lunes, 17 de octubre de 2022

FORTALEZA + CARIDAD + TEMPLANZA

Aquí tienes algunos textos que nos ayuden a intensificar la vida de la Palabra de octubre («Porque no nos dio el Señor a nosotros un espíritu de timidez, sino de fortaleza, de caridad y de templanza», 2 Tm 1, 7): 


HACER SENTIR LA VERDAD DE LA CERCANÍA DE DIOS

Dios nos ama, no estamos solos, hemos sido diseñados para amar y Jesucristo ha venido a este mundo porque siendo Dios no tuvo a menos hacerse hombre. Así pudo regalarnos la Buena Noticia que nos dice cómo y hasta dónde debemos amar. Por eso, tendremos que abrir nuestras puertas a todos, salir a su encuentro y hacerles sentir la verdad de la cercanía de Dios. Lo haremos, una vez más, entre todos, con todos y para todos”

 

CARD. CARLOS OSORO, A la misión: retornar a la alegría del Evangelio. Carta pastoral, p. 6

 

 

 

 

MARÍA NOS DEFIENDE

EN UN MUNDO EN CRISIS DE ORFANDAD

 

Todos los discípulos huyeron, menos Juan y algunas mujeres. A los pies de la Cruz está María, la Madre de Jesús. Todos la miraban diciendo: ‘¡Esa es la madre de este delincuente!  ¡Esa es la madre de este subversivo!’: «Y María oía estas cosas. Sufría humillaciones terribles. Oía también a los grandes, a algunos sacerdotes, a los que Ella respetaba…: ‘Si eres tan hábil y capaz, ¡baja! ¡Baja!‘. Con su Hijo, desnudo, allí. Y María tenía un sufrimiento tan grande, pero no se fue. ¡No renegó de su Hijo! Era su carne».

…en Buenos Aires, yo iba a las cárceles a visitar a los detenidos y veía una fila de mujeres que esperaban para entrar: «Eran mamás. No se avergonzaban: su carne estaba allí adentro. Estas mujeres sufrían no sólo por la vergüenza de esta allí – ‘¡Pero mira a esa! ¿Qué habrá hecho su hijo?‘ – Sufrían también por las humillaciones de los controles que les hacían antes de entrar. Pero eran madres e iban a ver a su propia carne. Así como María estaba allí, con su Hijo, con ese sufrimiento tan grande».

Nosotros los cristianos tenemos una Madre: la misma de Jesús. Tenemos  un Padre: el mismo de Jesús. ¡No somos huérfanos! Y Ella nos da a luz en ese momento con tanto dolor: es un verdadero martirio. Con el corazón atravesado, acepta darnos a luz a todos nosotros en ese momento de dolor. Y, desde ese momento, Ella se vuelve nuestra Madre, desde ese momento Ella es nuestra Madre, aquella que nos cuida y no se avergüenza de nosotros: nos defiende».

Los místicos rusos de los primeros siglos… aconsejaban refugiarse bajo el manto de la Madre de Dios, en el momento de las turbulencias espiritualesbajo el Manto de María no puede entrar el diablo… porque Ella es Madre y como Madre defiende… Luego, el Occidente siguió este consejo y se escribió la primera antífona mariana: ‘Sub tuum praesidium’ ‘bajo tu manto, bajo tu amparo, Oh Madre’, allí estamos seguros.

         «En un mundo que podemos llamar ‘huérfano’, en este mundo que sufre la crisis de una gran orfandad, nuestra ayuda es decir: ‘¡mira a tu Madre!’ Tenemos a una Madre que nos defiende, nos enseña, nos acompaña; que no se avergüenza de nuestros pecados. No se avergüenza, porque Ella es Madre. ¡Que el Espíritu Santo, este amigo, este compañero de camino, este Paráclito abogado que el Señor nos ha enviado, nos haga comprender este misterio tan grande de la maternidad de María».

