Estos textos para “refrescar” la Palabra de Vida del mes (Pues lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios) y renovar la intensidad en vivir de ella en este mes del Rosario, de las misiones, del Sínodo ¡y de la paz!
Hoy 17 de octubre, nos unimos a la Jornada de oración y ayuno por la paz en Oriente Medio y en los otros 22 conflictos armados que desde hace tiempo se desarrollan en distintos lugares del mundo.
JUNTOS A LA ESCUCHA DEL ESPÍRITU SANTO
…proceso sinodal, un camino en el que toda la Iglesia está
comprometida en torno al tema: «Por una Iglesia sinodal: comunión, participación, misión»,
tres pilares. Están previstas tres fases, que se desarrollarán entre octubre de
2021 y octubre de 2023. Este itinerario ha sido concebido como un dinamismo de
escucha mutua, quiero subrayarlo: un dinamismo de escucha mutua,
llevado a cabo en
todos los niveles de la Iglesia, implicando a todo el pueblo de Dios…
Se trata de escuchar al Espíritu Santo, como
encontramos en el libro del Apocalipsis: «El que tenga oídos,
oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias» (2,7)… Tener oídos, escuchar, es
el primer compromiso. Se trata de escuchar la voz de Dios, de captar su presencia,
de interceptar su paso y su soplo de vida…
La Iglesia avanza, camina junta, es sinodal. Pero siempre
es el Espíritu el gran protagonista de la Iglesia... No olvidéis esta fórmula: “Hemos
decidido el Espíritu Santo y nosotros no imponeros más cargas”: hemos decidido
el Espíritu Santo y nosotros. Así es como debéis intentar
expresaros, en este camino sinodal. Si no está el Espíritu, será un parlamento…, pero no un
Sínodo… No estamos haciendo un parlamento…, no estamos haciendo un
estudio sobre esto o aquello, no: estamos haciendo un camino de escucha mutua y de escucha del
Espíritu Santo, de discusión y también de discusión con el Espíritu
Santo, que es una forma de orar…
Es verdad: el Espíritu Santo nos
necesita. Escuchadlo
escuchándoos a vosotros mismos. No dejéis a nadie fuera o detrás… Las
soluciones deben buscarse dando la palabra a Dios y a sus voces en medio de
nosotros; rezando
y abriendo los ojos a todo lo que nos rodea; viviendo una vida fiel al Evangelio...
Tened confianza en el Espíritu. No tengáis miedo de
entrar en diálogo y dejaros impactar por el diálogo...
Los pastores caminan con el pueblo, a
veces delante, a veces en medio, a veces detrás. El buen pastor tiene que
moverse así. Delante para guiar, en medio para animar y no olvidar el olor del
rebaño, detrás porque el pueblo tiene también "instinto". Tienen un
instinto para encontrar nuevos caminos hacia adelante, o para encontrar el camino
perdido... El sensus
fidei capacita a todos en la dignidad de la función
profética de Jesucristo (cf. Lumen gentium, 34-35),
para que puedan discernir cuáles son los caminos del Evangelio en el
presente… No puede haber sensus fidei sin
participación en la vida de la Iglesia, que no es sólo activismo católico, sino
ese “sentimiento” que se alimenta de los «sentimientos de Cristo» (Flp 2,5)...
Y esto es importante: que en el diálogo
puedan surgir nuestras propias miserias, sin justificación. ¡No tengáis
miedo!...
PAPA FRANCISCO, Discurso a los fieles de la diócesis de Roma,
Aula Pablo VI, 18 de
septiembre de 2021
SíNODO = CAMINAR JUNTOS
La palabra “sínodo” contiene todo lo que
necesitamos entender: “caminar
juntos” (…) Caminar juntos —laicos, pastores, obispo de Roma—
es un concepto fácil de expresar con palabras, pero no es tan fácil ponerlo en
práctica…
Una Iglesia sinodal es una Iglesia de la
escucha, con la conciencia de que escuchar es más que oír. Es una escucha
recíproca en la cual cada uno tiene algo que aprender…
PAPA FRANCISCO, Discurso en la conmemoración del 50
aniversario
de la institución del Sínodo de los obispos, 17 octubre 2015
S. JUAN PABLO II SOBRE LA PAZ
"La verdadera reconciliación entre hombres enfrentados y enemistados solo es posible, si
se dejan reconciliar al mismo tiempo con Dios".
