lunes, 31 de octubre de 2016

PERDONA Y OBTENDRÁS PAZ

VIDA DE LA PALABRA                  últimas semanas de OCTUBRE

Algunas de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la vida diaria la Palabra de vida de octubre («Perdona a tu prójimo el agravio, y, en cuanto lo pidas, te serán perdonados tus pecados», Si 28, 2) y la de septiembre («Todo es vuestro; y vosotros de Cristo y Cristo de Dios», 1 Co 3, 22-23):

1.-        Mirando la Palabra del mes, cada día me cuesta vivirla porque todo el mundo me trata bien, con lo cual no tengo nada que perdonar a nadie. Pero me he dado cuenta que algunos sí “me hacen agravios”: los que pasan por la tan cercana autopista A6 con el molesto ruido de motores día y, sobre todo, noche.
A la primera que me despierto, luego me resulta ya difícil volver a conciliar el sueño. Aunque resulte chistoso (no lo es tanto la molestia, ¡eh!), de alguna manera, aunque no los conozco, les tengo que “perdonar”: ese ejercicio tantas veces al día (y, sobre todo, de
noche) me permite “perdonarles” y el modo es pedir por ellos para que se les dé bien el viaje que están haciendo, alegrándome si van (yo no lo sé, claro) a trabajar, descansar, estar en familia…

2.-        Con la múltiple ocupación diaria entre parroquia y hospital, me es difícil hacer otras cosas. Entre estas, quiero seguir intentando visitar a José en la Residencia sacerdotal, (además, ahora lo tengo un poco más lejos, casi
a 40 minutos), al menos una vez a la semana. Está siendo muy bonito últimamente el clima de fraternidad en la absoluta sencillez familiar con él. Le “tengo que perdonar” que, cada visita, acabe preguntándome al menos 4 ó 5 veces tanto si mis padres viven, como si él ha celebrado ya Misa, como otras cosas… Razona perfectamente y se le nota el cariño acumulado por todos durante años… Pero la memoria reciente le falla sonoramente cada vez más, (no
en vano, el próximo día 14 cumplirá sus 87 años de edad). El modo de “perdonarle” es responderle todas las veces con una sonrisa y con calma, como si fuera la única vez que me lo pregunta.
Que conste, (“¡mea culpa!”), que –hemos vivido en unidad bajo el mismo techo de 2003 a octubre 2015–, los últimos años en casa yo a menudo no lograba responderle con esa paciencia. Con lo cual, el último día, una auxiliar, como que se alteró con él cuando escuchó una de sus reiterativas preguntas: mi modo de “perdonarla” a ella era hacerle caer en la cuenta de la situación (aunque la sabe) y explicarle quién ha sido José, (suma bondad, delicadeza y sonrisa para con todo el mundo).
También está siendo bonito porque alguna de las veces aprovecho para confesarme (y él conmigo). Y me resulta asombroso, (ahí se palpa la Gracia sacramental), cómo se acuerda perfecta y resolutivamente de todas las oraciones (hasta las que no se dicen en una celebración rápida, “normal”, del sacramento de la penitencia; y qué bien que aconseja, con un par de frases escuetas, aunque se fatiga mucho al hablar, aparte que desde hace meses se le entiende poco, pero yo estoy acostumbrado y me entero de casi todo).
Por otra parte, viéndolo tan disminuido “con lo que él ha sido”, algunas frases suyas cuando hacemos “comunión de alma” son verdaderas perlas. Y denotan que lo que se ha vivido de verdad y durante tanto tiempo, “marca”. Por ejemplo, en una de las visitas que le hice este mes, me dice José: "estoy contento con la Voluntad de Dios. No puedo hacer lo que yo quisiera. Me voy pareciendo a Jesús en la cruz, me siento más hijo del Padre. Me siento muy limitado, pero eso no me pone triste... No puedo hacer más ni con la lengua, ni con las piernas, ni con la escritura. .. Hago oración. Me quedaré sin facultades: normal... Para cada uno hay un plan de Dios. Estoy contento de saberme en manos de Dios."


Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de octubre («Perdona a tu prójimo el agravio, y, en cuanto lo pidas, te serán perdonados tus pecados», Si 28, 2), la de septiembre («Todo es vuestro; y vosotros de Cristo y Cristo de Dios», 1 Co 3, 22-23) y la de agosto («Uno solo es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos», Mt 23, 8):

1.-        “Cuando conduzco mi coche, lucho contra la agresividad que surge en mí y en los demás, poniéndome en condiciones de dar el primer paso.
Es increíble: cuando cedo o renuncio a mi
derecho de prioridad, me doy cuenta de que, en el siguiente cruce, el anónimo beneficiario de mi atención hace lo mismo con algún otro… No falla. En cambio, si me comporto de modo contrario, aumenta la agresividad

2.-        “Un sábado, después de haber acompañado a mi hijo al colegio, entré en una iglesia para rezar un poco y me senté en el último banco. De repente, en la iglesia vacía, entra una persona, se me acerca y me arranca el bolso que yo tenía sobre las piernas y se marcha corriendo. ¡Qué horror! Mi marido estaba en el extranjero por trabajo y sin las llaves, yo no podía entrar en casa… En el bolso tenía también todos los documentos... Movida por un impulso instintivo, corro precipitadamente fuera de la iglesia y veo al ladronzuelo que estaba poniendo en marcha una moto para huir. Me agarré a su brazo rogándole que me devolviera las llaves y los documentos… Me arrastró un poco haciéndome caer y después logro escapar.
Una joven pareja que había presenciado la escena, se me acercó enseguida para ayudarme. Él era médico y comprobó que yo solo tenía contusiones y criticó al ladrón con dureza: “Al final, todos éstos se mueren: el sida hace justicia”. Estas palabras me hicieron más daño que los golpes, y respondí con todo el amor posible: “a mí me pareció un pobre desgraciado, que quien sabe qué circunstancias dramáticas le podían haber empujado a cometer aquella acción desesperada”. La rabia de quien me había ayudado se desvaneció y me dio la razón.
Mientras yo reemprendía mi camino, reflexionando que solo el amor puede vencer al mal y al odio, interrumpiendo la cadena de situaciones negativas, un poco más adelante, encuentro mi bolso tirado en la acera: dentro estaba todo lo que llevaba, incluso el dinero...
Nada es pequeño de lo que se hace por amor… Incluso quitar de la calle una botella de vidrio rota, dejar un servicio público más limpio que cómo lo has encontrado, para que quien lo utilice después pueda encontrarlo como a mí me habría gustado encontrarlo yo...

3.-        “estoy adaptándome a la nueva tarea: es distinta a la que tenía en este mismo sitio antes de mi anterior traslado estos tres últimos años.
Intento escuchar antes de ser escuchado, comprender antes de querer ser comprendido... y hacerme a la idea y práctica que esta vez no soy el
párroco, sino simplemente el vicario parroquial... y, como dice el pasapalabra diario de hoy, "el bien no hace ruido"; ahora toca empeñarme en hacer unidad y estar a disposición del párroco, yo en segundo plano y evitando protagonismos. A veces me encuentro un poco extraño, pero hay un camino que hay que andar en este sentido; algo parecido me ocurre en la Delegación de Catequesis; ya no soy el Delegado: soy una persona que colabora; y es importante situarme bien desde ahí para que mi colaboración sea amor y no otras cosas. Evito todo lo que se parezca a crítica, queja, comparar o competir... para estar despierto al servir y acoger con alegría

4.-        “…Esta mañana ha sido interesante: madrugón a las 4:30 y salida…: había reservado plaza en el parking del aeropuerto (es más barato), pero la máquina no me ha reconocido la reserva. Me dirijo a taquilla y me dicen que me lo
resolverán a la vuelta, que no me preocupe. Mi ejercicio interior previo ha sido aceptar esta
incidencia como muestra de Jesús Abandonado, ya que me retrasaba y me metía presión: “ ¿Me amas? ¿Vas a ofrecerlo? 😉”.