                                                                                                

PAPA FRANCISCO, Homilía en Misa diaria casa Santa Marta, 15 septiembre 2016

 



  

DEJARNOS ENCONTRAR POR CRISTO

 

         La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría

Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en la que se encuentre, a  renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso…”

 

PAPA FRANCISCO, Evangelii gaudium 1 y 6

 

 

 

domingo, 16 de octubre de 2022

NADA DE ESPÍRITU DE TIMIDEZ

 VIDA DE LA PALABRA                       primeras semanas de OCTUBRE

 

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de octubre («Porque no nos dio el Señor a nosotros un espíritu de timidez, sino de fortaleza, de caridad y de templanza», 2 Tm 1, 7) y la de septiembre («Siendo libre de todos, me he hecho esclavo de todos para ganar a los más que pueda», 1 Co 9, 19):

1.-        Estas semanas he “metido la pata” en algunas pequeñas cosas tratando con diferentes personas. La PdV (conjugando las de septiembre y octubre) me ha recordado que no he de tener cobardía, ni timidez (a la que soy dado fácilmente), sino afrontar con “fortaleza, caridad y templanza” las situaciones y el trato, y, gracias a Dios, sin excesivas complicaciones se han podido reorientar situaciones o recomponer relaciones que incluso se han visto mejoradas.

 

 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de octubre («Porque no nos dio el Señor a nosotros un espíritu de timidez, sino de fortaleza, de caridad y de templanza», 2 Tm 1, 7), la de septiembre («Siendo libre de todos, me he hecho esclavo de todos para ganar a los más que pueda», 1 Co 9, 19) y la de agosto («Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces?», Mt 18, 21):

1.-        “Hola Paco: hace tiempo que no logro escribirte y compartir experiencias. Al recibir la PdV de octubre he sentido que Jesús me decía dentro que no dejara pasar más tiempo, así que te envío alguna de agosto y septiembre.

Llegó el 1 de agosto, estaba yo muy cansada y pensaba irme enseguida a la playa. Pero supe que una amiga de hace muchos años, con la que he tenido una gran relación, (sin que faltaran momentos de dificultad), estaba muy grave y con una situación familiar delicada. Enseguida sentí que Jesús me pedía echarles una mano y la PdV del mes me ayudó a que, sin tener en cuenta nada negativo del pasado ni mi cansancio, me quedara en la ciudad. Pude estar con ella el último día que estuvo consciente y acompañar a la familia. Falleció 8 días después y aún me esperé 3 más a irme a la playa, pero tenía la certeza de que había sido providencial estar cerca de ellos esos días y experimentaba la paz inconfundible de vivir la voluntad de Dios.

1b.-     Después pude estar 15 días en la playa, descansar y aprovechar para dedicar más tiempo diario a la oración, en la iglesia con Jesús Eucaristía o en casa.

1c.-      Al final del mes tuve la alegría de poder compartir mi piso con una familia. Su generosa aportación para los gastos del piso, los destiné a uno de los proyectos solidarios con los que colaboramos: era doble alegría porque era una aportación también solidaria por nuestra parte.

 

1d.-     En septiembre, vuelta al trabajo habitual y también al compromiso que tengo como voluntaria de Cáritas en un Centro para personas sin hogar. Voy los sábados y, cuando salgo de casa, repito a Jesús: “voy por Ti”. Él me da la fuerza para levantarme más temprano, (la PV me empujaba a renunciar a mi libertad de dormir más), y para vencer el temor de que surgiera alguna situación que yo no supiese gestionar; así puedo estar al servicio de ellos en cosas concretas y compartiendo tantas situaciones dolorosas, sin esperar ver frutos inmediatos.

