martes, 31 de octubre de 2023

DAD A DIOS LO QUE ES DE DIOS

VIDA DE LA PALABRA              últimas semanas de OCTUBRE

 


 

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de octubre («Pues lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios», Mt 22, 21) y la de septiembre («Todos los días te bendeciré, alabaré tu nombre por siempre», Sal 145 [144], 2):

1.-        La parroquia nos hemos ido uniendo a los diversos llamamientos para una Jornada de oración y ayuno por la paz, tanto en Tierra Santa y Ucrania, (como en los otros 21 conflictos armados enquistados desde hace años y casi olvidados totalmente en diversos lugares del planeta).

            En esas ocasiones hemos organizado desde antes del amanecer hasta entrada la noche turnos de media hora de oración ante Jesús Eucaristía en la capilla.

            Uno de esos días, bien temprano, antes de la hora “oficial” habitual de abrir el templo parroquial y el despacho, se presentó una señora marroquí pidiendo alimentos, como suele de vez en cuando. Al principio me incomodó, (a esa hora, en teoría, no tenemos ni abierto nada), pues me rompía mi horario y quehaceres matinales, pero reaccioné rápidamente, (y más siendo jornada por la paz, que incluye ayuno y penitencia), y charlé un buen rato con ella interesándome por su salud y todos sus problemas y luego le di un “vale” para canjearlo en el supermercado por alimentos frescos.

1b.-     Ese mismo día, por la tarde me acerqué a una población vecina a un acto de oración interreligiosa por la Paz: habían invitado a algunos judíos y musulmanes.

Desde junio me han encargado ser el Coordinador, (a nivel de toda esta amplia Vicaría), para el ecumenismo y del diálogo interreligioso, así que me sentía doblemente llamado, y no solo, pues, por la espiritualidad de la unidad que trato de vivir.

            Antes de empezar ese acto, saludando yo a los organizadores, llegó en ese momento un musulmán y nos reconocimos mutuamente por haber participado ambos en junio en un concierto de “las tres culturas”. Estuve charlando muy amigablemente con él y a la hora de empezar el acto, nos sentamos juntos.

            Además del discurso, muy profundo y bonito de los organizadores, (en el que, por cierto, se vislumbraban frases o discursos de Chiara Lubich), había 3 intervenciones-oración: un católico; una musulmana, que, además de textos de su tradición religiosa, incorporó la “oración simple” de S. Francisco de Asís (“hazme, Señor, instrumento de tu paz”) y un poema de Machado (“se hace camino al andar…”); y una judía.

Y después de cada intervención, una canción de algún modo relacionada con esa respectiva religión, mientras que, a la vez, quien quería se podía levantar y encender una velita para colocarla en un amplio candelero con arena.

Durante la última canción, ofrecí al musulmán si quería encender una vela e, incluso, que podíamos encender una única vela entre los dos. Fue un signo bonito.

Antes de finalizar, se nos invitó a todos a dar un abrazo de paz a quienes teníamos cerca, que impresionó mucho a todos.

            Todo el acto resultó en sí enriquecedor y sembrador de esperanzas de paz.

 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de octubre («Pues lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios», Mt 22, 21), la de septiembre («Todos los días te bendeciré, alabaré tu nombre por siempre», Sal 145 [144], 2) y la de agosto («Mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas», Mt 15, 28): 

1.-        “creo que le dedico a Dios menos tiempo del que debiera y, sin embargo, encuentro tiempo suficiente para hacer otras cosas.

He pensado en devolverle a Dios ese tiempo que le robo cuando me entretengo en cosas que no me pide.

He calculado que, de las 24 horas del día, debería darle el diezmo, dedicándole esas 2 horas y 20 ó 30 minutos; para ello he elaborado un sencillo plan de vida por el que intento cada día darle más directamente la décima parte de mi tiempo: oración, Eucaristía, rosario, lectura de la Palabra y otras lecturas espirituales.

A la noche lo reviso. La verdad es que me cuesta. Me cuesta más que dar de mis ingresos dinero a los necesitados, pero Jesús me está pidiendo ahora, particularmente, eso con su Palabra.

