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lunes, 15 de septiembre de 2025

ALEGRÍA DEL REGRESO

La Palabra de Vida de este mes, («Alegraos conmigo, porque he hallado la oveja que se me había perdido», Lc 15, 6), nos ayudará a llevar todo adelante bien, sin dar nada ni nadie por perdido. Y para recordarlo y reforzarlo, unos textos y alguna experiencia:


DAR AL AMOR EL PRIMER LUGAR

Dar al amor el primer lugar es decidir, cada día, que las personas importan más que las cosas, que el perdón es más valioso que el orgullo y que la compasión es una fuerza que puede revolucionar nuestra vida.

Cuando el amor es una prioridad, nuestras acciones adquieren un nuevo significado. Las palabras se vuelven más cuidadosas, los gestos más acogedores, e incluso los conflictos se afrontan con el deseo de reconstruir en lugar de destruir.

Esta elección de amar antes de juzgar, de comprender antes de reaccionar, no siempre es fácil, pero es profundamente liberadora.

Al dar al amor el primer lugar, iluminamos el camino no solo para nosotros, sino también para los que caminan a nuestro lado. Porque amar es sembrar vida donde hay muerte y aridez del alma, esperanza donde solo hay dolor y desesperación, y unidad donde hay separación.

 

APOLONIO CARVALHO, Comentario al Pasapalabra diario 1 septiembre

 

 

 

 

 

HACER DE CADA OBSTÁCULO UN TRAMPOLÍN

 

Es como una carrera en el estadio la vida. La valla interpuesta es una oportunidad para saltar: para amar con mayor vigor y fiarnos del poder de Dios. Quejarnos a Él será también una forma de creerle y rezarle. Somos débiles. Él lo sabe.

 

P. MANOLO MORALES, O.S.A., Comentario al Pasapalabra diario 31 agosto

 

 

 

 

 

MIRAR AL PRÓJIMO

 

[...] no juzgar las intenciones del otro por lo que hace o dice y que puede ser que no comprendamos; no aumentar lo que vemos, sino tratar de observarlo por lo que es en el presente; conseguir mirar al otro, cada día, como si lo viéramos por primera vez, sin añadir a la molestia actual la de los días anteriores...

Hecho este primer paso, será más fácil saber leer lo que el otro tiene en su corazón y que, a menudo, es oscurecido por ese modo de actuar que nos molesta; y llegar a comprenderlo, a comprendernos, y también a ayudarse a mejorar. [...]"

 

FRANCESCO CHÂTEL, Primo passo: sopportare, Città Nuova

 

 

 

 

 

 

VIVIR EL MOMENTO PRESENTE.

 

Es viviendo el presente como se pueden cumplir bien todos nuestros deberes.

Es viviendo el presente como las cruces se vuelven soportables.

Es viviendo el presente como se pueden acoger las inspiraciones de Dios, los impulsos de su Gracia que llegan en el presente.

Es viviendo el presente como podemos construir con fruto nuestra santidad.

Dijo Francisco de Sales: "Cada instante viene cargado de un orden y va a hundirse en la eternidad para fijar lo que hemos hecho con él."

¡Vivamos, pues, el presente! ¡A la perfección! Nos encontraremos en el atardecer de cada día y en el de la vida, llenos de obras buenas acabadas y de actos de amor ofrecidos.

 

CHIARA LUBICH, Se viviamo il presente

 

 

 

 

 

 

SUPERAR LA INTRANSIGENCIA

 

Muchas veces, la intransigencia nace del miedo a ceder, a parecer débiles o a perder el control. Pero, en realidad, la fuerza reside en quien sabe aceptar lo diferente y buscar el diálogo incluso ante los desacuerdos.

Para superar la intransigencia, es necesario ser humilde. Saber reconocer que no somos dueños de la verdad (solo Dios) y que el otro también tiene algo que enseñarnos. Exige valentía para ceder posiciones, dejar atrás el orgullo y construir cercanía donde hay distancia.

En la vida cotidiana, esta superación se manifiesta en gestos sencillos: ceder en un conflicto familiar, escuchar con atención a quien piensa diferente, pedir disculpas cuando cometemos un error.

Cuando elegimos la apertura en lugar de la cerrazón, el amor en lugar de la rigidez, damos espacio para que Dios actúe en nosotros y a través de nosotros.