"No hay paz sin justicia, no hay justicia sin perdón".
"La auténtica religión no apoya el
terrorismo y la violencia,
sino que busca promover de toda forma posible la unidad y la paz de la familia
humana".
"La guerra es siempre una derrota de la humanidad".
S. JUAN XXIII SOBRE LA PAZ
“Nada de lo que ocurra a los hombres nos debe resultar ajeno”.
“La justicia se defiende con la razón y no con las armas. No se pierde nada con la paz y puede perderse todo con la guerra.”
“La paz en la tierra, suprema aspiración de toda la humanidad a través de la historia, es indudable que no puede establecerse ni consolidarse si no se respeta fielmente el orden establecido por Dios.”
“La paz
sólida y verdadera entre naciones no consiste en la igualdad de armamento, sino
en la confianza mutua”.
SIERVO DE DIOS IGINO GIORDANI (1894-1980)
SOBRE LA PAZ
“Si quieres la paz, prepara la paz”.
«Si otros odian, no es razón para que nosotros también odiemos. Vencemos el mal con el bien; la enfermedad con la salud; oponemos a la hostilidad la caridad: éste es el mandamiento de Dios»
En su libro «La
inutilidad de la guerra», reflexiona sobre la naturaleza
de la guerra moderna y su falta de sentido. Argumenta que la guerra en la actualidad ya no cuenta ni
victorias ni derrotas, sino que todo son derrotas.
Giordani creía que la guerra era una de las mayores
tragedias de la humanidad, y que se debía hacer todo lo posible para evitarla.
Según él, la guerra es una manifestación de la falta de civilización y de la
incapacidad de las sociedades para resolver conflictos de manera pacífica y
justa.
En este sentido, propuso una solución radical para evitar la guerra: en lugar de gastar recursos
en armamento y en la preparación para la guerra, se deberían invertir esos recursos en eliminar las
causas de los conflictos y de las tensiones entre países. Esto implicaría
un aumento del bienestar, la paz y la civilización, y por lo tanto, un aumento
de la vida.
Giordani entendía que esto no era fácil, pero creía
que era posible si se establecían medidas políticas y económicas adecuadas. En
particular, él destacó la importancia de
la educación y la promoción de los valores de paz y justicia social, así
como la necesidad de una cooperación
internacional efectiva para abordar los problemas globales.
En su libro «La inutilidad de la guerra»,
reflexiona sobre la naturaleza de la guerra moderna y su falta de sentido.
Giordani argumenta que la guerra en la
actualidad ya no cuenta ni victorias ni derrotas, sino que todo son derrotas.
La guerra moderna es «inútil» y «maldita», ya que no se trata de una lucha por la
justicia o la libertad, sino más bien de un conflicto sin sentido que solo
causa dolor y sufrimiento a todos los involucrados. Giordani señala que la
guerra moderna se ha convertido en una actividad cada vez más destructiva y
deshumanizadora, donde el objetivo no es tanto ganar la guerra como infligir el
mayor daño posible al enemigo.
Además, el autor sostiene que la guerra moderna se ha
vuelto cada vez más costosa e ineficiente en términos de recursos y vidas
humanas. Las tecnologías militares avanzadas han aumentado el costo de la
guerra y la hacen aún más inútil, ya que no
hay un verdadero ganador en un conflicto que causa tanto daño y destrucción.
En última instancia, Giordani argumenta que la
única forma de poner fin a la inutilidad de la guerra es a través de la
educación y la promoción de valores como la justicia, la tolerancia y el
respeto por los derechos humanos. Solo cuando la sociedad en
general comience a valorar la vida
humana por encima de todo lo demás, y a renunciar a la violencia como medio
para resolver conflictos, podremos comenzar a avanzar hacia un mundo más
pacífico y justo.
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