No suelo facturar, pero en este viaje tocaba para traer cosas de casa de mis padres. Al terminar de hacer la cola, mi billete no admite equipaje.😳 Es la primera vez que me lo sacan así. Tendría que pagar y no daba tiempo a hacer toda la gestión sin perder el vuelo. Segundo imprevisto matinal: “¿Me amas? De nuevo”. Acepta este imprevisto, corre al coche, deja la maleta y vuelve al control. Deprisa, pero sin perder la paz. Dar confianza ha sido amar a quien me atendía sin hacer pesar mi situación. Aceptar lo que me respondían y actuar en consecuencia...



Si quieres leer más experiencias similares, 
de gente de todo el mundo,
puedes encontrarlas “pinchando” AQUÍ y otras también AQUÍ

N.B.: tú también puedes compartir las experiencias
que, por gracia de Dios, hayas podido realizar
poniendo en práctica el Evangelio;
“pincha” aquí abajo en “comentarios” y escríbela;
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domingo, 16 de octubre de 2016

EL PERDÓN NOS HACE LIBRES


La Palabra de vida siempre es luz para nuestro sendero, (este mes “Perdona a tu prójimo el agravio, y, en cuanto lo pidas, te serán perdonados tus pecados”), así que te copio unos textos que nos ayuden a profundizarla (y luego las experiencias):


NO JUZGUÉIS

Señor Jesús,
pon un candado en la puerta de nuestro corazón,
para que no pensemos mal de nadie,
para no juzgar antes de tiempo,
para no sentir el mal,
para no suponer, ni interpretar mal,
para no profanar el santuario sagrado de las intenciones.
Señor Jesús,
enlace aglutinante de nuestra comunidad,
pon un sello en nuestra boca
para impedir el paso de cada murmuración o comentario desfavorable.
Permítenos custodiar hasta la tumba,
las confianzas que recibimos o las irregularidades que vemos,
sabiendo que el primer y concreto modo de amar
es custodiar el silencio.
Siembra en nuestras entrañas fibras de delicadeza.
Danos un espíritu de profunda cortesía,
para respetarnos el uno al otro,
como habríamos hecho contigo.
Señor Jesucristo, danos la gracia de respetar siempre.

P. IGNACIO LARRAÑAGA




EL PERDÓN NOS HACE LIBRES

Perdonar es ver al otro siempre nuevo.
Incluso en las convivencias más hermosas y serenas, en la familia, en la escuela, en el trabajo, nunca faltan momentos de roce, discrepancias o enfrentamientos. Se llega a no dirigirse la palabra, a evitar verse, por no hablar de cuando se arraiga en el corazón un verdadero odio por quien no piensa como nosotros.
El compromiso fuerte y exigente es tratar de ver cada día al hermano y a la hermana como si fuesen nuevos, novísimos, no recordando en absoluto las ofensas recibidas, sino cubriéndolo todo con el amor, con una amnistía completa de nuestro corazón, a imitación de Dios, que perdona y olvida.

CHIARA LUBICH,    "M" de misericordia,    Ed. Città Nuova




PEDIRLE A DIOS EL DON DE LA MISERICORDIA

¡Nos hace tanto bien volver a Él cuando nos hemos perdido! Insisto una vez más: Dios no se cansa nunca de perdonar, somos nosotros los que nos cansamos de acudir a su misericordia. Aquel que nos invitó a perdonar «setenta veces siete» (Mt 18,22) nos da ejemplo: Él perdona setenta veces siete. Nos vuelve a cargar sobre sus hombros una y otra vez. Nadie podrá quitarnos la dignidad que nos otorga este amor infinito e inquebrantable.