 

APOLONIO CARVALHO, Comentario al Pasapalabra diario 10 septiembre

 

 



martes, 15 de abril de 2025

DIOS RENUEVA LAS COSAS

 VIDADELA PALABRA                             primeras semanas ABRIL

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de abril («Mirad que realizo algo nuevo; ya está brotando, ¿no lo notáis?», Is 43, 19) y la de marzo («¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano y no reparas en la viga que hay en tu propio ojo?», Lc 6, 41):

1.-        Ayer martes, (aunque lo suyo sería mañana Jueves Santo por la mañana), concelebramos la Misa Crismal en la Catedral de Madrid. Yo creo que había más sacerdotes y más fieles laicos que nunca: una mitad longitudinal de la Catedral para cada. Esa misma distribución ya era algo bonito. Solo los sacerdotes ya seríamos unos 800 más 9 obispos, (incluidos los 3 cardenales de Madrid: titular y eméritos).

Yo creo que esa distribución longitudinal influyó también para la mayor resonancia de los cantos y oraciones. De hecho, si te conté que el año pasado me impresionó el eco de nuestras respuestas en la renovación de las promesas sacerdotales, este año ha sido mucho más: no sólo nuestros 3 “sí, quiero” con voces varoniles retumbaron en las bóvedas de la Almudena como nunca, sino también cada “amén”, “y con tu espíritu”… y demás oraciones comunes de todo el pueblo de Dios, (tanto laicos como sacerdotes). Lo mismo también que los cantos dirigidos por la escolanía de El Escorial y entonados por todos: sobre todo la Misa de Angelis, que siempre me emociona.

Unos minutos antes también pude confesarme, (aunque no habían pasado los 15 días), con el sacerdote que tenía al lado, providencialmente gran amigo, además, con quien pude renovar la unidad directamente.

Viví con intensidad, (esa, además, había sido la penitencia por la confesión), la bonita y larga ceremonia. Quizá también porque la víspera la expliqué a la comunidad parroquial y, con ello, como que los sentía involucrados en el orar por nosotros, aparte de que algunos de ellos también estuvieron presencialmente. Es más: uno se había ofrecido a llevarnos a nosotros, los dos sacerdotes de la parroquia, en su coche, pues tiene etiqueta medioambiental 0, con lo cual puede entrar en el centro de Madrid.

 

1b.-     Al hilo de esto último: el domingo al acabar la Misa de Ramos, mientras yo saludaba a la gente que salía, uno me pidió venir a hablar conmigo el martes. Con el bullicio, le contesté que “encantado”, sin percatarme en ese instante que a la hora que me dijo, habría debido estar yo saliendo para coger el tren hacia la Misa Crismal.

         Cuando el martes bien temprano me puse nervioso al ver la confluencia de ambas tareas…, fue providencial que el otro sacerdote me mandara un whatsapp anunciando que, (como he contado en la experiencia anterior), un feligrés se había ofrecido a llevarnos en su coche a dicha Misa, con lo cual yo pude atender hasta el final a este que me había pedido charlar despacio y confesar.

         “¡Hay que ver, Señor!: yo mismo me estropeo mi horario haciendo confluir varias cosas y Tú tienes que salir a arreglármelo una vez más. Sí, Señor, también ahora recuerdo lo que siempre me dices: ‘ni un minuto antes, ¡pero tampoco uno después!’.

 

2.-        El finde de Ejercicios Espirituales de Cuaresma fue todo un desafío: por confusión mía de fechas, eran los días en los que yo estaría solo en la Parroquia.

Me fie de la Providencia, más allá de mi despiste. Y un buen sacerdote y amigo, Manuel, pudo estar casi todo el tiempo con los Ejercicios, y llevó él casi todo el peso de las predicaciones, aunque ya sabes que este tipo de Ejercicios los “construye” toda la comunidad del entorno del Centro Mariápolis y todos los participantes en el finde.

No obstante, yo también pude organizarme para estar casi todo el tiempo en los Ejercicios, sin dejar, a la vez, de celebrar todas las Misas de la Parroquia. Resultó muy fructuosa toda la combinación. Y cada cosa venía como que medida en el tiempo y circunstancia justa, tanto en un sitio como en el otro.

Hubo unos 31 ejercitantes, (más algún niño que traían sus padres), esta vez, casi todos de Madrid y su provincia. Todos han salido muy contentos de la experiencia comunitaria de encuentro con Dios. Te comparto algunos ecos de los participantes:

 “muy buena impresión, buena organización, orden, buena limpieza de la casa y se come muy bien. El programa muy bueno, adecuado y excelentes los testimonios; no falta de nada, formación adoración, rosario y espacios de oración y silencio” (M.);

“cada año me parecen mejores y cada vez saco más provecho y más experiencias. Este año me ha impresionado mucho la meditación de la oración y las maneras de orar. Me voy contenta, porque me dicen que parece que voy buscando el sufrimiento, pero voy a tratar de superarlo”;

“me siento satisfecha de haber realizado estos ejercicios espirituales. Realmente no me esperaba tanto contenido en tan poco tiempo. Todo ha sido muy enriquecedor para el estado espiritual en el que me encuentro Los necesitaba mucho. Creo que, conforme vayan pasando los días, todo me irá calando más, restaurando mi alma y preparándome para vivir con más intensidad la Semana Santa. Quiero agradecer de corazón el haber tenido esta oportunidad de crecer en el AMOR de Jesucristo” (A.).

