viernes, 16 de junio de 2017

SENTIRSE SIEMPRE ENVIADO

VIDA DE LA PALABRA                       primeras semanas JUNIO

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de junio («Como el Padre me envió, también yo os envío», Jn 20, 21) y la de mayo («Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo», Mt 28, 20):
1.-        Así como te contaba que en mayo cada día, había una alegre sorpresa u oportunidad bonita y esperanzadora de alguna persona que quiere acercarse a Dios después de mucho tiempo, en cambio, en lo que llevamos de junio, cada día resalta un problema o un sufrimiento o una complicación o un roce, algo que “escuece” (¡duele!) por dentro y conlleva “darle muchas vueltas a la cabeza”. ¡Pero también eso son oportunidades, (descubriendo ahí y eligiendo a Jesús crucificado y abandonado), de sentirme enviado por Dios a sembrar ahí paz y unidad, a amar de verdad!
            Una crítica irónica y descarnada que alguien me hace y, el domingo después, un adolescente que, todo respetuoso, me corrige fraternamente ¡justo en el sentido contrario!; alguien a quien aprecias, que por una circunstancia, no aceptan su trabajo en un cole al que admiras y no admiten a un niño por el que venimos esforzándonos positivamente en integrarlo; el calor que empieza a invadir la casa, (va a ser mi primer verano aquí); alguna persona a la que intentas servir, molestas a un montón de gente para que le ayude, y no vuelve a aparecer; el fallecimiento de una señora de 90 años, ¡una bendita!, a la que llevaba la comunión cada viernes y habíamos dialogado profundamente, consciente ella de que eran los últimos meses de su vida y quería irse bien preparada; algún desplante de otra persona; un recién conocido que, con alguna dificultad psicológica (esperemos que pasajera), no para de hablar y de escribirme sin cesar, etc.; y, sobre todo, la hipoglucemia severa (casi un coma diabético) que sufrió mi madre la última semana que pasó aquí conmigo en la parroquia, y que estuvo a punto de costarle la vida (o de tener consecuencias irreparables en el cerebro), aparte de que 2 días antes también habíamos estado en urgencias con ella por otra cosa.
            En todo ello, intentaba traer a la mente la PdV del mes, “¿a qué me envías en esto, Jesús?”, ¡y me sentía enviado, así como Él es enviado por el Padre!: he tratado de no perder la calma y la sonrisa, aun con el “escozor” interior; de acoger la buena parte de razón que llevaban las críticas, (una, hacer más “juveniles” también las homilías para los adultos), seguir pensando bien de todas las personas a pesar de los roces y seguir trazando puentes de acercamiento con ellos y con todos; tratando de perseverar en llamadas telefónicas para ayudar a otros; o las 8 horas en urgencias con mi madre, (por cierto, yo de pie, pues el nuestro era uno de los pocos box que no tenían silla para acompañante), ofreciendo al Señor todo y procurando acoger y ser agradecido con cada médico y enfermero.
Y así, cada cosa, que al principio me parecía un “planchazo” cada día, se convertía al final, si no en una alegría, al menos sí en un motivo de esperanza o de esfuerzo en mejorar.


Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de junio («Como el Padre me envió, también yo os envío», Jn 20, 21),la de de mayo («Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo», Mt 28, 20) y la de abril («Quédate con nosotros, porque atardece», Lc 24, 29):
1.-        “Hola Paco: nos preguntas cómo acabamos el mes anterior y empezamos éste; pues te digo que para mí están siendo dos Palabras en perfecta continuidad. Sigo experimentando que Jesús Resucitado está con nosotros, está y además continuamente me envía a "la misión de suscitar fraternidad..." ¡Menos mal que tengo el regalo del Espíritu Santo! Es Él quien me hace salir de mí, sobre todo en los imprevistos, porque algunas veces han sido "envíos originales".
Por ejemplo, el domingo pasado por la tarde, estaba en casa y llega un vecino, que hace muy poco que vive en el bloque, diciéndome que de uno de los pisos está saliendo mucha agua por debajo de la puerta. Enseguida llamé a otros vecinos, localizamos a la afectada (que se encontraba de viaje), avisamos al de la puerta de enfrente (donde ya estaba entrando bastante agua) y empezamos a recoger agua del pasillo para que no afectara a otras viviendas. Cada vecino que iba llegando, se incorporaba "al trabajo". Nueve vecinos estuvimos más de dos horas llenando cubos de agua con recogedores de la basura caseros, no llegó a más pisos y todos ayudamos también a dejar recogidos los dos pisos afectados; pero lo importante fue la fraternidad vivida en ese rato que ha hecho crecer las buenas relaciones entre nosotros.
Otro día, invité a pasar un día juntas a una amiga de otra ciudad y, de forma involuntaria, se llevó mi móvil a su casa: una oportunidad de amar a esta persona, quitando importancia al asunto para que no se preocupara, y a otra persona conocida que me lo trajo al día siguiente.
Otro día fui a coger el coche para ir a ver a una amiga al Hospital e, inesperadamente, se le había ido la batería: otra ocasión para amar a un taxista desconocido y al día siguiente al señor del taller.
Y aquí sigo dispuesta a continuar, a ver qué se le ocurre en lo que queda de mes...

2.-        “sigo muy cerca de Dios. Llevo 10 días entre mi casa y hospital cuidando a mi tía, que está muy delicada de salud y no tiene a nadie. Llevar el trabajo, los niños y el hospital es muy duro. Tratando de entregar a Dios, porque si pienso en mi cansancio físico y mental, siento que no podré con mañana…
Mi madre, en principio, no tiene metástasis...: aún faltan pruebas, pero estoy consiguiendo soltarla a Dios. Mi madre se la tengo entregada a Dios... Estoy viendo toda la salud que tiene y no la que "no tiene"... Estoy intentando en la distancia estar con ella desde celebrar cada día: le mando mensajes de voz cada mañana donde la animo a dar gracias hasta por poder saborear la comida que tenemos. Ese ejercicio me ayuda a mí también a agradecer a Dios.
Un fuerte abrazo y en oración constante llamando al Espíritu Santo.

3.-        “llevo días sin decirte nada...: tantos viajes, tantos hermanos, cuñados... pero compartiendo con ellos el amor recíproco, el que ellos me ofrecen y me dan, (por ser la hermana "pequeña"), y todo el que soy capaz de ofrecerles y mi servicio, por ser más joven y fuerte: han sido días bonitos, de vacaciones y la oportunidad de verlos y compartir nuestra hermandad (en julio, compartiré también unos días con mis hermanas…) y así hago el recorrido completo con todos, que no sé si será la última vez, (edad y salud) y creo que ha sido Dios el que me ha permitido esta experiencia...
Pero, como no se puede estar en dos sitios a la vez, me he perdido el estar con vosotros en bonitos encuentros: ya me contaréis las experiencias, Cristo y María presentes en nuestras vidas.
La palabra del mes, difícil y hermosa: Jesús nos envía, como a Él lo envió Su Padre... cómo hacerlo…??? Él nos ayudará e inspirará a través del Espíritu Santo, eso le pido: fuerzas y amor...
Ya veo el "trajín" que te traes entre tu trabajo y el atender a tu madre, médicos, carretera, obligaciones; la oración la ofrezco por tu esfuerzo y generosidad, que no nos falte la alegría

