jueves, 19 de septiembre de 2013

Vive para Dios y, con la mirada fija en Él, para los demás

 VIVIR NO PARA UNO MISMO, SINO PARA DIOS Y PARA LOS DEMÁS

 “…mantenemos la mirada fija en Jesús, porque la fe, que es nuestro «sí» a la relación filial con Dios, viene de Él, viene de Jesús. Es Él el único mediador de esta relación entre nosotros y nuestro Padre que está en el cielo. Jesús es el Hijo, y nosotros somos hijos en Él.

Pero la Palabra de Dios de este domingo contiene también una palabra de Jesús que nos pone en crisis, y que se ha de explicar, porque de otro modo puede generar malentendidos. Jesús dice a los discípulos: «¿Pensáis que he venido a traer paz a la tierra? No, sino división» (Lc 12, 51).   ¿Qué significa esto? Significa que la fe no es una cosa decorativa, ornamental; vivir la fe no es decorar la vida con un poco de religión, como si fuese un pastel que se lo decora con nata. No, la fe no es esto. La fe comporta elegir a Dios como criterio-base de la vida, y Dios no es vacío, Dios no es neutro, Dios es siempre positivo, Dio es amor, y el amor es positivo.

Después de que Jesús vino al mundo no se puede actuar como si no conociéramos a Dios. Como si fuese una cosa abstracta, vacía, de referencia puramente nominal; no, Dios tiene un rostro concreto, tiene un nombre: Dios es misericordia, Dios es fidelidad, es vida que se dona a todos nosotros. Por esto Jesús dice: he venido a traer división; no es que Jesús quiera dividir a los hombres entre sí, al contrario: Jesús es nuestra paz, nuestra reconciliación. Pero esta paz no es la paz de los sepulcros, no es neutralidad, Jesús no trae neutralidad, esta paz no es una componenda a cualquier precio. Seguir a Jesús comporta renunciar al mal, al
egoísmo y elegir el bien, la verdad, la justicia, incluso cuando esto requiere sacrificio y renuncia a los propios intereses. Y esto sí, divide; lo sabemos, divide incluso las relaciones más cercanas. Pero atención: no es Jesús quien divide. Él pone el criterio: vivir para sí mismos, o vivir para Dios y para los demás; hacerse servir, o servir; obedecer al propio yo, u obedecer a Dios. He aquí en qué sentido Jesús es «signo de contradicción» (Lc 2, 34).

Por lo tanto, esta palabra del Evangelio no autoriza, de hecho, el uso de la fuerza para difundir la fe. Es precisamente lo contrario: la verdadera fuerza del cristiano es la fuerza de la verdad y del amor, que comporta renunciar a toda violencia. ¡Fe y violencia son  incompatibles! En cambio, fe y fortaleza van juntas. El cristiano no es violento, pero es fuerte. ¿Con qué fortaleza? La de la mansedumbre, la fuerza de la mansedumbre, la fuerza del amor.

Queridos amigos, también entre los parientes de Jesús hubo algunos que a un cierto punto no compartieron su modo de vivir y de predicar, nos lo dice el Evangelio (cf. Mc 3, 20-21). Pero su Madre lo siguió siempre fielmente, manteniendo fija la mirada de su corazón en Jesús, el Hijo del Altísimo, y en su misterio. Y al final, gracias a la fe de María, los familiares de Jesús entraron a formar parte de la primera comunidad cristiana (cf. Hch 1, 14). Pidamos a María que nos ayude también a nosotros a mantener la mirada bien fija en Jesús y a seguirle siempre, incluso cuando cuesta.

PAPA FRANCISCO, Angelus 18 agosto 2013
(Fuente: www.vatican.va)

martes, 17 de septiembre de 2013

No de palabra, sino con obras concretas

VIDA DE LA PALABRA de septiembre


Algunas de mis EXPERIENCIAS tratando de poner en práctica la Palabra de Vida de septiembre («no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras»):

1.-        Con un brasileño camino hacia la estación: se entretenía y hemos salido unos minutillos tarde. Lo espero con una sonrisa. Saliendo, quiero acelerar el paso, pero me freno porque va fatigado. En la estación, le explico y ayudo a que se compre su billete mientras oía que mi tren entraba en la estación. ¿Ya sí salgo "disparado"? ¿Le doy una indicación ligera, "que se apañe" y corro? La PdV me vuelve a detener. Naturalmente pierdo mi tren. Me fastidia llegar tarde al trabajo, aunque con ello no perjudicara a nadie más que a mí. Pero es preferible… “obras concretas”.