 

 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la de Palabra de Vida de abril («Mirad que realizo algo nuevo; ya está brotando, ¿no lo notáis?», Is 43, 19), la de marzo («¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano y no reparas en la viga que hay en tu propio ojo?», Lc 6, 41) y la de febrero («Examinadlo todo y quedaos con lo bueno», 1 Ts 5, 21):

1.-        “como siempre, gracias por tu PdV. En esta Cuaresma siento que estoy un poco de “cumpleaños”, porque hace justo un año, el Domingo de Resurrección, me reencontré con mi fe y con vosotros, con la comunidad de la Parroquia. Fue un brote de los que hablas en tu correo, porque tras muchos años alejada de la Iglesia, algo me impulsó a ir a Misa ese día y ahí comenzó todo de nuevo.

         Ha sido un año magnífico: he conocido a gente estupenda, he hablado mucho con vosotros -y cada vez que os escucho siento que aprendo más y más-, y tengo a Dios mucho más presente en mi día a día.

Muchos días mi familia ha compartido la Misa conmigo los domingos, y también día a día descubro a mi alrededor personas que antes no sabía que eran creyentes y ahora, en ratos de charla muy gratificantes, Dios está con nosotros mientras hablamos de Él.

         Así que de nuevo, gracias. Gracias por permitirme participar en la vida de la Parroquia y disfrutar de esos ratos de paz y silencio que tanto bien me hacen.

 

2.-        “Muchas gracias Paco como siempre por estos recuerdos que me hacen sentir que seguimos en el mismo camino.

Y no puedo estar más de acuerdo cuando dices que Él sigue con nosotros aunque, ciegos y sordos por el ruido del mundo no seamos conscientes.

Con la experiencia de los muchos años a cuestas, y mirando con perspectiva mi vida, ahora veo claramente la mano del Señor que siempre me ha guiado y ha acompañado mi camino. 

         Hacerse mayor nos proporciona una riqueza extraordinaria y es un buen momento para agradecer y ofrecer los momentos oscuros que todos debemos atravesar en algún momento de nuestra existencia.

No suelo contestar a La Palabra de Vida, pero te agradezco siempre que me tengas en tu “agenda” y siempre la aprovecho en mis oraciones.

 

3.-        “admiro mucho como escribes tu vida-reflexión desde principio que llegué a España. Los detalles de las pequeñas expresiones de amor a tu madre y a los demás, así vives bien la PdV. He leído la PdV en avión hoy… Mientras leyendo tus experiencias me acuerdo también de mis padres, que ahora están conmigo…: daré más cariño los años que puedan vivir conmigo y con nuestra familia. También sigo intentando poner a Jesús en Medio por el amor recíproco en mi parroquia.

 

4.-        “qué suerte tiene Marisa de teneros... Y qué suerte tenéis vosotros de tener a vuestra madre... Muy emotivas todas "mis experiencias", más aún para mí, que he podido conoceros y compartir con vosotros, de alguna manera, algunas de las vivencias que refieres...Yo también tengo suerte.

 

5.-        “has notado que llevo un par de domingos sin poder ir a misa y no es que esté en el pueblo o que tenga que ver a mi madre, que por supuesto, voy a verla cada fin de semana. El domingo pasado por la mañana tuve un accidente con el coche: me dieron un buen golpe por detrá,s cuando me incorporaba a la A6. Me llevaron al hospital y afortunadamente no tengo nada roto, pero sí un golpetazo en todo el cuerpo. No puedo conducir y coche tardaré en tenerlo. Pero espero el próximo domingo encontrarme mejor y que alguien me pueda llevar. Solo que lo supieras, que estoy bien gracias a Dios, porque podía haber sido una tremenda desgracia. Cuando me dicen que qué mala suerte he tenido, les digo que no, ¡que he tenido muchísima suerte!: tengo a mis ángeles de la guarda a tope.

 

5.-        “escribo desde Argelia, donde llegué ayer... Ahora estamos en coche hacia…, donde viviremos tres días de comunión con la comunidad algerina focolarina, por tanto musulmana casi al 100% con un pequeño pequeñísimo racimo de cristianos.