PAPA FRANCISCO, Evangelii Gaudium, n. 3




NO TENER RESENTIMIENTOS 
EN EL CORAZÓN
 
[...]  tener misericordia hacia todos, reaccionar contra ciertos impulsos que nos empujan a condenar sin piedad; tenemos que saber perdonar y olvidar.
No dejar en el corazón residuos de juicios, de resentimientos, donde pueden incubarse la ira y el odio que nos alejan de los hermanos.
Ver a cada uno como si fuese nuevo.
         Teniendo en el corazón, en lugar del juicio y de la condena, el amor y la misericordia hacia cada uno, así lo ayudaremos a iniciar una vida nueva, y le daremos el ánimo cada vez para recomenzar.
Comentario a la Palabra de vida “Quien de vosotros esté sin pecado, tire la primera piedra”
abril 1984



sábado, 15 de octubre de 2016

PERDONAR INCLUSO EN LO PEQUEÑO A LO GRANDE

VIDA DE LA PALABRA                  primeras semanas de OCTUBRE


Algunas de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la vida diaria la Palabra de vida de octubre («Perdona a tu prójimo el agravio, y, en cuanto lo pidas, te serán perdonados tus pecados», Si 28, 2) y la de septiembre («Todo es vuestro; y vosotros de Cristo y Cristo de Dios», 1 Co 3, 22-23):

1.-        Hay muchas tareas en la Parroquia y en el hospital. Estoy contento de acabar cansado la jornada; la pega es que estoy durmiendo poco por el ruido del tráfico de la A6: no todas las parroquias “tienen” autopista, ¡eh!    ;-)
            Después de varios días, me notaba agotado, y una tarde, cuando ya pensaba irme a dormir tempranísimo, sin cenar, al cerrar el templo, el párroco me ofrece ver el final del segundo tiempo de un partido de fútbol en su casa y tomar algo. La fraternidad es más importante, así que con alegría olvidé mis planes. Fue un rato muy agradable con él y con su madre, ¡y con el fútbol, aunque muchos ratos se me cerraban los ojos, (ya sabes que yo “no carburo” por la noche)!     ;-)

2.-        En la Parroquia hay un comedor de Caritas. Además de aprenderme los nombres de los beneficiarios y echarles la mano cada día, dándoles la bienvenida con una sonrisa y despidiéndolos luego, algún día he comido con ellos.
Se me grabó la primera vez que vino un niño con su abuela: muy educados, dando las gracias por todo…, el niño muy callado. Sólo le iluminaron los ojos y esbozó una sonrisa cuando una de las voluntarias le ofreció después del postre unas galletas “filipinos”. Charlando con ellos durante la comida, me di cuenta que el niño, tiene que llevar cada día como merienda en el colegio, una cosa distinta; uno de los días es un zumo; no teníamos en Caritas. Recordé que mi madre dejó los que ella tiene que tomar, así que les dije que al terminar, subía a por ellos. Cuando bajé, se acababan de ir. Salí corriendo y no los vi por ninguna calle… ¿Habrán girado ya una esquina? Pero… ¿en qué dirección? Salí corriendo hacia una… ¡y los encontré!


Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de octubre («Perdona a tu prójimo el agravio, y, en cuanto lo pidas, te serán perdonados tus pecados», Si 28, 2), la de septiembre («Todo es vuestro; y vosotros de Cristo y Cristo de Dios», 1 Co 3, 22-23) y la de agosto («Uno solo es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos», Mt 23, 8):

1.-        “he estado leyendo tranquilamente la P. de Vida y tus experiencias en Loppiano. La Palabra de este mes va al pelo con mi situación…: me encanta ver lo que se puede conseguir perdonando y doy gracias a Dios por poner en mí ese sentimiento. Eso no quita para que por ahora todo siga enredado, pero tengo paz y confianza en Dios y Él sabrá lo mejor