1e.-      También me ayudaba la PV a mantener allí relaciones positivas con los demás voluntarios. Por ejemplo, un sábado, uno de ellos nos invitó, (a los otros dos voluntarios que hacíamos el turno ese día), a ir a su casa por la tarde. Me costaba volver de nuevo a salir de casa, pero era la oportunidad para dejar mis deseos e ir “con la libertad de los hijos de Dios”. Estaban otras dos amigas suyas que yo no conocía: una hablaba mucho y contaba toda su vida, con muchas dificultades, ansias y deseos que yo no comparto, pero sí podía tener una escucha activa, eliminando todo juicio dentro de mí. Después, durante la cena, se suscitó un interesante diálogo entre todos, con gran respeto hacia ella.        Cuando, ya bastante tarde, hacía las oraciones de la noche, experimentaba yo una unión especial con Dios y desde entonces rezo por esta persona.

 

2.-        “… acabando el curso, invité con ilusión a nuestro nuevo arzobispo a que conociera mi parroquia, pues solo se había reunido con la hermandad. Lo fijamos para primeros de noviembre.

En cambio, empezando el curso en septiembre vi que nos faltaban catequistas, que el coro no podía continuar este año por enfermedades y otras circunstancias, la gente parece que no acababa de retornar después de sus vacaciones, y otra serie de problemáticas parroquiales… Con lo cual  estaba a punto yo de llamar al obispo para anular o al menos postponer su visita. Y justo el día 1 de este mes llegó la PdV: “nada de espíritu de timidez…”, “¡fortaleza, caridad y templanza!”. Reuní al Consejo de Pastoral parroquial y les expuse la situación. Nos dimos cuenta que no tenemos que presentar la “parroquia ideal” en visita, (es decir, artificial; para quedar bien y salir del paso), sino nuestra realidad tal como es con sus logros y sus deficiencias. Todos se pusieron manos a la obra: constituir un coro con personas de los diferentes grupos y apostolados empezando enseguida con los ensayos, varios se pusieron a buscar y animar a gente muy válida para que se ofreciera a ser catequista, etc. ¡Estamos preparando y esperando con mucha ilusión la visita sin pretender nada!: simplemente acoger a nuestro obispo y que se sienta querido y conocerlo y que nos conozca tal como somos….

 

3.-        “hoy por fin he podido leer todos los textos que enviabas en el email. Justo poco antes he hablado con otro compañero ex-adicto como yo, de los altibajos emocionales que experimentamos. Me ha venido la imagen de las travesías del desierto donde, las caravanas cabalgan distancias considerables con dificultades y peligros, hasta llegar a los oasis donde descansar y reponer fuerzas. 

Esa es la aventura que Jesús me propone. Seguirlo en todos los momentos, pese a que no vea el final del viaje ni el aprovisionamiento que me quede. Él es alimento eterno.

 

4.-        “si Dios quiere, Sta. Teresa me seguirá guiando en mi andadura laboral hasta el día de Sta Lucía, patrona de los ciegos... (casualidades de la vida...), ¡fecha en que me jubilo!

Ahora sigo con mucho trabajo, viviendo el día a día, tratando de ser amable conmigo y con los demás para tener un buen recuerdo, a pesar de las papeletas que me mandan resolver, (a mis alturas tengo que ir también a otra ciudad no cerca).

Viva Santa Teresa!!! Itinerante andariega llevada de la mano de su Amado.

 

 

 

Si quieres leer más experiencias similares, 

de gente de todo el mundo,

puedes encontrarlas “pinchando” AQUÍ o AQUÍ   

o también AQUÍ

 

 

 

 

 

 

 

 

 



sábado, 1 de octubre de 2022

fortalezaCARIDADtemplanza

 PALABRA DE VIDA                              octubre 2022

 


«Porque no nos dio el Señor a nosotros un espíritu de timidez,

sino de fortaleza, de caridad y de templanza»

(2 Tm 1, 7)

 

La carta de la que está sacada esta Palabra de vida es considerada una especie de testamento espiritual de Pablo. El apóstol se encuentra en la cárcel en Roma a la espera de ser condenado, y escribe a Timoteo, un joven discípulo y colaborador suyo y responsable de la compleja comunidad de Éfeso.