No tuve tiempo de contaros que dejaba España después de estos 5 años estupendos y creativos y formativos vividos con todos vosotros.

El proceso (permisos, visado, cuestiones que cerrar...) ha sido muy rápido y ágil, mucho más de lo previsto...

Se abre ante mí un tiempo nuevo, (según la Palabra de vida de este mes de abril). Y deseo que Dios pueda hacer en mí y conmigo eso "nuevo" que está en su plan de amor.

Llevo pocas horas aquí, pero escribiría ya páginas con las impresiones que me han suscitado los rostros, las palabras, los gestos, la acogida, los abrazos, por no hablar de la prisa que noté ayer, dando una vuelta alrededor del focolar, en las personas que se dirigían a rezar juntos en la mezquita, o en la llamada del almuecín a la oración, incluso en plena madrugada... Todo nuevo.

Trataré de vivir este tiempo que se abre con en el corazón vuestra unidad, enriquecida de cuanto hemos visto realizarse ante nosotros con la gracia de Dios. Cuento también con vuestra oración y vosotros contad con la mía, para que la intensidad del amor aumente en el mundo.

 



lunes, 16 de septiembre de 2024

LA PALABRA NOS DA VIDA

 Aquí te ofrezco unos textos y experiencias que nos ayuden a subirla intensificando el vivir bien la Palabra del mes («Poned por obra la Palabra y no os contentéis solo con oírla, engañándoos a vosotros mismos»): 

 

RECOMENZAR

Porque nuestra vida es una "milicia" o una "carrera" (a veces, de obstáculos), ¿a quién no le tienta alguna vez el desaliento? Recomenzar es, por eso, una palabra mágica, indispensable. Y ¡ojalá tengamos siempre al lado quien nos la recuerde! 

P. MANOLO MORALES, O.S.A., Comentario al Pasapalabra diario 29 agosto 2024

 

 

 

 

SIEMPRE, ENSEGUIDA Y CON ALEGRÍA 

El mejor momento para amar es el momento presente.

Yo quiero, debo y puedo amar siempre, por eso el mejor momento es ahora.

Quien ama vive una vida sin arrepentimientos, porque el peor infierno es arrepentirse de no haber amado y no poder volver atrás.

Mientras haya vida, hay posibilidad de recomenzar y cada nuevo inicio es una oportunidad para amar.

El verbo amar sólo puede ser conjugado en el presente, porque el tiempo pasado ya no cuenta y el tiempo futuro aún no existe.

No esperes oportunidades, no programes tu amor solo para el futuro, no dejes pasar las ocasiones, aprovecha este momento presente porque él pasa rápido y no volverá más.

Ama siempre, ama de inmediato, ama con alegría. Tu decisión crea una ocasión.

APOLONIO CARVALHO, Comentario al Pasapalabra diario 26 agosto 2024

 


 

 

 COMPARTIR EXPERIENCIAS

[…] La comunicación de las experiencias vividas tuvo el efecto -para gran sorpresa de algunos, que esperaban un comentario espiritual- de dar a luz y hacer crecer una comunidad cristiana. En el relato de las experiencias, no se trata tanto de compartir con los demás reflexiones, estudios o meditaciones sobre el Evangelio, aunque esto pueda ser útil. Es importante sobre todo comunicar episodios concretos, la experiencia. No tienen que ser sensacionales, tienen que ser momentos sencillos de nuestra vida que la Palabra ha iluminado y transformado. 

MARCO TECILLA, Comunicare i frutti della Parola vissuta, 8 marzo 2012

  

 

 

SER MADRE, PADRE PARA QUIENES TRATAMOS

¿Utopía? No. Es la manera de amar que el Creador nos enseñó desde niños: proteger, cuidar, defender, comprender... Nos tocará luego ser protegidos, cuidados, comprendidos... Es ley de vida. Y la vida será siempre el amor. 

P. MANOLO MORALES, O.S.A., Comentario al Pasapalabra diario 7 septiembre 2024

 

 


sábado, 15 de junio de 2024

DIOS HACE BROTAR Y CRECER

 Aquí tienes estos textos (y experiencias que nos ayuden a intensificar el vivir la Palabra del mes de junio («El Reino de Dios es como un hombre que echa el grano en la tierra; duerma o se levante, de noche o de día, el grano brota y crece»):


 