2.-        “Hola Paco! Y bienvenido a tu nueva parroquia!!! Que seas luz para tus feligreses: estoy segura.
Al finalizar el mes de septiembre, me proponía un nuevo reto para octubre: 21 días de amor sin ningún pensamiento negativo, ni juzgar, ni nada de nada (a raíz de últimos acontecimientos muy dolorosos en el mes de agosto que nos dejaron muy marcados... porque a pesar de nuestra actitud positiva, parece que la envidia, el odio y la ira por parte de los demás, son más fuertes... o que solo somos 2 los que aportamos amor... no lo sé...). Me propuse 21 días de cambio: el amor siempre vence, aunque solo seamos 2, y cuando veo hoy la PdV me encuentro la Palabra del Perdón!!!!
Reconozco que es difícil vivirla, pero no imposible, por lo que este mes será intenso…
Mi hijo mayorcillo empieza catequesis mañana lunes: en casa ya hemos empezado con las oraciones que le falta aprender y hemos comprado el libro de las virtudes de “Ciudad nueva” para trabajar nosotros con él

3.-        “¿Cómo estás? Imagino que ya instalado. ¡Qué envidia! No quiero ni pensar en nuestra mudanza...
Esta semana ha sido bonita por varias experiencias...
Tengo una compañera… que anda metida en historias no recomendables... Los que no buscan a Dios en la Iglesia... acaban buscando su "felicidad" en lugares equivocados... Y de vez en cuando le pasan "cosas" (?)... El otro día dijo que no tenía muy buen día. Justo cuando me iba me dijo: "espera... Dame un abrazo". Se abrazó a mi durante un rato y me dijo: "es que tú tienes algo especial... Y me das paz".
Ayer vino una conocida de nuestra asistenta a casa. Acaba de llegar de su país y aún no tiene trabajo. Quería aprender a llevar una casa y está viniendo. Ayer apenas estuve un ratito con ella porque no paro ni un minuto y al irse me dijo: "yo quisiera trabajar con alguien como usted" y se abrazó a mí y se echó a llorar.
Y esta mañana le he dicho a una de mis vecinas que nos mudábamos y también se ha abrazado a mí y ha llorado...
En fin... Creo que estos abrazos tan bonitos no eran para mí, ¡¡sino para el Señor!! Pienso que abrazaban a Jesús en mí. Y esto me genera agradecimiento y responsabilidad. Todos estamos muy necesitados de Él y yo no debo ser obstáculo para que pueda actuar a través de mí.
Ahora a mediodía nos vamos a un encuentro a más de dos horas de aquí hasta el domingo tarde. ¡Con todo lo que tengo que hacer!... Pero lo primero es hacer Su Voluntad.
Si nos necesitas para algo (llevar cosas, ayudarte a ordenarlo, etc...) dímelo

4.-        “…hoy, aunque he madrugado, me he encontrado con algo de tráfico. En el recorrido que hago, hay varios puntos donde algunos compañeros de atasco son oportunistas: adelantan por donde no deben, se saltan líneas continuas...
A pesar de que creo que tengo razón, (en eso la tengo 😎), esta mañana, me he dado cuenta de que, normalmente, el solo hecho de presumir que "me la van a hacer" me hace perder la paz, estar inquieto.
Me he acordado de la PdV y he podido comprobar que, en esta propuesta de ablandar el corazón que nos hacía el Papa en el año de la misericordia, he avanzado poco.
He "perdonado" dentro de mí a los que se me iban a colar y he visto que encontraba la alegría de poder establecer la relación con Dios con esta excusa…



Si quieres leer más experiencias similares, 
de gente de todo el mundo,
puedes encontrarlas “pinchando” AQUÍ  y otras también AQUÍ

N.B.: tú también puedes compartir las experiencias
que, por gracia de Dios, hayas podido realizar
poniendo en práctica el Evangelio;
“pincha” aquí abajo en “comentarios” y escríbela;
o, dado que en algunos navegadores eso no funciona,
mándamela por  correo-e.