            Al día siguiente, yo pensé que ya no se vendría él conmigo, (va en tren en dirección contraria y minutos más tarde que yo), con lo cual no hice previsión de anticipar minutos como el día anterior. Sorpresa: me estaba esperando. Yo no había acabado de arreglar mi habitación y, recordando que él camina muy despacio, le dije: “ves andando tú y, después de subir la cuesta, te habré alcanzado”. A los 2 minutos, mientras yo terminaba, me dice que él está listo; le vuelvo a insinuar: “empieza a caminar y te alcanzo en seguida”; lo veo salir. Mientras bajo las persianas de la casa para que luego no entre el sol…, ¡veo que está en el jardín esperándome en la puerta!”. Desde la ventana, le vuelvo a indicar con
tranquilidad que salga ya delante, que yo voy inmediatamente. Se ve que él quería hacer completa su obra de amor concreto esperándome: al final, salimos de casa juntos… ¡despacito! Yo hubiera llegado de sobra a mi ritmo de andar, pero… la gran cuesta arriba… el trayecto largo… Cuando estábamos llegando a la estación… pasó mi tren. Y me dice: “menos mal que hoy no ha sido por mi culpa”. Le sonreí con calma y bondad: él había tratado de amar al prójimo, ¡y encima ese prójimo era yo! "Más vale lo menos perfecto en unidad, que lo más perfecto cada uno por su lado". Sin duda ambos queríamos vivir "donde dos o más están unidos en mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos".

2.-        Nos habían dado unos libros que convenía leyéramos en casa. Se los presenté a todos. Después de una semana, los retiré de en medio dado que nadie los utilizaba y me puse a leer uno: la biografía del teólogo y obispo de Aquisgrán Klaus Hemmerle. Pocos días después, me telefonea uno (no estaba yo en casa) diciéndome que quiere leer…  ¡precisamente el libro de Hemmerle! “¿Dónde está?”. Pensé decirle que esperara a que yo lo termine: le indico que está en mi mesilla de noche y que lo coja, aunque ya llevaba yo unas 40 páginas y luego me supondrá tener que empezar de nuevo.

3.-  Solemos hacer juntos en casa la oración de la noche en la capillita. Un día, cuando uno estaba listo, otro no venía; ya cuando lo logramos, uno que está unas semanas con nosotros, se va a tender la ropa. Como yo era el único que tenía que madrugar, dije que rezaba yo solo y me subía a mi habitación. Una vez allí, oí que en seguida ya estaban todos reunidos. Amar “con obras” me parecía que implicaba bajar a rezar con los demás.
 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS viviendo las Palabras de Vida de septiembre y del resto de meses de verano:
1.-        “cada uno de tus correos que he estado recibiendo ha sido un regalo y soy tremendamente desagradecida por no haber respondido todavía ninguno.

Cada correo lo he leído con atención y he intentado llevarlo a mi vida diaria, algunas veces con más éxito que otras, pero es siempre reconfortante comprobar que, cuando te abandonas al amor y a la palabra del Señor, siempre encuentras el calor de la gracia en tus actos. No es el “premio de la primitiva” y, sin embargo, asoma una sonrisa de lado a lado que fácilmente se contagia al resto de las personas que están cerca de ti.

No sé si te he contado que desde diciembre estoy en un centro de salud como responsable de la administración y para los que ambicionaban ese puesto fue un duro golpe y no me recibieron con los brazos abiertos ni mucho menos... Pero no me he desanimado y ya sabes cómo es mi carácter: a fuerza de sonreír y
tirar para adelante, siendo ejemplo de trabajo y esfuerzo, poco a poco me he ido ganando a la mayoría... Por supuesto tengo a mi "archienemigo" con el que más empeño empleo la PdV: cuando me hace alguna maldad para que quede en evidencia, con más empeño trato de resolver y perdonar, y tratar con el mismo afecto que al resto de los compañeros; ¡en eso se queda mi “venganza”! Jajaja.

