tengo que ponerme a pensar qué puedo ofrecer a Dios cada día…

2b.-     La Palabra de Vida, como siempre, viene “a pedir de boca”. La de octubre me ayudó mucho. “Dad al César lo que es del César…” Me ayudaba a tratar de actuar en cada momento mirando y valorando la dignidad de la persona que tenía delante o a la que debía servir. Por ejemplo, en la comunidad, ante ciertos detalles que se habían olvidado o que pasan desapercibidos… “salir al paso haciéndolos con cariño y lo mejor posible”.

La parte de Dios me ha hecho revisar mi oración en tiempo, calidad…tratando de que mi amor a Él sea lo más importante, unido al amor al prójimo…

2c.-      En la palabra de Vida de este mes, voy viendo, concretamente, lo que me va diciendo para que vaya practicándola: “Ser hijos de la luz”, que me lleva a Ver en ello la vivencia del “momento presente”. Esto es una llamada a centrarme en lo que estoy haciendo: poner bien la mesa, fregar bien, dejar todo ordenado… aprovechar el tiempo.

Me ilusiona “ser luz” porque para mí siempre la luz natural ha sido algo que me llena y me atrae. Y, cuando pienso en la luz de Dios, se me hace más atractiva y esa luz que puedo ver en la Palabra de Dios, en la presencia y comunicación con un hermano, en el encuentro con Dios en la oración. Me viene la expresión “Tu Luz nos hace ver la luz”. Es una sed de iluminar y buscar la LUZ de Jesucristo… Viene al corazón la exigencia de vivir la Palabra…

Una llamada muy fuerte es “ser signo de la presencia de Dios”, que me exige ponerme yo en la presencia de Jesús y ver si mis actitudes responden a su querer.

 

3.-        “…la Palabra de octubre me ha ayudado a vivir mejor mi relación con Dios cumpliendo sus Mandamientos y mi relación con los gobernantes rezando más por ellos y pagando con alegría los impuestos….


 

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martes, 31 de octubre de 2023

DAD A DIOS LO QUE ES DE DIOS

VIDA DE LA PALABRA              últimas semanas de OCTUBRE

 


 

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de octubre («Pues lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios», Mt 22, 21) y la de septiembre («Todos los días te bendeciré, alabaré tu nombre por siempre», Sal 145 [144], 2):

1.-        La parroquia nos hemos ido uniendo a los diversos llamamientos para una Jornada de oración y ayuno por la paz, tanto en Tierra Santa y Ucrania, (como en los otros 21 conflictos armados enquistados desde hace años y casi olvidados totalmente en diversos lugares del planeta).

            En esas ocasiones hemos organizado desde antes del amanecer hasta entrada la noche turnos de media hora de oración ante Jesús Eucaristía en la capilla.

            Uno de esos días, bien temprano, antes de la hora “oficial” habitual de abrir el templo parroquial y el despacho, se presentó una señora marroquí pidiendo alimentos, como suele de vez en cuando. Al principio me incomodó, (a esa hora, en teoría, no tenemos ni abierto nada), pues me rompía mi horario y quehaceres matinales, pero reaccioné rápidamente, (y más siendo jornada por la paz, que incluye ayuno y penitencia), y charlé un buen rato con ella interesándome por su salud y todos sus problemas y luego le di un “vale” para canjearlo en el supermercado por alimentos frescos.

1b.-     Ese mismo día, por la tarde me acerqué a una población vecina a un acto de oración interreligiosa por la Paz: habían invitado a algunos judíos y musulmanes.

Desde junio me han encargado ser el Coordinador, (a nivel de toda esta amplia Vicaría), para el ecumenismo y del diálogo interreligioso, así que me sentía doblemente llamado, y no solo, pues, por la espiritualidad de la unidad que trato de vivir.

            Antes de empezar ese acto, saludando yo a los organizadores, llegó en ese momento un musulmán y nos reconocimos mutuamente por haber participado ambos en junio en un concierto de “las tres culturas”. Estuve charlando muy amigablemente con él y a la hora de empezar el acto, nos sentamos juntos.