lunes, 10 de octubre de 2016

ACTIVIDADES OTOÑO 2016

Te informo aquí de alguna de las muchas actividades interesantes, (de todo tipo, y para unas edades y otras), que organizamos para los próximos meses, ("pinchar" en la imagen para ver el cartel con su info; y/o pinchar en el título si está en color para más info). Son actividades abiertas a todo el mundo; puedes invitar a quien quieras:



-     Fin de semana de "Ejercicios Espirituales" en Adviento, preparando nuestro ser para la Navidad, recién concluido el "año de la misericordia" con la meta de "la unidad al estilo de la Trinidad" que Jesús vino a traer naciendo en Belén.
 Bajo el título general "Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto" (Lc), se busca hacer una experiencia personal y comunitaria de unión con Dios a través de la oración, la meditación, el silencio y los momentos de comunión.
         Los "construiremos" entre todos en el Centro Mariápolis "Luminosa", C/ Poniente 33, de Las Matas (Madrid), del viernes 16 de diciembre de 2016 (a las 19:30h) hasta el domingo 18 de diciembre (a las 18:00h).
Para mayor información e inscripciones, llama al 626 019 9 12
o escribe a corunum@focolares.org
El precio de participación y gastos más pensión completa todo el fin de semana es en total 97 €, (en caso de solicitar habitación individual, 115 €); esa cantidad se puede hacer efectiva a la llegada.

Centro Mariápolis "Luminosa", 28290-Las Matas (Madrid), C/ Poniente 33 (Tlf.: 91 630 10 92)



- Concierto solidario para apadrinar niños. Teatro del
Colegio "S. Ignacio de Loyola", de Torrelodones (frente a Alcampo). Viernes 16 de diciembre, a las 19:30. Intervienen niños y jóvenes del Conservatorio de música.




- Mensual "Conexión CH":  http://collegamentoch.focolare.org/  
Multivideconferencia con las principales capitales del mundo desde las que contarán testimonios de vida cristiana, como un "telediario" en plan positivo, acabando con una brevísima meditación práctica. 
           Sábado 17 de diciembre. De 12:00h (se ruega puentualidad) a 13:15h. En el Centro Mariápolis "Luminosa", C/ Poniente 33, de Las Matas (Madrid) 




-  Festival de villancicos en la Parroquia "S. José", de Las Matas. Sábado 17 de diciembre a las 19:30.





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Ya realizadas:


- Congreso para maestros y profesores y todo aquel interesado en el ámbito de la Educación y la Pedagogía: "Fraternidad: desafío educativo". 
Días 8 y 9 de octubre de 2016 en el Centro Mariápolis "Luminosa" de Las Matas (C/ Poniente 33; Tlf: 91 630 10 92).



-   Encuentro mensual de comunidad local con la Palabra de Vida para cualquier persona de   que quiera encontrar un
ámbito de fraternidad para compartir los valores del Evangelio: sábado 22 de octubre desde la comida, (pinchar en cartel adjunto para agrandar y ver programa), en el Centro Mariápolis "Luminosa" de Las Matas (C/ Poniente 33; Tlf: 91 630 10 92).






-       Proyecto “Up2me” para la formación integral y el crecimiento armónico de adolescentes y jóvenes y su descubrimiento e interiorización de la afectividad y de la sexualidad teniendo en cuenta todas las dimensiones de la persona: corporal, emocional, intelectual, social, espiritual e histórico-ambiental

        Para una educación integral en la reciprocidad a los jóvenes de colegios y parroquias, se requiere en cada grupo la formación como tutores o monitores de un hombre y una mujer adultos.
        Próximo curso de formación para Tutores (el equipo tiene que ser un hombre y una mujer casados, aunque no sean matrimonio entre sí): del 22  (llegada para cenar) al 27 de noviembre (hasta después de comer) en el Centro Mariápolis "Luminosa" de Las Matas (C/ Poniente 33; Tlf: 91 630 10 92).