Y como mi contacto con el público es constante y durante todo el verano, muy intenso, (estábamos muy pocas personas), ¡la PdV ha sido un referente constante para tratarlos también a ellos! 

Ahora estaré dos semanas de vacaciones, pero sigo intentando aprovechar estas PdV para seguir enriqueciéndome como cristiana y creciendo en mi fe    :)

… gracias por cada correo que has mandado a pesar de no tener respuesta…”


2.-     “muchas gracias por la Palabra de Vida y las experiencias.

Con gusto comparto la mía, que tiene mucho que ver con esta frase tan bonita del evangelio: “No amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras» (1 Jn 3, 18).

He intentado que este verano mi familia y mis amigos y las personas con las que me fuera encontrando estuvieran a gusto.

Algunas veces me cuesta hablar y decir y corregir, pero me he esforzado con mis hijas hablarlas desde la verdad y con verdad para que reconsiderasen lo que estaban diciendo, pensando o haciendo de forma equivocada. Le he pedido muchas veces a Dios dominio de mí misma para ser prudente y para ser valiente.

También me he esforzado en tener todas las cosas bien y me he recordado una y otra vez que cuando servimos a nuestra familia, transmitimos la felicidad de amar y de servir como Jesús, y transmitimos así la fe como una forma de vivir para que ellos en el futuro, también sigan el camino del amor y del servicio…
 

3.-     "me encanta ver tu nombre en el buzón de mensajes... Ya había visto de la actividad de este sábado, pero nos hemos comprometido con la fiesta de la casa de Ancianos de la parroquia.

         Tenemos unos amigos que acaban de llegar de otro país y lo más seguro es que nos acompañen a la jornada de puertas abiertas que tenéis el sábado 28 en el Centro
Mariápolis. Ellos son 5, y nosotros 4.
         Yo me encuentro más animada: hablé con la dueña de la empresa y pasé a depender directamente de ella; por supuesto, mi antiguo jefe no me habla, pero ya esa historia no me incómoda, porque creo que hasta cierto punto aguanté demasiado sus trampas y mentiras. Mi nueva jefa no me reconoce el aumento, pero estamos haciendo juntas un planteamiento de crecimiento dentro de la empresa, que se verá paralizado por mi parto, pero que retomaremos una vez pueda tener continuidad.... ¡Dios conmigo, Él es mi Pastor, y sólo por todo lo que nos da y lo poco que nos pide, somos bendecidos! Él me pone en el camino estupendo sacerdotes que me dan fortaleza de continuar y me ayudar a ver lo bueno de esta vida!!! GRACIAS....

         Otra cosa: no te comenté que después de salir de la visita a vuestra casa, nuestro hijo nos dijo que quiere ser sacerdote. ¡Eso me emocionó mucho! Claro está, cuando somos pequeños todos hemos querido servir al Señor, luego es otra cosa. Veremos cómo podemos apoyarle para que continúe con su amor a las obras y el trabajo de la Iglesia. De momento ese día "pasó un Ángel divino" y con infinito amor por mi familia... ¡Gracias!..."


4.-     “…ha sido un verano increíble, tras el año duro vivido. El voluntariado ha sido una pasada: 10 días que no quería que se acabasen. Estábamos todos los voluntarios en una casa con piscina donde, tras el duro y caluroso día, descansábamos. Durante el día trabajaba en un hospital cuidando a los niños ingresados o ayudando a las enfermeras a curar: de verdad me sentía como en casa y además haciendo mi vocación. Otros días iba a un orfanato donde los niños más agradecidos jugaban y aprendían conmigo. De verdad espero repetir esta experiencia año tras año y si el año que viene continúa en pie tu invitación de la Mariápolis, estaré encantada en unirme. ¿Cómo ha ido este año?...