SER DÓCILES EN EL MOMENTO PRESENTE

"Bienaventurada es aquella alma", escribió Pablo de la Cruz, "que descansa en Dios, sin pensar en el futuro, sino que se esfuerza por vivir momento a momento en Dios, sin otra solicitud que la de hacer bien su voluntad en todo acontecimiento...". Suerte esa alma...". Podemos hacer nuestra esta buena fortuna, porque es parte de nuestra espiritualidad vivir de esta manera. Viviendo en el presente, todos nuestros deberes pueden cumplirse bien. Viviendo en el presente, las cruces se hacen soportables: no en vano se recomienda esta práctica a quienes se acercan a la muerte. Viviendo en el presente se pueden captar las inspiraciones de Dios, los impulsos de su gracia que llegan al presente. […]

¡Así que vivamos el momento presente! […] ¡Vivamos el presente a la perfección! Nos encontraremos en la tarde de cada día y en la tarde de la vida cargados de buenas obras hechas y actos de amor ofrecidos. […]

CHIARA LUBICH, Multiconferencia telefónica, Rocca di Papa, 23 de octubre de 1986

 

 

¡QUE VENGA TU REINO!

"Venga tu reino". Dios quiere reinar no solo en el individuo, sino en el colectivo, entre nosotros. Entonces se realizará la verdadera fraternidad y se hará realidad la unidad entre todos los hombres, que Jesús pidió al Padre antes de morir. Pero para prepararnos para esta unidad, debemos esforzarnos para que Dios reine en nuestras familias, en nuestras aulas, en nuestros negocios, en nuestras reuniones, en nuestras universidades, en nuestras reuniones sociales y políticas. Esta nueva relación con Dios y con los demás, que Cristo trajo a la tierra, será el mejor testimonio ante el mundo de que el reino de Dios está presente y que el mal puede ser vencido.

CHIARA LUBICH, Essere la tua parola, Volume 2, Ed. Città Nuova

 

 

 

 

 OPONERSE A LA TENTACIÓN DE CONTROLAR.


[...] “Hermanos y hermanas, tratemos de preguntarnos: ¿somos capaces de dar cabida a los demás? ¿Escucharlos, dejarlos libres, no atarlos a nosotros exigiéndonos reconocimiento? ¿Atraemos a otros a Jesús o a nosotros mismos? Y de nuevo, siguiendo el ejemplo de Juan, ¿sabemos cómo alegrarnos por el hecho de que las personas toman su propio camino y siguen su llamada, incluso si esto implica un poco de desapego de nosotros? ¿Nos regocijamos en sus logros, con sinceridad y sin envidia?" [...] 

PAPA FRANCISCO, Ángelus dominical, 15 enero 2023

 


lunes, 30 de diciembre de 2019

CRISTO PRESENTE EN CADA MOMENTO

VIDA DE LA PALABRA                           últimas semanas de DICIEMBRE

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de diciembre («Velad, pues, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor», Mt 24, 42) y la de noviembre («Alegraos con los que se alegran; llorad con los que lloran», Rm 12, 15):