sábado, 1 de octubre de 2016

PERDONAR DA LIBERTAD

PALABRA DE VIDA                                             octubre 2016

«Perdona a tu prójimo el agravio,
y, en cuanto lo pidas, te serán perdonados tus pecados»
(Si 28, 2)

En una sociedad violenta como esta en que vivimos, el perdón es un tema difícil de afrontar. ¿Cómo se puede perdonar a quien ha destruido una familia, a quien ha cometido crímenes inenarrables o, más sencillamente, a quien nos ha herido en cuestiones personales, arruinando nuestra carrera o traicionando nuestra confianza?
El primer impulso instintivo es la venganza, devolver mal por mal, desencadenando una espiral de odio y agresividad que embrutece a la sociedad. O interrumpir toda relación, guardar rencor y ojeriza, en una actitud que amarga la vida y envenena las relaciones.
La Palabra de Dios irrumpe con fuerza en las más variadas situaciones de conflicto y propone sin medias tintas la solución más difícil y valiente: perdonar.
Esta vez la invitación nos llega de un sabio del antiguo pueblo de Israel, Ben Sira, que muestra lo absurdo que es pedir perdón a Dios y no saber perdonar. «¿A quién perdona [Dios] los pecados? –leemos en un antiguo texto de la tradición hebraica–. A quien sabe perdonar a su vez». Es lo que nos enseñó el propio Jesús en la oración que dirigimos al Padre: «Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden» (cf. Mt 6, 12).
También nosotros nos equivocamos, y cuando ocurre ¡nos gustaría que nos perdonasen!
Suplicamos y esperamos que se nos dé de nuevo la posibilidad de volver a empezar, que vuelvan a confiar en nosotros. Si a nosotros nos ocurre eso, ¿no les ocurrirá lo mismo a los demás? ¿No debemos amar al prójimo como a nosotros mismos?
Chiara Lubich, que sigue inspirando nuestra comprensión de la Palabra, comenta así la invitación a perdonar: «no es olvidar, que en muchos casos significa no querer mirar de frente la realidad; el perdón no es debilidad, es decir, no tener en cuenta un error por miedo a quien lo ha cometido, que es más fuerte. El perdón no consiste en afirmar que lo que es grave no tiene importancia, o que está bien lo que está mal. El perdón no es indiferencia. El perdón es un acto de voluntad y de lucidez –por tanto, de libertad– que consiste en acoger al hermano tal como es a pesar del mal que nos ha hecho, como Dios nos acoge siendo pecadores a pesar de nuestros defectos. El perdón consiste en no responder a la ofensa con la ofensa, sino en hacer lo que dice Pablo: “No te dejes vencer por el mal; antes bien, vence al mal con el bien” (Rm 12, 21). El perdón consiste en abrir a quien te hace daño la posibilidad de una nueva relación contigo, es decir, la posibilidad para él y para ti de volver a empezar la vida, de tener un futuro en que el mal no tenga la última palabra».
La Palabra de vida nos ayudará a resistir a la tentación de responder igual, de devolver el mal inmediatamente. Nos ayudará a ver con ojos nuevos a quien es nuestro «enemigo», reconociendo en él a un hermano, aunque sea malo, que necesita alguien que lo ame y lo ayude a cambiar. Será nuestra «venganza de amor».
«Dirás: “Pero es difícil–prosigue Chiara en su comentario–. Está claro. Pero ahí está la belleza del cristianismo. No en vano sigues a un Dios que, al apagarse en la cruz, pidió perdón a su Padre por quienes le habían dado muerte. Ánimo. Comienza una vida así. Te aseguro una paz inusitada y una alegría desconocida».



N.B.: Aquí puedes encontrar también la Palabra de Vida 
 y en MP3 para escuchar en el móvil.

en más de 30 idiomas.