martes, 3 de septiembre de 2013

Nada más que amar..., ¡pero nada menos!

Nada más que amar..., ¡pero nada menos!

VIDA DE LA PALABRA del mes de AGOSTO 
Algunas de mis EXPERIENCIAS tratando de poner en práctica la Palabra de Vida de agosto ("si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman"):
1.-      En la Mariápolis estuvimos 850 de todas las edades (la mayoría jóvenes y familias con niños; 300 eran menores de 30 años) y de toda España. El clima de alegría de todos los años, se vio acrecentado por el "Diálogo a 360º" (=absolutamente  con todo y con todos) que le daba título.
         Durante el viaje de ida, aunque no me apetecían ni desvíos mínimos (conduje yo

todo el tiempo), sabiendo que 3 de los que iban en el coche no conocían Zaragoza, entré para que visitáramos el Pilar (aprovechamos para ofrecer a la Virgen la Mariápolis) y comer los bocadillos (una de las "pasajeras" los había preparado esmeradamente para los 5 que íbamos) a la orilla del Ebro.
         Preciosos y vivos los testimonios. Profundas y ricas las reuniones de grupo. Útiles al máximo los talleres (un día me apunté al de "cuidado y atención a mayores y
enfermos" y otro al "diálogo con el budismo"). Las excursiones, preciosas: ¡lástima tener que elegir y no poder realizar las 16! En todo ello, tratabas de vivir el lema del día y la PdV, y así conocías y compartías con gente magnífica, que te ensanchaba el alma.
         Los dos primeros días, los pasé confesando (tarea que me encanta, aunque me llevara todos los tiempos "libres"); p.ej., mirando una exposición de fotografías y

 comentando con quien tenía al lado una sobre un arroyo, dio pie a una larga y preciosa conversación (e inicio de amistad) que acabó con el sacramento de la reconciliación.
         Era la primera vez que yo estaba en Cataluña y experimenté cómo la gente del lugar, (de los que iban a la Mariápolis ya lo imaginaba), te ofrecía lo mejor de su lengua, costumbres y cultura, y, a la vez, en ese diálogo, cuando tú te das, enseguida se adaptaba a ti.

2.-      La semana atendiendo a mis padres en el pueblo, de nuevo fue oportunidad no sólo de estar con ellos todo el tiempo pendiente de cada cosa, sino también, cuando íbamos de paseo, de estar atento a cada persona que se acercaba a hablar con ellos o saludarlos: ya que íbamos tan despacito, yo hubiera preferido no detenernos tanto ni tantas ocasiones, pero siempre era una riqueza, por la alegría de unos y otros al encontrarse, y, prestando atención y escucha, ¡y más después de la "pulsera" de "artista del diálogo" que nos habían dado a cada uno en la Mariápolis!
         No tuve lugar para llamar a algunos amigos y quedar con ellos, ni para leer mucho, pero sentí que había aprovechado el tiempo: ¡no había hecho otra cosa que amar! Nada más, ¡¡y nada menos!!

3.-      El encuentro de 65 sacerdotes de los 5 continentes (cada uno de un país distinto, excepto de España, Brasil, Italia y Alemania que íbamos 2 ó 3) fue intenso y trabajado, y por ello también muy bonito y fructuoso. La mayoría ya nos conocíamos de cada año en agosto y en enero, y eso te permite ponerte en el lugar de cada uno, sabiendo lo que le agrada, y seguir enriqueciéndote de su sabiduría y sus experiencias. Yo prefiero que me den "las cosas hechas" y secundarlas; "amar a todos", en cambio, era en este caso
 ser plenamente corresponsable: decidir y preparar todo con amplio diálogo en comunión, escuchando y acogiendo a cada uno sin prisa en cada grupo semicontinental, valorar cada experiencia personal y comunitaria, y, desde ahí, tratar de discernir lo que "Jesús en medio" ("donde dos o más están unidos…") sea que el que decida y programe; todo ello supone tiempo, lentitud, "escarbar" para sacar lo mejor de ti y de cada uno, pero este "amar a todos" así, sienta bases de verdadera sabiduría, de coparticipación plena, sintiéndose así que todos "contenemos" a todos, y que todos llevamos juntos adelante todo. Al final, nos descubríamos muy distintos, ¡pero muy iguales!: todos importantes, todos valorados por todos.


         Y el marco inigualable (Loppiano, ciudadela de testimonio con 800 habitantes de más de 60 países) te abre y esponja el corazón llenándolo de esperanza en una nueva humanidad, de la que quieres formar parte tratando precisamente de no dejar de amar ni en las dificultades.