            Además del discurso, muy profundo y bonito de los organizadores, (en el que, por cierto, se vislumbraban frases o discursos de Chiara Lubich), había 3 intervenciones-oración: un católico; una musulmana, que, además de textos de su tradición religiosa, incorporó la “oración simple” de S. Francisco de Asís (“hazme, Señor, instrumento de tu paz”) y un poema de Machado (“se hace camino al andar…”); y una judía.

Y después de cada intervención, una canción de algún modo relacionada con esa respectiva religión, mientras que, a la vez, quien quería se podía levantar y encender una velita para colocarla en un amplio candelero con arena.

Durante la última canción, ofrecí al musulmán si quería encender una vela e, incluso, que podíamos encender una única vela entre los dos. Fue un signo bonito.

Antes de finalizar, se nos invitó a todos a dar un abrazo de paz a quienes teníamos cerca, que impresionó mucho a todos.

            Todo el acto resultó en sí enriquecedor y sembrador de esperanzas de paz.

 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de octubre («Pues lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios», Mt 22, 21), la de septiembre («Todos los días te bendeciré, alabaré tu nombre por siempre», Sal 145 [144], 2) y la de agosto («Mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas», Mt 15, 28): 

1.-        “creo que le dedico a Dios menos tiempo del que debiera y, sin embargo, encuentro tiempo suficiente para hacer otras cosas.

He pensado en devolverle a Dios ese tiempo que le robo cuando me entretengo en cosas que no me pide.

He calculado que, de las 24 horas del día, debería darle el diezmo, dedicándole esas 2 horas y 20 ó 30 minutos; para ello he elaborado un sencillo plan de vida por el que intento cada día darle más directamente la décima parte de mi tiempo: oración, Eucaristía, rosario, lectura de la Palabra y otras lecturas espirituales.

A la noche lo reviso. La verdad es que me cuesta. Me cuesta más que dar de mis ingresos dinero a los necesitados, pero Jesús me está pidiendo ahora, particularmente, eso con su Palabra.

 

2.-        “ como sabes, estoy estudiando para una oposición y tengo el examen ya dentro de pocos días. Hoy domingo, concentrada en los estudios, vi que llegaba la hora de Misa y, ante la tentación de falta de tiempo, me acordé: “dad a Dios lo que es Dios”. Así que, fui a la parroquia a participar en la Misa.

            Por la tarde, ante el encuentro formativo para adultos en la misma parroquia, de nuevo idéntica preocupación y de nuevo quise reaccionar con la PdV del mes: me resonaba que tengo que dar a Dios lo que es de Él. Participé plenamente en la reunión.

 

3.-        “…somos enfermera, técnico de laboratorio y médico. Trabajamos en diferentes departamentos de un mismo hospital. Estamos convencidos de que el Evangelio vivido no se limita a transformar al hombre, sino que también puede renovar estructuras, barrios y lugares de trabajo. Por esta razón, casi siempre, por la mañana, antes de comenzar a trabajar, buscamos un momento para encontrarnos y compartir nuestros esfuerzos y alegrías, y recordarnos y declararnos que queremos vivir por la unidad, para que Jesús esté entre nosotros también en el trabajo. Es un descubrimiento continuo entender que podemos trasladar a nuestro ámbito laboral esta carga de amor concreto por todos, viviendo nuestra tarea profesional diariamente….

 

4.-        “…considero que, gracias a Dios, tengo un buen trabajo que está bastante bien pagado, por lo que creo que debo compartir, aunque somos familia numerosa y, además, me ocupo de mi tía.

Desde ya algunos años, una vez al mes de las que voy a hacer mi compra, le ofrezco a una vecina comprarle lo que necesite, dado que la dejó su marido después que ella padeciera un ictus y desde entonces no le van del todo bien las cosas.