1.-        Este año he vivido Navidad en mi pueblo con mi familia. Previamente, la mañana del 24 fuimos los 5 hermanos (incluido el convaleciente de sus dos recientes operaciones) y casi todos los sobrinos a hacer ejercicio juntos corriendo (o, más bien, caminando rápido). Para cuidar por amor a Dios la salud que Él nos regala y de la que tenemos que ser responsables cada día.
Dado que el parque cercano a casa estaba cerrado, fuimos a los contiguos paseos del Santuario de la Virgen: me parecía que así Ella como Madre nos quería todavía más cerquita. De hecho, antes de proponerlo yo, al acabar entramos todos a orar unos minutos y rezarle juntos una oración.
1b.-     La Misa de víspera de Navidad (mis hermanos y sobrinos acompañaban tocando la guitarra y cantando) nos hacía adelantar el acontecimiento central de la noche (este año, por primera vez en nuestra parroquia de siempre, no iba a celebrarse Misa “del gallo”).
Momento bonito cuando, al entonar precisamente el cántico de los ángeles en la noche de Navidad, varios niños entraron desde atrás con la imagen del Niño Jesús y la depositaron en la cuna, en el presbiterio, ante el altar.
1c.-      Luego, ya en casa, todos colaborando en preparar la cena y poner la mesa: ¡qué trabajazo años atrás se pegaba mi madre casi ella sola preparando durante toda la tarde! ¡¡Estos años hemos empezado a valorarlo!! Era precioso colaborar unos en una cosa y otros en otra, (hasta los pequeños dejaron su maquinita y sus juegos).
            ¡Todo listo!
Se apagan las lámparas de toda la casa y, a la luz de una linterna, una de mis hermanas proclama el Evangelio de S. Lucas que recuerda todos los misterios que se celebran durante todos estos días. Luego lo comenta, pensando sobre todo en los más pequeños, y acaba explicando: “el mundo vivía en tinieblas y vino Aquel que es la Luz”. Y entonces encendimos las luces con aplauso y villancico y bendecimos los alimentos dando gracias a Dios.
1d.-     Después de cenar y recoger la mesa, como Dios se nos da como regalo hecho Niño en Navidad, también entre nosotros nos hacemos un regalo de “amigo invisible” y después de abrirlo, el que lo ha recibido, trata de adivinar quién fue su amigo invisible, quién le hizo el regalo. Nos reímos a carcajada batiente, esta vez, sobre todo, gracias al ingenio de uno de mis cuñados y dos sobrinillos.
1e.-      A una de mis hermanas le regalaron el juego “Vertelis”. ¡¡Un acierto, y más para esta época del año!!
Nos pusimos a jugar todos. Incluso los niños, que habían hecho amago de coger sus móviles y maquinitas para aislarse en sus juegos electrónicos, a los pocos minutos se sumaron.
Siempre hemos sido una familia muy unida, pero ese juego nos hacía descubrir y valorar detalles del año de unos y otros que quizá ni conocíamos. Consiste en unas tarjetas con preguntas personales sobre el año que acaba o sobre el que comenzará: unas veces uno tiene que “abrir” su corazón para contar y otras demostrar que conoce bien al de al lado o al de enfrente; un juego que sirve para unir grupos o familias o comunidades, para hacer verdadera “comunión de alma”.
            Una de las preguntas: teníamos que adivinar qué viaje le gustaría hacer a cada uno el año próximo. Cuando nos toca el turno de adivinar el viaje que querría mi madre…, sin esperar mucho ella… a que dijéramos sitios, de pronto nos dice: “a la Virgen de Gracia, de Puertollano” (su pueblo). Silencio sepulcral: con lo que queremos a nuestra madre, ella siempre pendiente de darnos gusto a cada uno y a todo el mundo, ¡y poquísimas veces se nos había ocurrido que le gustase ir al pueblo que la vio nacer y en el que vivió hasta los 11 años! Alguno de mis hermanos no había estado allí nunca.
1f.-      En cuanto ella salió al servicio, todos “maquinamos” llevarla uno de esos 3 días siguientes. Y acompañar todos los que pudiéramos: su ilusión siempre es ir a “todos lados siempre juntitos”.
            Logramos cuadrar ida y vuelta en el día: el día 27 casi todos podíamos. En poco más de hora y media de viaje, celebramos allí la Misa en su parroquia, localizamos a alguna prima (y algún otro pariente más lejano, que eran ya los únicos allí y hacía años que habían perdido el contacto); vimos dónde se ubicaba su casa… Cada uno de los recuerdos que ella iba diciendo en voz alta, nos emocionaba a todos; cerca de “su” casa recordó ella que había una sombrerería… ¡y todavía estaba!: entramos a preguntar por si algún empleado conocía a los dueños de entonces… ¡y era él mismo, algo mayor que mi madre!; se emocionaron los antiguos vecinos y en seguida él fue a la casa de enfrente a otra vecina, (los únicos que quedan en el barrio de aquel entonces), que con sus 92 años estaba cosiendo, como en aquella época pues era la que les hacía los vestiditos; se reconocieron enseguida, (¡con 70 años más, claro!).
Fue un día sencillo pero lleno de emociones. Pensábamos que la última no se la podríamos cumplir: visitar la sepultura de su hermanito que falleció antes de que mi madre naciera. Pero Dios quiso que simplemente con un par de llamadas y ya poco rato antes de emprender el regreso, pudiéramos localizarla: fue emocionante rezar todos ante la lápida de nuestro tío. Y puesto que falleció con 25 meses, (por supuesto bautizado apenas nacer), sin duda está en el cielo, es santo; así que, también nos encomendamos a él.
1g.-     Después del regreso, colofón del día, aunque mi madre estaba agotadita, quiso ir también, ya en la parroquia de nuestro pueblo, a una ceremonia sencillísima y muy bonita y emotiva: delante de apenas 8 personas, mi hermana la misionera renovaba sus promesas de entrega a Dios, pues ese era el día en que las formuló por vez primera. Y todos dábamos gracias a Dios con ella y por ella.
        