Y ahora ya, por fin, la Universidad. Mi madre me dijo que ya te había escrito la buena noticia de que al final voy a estudiar medicina aquí y encima en inglés. Ahora es cuando de verdad pienso que si Dios no quiso… es porque tenía algo preparado mucho mejor para mí. ¡Gracias! Será una carrera dura, pero me muero de ganas de empezar…


N.B. 1: pinchando AQUÍ puedes encontrar más experiencias bonitas como las anteriores.
N.B. 2:    tú también puedes compartir las experiencias que hayas podido realizar poniendo en práctica el Evangelio; "pincha" aquí abajo en “comentarios” y escríbela "para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre celestial" (no a nosotros).

sábado, 14 de septiembre de 2013

Amor al prójimo: diálogo y delicadeza

DAR PLENITUD A LO QUE EL HERMANO YA VIVE 
Para practicar bien la Palabra de Vida de este mes de septiembre, puede ayudar este fragmento (es la 6ª entrega de la serie de 7) de un tema de María Voce ("Emmaus"), actual  presidenta de la Obra de María (movimiento de los focolares), publicado por la revista "Ciudad Nueva" :

"...Si ante cada prójimo somos verdaderamente una «nada» de amor, el Espíritu Santo guía con su luz nuestro diálogo y el hermano puede abrirse completamente. Así hace posible que captemos lo que está vivo en él –vivo en sentido espiritual– (como dice 
Chiara Lubich: «una llama de la vida divina en su corazón»); o vivo en sentido simplemente humano: «expresión de esos valores que Dios, al crearnos, ha depositado en toda alma humana».


… precisamente en ese algo «vivo» podemos injertar con delicadeza y en actitud de servicio los aspectos del mensaje evangélico que poseemos y que dan plenitud a lo que el hermano ya cree. Son aspectos que en muchos casos él ya está esperando y que dan paso a toda la verdad…


Por ejemplo, John Wesley, fundador del movimiento metodista, recuerda a todas las Iglesias cristianas: «El fruto necesario del amor a Dios es el amor por nuestro prójimo, por cada alma que Dios ha creado, sin excluir a nuestros enemigos, sin excluir a quienes “nos insultan y nos persiguen”; el mismo amor con que nos amamos a nosotros mismos y amamos nuestra alma».


Y en el mundo evangélico-luterano, Walter y Hanna Hümmer, fundadores de la Christusbruderschaft: «Nuestra vida interior se enriquece si donamos (al hermano) lo que el amor ha obrado en nosotros. Ser para el otro no empobrece, sino que enriquece».


En los maestros de las grandes religiones siempre encontramos la «regla de oro». Un hadiz islámico reza: «Ninguno de vosotros es un verdadero creyente hasta que no desee para su hermano lo que quiere para sí mismo».
En el hinduismo, la esencia de toda la adoración está en ser buenos y hacer el bien a los demás. Quien ve la divinidad en el pobre, en el débil y en el enfermo adora realmente a Dios. Si alguien ve a Dios sólo en una imagen, su adoración está aún en grado inicial. Si alguien sirve y ayuda a un hombre pobre viendo en él a Dios sin pensar en su casta, credo, raza o cualquier otra cosa, Dios está más satisfecho de él que de un hombre que lo vea sólo en los templos.


Al venerable Etai Yamada, budista, le gustaba citar el lema del gran maestro Saicho, fundador del budismo Tendai: «Olvidarse de sí mismos y servir a los demás es el
culmen del amor-compasión», palabras que también citó Juan Pablo II cuando se reunió con los representantes de otras religiones en Tokio en 1981. El venerable Yamada nos animaba diciendo: «Se puede decir que 1.200 años después, el Focolar pone en práctica las palabras del maestro».


Y en el mundo de los que no se reconocen en ninguna convicción religiosa ¿cómo no recordar al psicólogo y filósofo Erich Fromm, que describe el amor como una capacidad que hay que desarrollar ejercitándola, como un pianista se ejercita al
 piano?: «¿Es el amor un arte? En tal caso, requiere conocimiento y esfuerzo. [...] Para la mayoría de la gente, el problema del amor consiste fundamentalmente en ser amado, y no en amar, no en la propia capacidad de amar. De ahí que para ellos el problema sea cómo lograr que los amen, cómo ser dignos de amor. [...] El primer paso es tomar conciencia de que el amor es un arte, tal como es un arte el vivir. Si deseamos aprender a amar debemos proceder en la misma forma que si quisiéramos aprender cualquier otro arte, música, pintura, carpintería o el arte de la medicina o la ingeniería»." 