 

 

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domingo, 30 de abril de 2023

SED DE DIOS

 VIDA DE LA PALABRA                    últimas semanas de ABRIL

 

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de abril («Aspirad a las cosas de arriba, no a las de la tierra», Col 3, 2) y la de marzo («Vivid como hijos de la luz; pues el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad», Ef 5, 8-9):

 

1.-          El Viernes Santo por la mañana nos descerrajaron la hucha del vestíbulo del templo parroquial.

           El caso es que unas dos horas antes yo había visto al ladrón, (ya "estuvo" aquí en febrero, después de robar en varias parroquias de los alrededores), y ahora lo reconocí, pero pensé que, como él también me vio, se marcharía, (eso hizo, sí, pero por lo visto volvió el único rato que yo salí en toda la mañana, aunque había muchas personas rezando dentro).

           "Buscad las cosas de arriba", así que no me alteré, (además, no se debió llevar mucho); incluso nos reímos con algunos a quienes les comenté; y dos señoras que colaboran con Caritas y la limpieza me decían: "¡a lo mejor lo necesita!", "¡le vendrá mejor que a nosotros!". No obstante, advertí a la policía (y a las parroquias de los pueblos alrededor) para que estuvieran atentos.

 

2.-          Estas semanas he  tenido delante varias cuestiones que no sabía yo qué aconsejar o cómo acompañar, y "aspirando a las cosas de arriba" muchos días como anillo al dedo me llegaba providencialmente el comentario al Pasapalabra diario, (= "refuerzo" a la Palabra de Vida del mes, conjugándolo con las lecturas de la Misa del día), que me hacía notar “las cosas de arriba”, la certeza de que Él obra: el pasapalabra me venía a confirmar que si yo me centro en hacer la voluntad de Dios del momento presente por amor y a rezar suficientemente, el Señor va poniendo su "bálsamo" a esas personas a las que no me viene la luz para dar un consejo. ¡Él se va ocupando discretamente! ¡¡Incluso aunque no veamos resultados, es así!!

 

3.-      Hace unos días, en mi pueblo, al acabar de dar el paseo-ejercicio matinal (en el que, además, aprovecho para ir meditando el Rosario) fui, en chandal como estaba, a un gran supermercado. En la frutería, una señora mayor (no la conozco de nada; ni ella a mí) que viene con varias cosas entre los brazos hablando sola en voz alta… y... resulta que al final parece... ¡sí, se está dirigiendo a mí! Le pregunto sorprendido: "¿cómo quiere que la ayude?". Me contesta, (con tono entre preocupado y desagradable), poco menos que: "¡eres tonto!, ¿no lo ves?". Me acuerdo de la PdV, "buscad las cosas de arriba...". Aunque llevo prisa, pacientemente le sonrío, le pregunto que si quiere las bolsitas que hay allí para la fruta aunque sean pequeñas y la ayudo a meter lo que llevaba ella entre los brazos. Y se aleja de nuevo con la retahíla que llevaba repitiendo todo el rato: "¡no sé cómo me he venido sin ninguna bolsa!". No le dije que cogiera un carrito, pues pensé que ya se iba.   

      En otra sección del supermercado de nuevo se me acerca repitiendo lo mismo. Le sonrío una vez más y le digo que puede acercarse a la salida y allí le dan bolsas. Se marcha poco convencida y al rato vuelve y me dice: "¡ya tengo esta bolsa grande!". "¿La ayudo a meter su compra ahí?". Y en un tono ya menos belicoso: "¡¡¡Pues, claro!!!". Y cuando se aleja, dice por fin contenta: "¡Gracias! Tú también tendrás madre", como disculpándose. Me alegré de haberle sonreído todas las veces.

 

3.-      En la chocolatada y juegos populares para los niños proponen a los adultos participar en una carrera de sacos. Dudo, porque es algo que de niño o joven hubiera querido, y nunca he hecho: “¿y si haces el ridículo?; ¿si te caes y te manchas, ¡o te rompes un hueso!?”. Valoro, creo que con cuidado no es una imprudencia; es más: quizá el “aspirad a las cosas de arriba” esta vez significa “hacerme uno” con la fiesta popular y ser como un niño.