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de diciembre («Velad, pues, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor», Mt 24, 42), la de noviembre («Alegraos con los que se alegran; llorad con los que lloran», Rm 12, 15) y la de octubre («Conserva el buen depósito mediante el Espíritu Santo que habita en nosotros», 2 Tm 1, 14):

1.-        “no tengo palabras para agradecerte el bien inmenso que me haces a través de tu testimonio y palabra de vida tan puntual, que, no siempre nos es fácil...
Paco, llevaba tres o cuatro días en “lucha”: me invitaban a algo que no quería y por otro lado, no podía al tener que dejar las muchas cosas que hay entre manos estos  días; al final, queriendo hacer un gesto de amor a la persona en concreto, y viendo las cosas que podía posponer, dije que sí. Al día siguiente, llamo para decirle que si iba serían dos hora y media de viaje y… me dice: “justo en este momento le iba a llamar para decirle que ya no viniera, que lo dejamos para otra ocasión”. Le dije: “encantada, pero por mi parte estaba dispuesta”. No vieras la alegría interior y paz que experimenté con haber dicho que sí, aunque al final no tuve que ir.
Esto tan simple me está ayudando a pequeños síes que hay que ir diciendo a cada momento, gracias hermano.

2.-        “es verdad que releer la PdV, el evangelio y escuchar  a los compañeros/as del YouCat también me ayuda a reflexionar…
Estoy muy contenta hoy porque he encontrado un detalle que le encanta a mi madre pues me llevó toda la mañana buscarlo con ella y no lo encontramos y después, ya más tranquila, fui con mi hijo de paseo y ¡allí estaba lo que mi madre quería! Así que, gracias a Dios tengo su regalo perfecto para Navidad... 
            Muchas gracias… por saber escuchar  y por los consejos.

3.-        “amigo que cada mes me manda la PdV y yo no tengo apenas tiempo de leerla: llevo desde octubre sin leerla, ¡con lo que me gusta!, pero es falta de tiempo, creo; parece una excusa, pero realmente, Paco,  siento que llevo un ritmo tan acelerado que me aleja de Dios.
Sé que está ahí, que me perdona, que me cuida, pero no reflexiono, no lo medito, no te leo; complicado, ¿verdad?
El otro día Él me dio una señal pequeña: “estoy aquí, te lo demuestro: no te alejes solo por falta de tiempo”. Y, ¿cómo lo percibí? A través de una amiga en una situación personal donde ella no tenía ninguna posibilidad, ni ninguna puerta abierta para entrar donde ella quería, y servir a Dios; donde por culpa de conocidos que se hablan unos a otros, le cerraban más puertas con comentarios negativos. Yo lo veía difícil, imposible; los del entorno que la queremos lo veíamos muy negativo. Y de repente, a través de quien menos lo esperaba, Dios abrió una puerta a esta chica.
Cuando me lo contaba, se me salían lágrimas; me decía ¿por qué lloras?, lloro por su felicidad, pero sobre todo tenía una gran necesidad de llorar por mi culpa. Porque cuando me alejo de Dios, cuando no lo leo, cuando no le tengo presente, soy pecadora aún más si cabe; soy pequeña aún más y desagradecida con lo que me da; y porque Dios me dijo en este testimonio: “estoy, ¿ves?… ¡vuelve!”.
Y he leído este mes tu PdV y las de dos meses atrás.
Seguiré sin tiempo, seguro, pero quiero que Dios esté presente en mi vida. Sé que nunca dejarás de mandarme la PdV, aunque no la lea, aunque tarde; esto es para mí un seguro: un “¡vuelve!”, al igual que las oraciones de mi amiga…
…gracias por el bien que haces, por el bien que nos haces.



Si quieres leer más experiencias similares, 
de gente de todo el mundo,
puedes encontrarlas “pinchando” AQUÍ o AQUÍ   
o también AQUÍ






lunes, 16 de diciembre de 2019

VELAD EN CADA MOMENTO PRESENTE

VIDA DE LA PALABRA                           primeras semanas DICIEMBRE

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de diciembre («Velad, pues, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor», Mt 24, 42) y la de noviembre («Alegraos con los que se alegran; llorad con los que lloran», Rm 12, 15):

1.-        Un día (¡pocos!) de los que apenas había enfermos en el hospital que hubieran solicitado mi presencia en su habitación, me dediqué especialmente no sólo a saludar y cruzar pocas palabras con cada persona que encontraba en los pasillos, sino a detenerme un ratito con ellos.
            Entre otros, me acerqué a un grupito de 4 y se tomaron a guasa mi saludo; “me hice el tonto” y con una sonrisa les pregunté qué querían significar con sus palabras. Aproveché entonces para contar la experiencia de mi madre, quien, cada vez que va al hospital (aparte de sus 4 ó 5 operaciones, también en ingresos de varios días), lo primero que hace es confesarse y solicitar el sacramento de la Unción para los enfermos, -mis interlocutores, empezaron a mostrar curiosidad-, porque como muy bien explica ella, ese sacramento produce sanación interior (a veces también exterior) y da Gracia (paz, fortaleza, serenidad… para sobrellevar una enfermedad, dolores u operación –o simplemente una edad avanzada y delicada- como Dios quiere): “pues mi madre es muy religiosa”, me contesta una. Pero al instante otro vuelve a la carga con sorna: “prefiero un buen médico”. Con respeto y seriedad (que él no tenía) le contesto que todo es necesario, lo humano y lo divino. Los otros tres, entonces, me ofrecen que pase a ver a la enferma: se alegró ella mucho, aunque, como estaba ya empezando a comer, cruzamos solo unas frases y le dije que volvería al día siguiente, le bendije los alimentos y se quedó feliz.