MARIA “EMMAUS” VOCE, Revista "Ciudad Nueva" julio 2013, pág. 26-27


miércoles, 4 de septiembre de 2013

Papa Francisco por la paz

El Papa Francisco convoca 
jornada de oración y ayuno por la paz en Siria 

    Seguramente estás al corriente de la convocatoria del Papa de oración y ayuno por la paz en Siria. Nos sumamos a  la iniciativa: el próximo sábado 7 de septiembre en el Centro Mariápolis, (C/ Poniente 33, Las Matas [Madrid]), tendremos  adoración de 19:00 a 20:00 horas por la paz, para concluir con la celebración de la Eucaristía (como todos los sábados del año) a las 20:oo. Aquí te copio las palabras del Papa Francisco y AQUÍ puedes leer las declaraciones al respecto de María “Emmaus” Voce, Presidenta de la Obra de María (Movimiento de los focolares).

    Oración propuesta por Ayuda a la Iglesia Necesitada para esta semana de oración por la paz en Siria:

       Dios de misericordia, 
escucha el clamor del pueblo sirio, 
conforta a los que sufren a causa de la violencia, 
consuela a los que lloran a sus difuntos, 
convierte los corazones de los que han tomado las armas, 
protege a los que se han comprometido con la paz. 
Dios de la esperanza, 
inspira a los líderes para que escojan la paz en lugar de la violencia
y busquen la reconciliación con sus enemigos.





martes, 3 de septiembre de 2013

Nada más que amar..., ¡pero nada menos!

Nada más que amar..., ¡pero nada menos!

VIDA DE LA PALABRA del mes de AGOSTO 
Algunas de mis EXPERIENCIAS tratando de poner en práctica la Palabra de Vida de agosto ("si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman"):
1.-      En la Mariápolis estuvimos 850 de todas las edades (la mayoría jóvenes y familias con niños; 300 eran menores de 30 años) y de toda España. El clima de alegría de todos los años, se vio acrecentado por el "Diálogo a 360º" (=absolutamente  con todo y con todos) que le daba título.
         Durante el viaje de ida, aunque no me apetecían ni desvíos mínimos (conduje yo

todo el tiempo), sabiendo que 3 de los que iban en el coche no conocían Zaragoza, entré para que visitáramos el Pilar (aprovechamos para ofrecer a la Virgen la Mariápolis) y comer los bocadillos (una de las "pasajeras" los había preparado esmeradamente para los 5 que íbamos) a la orilla del Ebro.
         Preciosos y vivos los testimonios. Profundas y ricas las reuniones de grupo. Útiles al máximo los talleres (un día me apunté al de "cuidado y atención a mayores y
enfermos" y otro al "diálogo con el budismo"). Las excursiones, preciosas: ¡lástima tener que elegir y no poder realizar las 16! En todo ello, tratabas de vivir el lema del día y la PdV, y así conocías y compartías con gente magnífica, que te ensanchaba el alma.
         Los dos primeros días, los pasé confesando (tarea que me encanta, aunque me llevara todos los tiempos "libres"); p.ej., mirando una exposición de fotografías y

 comentando con quien tenía al lado una sobre un arroyo, dio pie a una larga y preciosa conversación (e inicio de amistad) que acabó con el sacramento de la reconciliación.
         Era la primera vez que yo estaba en Cataluña y experimenté cómo la gente del lugar, (de los que iban a la Mariápolis ya lo imaginaba), te ofrecía lo mejor de su lengua, costumbres y cultura, y, a la vez, en ese diálogo, cuando tú te das, enseguida se adaptaba a ti.