               Ganó el alcalde (casi 20 años más joven que yo) y por mucho, y yo el segundo, delante de los concejales. Lo bonito es que ello a lo largo de la mañana fue dando pie para hablar con unos y con otros, (no conocía yo a casi nadie).

               Con 2 matrimonios que paseaban con sus 2 niños, (resulta que llevan pocos meses aquí; conocen a menos gente aún que yo), conversamos animadamente y nos emplazamos para ir a bendecirles sus respectivos hogares.

 

 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de abril («Aspirad a las cosas de arriba, no a las de la tierra», Col 3, 2) y la de marzo («Vivid como hijos de la luz; pues el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad», Ef 5, 8-9):

 

1.-        estas palabras las intento poner a práctica todos los días: por mi profesión hay ocasiones que te gustaría decir y  hacer cosas, cuando nos tratan con desprecio aquellas personas que se creen estar por encima de todo y estás intentando proteger su vida. En ese momento me intento poner en su situación con más cariño y empatía y te das cuenta que son el miedo y la angustia los que les hacen reaccionar así, (con todos los “palos” que te ha dado sin haberte conocido previamente), y termina con un apretón de manos y un “gracias”, que en muchas ocasiones he visto que con otros compañeros, en cambio, termina en conflicto.

 

2.-        me estaba acordando de ti y de mi promesa de ayer... Recordando la Palabra de Vida, que me lleva a pensar en el Paraíso, (“aspirad a las cosas de arriba…”), intento " vivir bien el momento presente". Yo lo interpreto como tratar de ser muy fiel al amor porque en cada cosa que hago pongo mucho amor... y éste crece cuando aumentan los actos que "envío hacia arriba" como Chiara enseñaba a los Gen 4. Supone, por tanto, una dinámica que nunca acaba y que siempre te empuja a más...

"Buscad las cosas de arriba"... ¿No es allí donde miramos y enviamos nuestros actos cuando amamos... ahora, luego, después...? Este es mi compromiso, que deseo acrecentar y que trato de compartir con otros... Así el universo se verá sembrado de globos de muchos tamaños y colores.

 

3.-        me he acordado de tus anécdotas y es que pensando en la vitrina con muñequitos que quiero hacer para las comuniones, (similar a las que he ido haciendo con escenas bíblicas y la historia sagrada), se me ha ocurrido añadir unos banquitos de madera y se lo he comentado a mi hermana, profe en un cole de formación profesional, por si los de la sección de madera me podían echar una mano y les ha encantado la idea. Así que, ahí está una persona que no conozco de nada colaborando con una idea catequética que he tenido.

De igual forma la profe de obra civil también me ha dado unos azulejos que he usado de altar. Los que simulan el suelo de la iglesia los he traído de Cantabria, dados por una amiga.

La cruz  me lo dio hace unos años un sacerdote, así como la estampa de fondo de San José que la he sacado de un recordatorio que me dio.

Para esa misma pequeña vitrina, la vela, el cáliz y las flores son de los Playmobil que me han dado los niños

Quería poner un marco donde cada semana escribiré los nombres de los niños que reciban su primera comunión y a ello se ha ofrecido una catequista que escribe muy bien.

Pienso en todo ello y la verdad es que me emociono porque tengo la sensación de tener delante de mí un sueño hecho realidad: siempre quise hacer algo creativo  donde dar la oportunidad a los demás de participar con lo que supieran hacer o aportar y sin habérmelo propuesto, delante de mí lo tengo.

 

 

 

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sábado, 15 de abril de 2023

BUSCAD A DIOS Y SUS COSAS

VIDA DE LA PALABRA                                      primeras semanas ABRIL 


 

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de abril («Aspirad a las cosas de arriba, no a las de la tierra», Col 3, 2) y de marzo («Vivid como hijos de la luz; pues el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad», Ef 5, 8-9):

 

1.-      En la Semana I de Pascua, como todos los años, hemos tenido un pequeño encuentro-convivencia-descanso-formación-espiritualidad-fraternidad un grupito de sacerdotes. Este año hemos sido 30 en el Centro Mariápolis y realmente de nuevo se percibía la presencia del Resucitado allí “donde dos o más unidos…” , que ha sido nuestro Maestro y nuestro descanso.