2.-        En medio de los Ejercicios Espirituales que di en el Centro Mariápolis, confesé a una persona paseando (pero dentro del edificio, pues estaba lloviendo). En un momento dado, vi por el suelo varias manchas de barro… me vino la tentación de distraer mi escucha, pero ¡no!: “hay que hacerse uno”. Cuando acabamos nuestra conversación, aunque había que empezar otra actividad, me apresuré a buscar escoba y cogedor y traté de recordar los sitios donde había trocitos de barro y los fui limpiando (“haciéndome uno” ahora con las focolarinas, recordando el inmenso amor que ponen ellas en tener impoluto y resplandeciente el Centro Mariápolis).
Por un instante me vino la tentación de juzgar a quien no tuvo cuidado en limpiarse las suelas… ¡pero tampoco!: ¡es día lluvioso, no se habrá dado cuenta!
            Al día siguiente, volví a pasar por allí… y, ¡de nuevo trocitos de barro! Riéndome de mí mismo y pensando en el cariño con el que la Virgen María haría estas cosas, corrí de nuevo a por escoba y recogedor.


Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida Palabra de Vida de diciembre («Velad, pues, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor», Mt 24, 42), la de noviembre («Alegraos con los que se alegran; llorad con los que lloran», Rm 12, 15) y la de octubre («Conserva el buen depósito mediante el Espíritu Santo que habita en nosotros», 2 Tm 1, 14):

1.-        “…buscar las cajas para poner el Belén. Este año con una novedad. Siempre lo he puesto con ilusión, pero creo que como parte de una tradición. Llega la Navidad, coloco las figuras, las casas, busco piedras, hago el río... una vez puesto todo, ahí se queda hasta que termine el tiempo navideño.
El año pasado fue algo diferente. No me limité a colocar las figuras. De vez en cuando me acercaba al Belén, me quedaba mirando alguna escena, alguna figura, pensaba en ella, en su función, en el papel que representaba, para luego pensar en mí, en mi vida y reflexionar.
            Por ello, este año… de una forma muy especial, pues no será solo colocar las figuras sin más, sino que se ha convertido en un lugar que me sirve de oración, de meditación, de reflexión, y es algo que, en verdad, me hace mucha ilusión y voy a preparar con mucho cariño.
No solo el Belén, sino las 4 velas de Adviento que, reconozco, siempre he colocado como elemento decorativo, sin hacerles mucho caso. Creo que este año ha sido la primera vez que he encendido la primera vela de Adviento y, en verdad, he pensado mucho en ello, en que es un tiempo de espera, de preparación, en esa luz que se enciende poco a poco.
Esta mañana no me he acercado a las velas, pero, al rezar, he pensado en 4 personas en concreto que han aportado luz en mi vida en momentos en que me sentía como las velas, apagada, y he rezado por ellas, a la par que he agradecido a Dios su presencia en mi vida….

2.-        “…yo solo puedo cosas pequeñas. Hace tiempo sufro daños económicos de un ganadero vecino cuyos animales me comen las cosechas.
Pero esto no debe afectarme en mi vida, ni seguir su camino. Fui a comprar la cena… y cuando llegué a la caja marcaba 0.60 cm. un lenguado. Volví a la vendedora y le advertí que había un error: no era mucho, pero me dio las gracias y me puso los euros justos del precio. Me quedé con paz y tranquila. Es Dios mi vida, no el dinero. Y luego me lo da por tantas cosas….

3.-        “…inmensas gracias por seguir enviándome las cosas sin yo dar respuesta. Los últimos cuatro años están siendo un poco cuesta arriba a nivel de salud, pero todo irá a mejor poco a poco.
Un día le dije le llamaría, pero nunca lo hice. Entonces estaba animada. Ahora con el paso de los años ya no sé qué decir... yo he dejado de comunicarme, para vivir aquí en… mi gran convento al aire libre: opté por la vida ermitaña y posiblemente esa era mi real vocación….





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