4.- (te comparto alguna de las comunicaciones de mi hermana Miriam, que ya lleva mes y medio en Chad, de los 3 años que le esperan):            “…Ay lo que me río con estos niños!! Me río un montón con ellos, aunque hay que regañarles de vez en cuando; son la caña; ¡tienen cada ocurrencia!: cogen una lata y buscan cualquier bicho para freírlo haciendo un fuego con cualquier cosa, ni en el programa de supervivientes!! Se encuentran unas gafas sin patillas y las arreglan poniéndoselas con unas tiras de tela 😂😂😂😂
Yo, la verdad es que después de haber celebrado el domingo el día del Espíritu Santo, puedo decir que aquí se nota Su presencia, y después de un mes aquí, me parece como si llevara toda una vida😅 Él me da fuerzas para adaptarme al calor, a los bichos, a las diarreas😂😂😂 a la incomodidad de la cama, a la falta de algunos alimentos que en España comía y aquí no hay, a los caminos llenos de baches y charcos, a tener lejos a las personas que quiero un montón...
Pues parece mentira: a pesar de todo esto, puedo decir que estoy contenta de estar aquí y que el Señor cada mañana, cuando estoy delante de su pequeño Sagrario que tenemos en forma de chocita y a través de las canciones, las risas y los ruidos de nuestros 50 niños que empiezan a despertarse, me dice: “te quiero y te mimo; y mira cuántos regalos!”.
Y es que es verdad: hay miles de cosas preciosas y cuando miro por la mañana los árboles tan grandes y frondosos, cuando escucho los pajarillos y el gallo cantar, cuando veo que aquí hay lagartijas gigantes de colores (creo que se llaman maracuyás), ratoncitos recién nacidos que uno de los niños le puso una cuerda y lo sacó a pasear y a enseñar a todos😂😂😂 como si fuera su perrito, escorpiones que uno de los niños mata y lo llevaba en el bolsillo partiéndose de risa cuando te lo acerca y tú te asustas😂😂😂. Los niños son la caña! Cómo disfrutan con todo!!! Cómo saben hacer de todo un juego; un hoyo, y piedrecitas que entran y sacan; su juego preferido: una tapa de cacerola vieja y un palo con un alambre que le hace rodar: su coche de juguete😂😂😂
Y es que los ves tan felices, aquí en nuestro Centro, después de saber las historias por las que han pasado antes de que los trajeran aquí: muerte de sus padres o abandono o maltrato, o por el hambre y la marginación...
Y ahora aquí gracias a la generosidad de la gente que nos vais ayudando, no paras de oír sus risas, de ver sus bailes, de verlos con su libro en la mano diciéndote que ya saben leer... Cada día los quiero más. Sigo disfrutando de ellos cada detalle... Hoy por ejemplo vino uno en el recreo todo contento a enseñarme que había sacado un 9'5 en el examen: y sólo por ver su sonrisa y poderle felicitar, me ha merecido la pena la mañana sofocante que yo llevaba y la noche que había pasado muerta de calor porque les he dejado mi ventilador a los nuevos misioneros, que sudan como pollos, y que los pobres se les ve hechos polvo porque los primeros días cuesta un montón adaptarse...
Aunque esta tarde me daba una penilla uno de nuestros niños de 15 años, que estaba triste, sentadito y con fiebre: yo creo que era malaria. “¿Estás triste?”: y se ha puesto a llorar; y me he sentado a su lado y le he consolado un poquito; hasta me he puesto a jugar con él y parece que se ha olvidado un ratito de su malestar😍
Luego ha habido otro momento muy intenso: decirle a uno de los de 16 años, (a esa edad ya terminan aquí, con un trabajillo aprendido), que el curso que viene, (no tiene ni familia lejana que pueda recibirlo, ni siquiera ninguna familia de acogida), que se iría a vivir y a trabajar con otro chico nuestro que salió hace dos años y que tenían que ser muy responsables, muy amigos y trabajar muy duro, cuidar bien de la casa que les dejaríamos... ¡y de verlo con cara de niño, ha pasado a cara de responsable!; pero me daba una cosilla… de lo que él sentiría al verse sin familia… y ya fuera de nuestro Centro-hogar…


Si quieres leer más experiencias similares, 
de gente de todo el mundo,
puedes encontrarlas “pinchando” AQUÍ  
y otras también AQUÍ



N.B.: tú también puedes compartir las experiencias
que, por gracia de Dios, hayas podido realizar
poniendo en práctica el Evangelio;
“pincha” aquí abajo en “comentarios” y escríbela;
o, dado que en algunos navegadores eso no funciona,
mándamela por correo-e.