A ello contribuyeron mil pequeños detalles de cada uno hacia todos.

Os cuento solo uno de los míos, pequeño: el segundo día llegarían 2 filipinos a primera hora de la tarde; otro sacerdote me sugirió que podría venirme a la parroquia a descansar un poquito la siesta y, si llegaban sobre esa hora, después los recogía yo a ellos en la estación de cercanías de Las Matas. Me pareció buena idea, en vez de quedarme allí dormitando en un sillón.

Acabada la siesta, antes de volver al Centro, miré el whatsapp a ver si me ponía ese sacerdote, (que estaba en contacto con los que viajaban), a qué hora llegaban. Como no me decía nada, me fui al Centro, pues no quería perderme la siguiente charla. Y justo en el momento de llegar allí, me ve y me dice: “te acabo de escribir para que recogieras a los filipinos”. Mi manos libres del coche no puede recibir ni leer whatsapp. Por un instante, me fastidió: “precisamente para evitar esto he mirado el whatsapp antes de arrancar el coche; si no he tenido ninguna llamada al móvil; y ahora justo que acabo de llegar, tengo que volver de nuevo al sitio de donde acabo de venir, (son pocos minutos, y poca gasolina; pero…); me voy a perder el principio de la conferencia”. Aparté todos esos pensamientos, (“buscad las cosas de arriba…”, dice la PdV), y fuimos ambos en mi coche alegre y serenamente a buscarlos en la estación; y a hacerles una acogida cálida, (aunque yo era la primera vez que los veía), y entrarles las maletas.

 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de abril («Aspirad a las cosas de arriba, no a las de la tierra», Col 3, 2), la de marzo («Vivid como hijos de la luz; pues el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad», Ef 5, 8-9) y la de febrero («Tú eres el Dios que me ve», cf. Gn 16, 13):

1.-        “ el otro día, llevando en el coche a mis hijos al colegio, que está en otro pueblo, vemos que una señora va corriendo como desencajada hacia el autobús y este se le marcha sin esperarla. Me pongo en su lugar y, a la vez, recordando que somos hijos de la luz”, le digo a los niños: “chicos, estrechaos, que vamos a recoger a esa señora; aunque no la conocemos de nada seguramente va al pueblo por donde tenemos que pasar”. Teníamos cuatro coches por delante y, cuando llegamos, así hicimos. Ella no cabía en sí de sorpresa y agradecimiento.

 

2.-        “ a punto de coger el AVE con una amiga, vemos que una señora muy alterada nos pide ayuda: tiene que tomar también un tren, pero ha dejado su móvil en el coche que la ha traído. Aunque voy con prisa, le aseguro que esos 10 minutos que nos quedan, intentaremos ayudarla. Llamamos con mi móvil a la empresa de transporte para que localizaran el vehículo, pero nadie contesta. En ese momento se da cuenta que ¡también ha olvidado su cartera con toda su documentación! La desesperación es ya total. Empezamos entonces a llamar con mi móvil al de ella, a ver si el conductor que la transporta a ella una de esas veces se diera cuenta y, al ver el mismo número muchas veces, nos contestara.

Yo me tengo que despedir, pues subo a mi AVE y ella dentro de un rato al suyo, pero se me ocurre que me diga su correo-e. para intentar comunicarnos por ordenador si por casualidad el conductor del vehículo me llamara. En ocasiones similares, como es muy temprano, yo aprovecho las horas de viaje para dormir, pero esta vez me dedico a llamar de vez en cuando al teléfono de la señora, hasta que al final, ¡por fin!, lo coge el conductor. Pero no sabemos bien qué ni cómo hacer.

Le escribo a ella un correo-e.: el conductor se ofrecía a llevar la cartera al edificio donde la recogió a ella, pero después de media hora ella todavía no me contestaba.