2.-      La semana atendiendo a mis padres en el pueblo, de nuevo fue oportunidad no sólo de estar con ellos todo el tiempo pendiente de cada cosa, sino también, cuando íbamos de paseo, de estar atento a cada persona que se acercaba a hablar con ellos o saludarlos: ya que íbamos tan despacito, yo hubiera preferido no detenernos tanto ni tantas ocasiones, pero siempre era una riqueza, por la alegría de unos y otros al encontrarse, y, prestando atención y escucha, ¡y más después de la "pulsera" de "artista del diálogo" que nos habían dado a cada uno en la Mariápolis!
         No tuve lugar para llamar a algunos amigos y quedar con ellos, ni para leer mucho, pero sentí que había aprovechado el tiempo: ¡no había hecho otra cosa que amar! Nada más, ¡¡y nada menos!!

3.-      El encuentro de 65 sacerdotes de los 5 continentes (cada uno de un país distinto, excepto de España, Brasil, Italia y Alemania que íbamos 2 ó 3) fue intenso y trabajado, y por ello también muy bonito y fructuoso. La mayoría ya nos conocíamos de cada año en agosto y en enero, y eso te permite ponerte en el lugar de cada uno, sabiendo lo que le agrada, y seguir enriqueciéndote de su sabiduría y sus experiencias. Yo prefiero que me den "las cosas hechas" y secundarlas; "amar a todos", en cambio, era en este caso
 ser plenamente corresponsable: decidir y preparar todo con amplio diálogo en comunión, escuchando y acogiendo a cada uno sin prisa en cada grupo semicontinental, valorar cada experiencia personal y comunitaria, y, desde ahí, tratar de discernir lo que "Jesús en medio" ("donde dos o más están unidos…") sea que el que decida y programe; todo ello supone tiempo, lentitud, "escarbar" para sacar lo mejor de ti y de cada uno, pero este "amar a todos" así, sienta bases de verdadera sabiduría, de coparticipación plena, sintiéndose así que todos "contenemos" a todos, y que todos llevamos juntos adelante todo. Al final, nos descubríamos muy distintos, ¡pero muy iguales!: todos importantes, todos valorados por todos.


         Y el marco inigualable (Loppiano, ciudadela de testimonio con 800 habitantes de más de 60 países) te abre y esponja el corazón llenándolo de esperanza en una nueva humanidad, de la que quieres formar parte tratando precisamente de no dejar de amar ni en las dificultades.

4.-      En el viaje, una de las máquinas se tragó el dinero de un compañero sin darnos una botella de agua por más que lo intentamos. Cuando ya desistimos y nos fuimos,  miré para atrás por si alguien se acercaba a esa máquina: amar sería advertirle. Y así lo hice: retrocedí para avisar a dos que ya iban a introducir sus monedas. Quise luego… poner un cartelito…, pero no encontré cómo…      

5.-      Ayer domingo, preparando la comida en casa, traté de ir fregando los utensilios y limpiando conforme iba usando, para que quien luego fregara, encontrara todo ordenado y sólo tuviera que limpiar vasos, cubiertos y platos (entre "viaje" y "viaje" a la cocina la recoger la mesa, aproveché y fregué los míos y algún otro).


Alguna de vuestras EXPERIENCIAS viviendo la Palabra de agosto y de meses anteriores durante el verano:
1.-  “ Gracias por tu correo de la PdV y por las experiencias (incluida la del televisor). Por cierto, voy a contarte algo precioso que constata la veracidad de Su Palabra:"dad y se os dará" y que es muestra de su infinita generosidad.
            Cuando nos casamos, estábamos muy justillos. Un seminarista de Centroamérica se ordenó diácono aquí y nos dijo que sus padres no venían porque no tenían dinero. A mí me daba pena que sus padres se perdieran un día tan bonito de su
hijo, así que le dijimos que nosotros pagaríamos el billete de ida y vuelta de ambos. Ese mes nos quedamos en la cuenta sin apenas nada. Recuerdo que pensé que si antes de cobrar venía algún gasto extra, no tendríamos, pero no nos importó: ¡valía mucho más la alegría de sus padres! Desde entonces, el Señor derramó su infinita generosidad sobre nosotros: ¡¡jamás en estos 25 años hemos tenido dificultad económica, ni hemos tenido que mirar qué día de mes era si había algún gasto extraordinario, porque siempre había suficiente!!, (cuando lo recuerdo me emociono). No quiere decir que haya sido fácil, porque hemos arriesgado (y seguimos) mucho con la empresa, tanto que nos podía hasta haber quitado el sueño, pero siempre hemos confiado en Él y yo sabía que nos apoyaría porque no lo hacíamos por ambición. Ahora bien, Él es el "Jefe" de la empresa y de nuestras vidas y soy plenamente consciente de que somos simples administradores, que todo es suyo. Debemos administrarlo bien y por supuesto que nadie de nuestros más próximos pase necesidad. Lo vivo tan así que, cuando doy algo, siento que es el Señor quien me dice... "para esto, a esta persona..."... y yo cumplo. No me cuesta desprenderme así que seguro que es una gracia, porque bueno sólo es Él …"