jueves, 15 de junio de 2017

ENVIADOS SIEMPRE A CONSTRUIR LA UNIDAD

Unos textos (y las experiencias) para reimpulsarnos en vivir concretamente la Palabra del mes de junio («Como el Padre me envió, también yo os envío», Jn 20, 21):
 

:


CONFIAR EN DIOS

 [...] incluso sabiendo que Dios es Amor, a menudo vivimos como estuviéramos solos sobre esta tierra, como si no existiera un Padre que nos ama y nos sigue; que conoce todo de nosotros, ¡cuenta hasta los cabellos de nuestra cabeza!; que todo lo hace concurrir a nuestro bien: lo que de bueno hacemos y las pruebas que pasamos.
Deberíamos poder repetir, como si fueran nuestras, las palabras del y nosotros hemos creído en el amor
evangelista Juan: “…
Creer, en efecto, es sentirse observados y amados por Dios, es saber que cada oración que hagamos, cada palabra, cada movimiento, cada acontecimiento triste o alegre o indiferente, cada enfermedad, todo, todo, todo, desde las cosas que nosotros creemos importantes hasta las más mínimas acciones o pensamientos o sentimientos, todo es observado por Dios. Y si Dios es Amor, la completa confianza en Él, no es más que la lógica consecuencia. Podemos tener entonces aquella confianza que nos lleva a menudo a hablar con Él, a exponerle nuestras cosas, nuestros propósitos, nuestros proyectos. Cada uno de nosotros puede entregarse a su amor, seguro de ser comprendido, confortado, ayudado. [...]

CHIARA LUBICH, Confidare in Dio, Città Nuova 20 septiembre 2004





DESCUBRIR EL BIEN QUE HAY EN EL OTRO

[...] es una invitación apremiante a reconocer lo positivo del otro, al menos porque Cristo dio la vida también por esa persona a la que me darían ganas de juzgar. Es una invitación a escuchar desactivando los mecanismos defensivos, a permanecer abiertos al cambio, a acoger la diversidad con respeto y amor, para llegar a formar una comunidad plural y al mismo tiempo unida. [...]

FABIO CIARDI – Palabra de Vida, Febrero 2015





ANUNCIAR DE MANERA CONVINCENTE

El Espíritu Santo es el alma de la Iglesia, con su fuerza vivificadora y unificadora: de muchos hace un solo cuerpo, el Cuerpo Místico de Cristo. No cedamos nunca al pesimismo, a esa amargura que el diablo nos presenta cada día; no cedamos al pesimismo y al desaliento: tengamos la firme certeza de que el Espíritu Santo da a la Iglesia, con su poderoso aliento, el valor de perseverar y también el de buscar nuevos métodos de evangelización para llevar el Evangelio hasta el confín de la tierra (cf. Hch 1, 8). La verdad cristiana es atractiva y persuasiva porque responde a la necesidad profunda de la existencia humana, al anunciar de manera convincente que Cristo es el único Salvador de todo el hombre y de todos los hombres. Este anuncio sigue siendo válido hoy como lo fue al inicio del cristianismo, cuando se produjo la primera gran expansión misionera del Evangelio.
Queridos hermanos: ¡Ánimo! La mitad de nosotros nos encontramos ya en edad avanzada: la vejez es –así me gusta decirlo– la sede de la sabiduría de la vida. Los viejos tienen la sabiduría que da el haber caminado en la vida... Y precisamente esa sabiduría les permitió reconocer a Jesús. Trasmitamos esta sabiduría a los jóvenes: como el buen vino, que con el paso de los años se vuelve aún mejor, transmitamos a los jóvenes la sabiduría de la vida.