El conductor me vuelve a llamar varias veces, la última diciendo que, además de toda la documentación, en la cartera hay diferentes llaves; él acaba ya su horario de trabajo y tiene que dejar el coche; se ofrece a llevar todo a la dirección donde la recogió y preguntar si allí hay un portero al que él le pudiera dejar todo. Yo se lo escribo por correo-e. a la señora, pero tampoco contestó nunca.

Horas después me llamó el conductor para decirme que si había una portería, donde depositó todo y el portero avisó la señora, y ya estaba al tanto, (aunque ella nunca me llamó para decirlo).

 

3.-        “comparto estos pequeños gestos de presencia de amor de Dios en mi día a día...

"Tú eres el Dios que me ve..."

Hoy cuando he llegado a casa, al entrar en mi habitación, me he acercado a la mesilla y he cogido la foto de mi madre y la he dado, como siempre, un beso...: "Cuánto te echo de menos mamá... ¡¡Cuánto amor nos hemos dado!!... Tú a mí y yo a ti..."

Y eso me ha calmado el alma... Ese "cuánto amor nos hemos dado... ", me ayuda a seguir.

Hoy he dado mucho amor...:

He ido, de nuevo a ver a mi tía y madrina a la residencia de mayores.

Y voy con la intención de darle besos y cantar a su lado canciones populares y canciones de la iglesia... Y rezando un poquito con ella... Aunque no habla, yo sé que escucha y quizás comprenda y entienda... Las oraciones y la música, al ser conocidas, la harán conectar con el mundo... A los besos que le doy a veces responde con una carita con agrado...

            Le digo cosas: "qué bonita estás, estás preciosa... Qué guapa... Te queremos mucho...". Y la lleno de besitos su linda mejilla. A veces me mira... Se está apagando poco a poco. Beso a Jesús en ella... Y le doy todo el amor que puedo...

Verdaderamente este es un valle de lágrimas. Menos mal que tenemos a la Virgen María, que nos cuida y nos acerca a Jesús... "Mientras recorres la vida, tú nunca sola estás, contigo por el camino, Santa María va... ¡Ven con nosotros a caminar, Santa María ven...!".

            Entró una auxiliar en la habitación el otro día un poco asombrada y dijo:

"Pensaba que era ella quien cantaba...".

He escrito a mis hermanos para contarles cómo estaba nuestra tía. Y han agradecido la información y se han preocupado…

Recuerdo a Madre Teresa que decía: "¿Y ahora qué vas a hacer con todo el amor que te sobra?"

“Eres el Dios que me ve...” Y el Dios a quien amo y a quien encuentro en lo bello y en lo feo... En lo que no me gusta de algunas personas... Ahí me estas esperando... Esperas ahí mi amor también... Y quiero dártelo a raudales... ¡Jesús, confío en Ti!.

 

 

 

 

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martes, 14 de febrero de 2023

DIOS ME MIRA CON TERNURA A CADA INSTANTE

VIDA DE LA PALABRA                             primeras semanas de FEBRERO


  

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de febrero («Tú eres el Dios que me ve», cf. Gn 16, 13) y la de enero («Aprended a hacer el bien, buscad la justicia», Is 1, 17):

1.-        Me han encargado grabar unas charlas cuaresmales para Radio María (que emitirá desde el lunes 27 todos los días a las 10:30 a.m.). Ya me costaba el programa semanal de 4 minutos los jueves, por lo que pensé que quizá me iba a bloquear: no sé hablar sin ver a nadie, encerrado en un estudio. Necesito mirar a los ojos a los que me escuchan e ir adaptando el modo de transmitir el mensaje según como capto que ellos lo van asimilando o no, tratando de “hacerme uno” con ellos. Esa reciprocidad de amor (yo hablar por amor y ellos escuchar por amor), hace posible el “donde dos o más…”, que permite, en definitiva que sea Jesús quien llegue a los corazones, más allá de lo que yo hable o enseñe. Pero fiado en la PdV, ¡Dios sí que me ve y con amor!, y que en Él todo pasado y futuro, es siempre un eterno presente, van saliendo adelante esas charlas cuaresmales ¡e incluso me encuentro a gusto!