 

2.-        “ como sabes, estoy estudiando para una oposición y tengo el examen ya dentro de pocos días. Hoy domingo, concentrada en los estudios, vi que llegaba la hora de Misa y, ante la tentación de falta de tiempo, me acordé: “dad a Dios lo que es Dios”. Así que, fui a la parroquia a participar en la Misa.

            Por la tarde, ante el encuentro formativo para adultos en la misma parroquia, de nuevo idéntica preocupación y de nuevo quise reaccionar con la PdV del mes: me resonaba que tengo que dar a Dios lo que es de Él. Participé plenamente en la reunión.

 

3.-        “…somos enfermera, técnico de laboratorio y médico. Trabajamos en diferentes departamentos de un mismo hospital. Estamos convencidos de que el Evangelio vivido no se limita a transformar al hombre, sino que también puede renovar estructuras, barrios y lugares de trabajo. Por esta razón, casi siempre, por la mañana, antes de comenzar a trabajar, buscamos un momento para encontrarnos y compartir nuestros esfuerzos y alegrías, y recordarnos y declararnos que queremos vivir por la unidad, para que Jesús esté entre nosotros también en el trabajo. Es un descubrimiento continuo entender que podemos trasladar a nuestro ámbito laboral esta carga de amor concreto por todos, viviendo nuestra tarea profesional diariamente….

 

4.-        “…considero que, gracias a Dios, tengo un buen trabajo que está bastante bien pagado, por lo que creo que debo compartir, aunque somos familia numerosa y, además, me ocupo de mi tía.

Desde ya algunos años, una vez al mes de las que voy a hacer mi compra, le ofrezco a una vecina comprarle lo que necesite, dado que la dejó su marido después que ella padeciera un ictus y desde entonces no le van del todo bien las cosas.


 

 

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martes, 17 de octubre de 2023

ORAR POR LA PAZ

    Estos textos para “refrescar” la Palabra de Vida del mes (Pues lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios) y renovar la intensidad en vivir de ella en este mes del Rosario, de las misiones, del Sínodo ¡y de la paz!

Hoy 17 de octubre, nos unimos a la Jornada de oración y ayuno por la paz en Oriente Medio y en los otros 22 conflictos armados que desde hace tiempo se desarrollan en distintos lugares del mundo.

 

 

 

JUNTOS A LA ESCUCHA DEL ESPÍRITU SANTO 

proceso sinodal, un camino en el que toda la Iglesia está comprometida en torno al tema: «Por una Iglesia sinodal: comunión, participación, misión», tres pilares. Están previstas tres fases, que se desarrollarán entre octubre de 2021 y octubre de 2023. Este itinerario ha sido concebido como un dinamismo de escucha mutua, quiero subrayarlo: un dinamismo de escucha mutua, llevado a cabo en todos los niveles de la Iglesia, implicando a todo el pueblo de Dios… 

Se trata de escuchar al Espíritu Santo, como encontramos en el libro del Apocalipsis: «El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias» (2,7)… Tener oídos, escuchar, es el primer compromiso. Se trata de escuchar la voz de Dios, de captar su presencia, de interceptar su paso y su soplo de vida…

La Iglesia avanza, camina junta, es sinodal. Pero siempre es el Espíritu el gran protagonista de la Iglesia... No olvidéis esta fórmula: “Hemos decidido el Espíritu Santo y nosotros no imponeros más cargas”: hemos decidido el Espíritu Santo y nosotros. Así es como debéis intentar expresaros, en este camino sinodal. Si no está el Espíritu, será un parlamento…, pero no un Sínodo… No estamos haciendo un parlamento…, no estamos haciendo un estudio sobre esto o aquello, no: estamos haciendo un camino de escucha mutua y de escucha del Espíritu Santo, de discusión y también de discusión con el Espíritu Santo, que es una forma de orar…

Es verdad: el Espíritu Santo nos necesita. Escuchadlo escuchándoos a vosotros mismos. No dejéis a nadie fuera o detrás… Las soluciones deben buscarse dando la palabra a Dios y a sus voces en medio de nosotros; rezando y abriendo los ojos a todo lo que nos rodea; viviendo una vida fiel al Evangelio...

Tened confianza en el Espíritu. No tengáis miedo de entrar en diálogo y dejaros impactar por el diálogo...