PAPA FRANCISCO, Discurso al Colegio Cardenalicio, 15 marzo 2013





LA META ES LA UNIDAD

Queréis escrutar el camino que hay que recorrer para alcanzar un “mundo unido”, en la consciencia de que tal “ideal” va haciéndose “historia”. Verdaderamente esta parece la perspectiva que emerge de múltiples signos de los tiempos: la perspectiva de un mundo unido. Es la gran esperanza de los hombres de hoy, la esperanza y, al mismo tiempo el gran desafío del futuro
Hace falta estar atentos a la voz de tales mensajes, ya que la ocasión que Dios nos ofrece no debe ser desperdiciada. Si la meta esperada y buscada por todos los hombres de buena voluntad es la unidad, a todos nos toca, pero especialmente a vosotros jóvenes, abrirnos hacia aquellos sentimientos y aquellas actitudes que pueden promover la progresiva afirmación. A todos, por tanto, se nos pide educar la propia conciencia a sentimientos de respetuosa convivencia, de concordia, de fraternidad, ya que sin ésta no es posible actuar un verdadero camino de unidad y paz.

S. JUAN PABLO II, A los jóvenes reunidos en el Palaeur de Roma para el «Genfest 1990»,
31 marzo 1990




jueves, 1 de junio de 2017

HOY QUIERO DESCUBRIR DÓNDE QUIERE ENCONTRARME DIOS

VIDA DE LA PALABRA                          últimas semanas de MAYO

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de mayo («Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo», Mt 28, 20) y la de abril («Quédate con nosotros, porque atardece», Lc 24, 29):
1.-        Este mes podría escribir un libro entero: cada día el Resucitado, que siempre está, se dejaba notar, sí, como siempre, ¡pero de una forma más palmaria! ¿Por qué así? ¿Porque estamos en Pascua o porque es el centenario de la aparición de la Virgen en Fátima…?, ¿o por los sacrificios ofrecidos de mi hermana yendo a África y de mi madre asumiéndolo…?, ¿o porque le he ido pidiendo a los enfermos del hospital y a los ancianos que ofrezcan y recen por la parroquia y por el movimiento y por mí o…?,  ¿o por la comunión y la unidad con tantos de vosotros o… por la oración de mi tía monja, este mes, además, 10 día hospitalizada o…? En cualquier caso, todo por Gracia.
         Te cuento sólo algunos momentos.
Casi todos los días venía al confesonario o me topaba en el hospital con alguien que quería reencontrarse con Dios o que no había sido confirmado o ni siquiera había recibido la primera Comunión. O notaba yo… Y “detrás”, (mejor dicho, ¡dentro!), de cada uno se notaba la “mano” del Resucitado. O notaba yo, dentro: “no cierres todavía la iglesia aunque ya es tarde…; date mientras un paseo por la puerta rezando el Rosario”. ¡Y en esas 3 ocasiones, diálogos preciosos con distintas personas desconocidas que llegaron luego después!

1b.-     En reuniones y encuentros he “palpado” el “donde dos o más…”. Así, en la formación con el YouCat, una me agradecía por whatsApp compartiendo: “ He salido taannnnn contenta y feliz!!!! He sentido a Jesús tan cerca...!!”. Se lo reenvié a otra que, ya adulta, ha empezado a prepararse para la primera Comunión y se sumó por correo-e.: “…me alegro escucharlo porque a mí me pareció un bonito clima también. Cada vez que salgo de nuestras charlas…, la sensación que tengo es de felicidad, salgo cargada de felicidad dispuesta a compartirla. Es un sentimiento muy bonito y que quizás antes faltaba en mi vida. Nos vemos el jueves…”

1c.-      A mi hermano le han robado el ordenador, (y, con ello, lo peor: ¡muchas horas de trabajo!). Eran los días que mi madre estaba aquí: ella derramó unas lágrimas, recordando también que el año pasado le robaron el coche. Y al día siguiente me dice mi madre: “estoy rezando mucho por el ladrón; y también por el del coche…”. Ante mi sorpresa mayúscula, añade todavía como si tal cosa: “pues sigo rezando por el ladrón que le robó a papá la tarjeta de crédito (que, ni él quería la tarjeta y el banco se empeñó, y ni la había usado, y solo nos dimos cuenta cuando empezaron a llegar cargos bancarios desde otra provincia)”; ¡de eso hará unos 30 años! “Vi” al Resucitado en la bondad misericordiosa y perseverante de mi madre.