2.-  “…estoy saliente de guardia y hoy, evidentemente, a cumplir mi horario… “y no pasa naíca siquiera”, que diría José Mota, … este mes, por circunstancias
 sobrevenidas me espera más carga de trabajo, pues por cese de un compañero, y por vacaciones de otro, estaré solo en dos oficinas. Esto es un buen reto para un deportista como yo: te aseguro que lo llevaré de buen grado y con ánimo de mostrar mi capacidad, y "con la satisfacción del deber cumplido". Algo parecido a la experiencia de "los pistachos".

3.-        “me gustaría compartir contigo la reflexión y la alegría de ver como estos días a pesar de la "grandísima desgracia que ha sido el accidente de Santiago de Compostela", (todo el mundo y digo "todo"), hemos sido capaces de amar y unirnos en el dolor de aquellos que sin conocerlos sabemos que están sufriendo, porque como dice la Palabra de Vida de este mes, ¿qué mérito tiene amar a los que te aman? …”

4.-     mi alegría, de mi satisfacción después de estos cinco días vividos en la Mariápolis, que este año ha sido en La Seu d'Urgell. El tema sobre el que ha girado ha sido el DIALOGO a 360º. Diálogo hacia y en todas las direcciones (¡cuánta necesidad tenemos de ello hoy en este mundo tan
 dividido!; escribo ahora con la noticia de fondo de los problemas en Gibraltar); diálogo intra ecclesia, diálogo entre diferentes confesiones cristianas, entre diferentes religiones, diálogo con la cultura, diálogo con quien no tiene ninguna creencia religiosa.
            Desde el primer día, desde la acogida, el ambiente ha sido espectacular: cuánto amor concreto, cuánta unidad se ha respirado, cuánto el otro en el otro. Cada vez que experimento tanta radicalidad en vivir el Evangelio, en esta experiencia de Amor, encuentro más apoyo en mi vida de creyente y en mi vocación dentro de ella.
            Para concretar este diálogo y que fuera un encuentro participativo, se constituyeron diversos grupos de diálogo (30 grupos aprox.), donde durante varios días hemos tratado diferentes aspectos del diálogo, desde ópticas diferentes, tanto cultural como religiosamente. Los grupos eran variados, había gente de edades diferentes, ideas, y hasta creencias, algo que ha enriquecido el
diálogo, y me ha enseñado pautas a seguir a la hora de querer dialogar con el otro: escucha, vaciamiento de uno mismo (como bien ha resaltado tantas veces Chiara Lubich en sus escritos y en su vida), humildad, fraternidad, y , en al caso del diálogo con quien no tiene fe, hasta dejar mi fe a un lado para poder acoger al otro y hacer sus anhelos míos.
            En nuestro grupo había un hombre de edad… cuando hablaba casi siempre lo hacía para decir algo sin relación con el tema. La primera reacción fue pensar: "pobre hombre, escúchale, está mayor".  Posteriormente…: "va a ser difícil que los demás hablen, ¿qué puedo hacer educadamente?". Pero en ese momento me llegó una intuición: "¿por qué no dejas de usar tus criterios y te abandonas en él, te haces uno con él, amas concretamente, pero no de manera racional, sino de modo auténtico, (experiencial)?." Justo en ese instante recibo un mensaje que dice “Tener un amor delicado”, y donde Chiara Lubich explica: “Amar a Dios significa amarnos con amor práctico, efectivo y con amor delicado, afectivo”. Sobran comentarios.
            Otro aspecto de la Mariápolis han sido las excursiones, en mi caso solo una, ya que en la segunda excursión decidí pasear por La Seu, sentarme en una sombra en un bello parque y, mientras los niños reían, jugaban y disfrutaban del momento, yo leía a Carlos de Foucauld: algo
 realmente estimulante. La variedad de excursiones ha sido alta… Yo escogí la visita a la cueva de Manresa donde San Ignacio recibió su Iluminación: qué lugar, cómo se eleva el alma al estar cerca de aquel lugar donde el santo “colgó las botas” y cambió los ejercicios militares por los espirituales. Pero ese día me deparaba más momentos llenos de interioridad: después de Manresa, nos dirigimos a Monserrat, Abadía benedictina, donde celebramos la Eucaristía, y donde pudimos respirar fe en ese gran macizo rocoso; sitio, además, donde se respira la cultura catalana…
                                     