Los pastores caminan con el pueblo, a veces delante, a veces en medio, a veces detrás. El buen pastor tiene que moverse así. Delante para guiar, en medio para animar y no olvidar el olor del rebaño, detrás porque el pueblo tiene también "instinto". Tienen un instinto para encontrar nuevos caminos hacia adelante, o para encontrar el camino perdido... El sensus fidei capacita a todos en la dignidad de la función profética de Jesucristo (cf. Lumen gentium, 34-35), para que puedan discernir cuáles son los caminos del Evangelio en el presente… No puede haber sensus fidei sin participación en la vida de la Iglesia, que no es sólo activismo católico, sino ese “sentimiento” que se alimenta de los «sentimientos de Cristo» (Flp 2,5)...

Y esto es importante: que en el diálogo puedan surgir nuestras propias miserias, sin justificación. ¡No tengáis miedo!...

 

PAPA FRANCISCO, Discurso a los fieles de la diócesis de Roma,

Aula Pablo VI, 18 de septiembre de 2021

 

 

 

 

SíNODO = CAMINAR JUNTOS

La palabra “sínodo” contiene todo lo que necesitamos entender: “caminar juntos” (…) Caminar juntos —laicos, pastores, obispo de Roma— es un concepto fácil de expresar con palabras, pero no es tan fácil ponerlo en práctica…

Una Iglesia sinodal es una Iglesia de la escucha, con la conciencia de que escuchar es más que oír. Es una escucha recíproca en la cual cada uno tiene algo que aprender… 

PAPA FRANCISCO, Discurso en la conmemoración del 50 aniversario

de la institución del Sínodo de los obispos, 17 octubre 2015

 

 

 

S. JUAN PABLO II SOBRE LA PAZ

 

"La verdadera reconciliación entre hombres enfrentados y enemistados solo es posible, si se dejan reconciliar al mismo tiempo con Dios".

 

"No hay paz sin justicia, no hay justicia sin perdón".

 

"La auténtica religión no apoya el terrorismo y la violencia, sino que busca promover de toda forma posible la unidad y la paz de la familia humana".

 

"La guerra es siempre una derrota de la humanidad".

 

  

 

S. JUAN XXIII SOBRE LA PAZ

“Nada de lo que ocurra a los hombres nos debe resultar ajeno”.

“La justicia se defiende con la razón y no con las armas. No se pierde nada con la paz y puede perderse todo con la guerra.”

“La paz en la tierra, suprema aspiración de toda la humanidad a través de la historia, es indudable que no puede establecerse ni consolidarse si no se respeta fielmente el orden establecido por Dios.” 

“La paz sólida y verdadera entre naciones no consiste en la igualdad de armamento, sino en la confianza mutua”.

 

 

 

SIERVO DE DIOS IGINO GIORDANI (1894-1980)

SOBRE LA PAZ 

Si quieres la paz, prepara la paz”.

«Si otros odian, no es razón para que nosotros también odiemos. Vencemos el mal con el bien; la enfermedad con la salud; oponemos a la hostilidad la caridad: éste es el mandamiento de Dios»

En su libro «La inutilidad de la guerra», reflexiona sobre la naturaleza de la guerra moderna y su falta de sentido. Argumenta que la guerra en la actualidad ya no cuenta ni victorias ni derrotas, sino que todo son derrotas.



Giordani creía que la guerra era una de las mayores tragedias de la humanidad, y que se debía hacer todo lo posible para evitarla. Según él, la guerra es una manifestación de la falta de civilización y de la incapacidad de las sociedades para resolver conflictos de manera pacífica y justa.

En este sentido, propuso una solución radical para evitar la guerra: en lugar de gastar recursos en armamento y en la preparación para la guerra, se deberían invertir esos recursos en eliminar las causas de los conflictos y de las tensiones entre países. Esto implicaría un aumento del bienestar, la paz y la civilización, y por lo tanto, un aumento de la vida.

Giordani entendía que esto no era fácil, pero creía que era posible si se establecían medidas políticas y económicas adecuadas. En particular, él destacó la importancia de la educación y la promoción de los valores de paz y justicia social, así como la necesidad de una cooperación internacional efectiva para abordar los problemas globales.

