sábado, 15 de abril de 2023

BUSCAD A DIOS Y SUS COSAS

VIDA DE LA PALABRA                                      primeras semanas ABRIL 


 

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de abril («Aspirad a las cosas de arriba, no a las de la tierra», Col 3, 2) y de marzo («Vivid como hijos de la luz; pues el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad», Ef 5, 8-9):

 

1.-      En la Semana I de Pascua, como todos los años, hemos tenido un pequeño encuentro-convivencia-descanso-formación-espiritualidad-fraternidad un grupito de sacerdotes. Este año hemos sido 30 en el Centro Mariápolis y realmente de nuevo se percibía la presencia del Resucitado allí “donde dos o más unidos…” , que ha sido nuestro Maestro y nuestro descanso.

A ello contribuyeron mil pequeños detalles de cada uno hacia todos.

Os cuento solo uno de los míos, pequeño: el segundo día llegarían 2 filipinos a primera hora de la tarde; otro sacerdote me sugirió que podría venirme a la parroquia a descansar un poquito la siesta y, si llegaban sobre esa hora, después los recogía yo a ellos en la estación de cercanías de Las Matas. Me pareció buena idea, en vez de quedarme allí dormitando en un sillón.

Acabada la siesta, antes de volver al Centro, miré el whatsapp a ver si me ponía ese sacerdote, (que estaba en contacto con los que viajaban), a qué hora llegaban. Como no me decía nada, me fui al Centro, pues no quería perderme la siguiente charla. Y justo en el momento de llegar allí, me ve y me dice: “te acabo de escribir para que recogieras a los filipinos”. Mi manos libres del coche no puede recibir ni leer whatsapp. Por un instante, me fastidió: “precisamente para evitar esto he mirado el whatsapp antes de arrancar el coche; si no he tenido ninguna llamada al móvil; y ahora justo que acabo de llegar, tengo que volver de nuevo al sitio de donde acabo de venir, (son pocos minutos, y poca gasolina; pero…); me voy a perder el principio de la conferencia”. Aparté todos esos pensamientos, (“buscad las cosas de arriba…”, dice la PdV), y fuimos ambos en mi coche alegre y serenamente a buscarlos en la estación; y a hacerles una acogida cálida, (aunque yo era la primera vez que los veía), y entrarles las maletas.

 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de abril («Aspirad a las cosas de arriba, no a las de la tierra», Col 3, 2), la de marzo («Vivid como hijos de la luz; pues el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad», Ef 5, 8-9) y la de febrero («Tú eres el Dios que me ve», cf. Gn 16, 13):

1.-        “ el otro día, llevando en el coche a mis hijos al colegio, que está en otro pueblo, vemos que una señora va corriendo como desencajada hacia el autobús y este se le marcha sin esperarla. Me pongo en su lugar y, a la vez, recordando que somos hijos de la luz”, le digo a los niños: “chicos, estrechaos, que vamos a recoger a esa señora; aunque no la conocemos de nada seguramente va al pueblo por donde tenemos que pasar”. Teníamos cuatro coches por delante y, cuando llegamos, así hicimos. Ella no cabía en sí de sorpresa y agradecimiento.

 

2.-        “ a punto de coger el AVE con una amiga, vemos que una señora muy alterada nos pide ayuda: tiene que tomar también un tren, pero ha dejado su móvil en el coche que la ha traído. Aunque voy con prisa, le aseguro que esos 10 minutos que nos quedan, intentaremos ayudarla. Llamamos con mi móvil a la empresa de transporte para que localizaran el vehículo, pero nadie contesta. En ese momento se da cuenta que ¡también ha olvidado su cartera con toda su documentación! La desesperación es ya total. Empezamos entonces a llamar con mi móvil al de ella, a ver si el conductor que la transporta a ella una de esas veces se diera cuenta y, al ver el mismo número muchas veces, nos contestara.

Yo me tengo que despedir, pues subo a mi AVE y ella dentro de un rato al suyo, pero se me ocurre que me diga su correo-e. para intentar comunicarnos por ordenador si por casualidad el conductor del vehículo me llamara. En ocasiones similares, como es muy temprano, yo aprovecho las horas de viaje para dormir, pero esta vez me dedico a llamar de vez en cuando al teléfono de la señora, hasta que al final, ¡por fin!, lo coge el conductor. Pero no sabemos bien qué ni cómo hacer.

Le escribo a ella un correo-e.: el conductor se ofrecía a llevar la cartera al edificio donde la recogió a ella, pero después de media hora ella todavía no me contestaba.

El conductor me vuelve a llamar varias veces, la última diciendo que, además de toda la documentación, en la cartera hay diferentes llaves; él acaba ya su horario de trabajo y tiene que dejar el coche; se ofrece a llevar todo a la dirección donde la recogió y preguntar si allí hay un portero al que él le pudiera dejar todo. Yo se lo escribo por correo-e. a la señora, pero tampoco contestó nunca.

Horas después me llamó el conductor para decirme que si había una portería, donde depositó todo y el portero avisó la señora, y ya estaba al tanto, (aunque ella nunca me llamó para decirlo).

 

3.-        “comparto estos pequeños gestos de presencia de amor de Dios en mi día a día...

"Tú eres el Dios que me ve..."

Hoy cuando he llegado a casa, al entrar en mi habitación, me he acercado a la mesilla y he cogido la foto de mi madre y la he dado, como siempre, un beso...: "Cuánto te echo de menos mamá... ¡¡Cuánto amor nos hemos dado!!... Tú a mí y yo a ti..."

Y eso me ha calmado el alma... Ese "cuánto amor nos hemos dado... ", me ayuda a seguir.

Hoy he dado mucho amor...:

He ido, de nuevo a ver a mi tía y madrina a la residencia de mayores.

Y voy con la intención de darle besos y cantar a su lado canciones populares y canciones de la iglesia... Y rezando un poquito con ella... Aunque no habla, yo sé que escucha y quizás comprenda y entienda... Las oraciones y la música, al ser conocidas, la harán conectar con el mundo... A los besos que le doy a veces responde con una carita con agrado...

            Le digo cosas: "qué bonita estás, estás preciosa... Qué guapa... Te queremos mucho...". Y la lleno de besitos su linda mejilla. A veces me mira... Se está apagando poco a poco. Beso a Jesús en ella... Y le doy todo el amor que puedo...

Verdaderamente este es un valle de lágrimas. Menos mal que tenemos a la Virgen María, que nos cuida y nos acerca a Jesús... "Mientras recorres la vida, tú nunca sola estás, contigo por el camino, Santa María va... ¡Ven con nosotros a caminar, Santa María ven...!".

            Entró una auxiliar en la habitación el otro día un poco asombrada y dijo:

"Pensaba que era ella quien cantaba...".

He escrito a mis hermanos para contarles cómo estaba nuestra tía. Y han agradecido la información y se han preocupado…

Recuerdo a Madre Teresa que decía: "¿Y ahora qué vas a hacer con todo el amor que te sobra?"

“Eres el Dios que me ve...” Y el Dios a quien amo y a quien encuentro en lo bello y en lo feo... En lo que no me gusta de algunas personas... Ahí me estas esperando... Esperas ahí mi amor también... Y quiero dártelo a raudales... ¡Jesús, confío en Ti!.

 

 

 

 

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