1d.-     Y por continuar con ella: los 11 días que estuvo aquí (mañana se vendrá de nuevo una semana), siempre estaba contenta disfrutando de la luminosidad de la casa, de la iglesia, de los “paisajes”, (¡pero qué fenómeno de mamá!: sí, se ven montañas por encima de los tejados muy a lo lejos, y el valle de los caídos, y árboles de los jardines, pero lo que más se ve es eso, tejados, anuncios elevados y la autopista A6).
Entre que siempre ha sido despistadilla y la artrosis que le va deformando los dedos, no había manera que aprendiera a encender la vitrocerámica digital, (acostumbrada a su cocina de gas de toda la vida); sería para desesperarse y desanimarse, pero, la última noche: “¡ea!, ¿qué querrá decirme el Señor?: ¡la humildad!; yo que ayer contaba que tengo facilidad para orar, para sentirme unida al Señor…; ¡toma!: aprende a ser humilde”. Desde luego, con toda humildad me llamaba cada vez después de haberlo intentado inútilmente, o si no estaba yo, llamaba al piso de enfrente para pedirle el favor a la madre del otro sacerdote que viniera a encendérsela.
Ha estado esta semana con mi hermana en Alicante (porque tenía la oportunidad estos días de un apartamento casi contiguo a su minipiso, donde apenas caben mi hermana, su marido y sus dos niños). Y esta mañana escribía mi hermana en el WhatsApp de los “hermanicos”:
después de una semana agotadora..., hoy me he levantado pensando en "el bolso viejo" d la bonita experiencia que mandaba Paco el otro día... ya que mamá se va hoy al pueblo y mañana a Madrid... pero me niego a quedarme con eso, porque creo que ella aunque cansada y más mayor, con sus "tonterietas", sus diarreas por el colon, su ojo sin vista y demás achaques... sabe disfrutar al máximo en cualquier sitio: viendo una golondrina, viendo tan solo la torre de la iglesia, mirando al mar.... estando en una capilla, el tiempo que sea, rezando... Así que, yo no creo q se sienta como un bolso viejo, sino como el "baúl de la Piqué" viajando de aquí para allá y tratando de disfrutar a sus hijos y vivir las últimas décadas de su vida de la forma más activa posible... Ahí lo dejo, q me he levantado inspirada!!! 😂😂 Os quiero mucho a todos!!!! Viva mami!!!

1e.-      El domingo de la Ascensión, una mamá en su blog escribe esto a su anciana madre enferma tras haber participado, (después de muchos años sin pisar una iglesia, invitada por una amiga mía), en la Misa que celebré con los niños: “…hoy en la iglesia…, sentí una paz profunda. Lloré desconsoladamente arrodillada. Mi llanto no era un llanto de miedo, no era un llanto de plegaria, no podía pedir nada; y no podía, porque hace mucho tiempo olvidé cómo pedir deseos concretos a Dios… …sentí paz, cuando escuchando la frase de “ven, Espíritu Santo”, entendí…
…Si simplemente entregamos todo, incluso nuestra propia vida a Dios, el miedo desaparece…
Hoy, cuando el padre Paco explicó con su lenguaje para niños “adultos”, cómo, cuando Cristo subió al cielo y ya no pudo ser visto con los ojos del cuerpo, nos dejó…: el Espíritu Santo. Y entonces, entonó la canción de la película de “Misión imposible”. Sí, la cantó, en medio de una Misa y dejó grabado ese momento en nuestra mente…
nos enseñó cómo llamar al Espíritu Santo: el único que puede ayudarnos a acometer la misión imposible de cada día: “ven, Espíritu Santo”.
Escucharle, me dio la tranquilidad de saber que es imposible transitar por esta dura Misión Imposible llamada Vida, sin invocar y tener a Dios permanentemente con nosotros…
…Entonces, veo lo que ahora es para ti la Misión más dura que te haya tocado emprender en tu vida: es una Misión que solo puedes llevar a cabo de la mano de Dios a través del Espíritu Santo...
Las excusas mundanas e historias de la autoayuda, me alejaron de la Iglesia, a la que iba cada Domingo…
…no hay psicólogo ni asana de yoga, que haga las veces de Dios y su Iglesia.
Así, hoy decidí que mis dos hijos, aunque se les haya pasado la edad, recibirán la primera Comunión, porque necesitamos que las reglas de Dios entren a este hogar. Decidí, que cada domingo iré a la Misa…
…Tomé plena consciencia de que Dios está moviendo todos sus hilos para llevarnos a su morada…
…mas mientras tanto, vete a una iglesia. A esas hechas de ladrillo y busca a un Sacerdote.
Dios también te está llamando a ti, a través de mí…
…En el dolor mami, allí, es cuando Dios aparece de forma majestuosa.
Solo Él, puede hacerte sentir que estará contigo y que tú, nada debes hacer, aparte de estar a Su lado. Busca la iglesia más cercana y a partir de mañana… ve a Misa cada día… Que sea ese tu objetivo más importante cada día. Lo demás, entrégaselo a Dios…”.
¿Cómo no ver ahí a Aquel que dice “Yo estoy con vosotros, todos los días, hasta el final de los tiempos” y a Su Espíritu Santo?


Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de mayo («Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo», Mt 28, 20), la de abril («Quédate con nosotros, porque atardece», Lc 24, 29) y la de marzo («¡Reconciliaos con Dios!», 2 Co 5, 20):
1.-        “desde el primer día de este mes, cuando leí el comentario de la PV me impresionó la frase: “Hoy quiero descubrir dónde quiere encontrarme Dios”. Me propuse repetirla cada día y me está dando una gran serenidad ya que sólo tengo que estar atenta a descubrir su presencia, no tengo que complicarme la vida pensando en cosas que debería hacer…
Él sale a mi encuentro a veces en una alegría: Recibo la llamada inesperada de una persona con la que tengo una preciosa conversación, con Jesús en medio, que me deja una profunda paz interior.

1b.- Otras veces en una dificultad: Llego a casa ya tarde y muy cansada, cuando voy a cenar recibo el mensaje de una persona que me pide que haga un trámite con urgencia, tras la inmediata reacción humana que me hace pensar que no me debe pedir las cosas así, recuerdo que Jesús “se esconde” en nuestras limitaciones, en las suyas y en las mías, y me pongo a tratar de hacerlo antes de acostarme, me surgen problemas con internet y no lo consigo hasta la 1:20 de la madrugada. Ha merecido la pena el esfuerzo ya que desde ese día se ha establecido con ella una relación de fraternidad sincera que está dando frutos positivos además para otras personas cercanas.

1c.- También en momentos de descanso: En un día de fiesta en mi ciudad, una amiga me invita a salir con un grupo donde sólo la conozco a ella, preferiría quedarme en casa y aprovechar para hacer cosas atrasadas, pero recuerdo que Jesús está en el hermano y acepto. Además de pasarlo bien, pude compartir diversas situaciones dolorosas con varias personas por las que rezo a partir de entonces y hemos quedado en volver a vernos.

1d.-     Por otra parte, me está ayudando a ser más consciente de Su presencia en la Eucaristía, sin proponérmelo he sentido como la atracción a entrar en una iglesia y estar con Él, solo dos días he podido estar un buen rato de oración, pero al menos hacerle una breve visita; y una vez que la iglesia no estaba abierta, la hice desde la puerta, Él estaba ahí muy cerca y una puerta cerrada no podía impedir mi diálogo con Él.
Gracias, Paco, por estos correos que tanto nos ayudan

2.-        “el mes de mayo: yo creo que lo hemos tomado con algo más de intensidad que otros años y en concreto la retransmisión de Fátima la encontré emocionante, haciéndote sentir fibras internas que deseas que nunca te dejen. Hacemos nuestro mes de mayo particular, además de la Eucaristía y el rosario,
Puedo contarte la experiencia que estoy viviendo que me está llenando la vida y creo que estoy haciendo con mucho amor:
Ya te he contado que mi mujer esta regular; el diagnóstico creo que es envejecimiento prematuro del cerebro con las deficiencias que eso ya lleva consigo: vida bastante sencilla y monótona dedicado en exclusiva a ella; se defiende sola en algunas ocasiones en cuestiones referentes a memoria, pero necesita una presencia muy frecuente. 
Pues bien, creo que estoy viviendo unos de los mejores momentos de mi vida y no hago más que dar gracias a Dios por todos los privilegios que Su Amor nos ha dado y nos sigue llenando a manos llenas