5.            “¿qué tal la Mariápolis que acabáis de tener? Creo que os han enriquecido mucho varias experiencias. Nosotros también hemos tenido una Mariápolis en nuestro país, justo al inicio del mes, (desde 29 de julio hasta 4 de agosto). Fue un encuentro muy bonito; yo me quedé en la Parroquia: fue mi párroco y a la vuelta me contó todo. Sentí mucho no estar, pero tenía que vivir la unidad, también en la oración y atendiendo a la gente que acude.
…siempre me gustan tus correos, los mensajes, experiencias variadas; me ayudan a seguir en unidad… sin olvidar que me ayudan a crecer en la espiritualidad de la unidad…“

6.            “muy bien, la verdad que es una experiencia cada año distinta: merece la pena y con las pilas cargadas. La Mariápolis es para mí como un regalo: día a día vas  descubriendo lo que Dios ha preparado para ti. Mi hijo ha venido muy contento y con ganas de más, le ha venido bien porque está pasando por un momento difícil …”

7.-          “acabo de llegar de la Mariápolis, Como siempre unos días felices cerca del Señor a través del hermano, una actitud a mantener el resto del año, Ya que a mí los
 problemas me paralizan y me olvido de los demás. Había una alegría contagiosa, o era la presencia de Dios en medio ”donde dos o más están reunidos en mi nombre, allí estoy Yo”, la plenitud. He tratado de amar en lo que no se ve, me daba pena al salir ver a las Sras. de la limpieza haciendo camas, así pues, he hecho la mía todos los días y procuraba dejar todo recogido para no darles más trabajo, y al pasar las saludaba y les daba las gracias; no nos veremos más, pero me sonreían agradecidas y me conocían.
Los pequeños detalles a veces cuestan, pero uno es feliz por dentro.
            Un detalle del Señor, que es Padre: tenía que ir al juzgado yo sola y con miedo y preocupación, le dije que solo confiaba en Él. Cuando regresé a casa, un cactus precioso, con veinte flores que se habían abierto todas a la vez: era un ramo bellísimo, y me pareció un regalo de Dios…”

8.-          "El último día de la Mariápolis había una señora sentada a mi lado y en un momento de silencio me dijo: "qué abanico tan bonito tienes, ¿me lo dejas ver?". Se lo pasé, lo abrió y dijo que era precioso. La miré y dije: "¡se lo regalo!". Muy sorprendida contestó: "¿de verdad?". Noté que le hizo muchísima ilusión. Ya me había dado cuenta que lo miraba y lo miraba... Luego ella tuvo un detalle muy bonito porque preguntó a mi hija dónde nos alojábamos y me dejó en recepción unas mermeladitas con una nota de agradecimiento…"
               


N.B.: tú también puedes compartir las experiencias que hayas podido realizar poniendo en práctica el Evangelio; "pincha" aquí abajo en “comentarios” y escríbela "para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre celestial" (no a nosotros).