 

 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de febrero («Tú eres el Dios que me ve», cf. Gn 16, 13), la de enero («Aprended a hacer el bien, buscad la justicia», Is 1, 17) y la de diciembre («Confiad en el Señor por siempre jamás, porque en el Señor tenéis una Roca eterna», Is 26, 4):

1.-        “Gracias, Paco!!! Hoy la Palabra de Vida me ayuda en un día complicado. Sé que siempre lo que nos manda Dios es para bien y así lo acepto, y rezo agradecida por todo: lo bueno y lo no tan bueno.

Pero hay momentos en los que resulta complicado adivinar los pensamientos del Señor para cada uno de nosotros y cuando ves a uno de tus hijos sufrir tanto y desde tan pequeño por la maldad de los hombres resulta muy duro…: el niño “acosador” vuelve ya al colegio. Rezo por él, de verdad, para que encuentre su camino y La Paz. Pero su vuelta ha alterado terriblemente a mi hijo: ha estado más de 45 minutos con un ataque de ansiedad tirado en el suelo, sin parar de llorar y sin consuelo. No ha querido tomarse el tranquilizante que me mandó el médico en estas ocasiones. He rezado para que se le pasara, para que todo tenga sentido, y para que aceptemos lo que tenga que pasar.

Mi marido está en el extranjero hasta el sábado y yo no me encuentro bien. Ayer me tuvo que acostar mi hija porque tenía muchos dolores con mi cáncer: no he dormido casi nada, como de costumbre, y estoy cansada. Pero a pesar de eso, cuando ha pasado lo de mi hijo sabía que no estaba sola, que Él me acompañaba. 

No todo es malo, estoy muy contenta del cambio en mi hija: por fin vuelve al rebaño… 

Muchas gracias, Paco!!! En cuanto pueda voy a verte y hablamos… y aunque sea así, a ti también te siento próximo, mi hermano.

 

2.-        “la palabra de vida de enero nos animaba a buscar la justicia divina. Desde hace más de un año, un proveedor de nuestra empresa tiene facturas pendientes. Estas facturas no se le pagan porque tienen un problema bastante importante en los albaranes recepcionados en nuestro sistema y no cuadran las cantidades entregadas con los albaranes con respecto a lo realmente entregado, y por tanto, las facturas tampoco resultan correctas. 

            El problema debería resolverse con el proveedor de una parte, y de nuestra parte deberían colaborar almacén, aprovisionamiento, compras, contabilidad y planificación. Total: demasiada gente involucrada, sin un responsable único que resolviera... Se estaba enquistando desde hace más de un año y todo el mundo miraba para otro lado... Resultado: el proveedor seguía sin poder cobrar unos trabajos que sí había realizado.

Tras meditar la PdV, vi claro que la justicia se escondía tras el rostro del proveedor. Tomé el toro por los cuernos y comencé a desenmarañar el lío con el proveedor: horas y días me ha llevado aclarar todas las entregas, todos los albaranes y casar todas las facturas... pero ¡finalmente, llegamos al fondo de la cuestión!

Escribí un resumen indicando a todos los involucrados las acciones exactas que tenía que hacer cada uno de ellos para poder saldar los pagos debidos al proveedor. Así, un tema atascado durante más de un año, se ha resuelto en una semana de trabajo.

            Lo mejor de todo, no es solo la gratitud del proveedor por el trabajo realizado, sino que el resto de mis compañeros (que también estaban agobiados por la situación) lo han agradecido e incluso alguno de ellos me dijo: "la resolución de este problema me ha hecho muy feliz".

            Aquí hemos encontrado la justicia divina y la satisfacción que provoca en todos los que la descubren. Ciertamente, hay que trabajarla, pero la recompensa obtenida es muy superior al esfuerzo realizado.

 

3.-        “muchas gracias por tu email con la palabra de vida. Gracias a Dios he tenido momento de leerlo justo ahora, en el mismo día que lo envías, porque muchas veces no logro hacerlo muy a mi pesar en ese primer momento, porque estos emails son como oro espiritual y creo que hacen realmente mucho bien.