3.-    Mi hermana pequeña, Miriam, lleva ya casi su primer mes completo (de estos próximos 3 años) que estará como misionera en el Chad; aquí van sus primeras impresiones           “nuestra sensación del primer día de camino a Bayaka, acompañadas de Jimmy, fue la de estar viviendo un documental del National Geographic: chozas, mercados, “gasolineras” (=gasolina dentro de botellas encima de una “cutre mesa”)… con la camioneta yendo por caminos de baches y charcos, esquivando vacas, cabras, perros, motos, bicis, personas, patos, pollos...
Por fin, después de 8 horas de camino desde la capital, N´Djamena, llegamos a nuestro Centro Educativo Charles Luanga (CECL) a las 19:30h, noche cerrada, bajamos del coche y escuchamos vocecillas que dicen nuestros nombres, vemos de lejos dientes blancos y manos que creemos que se mueven y nos saludan, porque ver, lo que es ver, no vemos ni torta.
Vemos la casa sencilla y bien equipada, la capilla una preciosidad en la sencillez, el Señor en su Sagrario, en forma de una chocita (como las casitas de aquí)…
Allí, debajo de las mosquiteras y en oscuridad absoluta se escucha todo tipo de ruidos, animales y bichos extraños que no tenemos ni idea de qué serán, pero mejor no moverse de aquí hasta que amanezca y rezar el rosario.

3b.-  Al día siguiente, por la mañana temprano, nos volvemos a encontrar con la sonrisa de acogida de todas las personas en la Misa: los tantanes, los cantos tradicionales en sus lenguas, las palmas y los bailes en la acción de gracias… ¡Qué alegría se respira!
Después, poco a poco, vamos conociendo a los niños y descubriendo que cada uno de ellos son un regalo: sus sonrisas, sus cantos sin cesar cuando están trabajando, sus juegos, su cercanía, su simpatía...
El clima que respiramos, gracias a Dios, es siempre de risas; son miles las anécdotas…

3c.-  Otra cosa a destacar es la acogida de los hermanos que ya estaban en la Misión: premio a la paciencia por ir enseñándonos las múltiples tareas de cada día y repetírnoslo cuantas veces se lo pidamos, que son muchas, porque no hay quien aprenda tanta cosa nueva. Ellos siempre con una sonrisa nos enseñan la cantidad de cosas a hacer: “empresario” de 20 trabajadores, “director” de colegio, secretario, jefe de estudios, administrativo, economista, enfermero, mecánicos, comerciantes, chicos de los recados, gestor, relaciones públicas, trabajador social, agrónomo, catequistas, papá y mamá de 50 adolescentes… ¡¡¡Y TODO ESTO EN FRANCÉS !!!!

3d.-  Todas estas cosas a veces nos hacen pensar que es una “misión imposible” porque nos sentimos pequeños, incapaces, no sabemos expresarnos bien en francés… A veces pensamos: “¿Seremos capaces de sacar esto para adelante cuando se vaya el equipo anterior?”. Pero todo esto no nos hace perder la alegría, ni la esperanza, porque sabemos que contamos con vuestras oraciones y sacramentos que ofreceréis por nosotros. Y sobre todo, con la ayuda de la Virgen y en manos del Señor, no hay nada imposible. Ahora sí podemos decir: MISIÓN POSIBLE




 Si quieres leer más experiencias similares, 
de gente de todo el mundo,
puedes encontrarlas “pinchando” AQUÍ  
y otras también AQUÍ



N.B.: tú también puedes compartir las experiencias
que, por gracia de Dios, hayas podido realizar
poniendo en práctica el Evangelio;
“pincha” aquí abajo en “comentarios” y escríbela;
o, dado que en algunos navegadores eso no funciona,
mándamela por correo-e.