El escrito contiene recomendaciones y consejos dirigidos a Timoteo. Pero está destinado a todo miembro de la comunidad cristiana, de ayer y de hoy. Pablo está encadenado por haber predicado el Evangelio, y quiere animar a su discípulo, temeroso ante las persecuciones y lleno de dudas por las dificultades que conlleva su ministerio, a afrontar las pruebas, para que sea un guía seguro para la comunidad. No es algo natural en Pablo ni en Timoteo sufrir a causa del Evangelio; es un testimonio posible porque se apoya en la fuerza de Dios.

 

«Porque no nos dio el Señor a nosotros un espíritu de timidez, sino de fortaleza, de caridad y de templanza».

 

Pablo quiere dar testimonio del Evangelio. Se ve claramente que no son los talentos, las capacidades ni los límites personales lo que garantiza o frena el ministerio de la Palabra, sino que son los dones del Espíritu, la fortaleza, la caridad y la templanza los que garantizan el poder del testimonio. La caridad, en medio de la fortaleza y la templanza, parece desempeñar un papel de discernimiento; con la templanza se expresa el ser prudentes y el estar preparados ante cualquier situación. Timoteo, como el discípulo de todos los tiempos, puede anunciar el Evangelio con fortaleza, caridad y templanza hasta sufrir por el Evangelio.

 

«Porque no nos dio el Señor a nosotros un espíritu de timidez, sino de fortaleza, de caridad y de templanza».

 

También nosotros experimentamos la tentación de desanimarnos y dejar de vivir y testimoniar la Palabra de Dios, de no saber cómo afrontar determinadas situaciones.

 

Chiara Lubich nos ayuda a comprender de dónde sacar la fuerza en estos momentos: «Tenemos que recurrir a la presencia de Jesús dentro de nosotros. La actitud que habrá que tomar no será, pues, bloquearnos y quedarnos en una resignación pasiva, sino lanzarnos hacia fuera, hacernos uno con lo que la voluntad de Dios nos pide, afrontar los deberes a los que nos llama nuestra vocación, apoyándonos en la gracia de Jesús que está en nosotros. En definitiva, lanzarnos hacia fuera. El mismo Jesús desarrollará cada vez más en nosotros esas virtudes que necesitamos para dar testimonio de Él en la actividad que tengamos encomendada[1].

 

«Porque no nos dio el Señor a nosotros un espíritu de timidez, sino de fortaleza, de caridad y de templanza».

 

Fortaleza, caridad y templanza: tres virtudes del Espíritu que se obtienen con la oración y con el ejercicio de la fe.

 

El padre Justin Nari, de la República Centroafricana, fue amenazado de muerte junto a sus hermanos de comunidad y a miles de musulmanes que intentaban librarse de las represalias de la guerra refugiándose en la iglesia. Los jefes de las milicias que los asediaban les habían dicho varias veces que se rindiesen, pero él había seguido dialogando constantemente con ellos para evitar una masacre. Un día se presentaron con 40 litros de gasolina y amenazaron con quemarlos vivos si no les entregaban a los musulmanes. «Con mis hermanos de comunidad celebré la última misa y me acordé de Chiara Lubich –recuerda el padre Justin–. ¿Qué habría hecho ella en mi lugar? Quedarse y dar la vida. Y eso decidimos hacer nosotros. Al terminar la misa, llaman por teléfono: el ejército de la Unión Africana estaba de paso por la región, en una ciudad allí cerca. El padre Justin corre a su encuentro y vuelve con ellos a la parroquia: faltaban trece minutos para que venciese el ultimátum; trece minutos que salvaron la vida de todos sin derramamiento de sangre»[2].

 

LETIZIA MAGRI

 

 



[1] C. Lubich, Palabra de vida, octubre de 1986, en Ead., Palabras de Vida/1 (1943-1990), Ciudad Nueva, Madrid 2020, p. 390.

[2] M. Maltese (ed.), Unità è il nome della pace: La strategia di Chiara Lubich, Città Nuova, Roma 2020, pp. 29-30.




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