"DIOS ES MI PADRE: ¡QUÉ FELIZ SOY! "
VIDA DE LA PALABRA
Alguna de mis EXPERIENCIAS todavía sobre la Palabra de Vida de diciembre (“…les dio poder de ser hijos de Dios”):
1.- En las últimas semanas del año, para recordarme más la Palabra de
vida, a menudo iba tarareando una canción que hace años enseñaba yo a los niños
de catequesis:
Dios es mi
Padre, ¡qué feliz soy!
Soy hijo suyo, hijo de Dios.
Soy hijo suyo, hijo de Dios.
Si Dios cuida de
mí,
¿qué me puede faltar?
ni un solo instante,
no, me deja de mirar;
mi vida suya es,
cual diestro tejedor,
la va tejiendo Él
con infinito amor.
¿qué me puede faltar?
ni un solo instante,
no, me deja de mirar;
mi vida suya es,
cual diestro tejedor,
la va tejiendo Él
con infinito amor.
Hilo por
hilo tejiendo va,
si tú le dejas ¡qué bien lo hará!
si tú le dejas ¡qué bien lo hará!
Después del
huracán
un pájaro cayó,
no creas que eso fue
sin permitirlo Yo;
el pajarillo aquel
se vende por un as,
no tienes que temer,
tú vales mucho más
un pájaro cayó,
no creas que eso fue
sin permitirlo Yo;
el pajarillo aquel
se vende por un as,
no tienes que temer,
tú vales mucho más
No ves con qué
primor Él sabe engalanar
al lirio que tal vez mañana han de cortar;
pues si a una humilde flor cuida tu Dios así,
¡con qué infinito amor no cuidará de ti!
al lirio que tal vez mañana han de cortar;
pues si a una humilde flor cuida tu Dios así,
¡con qué infinito amor no cuidará de ti!
En el cielo se
ven mil estrellas brillar;
Dios las conoce bien, Dios las puede contar.
Dios las conoce bien, Dios las puede contar.
Si Él mismo
fue a buscar la oveja que perdió,
jamás me ha de olvidar aunque le olvide yo.
jamás me ha de olvidar aunque le olvide yo.
Y desde esa óptica pude
“repasar” cada mes del año aprovechando mis 4 días con gripe en cama, (¡sí,
también el inicio de 2013, igual que el 2012!): medio adormilado esos días, pude
dar gracias a Dios detenidamente por tantas cosas del año, pedirle perdón por
tantas otras y ofrecerle como página en blanco el año que empezaba para que Él
“me lo escribiese”.
Menos mal que, unos días antes, “me dio” por
preparar el correo de final de año y dejarlo listo para que se mandara por sí
solo ese día (así, lo pudiste recibir entero y puntualmente); ahí también vi un
detalle de atención del Padre.
Y, (repasando el año), lo
mismo un par de “sustos” de este verano: después de estos 5 meses, he visto que,
en cambio, han sido una verdadera gracia y, a pesar del sufrimiento, me han
ayudado a estar con mayor cercanía al Padre (¡y a la Virgen-Madre!) y más
atento a cada persona.
2.- Y otro detalle (por mencionar sólo uno de tantos). Iba a mi pueblo a
pasar los días de fin de año. Mi hermano se venía conmigo desde Madrid, pero él
no podía salir pronto; aunque yo quería llegar al pueblo para concelebrar en la
Misa de despedida de las reliquias de San Juan de Ávila (el nuevo Doctor de la
Iglesia), me fie de Dios Padre.
Me hubiera gustado estar
una hora antes. Encima, mi hermano se retrasaba en llegar adonde yo esperaba
para recogerlo. Pensé: “es más importante ir juntos que impacientarme”. Al
llegar él, dijo que, además, tendríamos que pasar unos minutos a buscar algo en
su casa; más retraso, pero más confianza en el Padre, como si Él mismo me
dijera: “no te inquietes, sigue sonriendo que, aunque con el tiempo justo, yo
me encargo de que llegues; lo único que tienes que hacer tú es amar”.
En el viaje, la tentación de pisar el
acelerador; pero no: el Padre quiere el respeto y la legalidad, y tenemos que
ser dignos hijos de tal Padre. Por otro lado, fueron preciosas esas dos horas y
media en animada conversación con mi hermano.
Al llegar al pueblo, todavía teníamos que ir a
recoger a mi padre para que se viniera a esa Misa. Yo me notaba con paz, muy
unido al Padre: no importa nada, sólo amar. El compañero que prepara esas ceremonias
me iba a reprender si no llegaba al menos 10 minutos antes, ¡cuánto ni más si
llegaba con 1 minuto! Para colmo, una grúa tenía cortada calzada y acera: mi
hermano se quedó con el coche para aparcarlo y yo fui andando los últimos 70 m.
con mi padre; ¡el pobre hasta echó unas carreritas (hacía años que, con su
parkinson, no lo hacía!). Lo tranquilicé: “no importa, si no llegamos; no te
preocupes”.
Entrábamos en el convento justo a la hora… demasiado tarde si ellos eran puntuales… Por supuesto, me regañaron por llegar con el tiempo justo, (pero para mí todo había sido preparación). Y luego… ¡me dio tiempo a revestirme tranquilamente, a concentrarme y hasta me sobró para saludar a todos serenamente en la sacristía!
Entrábamos en el convento justo a la hora… demasiado tarde si ellos eran puntuales… Por supuesto, me regañaron por llegar con el tiempo justo, (pero para mí todo había sido preparación). Y luego… ¡me dio tiempo a revestirme tranquilamente, a concentrarme y hasta me sobró para saludar a todos serenamente en la sacristía!
Disfruté la ceremonia (a pesar de que
empezaban los síntomas de la gripe).
En fin, todo este “rollo” de detalles para
decirte que estamos en manos de un Padre que todo lo tiene previsto en su
momento justo: ni un minuto antes, ¡pero tampoco uno después! ¿De qué me
hubiera servido no haber vivido con paz y con alegría? ¡¡Y quedé feliz de haber
ido fiándome de Él durante todas las vicisitudes del día y del viaje!!
Y lo mismo con respecto a llegar a final de
mes y no acabar con déficit el año. Acabo de terminar las cuentas. ¿Te acuerdas
que por estas fechas el año pasado te comentaba que eso me hacía sentir el
estómago como cuando vas en la montaña rusa? ¡Pues al final hemos logrado acabar con
los dos pies en el suelo (gracias a la Divina Providencia que se ha servido de la generosidad de tantos de vosotros)!
Me gustaría los acordes de la canción no lo encuentro por ningún medio
ResponderEliminarYo tampoco los sé: ¡lo siento!
EliminarGracias por tu relato! Me ayudó mucho!!!!
ResponderEliminar¡Bendito sea Dios!
EliminarDIOSS NO TE ABANDONA NI UN INSTANTE, PORQUE SABE QUE CONFIAS PLENAMENTE EN EL.
ResponderEliminargracias este canto lo escuhe cantar por el padre luis toro y la verdad llego ami en un momento de angustia gracias bendiciones lo tratare de cantar siempre aunque no sepa el tono
ResponderEliminarMe pueden compartir algún vídeo donde canten está canción. No la encuentro en Youtube
ResponderEliminarIgual lo escuché del Padre Luis Toro hace años y lo anoté, aquí salen otras estrofas. Estoy convaleciente con un yeso en toda la pierna por caída pierna por fractura de rodilla. Recordé esta canción para cantarla y ponerme en sus manos y haga en mí su voluntad
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