En su libro «La inutilidad de la guerra», reflexiona sobre la naturaleza de la guerra moderna y su falta de sentido. Giordani argumenta que la guerra en la actualidad ya no cuenta ni victorias ni derrotas, sino que todo son derrotas.

La guerra moderna es «inútil» y «maldita», ya que no se trata de una lucha por la justicia o la libertad, sino más bien de un conflicto sin sentido que solo causa dolor y sufrimiento a todos los involucrados. Giordani señala que la guerra moderna se ha convertido en una actividad cada vez más destructiva y deshumanizadora, donde el objetivo no es tanto ganar la guerra como infligir el mayor daño posible al enemigo.

Además, el autor sostiene que la guerra moderna se ha vuelto cada vez más costosa e ineficiente en términos de recursos y vidas humanas. Las tecnologías militares avanzadas han aumentado el costo de la guerra y la hacen aún más inútil, ya que no hay un verdadero ganador en un conflicto que causa tanto daño y destrucción.

En última instancia, Giordani argumenta que la única forma de poner fin a la inutilidad de la guerra es a través de la educación y la promoción de valores como la justicia, la tolerancia y el respeto por los derechos humanos. Solo cuando la sociedad en general comience a valorar la vida humana por encima de todo lo demás, y a renunciar a la violencia como medio para resolver conflictos, podremos comenzar a avanzar hacia un mundo más pacífico y justo.


lunes, 16 de octubre de 2023

A DIOS NO PODEMOS DAR MENOS QUE TODO

 VIDA DE LA PALABRA                  primeras semanas de OCTUBRE

 

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de octubre («Pues lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios», Mt 22, 21) y la de septiembre («Todos los días te bendeciré, alabaré tu nombre por siempre», Sal 145 [144], 2): 

1.-        Estaba yo escribiendo alguna de mis experiencias en casa para contároslas en el pasado correo. Aproveché mientras el otro compañero celebraba la Misa y luego yo debía ayudarle a distribuir la Comunión. Estaba muy concentrado escribiendo y, de pronto, miré el reloj: pensé que ya se me había pasado la hora. Con paz, pero sin perder un segundo, bajé los escalones de tres en tres y llegué justo en el instante.          Vi la Providencia que me avisó, (una vez más), ni un segundo antes, pero tampoco ni uno después. Así que, mientras me revestía para ayudarle, iba bendiciendo en el fondo de mi corazón y alabando a Dios.

 

2.-        En la Residencia donde llevo la Comunión a una anciana una vez en semana, (y donde, además, en julio empezamos con voluntarios de la parroquia un acompañamiento quincenal ofreciendo momentos de oración comunitaria), una Trabajadora Social me pidió que dedicara un rato a escuchar a otra anciana cuyo hermano acababa de fallecer y estaba muy afectada. Así que, con mucho gusto, dediqué un rato dejando que pudiera expresar todo lo que ella llevaba dentro y tratando de ofrecerle la esperanza cristiana. A la vez, contemplaba yo sus arrugas y sus manos, tratando, (como una madre), de ser cauce para que fuera la mirada de la Virgen, (que de alguna manera experimenté el verano pasado en Lourdes), la que se trasluciera a través de mi mirar y escuchar y hablar. Tanto ella, como la Trabajadora, como ello, quedamos bien contentos y se nos notaba a cada uno en el rostro.

 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de octubre («Pues lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios», Mt 22, 21), la de septiembre («Todos los días te bendeciré, alabaré tu nombre por siempre», Sal 145 [144], 2) y la de agosto («Mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas», Mt 15, 28):

 1.-        “este verano he estado en la playa, y propuse al párroco del lugar dar un concierto en honor de la Virgen María, titular de la parroquia. También le propuse hacer una colecta al término del concierto y donar a Cáritas parroquial lo recogido.

Me proporcionó un piano eléctrico de escasa calidad, pero que, junto a un amigo que cantaba con una voz espléndida y mucha sensibilidad musical,  permitió realizarlo con éxito.

El instrumento estaba bastante estropeado, incluso algunos botones se despegaban al pulsarlos. Vi que la organista parroquial no podría sacarle mucho partido cuando comenzara a tocarlo después de las vacaciones, acompañando a la asamblea en el canto litúrgico. Pensé si no sería oportuno donar uno de los dos pianos que tengo en casa, pero sentía apego, y me resistía interiormente a ser generoso.