Como en otras ocasiones me he sentido muy identificada y emocionada con lo que leo: «Tú eres el Dios que me ve» «No es un Dios ausente, lejano, indiferente a lasuerte de la humanidad, como tampoco a la suerte de cada uno de nosotros. Así lo experimentamos muchas veces. […] Él está aquí conmigo, lo sabe todo de mí y comparte cada pensamiento, alegría o deseo mío, lleva conmigo cada preocupación y cada prueba de mi vida».

Mi marido y yo lo decimos ahora muchas veces, cuando compartimos nuestra situación personal con otros, (la enfermedad tan grave de mi marido, con 7 hijos y varios pequeños, y ahora, además, este mes él se queda sin trabajo), mucha gente se asusta y se angustia, pero nosotros nos sentimos felices, porque tenemos la seguridad de que Dios está con nosotros, somos unos privilegiados porque si no estuviéramos viviendo todo esto, no sentiríamos Su presencia tan cercana.

Como dicen las palabras del email que acabas de enviar: Él está con nosotros, lo sabe todo de nosotros, comparte nuestros pensamientos, alegrías y deseos, lleva con nosotros nuestras preocupaciones y cada prueba de nuestras vidas. ¿Y esto no es lo mejor que nos puede pasar en esta vida?.

 

4.-        “estuve en los ejercicios de noviembre pasado en el Centro Mariápolis. Te escribo para decirte que en aquellos días pedí en unidad en el grupo para que se solucionara un problema entre mi hermano y yo.

Hoy es el cumpleaños de mi madre y después de meses, nos hemos vuelto a ver y a juntarnos. Pensaba que iba a ser difícil, pero hemos estado como si no hubiera pasado nada.

Gracias por las oraciones que en su momento pedí y que el grupo se unió para rezar.

 

5.-        “"Tú eres el Dios que me ve": es una frase que reaviva una certeza y nos conforta pues nunca estamos solos; Dios está ahí y nos ama, incluso cuando buscamos huir de alguna situación dura y dolorosa, pero hemos de estar seguros de que Dios nos ama inmensamente y nos ayuda a empezar siempre de nuevo. 

Estas no son palabras: para mí está siendo una realidad que Jesús me empuja a tratar de vivir en cada momento, es como un muelle interior que salta cuando me despisto por un instante y me coloca en lo esencial. El 30 de diciembre me hicieron un tac por unas molestias nuevas que tenía y la consulta me la dieron para el 27 de enero: tenía que vivir con la duda durante este mes de espera y me parecía un mundo... Imposible estar todo ese tiempo en calma y viviendo volcada en los demás y no en mí. Cierto: estaba preocupada, pues esas molestias podían ser una metástasis nueva, etc.

He logrado que este mes transcurriera con gran paz sabiendo que estoy en las manos de Dios y que Él me ama; cierto que han surgido momentos nada fáciles donde la duda se imponía, pero Jesús me ha dado la posibilidad de volver a empezar y así lo he hecho cada vez.

Llegó el momento de la consulta y afortunadamente no hay nada nuevo. He dado gracias a Dios por este regalo y por haberme ayudado a aprovechar el tiempo y poder vivir bien el momento presente.

 

5.-        “Las bienaventuranzas no son palabras de consuelo, sino que tienen el poder de cambiar el corazón, crean una nueva humanidad. Es necesario tener misericordia también con nosotros mismos, reconocernos necesitados de ese amor inmenso que Dios tiene para cada uno de nosotros... Meditando estas palabras me parecían tan nuevas como para descubrir matices desconocidos en el amor de Dios hacia nosotros y que tienen que suscitar la reciprocidad.

En estos días he tenido una pequeña ocasión de poner en práctica esta palabra: hablando con una amiga se expresó con una frase poco oportuna que me hirió, no la sentí fruto del amor recíproco, pero enseguida como un resorte interior saltó la palabra 'misericordia', ¡tengo que ser la primera en perdonar! Así la unidad no se rompe, sino que crece.

 

 

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