domingo, 30 de abril de 2023

SED DE DIOS

 VIDA DE LA PALABRA                    últimas semanas de ABRIL

 

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de abril («Aspirad a las cosas de arriba, no a las de la tierra», Col 3, 2) y la de marzo («Vivid como hijos de la luz; pues el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad», Ef 5, 8-9):

 

1.-          El Viernes Santo por la mañana nos descerrajaron la hucha del vestíbulo del templo parroquial.

           El caso es que unas dos horas antes yo había visto al ladrón, (ya "estuvo" aquí en febrero, después de robar en varias parroquias de los alrededores), y ahora lo reconocí, pero pensé que, como él también me vio, se marcharía, (eso hizo, sí, pero por lo visto volvió el único rato que yo salí en toda la mañana, aunque había muchas personas rezando dentro).

           "Buscad las cosas de arriba", así que no me alteré, (además, no se debió llevar mucho); incluso nos reímos con algunos a quienes les comenté; y dos señoras que colaboran con Caritas y la limpieza me decían: "¡a lo mejor lo necesita!", "¡le vendrá mejor que a nosotros!". No obstante, advertí a la policía (y a las parroquias de los pueblos alrededor) para que estuvieran atentos.

 

2.-          Estas semanas he  tenido delante varias cuestiones que no sabía yo qué aconsejar o cómo acompañar, y "aspirando a las cosas de arriba" muchos días como anillo al dedo me llegaba providencialmente el comentario al Pasapalabra diario, (= "refuerzo" a la Palabra de Vida del mes, conjugándolo con las lecturas de la Misa del día), que me hacía notar “las cosas de arriba”, la certeza de que Él obra: el pasapalabra me venía a confirmar que si yo me centro en hacer la voluntad de Dios del momento presente por amor y a rezar suficientemente, el Señor va poniendo su "bálsamo" a esas personas a las que no me viene la luz para dar un consejo. ¡Él se va ocupando discretamente! ¡¡Incluso aunque no veamos resultados, es así!!

 

3.-      Hace unos días, en mi pueblo, al acabar de dar el paseo-ejercicio matinal (en el que, además, aprovecho para ir meditando el Rosario) fui, en chandal como estaba, a un gran supermercado. En la frutería, una señora mayor (no la conozco de nada; ni ella a mí) que viene con varias cosas entre los brazos hablando sola en voz alta… y... resulta que al final parece... ¡sí, se está dirigiendo a mí! Le pregunto sorprendido: "¿cómo quiere que la ayude?". Me contesta, (con tono entre preocupado y desagradable), poco menos que: "¡eres tonto!, ¿no lo ves?". Me acuerdo de la PdV, "buscad las cosas de arriba...". Aunque llevo prisa, pacientemente le sonrío, le pregunto que si quiere las bolsitas que hay allí para la fruta aunque sean pequeñas y la ayudo a meter lo que llevaba ella entre los brazos. Y se aleja de nuevo con la retahíla que llevaba repitiendo todo el rato: "¡no sé cómo me he venido sin ninguna bolsa!". No le dije que cogiera un carrito, pues pensé que ya se iba.   

      En otra sección del supermercado de nuevo se me acerca repitiendo lo mismo. Le sonrío una vez más y le digo que puede acercarse a la salida y allí le dan bolsas. Se marcha poco convencida y al rato vuelve y me dice: "¡ya tengo esta bolsa grande!". "¿La ayudo a meter su compra ahí?". Y en un tono ya menos belicoso: "¡¡¡Pues, claro!!!". Y cuando se aleja, dice por fin contenta: "¡Gracias! Tú también tendrás madre", como disculpándose. Me alegré de haberle sonreído todas las veces.

 

3.-      En la chocolatada y juegos populares para los niños proponen a los adultos participar en una carrera de sacos. Dudo, porque es algo que de niño o joven hubiera querido, y nunca he hecho: “¿y si haces el ridículo?; ¿si te caes y te manchas, ¡o te rompes un hueso!?”. Valoro, creo que con cuidado no es una imprudencia; es más: quizá el “aspirad a las cosas de arriba” esta vez significa “hacerme uno” con la fiesta popular y ser como un niño.

               Ganó el alcalde (casi 20 años más joven que yo) y por mucho, y yo el segundo, delante de los concejales. Lo bonito es que ello a lo largo de la mañana fue dando pie para hablar con unos y con otros, (no conocía yo a casi nadie).

               Con 2 matrimonios que paseaban con sus 2 niños, (resulta que llevan pocos meses aquí; conocen a menos gente aún que yo), conversamos animadamente y nos emplazamos para ir a bendecirles sus respectivos hogares.

 

 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de abril («Aspirad a las cosas de arriba, no a las de la tierra», Col 3, 2) y la de marzo («Vivid como hijos de la luz; pues el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad», Ef 5, 8-9):

 

1.-        estas palabras las intento poner a práctica todos los días: por mi profesión hay ocasiones que te gustaría decir y  hacer cosas, cuando nos tratan con desprecio aquellas personas que se creen estar por encima de todo y estás intentando proteger su vida. En ese momento me intento poner en su situación con más cariño y empatía y te das cuenta que son el miedo y la angustia los que les hacen reaccionar así, (con todos los “palos” que te ha dado sin haberte conocido previamente), y termina con un apretón de manos y un “gracias”, que en muchas ocasiones he visto que con otros compañeros, en cambio, termina en conflicto.

 

2.-        me estaba acordando de ti y de mi promesa de ayer... Recordando la Palabra de Vida, que me lleva a pensar en el Paraíso, (“aspirad a las cosas de arriba…”), intento " vivir bien el momento presente". Yo lo interpreto como tratar de ser muy fiel al amor porque en cada cosa que hago pongo mucho amor... y éste crece cuando aumentan los actos que "envío hacia arriba" como Chiara enseñaba a los Gen 4. Supone, por tanto, una dinámica que nunca acaba y que siempre te empuja a más...

"Buscad las cosas de arriba"... ¿No es allí donde miramos y enviamos nuestros actos cuando amamos... ahora, luego, después...? Este es mi compromiso, que deseo acrecentar y que trato de compartir con otros... Así el universo se verá sembrado de globos de muchos tamaños y colores.

 

3.-        me he acordado de tus anécdotas y es que pensando en la vitrina con muñequitos que quiero hacer para las comuniones, (similar a las que he ido haciendo con escenas bíblicas y la historia sagrada), se me ha ocurrido añadir unos banquitos de madera y se lo he comentado a mi hermana, profe en un cole de formación profesional, por si los de la sección de madera me podían echar una mano y les ha encantado la idea. Así que, ahí está una persona que no conozco de nada colaborando con una idea catequética que he tenido.

De igual forma la profe de obra civil también me ha dado unos azulejos que he usado de altar. Los que simulan el suelo de la iglesia los he traído de Cantabria, dados por una amiga.

La cruz  me lo dio hace unos años un sacerdote, así como la estampa de fondo de San José que la he sacado de un recordatorio que me dio.

Para esa misma pequeña vitrina, la vela, el cáliz y las flores son de los Playmobil que me han dado los niños

Quería poner un marco donde cada semana escribiré los nombres de los niños que reciban su primera comunión y a ello se ha ofrecido una catequista que escribe muy bien.

Pienso en todo ello y la verdad es que me emociono porque tengo la sensación de tener delante de mí un sueño hecho realidad: siempre quise hacer algo creativo  donde dar la oportunidad a los demás de participar con lo que supieran hacer o aportar y sin habérmelo propuesto, delante de mí lo tengo.

 

 

 

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