Este mes, al meditar la Palabra de Vida, me di cuenta de que el Señor me pedía que hiciera esa donación, devolviendo al César lo suyo y dejando un mayor espacio a Dios en mí. Ayer mañana vinieron a recogerlo en una furgoneta.

 

2.-        “ayer por la noche llegué a casa, después de pasar unos días con mi hijo en Canarias... Siempre le doy gracias a Dios por los pequeños/grandes detalles de la vida: dormir en una cama cómoda y con las sábanas limpias, una buena ducha, disfrutar de ver amanecer. Pero desde mi problema con la espalda y con la posibilidad de haberme quedado paralitica, doy todavía más valor a todo. Allí, paseando por la playa…, sentada con mi hijo comiendo en el Paseo Marítimo. Yo pienso que eso es la felicidad en este mundo. Estar en paz con uno mismo y con Dios. Saber que Dios siempre está con nosotros: eso es estupendo.

 

3.-        “te mando alguna experiencia de la Palabra de Vida de Septiembre: “Todos los días te bendeciré, alabaré tu nombre por siempre” (Sal. 145).

Suelo ir desde hace algún tiempo a una camisería a medida, debido a la morfología de mi cuello y torso. Me tomaron las medidas oportunas y me avisaron para recogerla. Al probármela comprobé que me estaba mal. Pero no me impacienté, porque llevaba dentro  la Palabra de Vida. Me volvieron a llamar al cabo de bastantes días y no me estaba bien, pero no me impacienté. Les señalé con moderación lo que no me gustaba y volví a probármela al cabo de varias semanas, en que me avisaron; tampoco me estaba bien, pero no dije nada y pedí que me la envolvieran para llevármela. Al ir a pagar no me cobraron nada.

Todo esto sucedió hace un año, aproximadamente. Y ahora, en Septiembre, volví a necesitar otra camisa y me tomaron de nuevo las medidas. Cuando me avisaron fui en la misma actitud que dice la P. de V.  Me la probé y sí me estaba bien. Fui entonces a pagar y me dijeron que no me cobraban nada.

Ese día sí que bendije a Dios con muchísimo gusto y gratitud.

3b.-     Tengo un compañero de estudios que sufrió una caída, lesionándose la médula. Se quedó inmovilizado de brazos y piernas, y lo llevaron al Hospital Nacional para accidentados que hay en Toledo. Lleva ya varios meses allí haciendo una intensa rehabilitación que le ha hecho mejorar bastante, pero le pesa mucho estar solo y lejos de sus seres queridos.

Lo llamo con frecuencia y le informo. Juntos rezamos e invocamos a María. Pero hace unos días conseguí animar a un matrimonio amigo para que me llevasen a verlo. Salimos bendiciendo a Dios y encomendándonos a María: “Santa María del camino, ruega por nosotros”. En el viaje tuvimos un percance debido a la imprudencia de un automovilista, y que  podía haber sido muy grave, pero gracias a Dios no nos pasó nada.

Durante el día bendije a Dios con frecuencia, y al regreso vinimos dando gracias a Dios por haber alegrado a nuestro amigo con nuestra presencia y obsequios, y porque nos dijo que pronto le darían el alta médica. “Alabaré tu nombre por siempre”..

 

4.-        “Paco, gracias por tu constancia en enviarme la PdV: me hace recordar que tengo algo pendiente, con Dios, conmigo misma. De estos años hacia aquí, (¡qué pena que sean AÑOS desde la pandemia!), todo está más acelerado: laboralmente todo es más y más; y familiarmente también, la adolescencia esa etapa tan difícil, bonita si todo va bien, y estresante si ves que el camino no gusta y te exige parar tu vida definitivamente para estar en disposición de escucha cuando ellos quieran hablar, parar lo mío (estudio, una película, un libro…) porque ese es su momento y no el mío.

Acabo tan cansada que mi reflexión conmigo misma con Dios pasa a desaparecer a pesar del profundo cariño que siento. Siento AMOR en mi corazón hacia Dios, pero no me salen las palabras. Tus correos me recuerdan: “HABLA, HABLA”. Así que, GRACIAS por tu recordatorio mensual.

 

 

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