4.-      En el viaje, una de las máquinas se tragó el dinero de un compañero sin darnos una botella de agua por más que lo intentamos. Cuando ya desistimos y nos fuimos,  miré para atrás por si alguien se acercaba a esa máquina: amar sería advertirle. Y así lo hice: retrocedí para avisar a dos que ya iban a introducir sus monedas. Quise luego… poner un cartelito…, pero no encontré cómo…      

5.-      Ayer domingo, preparando la comida en casa, traté de ir fregando los utensilios y limpiando conforme iba usando, para que quien luego fregara, encontrara todo ordenado y sólo tuviera que limpiar vasos, cubiertos y platos (entre "viaje" y "viaje" a la cocina la recoger la mesa, aproveché y fregué los míos y algún otro).


Alguna de vuestras EXPERIENCIAS viviendo la Palabra de agosto y de meses anteriores durante el verano:
1.-  “ Gracias por tu correo de la PdV y por las experiencias (incluida la del televisor). Por cierto, voy a contarte algo precioso que constata la veracidad de Su Palabra:"dad y se os dará" y que es muestra de su infinita generosidad.
            Cuando nos casamos, estábamos muy justillos. Un seminarista de Centroamérica se ordenó diácono aquí y nos dijo que sus padres no venían porque no tenían dinero. A mí me daba pena que sus padres se perdieran un día tan bonito de su
hijo, así que le dijimos que nosotros pagaríamos el billete de ida y vuelta de ambos. Ese mes nos quedamos en la cuenta sin apenas nada. Recuerdo que pensé que si antes de cobrar venía algún gasto extra, no tendríamos, pero no nos importó: ¡valía mucho más la alegría de sus padres! Desde entonces, el Señor derramó su infinita generosidad sobre nosotros: ¡¡jamás en estos 25 años hemos tenido dificultad económica, ni hemos tenido que mirar qué día de mes era si había algún gasto extraordinario, porque siempre había suficiente!!, (cuando lo recuerdo me emociono). No quiere decir que haya sido fácil, porque hemos arriesgado (y seguimos) mucho con la empresa, tanto que nos podía hasta haber quitado el sueño, pero siempre hemos confiado en Él y yo sabía que nos apoyaría porque no lo hacíamos por ambición. Ahora bien, Él es el "Jefe" de la empresa y de nuestras vidas y soy plenamente consciente de que somos simples administradores, que todo es suyo. Debemos administrarlo bien y por supuesto que nadie de nuestros más próximos pase necesidad. Lo vivo tan así que, cuando doy algo, siento que es el Señor quien me dice... "para esto, a esta persona..."... y yo cumplo. No me cuesta desprenderme así que seguro que es una gracia, porque bueno sólo es Él …"

2.-  “…estoy saliente de guardia y hoy, evidentemente, a cumplir mi horario… “y no pasa naíca siquiera”, que diría José Mota, … este mes, por circunstancias
 sobrevenidas me espera más carga de trabajo, pues por cese de un compañero, y por vacaciones de otro, estaré solo en dos oficinas. Esto es un buen reto para un deportista como yo: te aseguro que lo llevaré de buen grado y con ánimo de mostrar mi capacidad, y "con la satisfacción del deber cumplido". Algo parecido a la experiencia de "los pistachos".

3.-        “me gustaría compartir contigo la reflexión y la alegría de ver como estos días a pesar de la "grandísima desgracia que ha sido el accidente de Santiago de Compostela", (todo el mundo y digo "todo"), hemos sido capaces de amar y unirnos en el dolor de aquellos que sin conocerlos sabemos que están sufriendo, porque como dice la Palabra de Vida de este mes, ¿qué mérito tiene amar a los que te aman? …”

4.-     mi alegría, de mi satisfacción después de estos cinco días vividos en la Mariápolis, que este año ha sido en La Seu d'Urgell. El tema sobre el que ha girado ha sido el DIALOGO a 360º. Diálogo hacia y en todas las direcciones (¡cuánta necesidad tenemos de ello hoy en este mundo tan
 dividido!; escribo ahora con la noticia de fondo de los problemas en Gibraltar); diálogo intra ecclesia, diálogo entre diferentes confesiones cristianas, entre diferentes religiones, diálogo con la cultura, diálogo con quien no tiene ninguna creencia religiosa.
            Desde el primer día, desde la acogida, el ambiente ha sido espectacular: cuánto amor concreto, cuánta unidad se ha respirado, cuánto el otro en el otro. Cada vez que experimento tanta radicalidad en vivir el Evangelio, en esta experiencia de Amor, encuentro más apoyo en mi vida de creyente y en mi vocación dentro de ella.
            Para concretar este diálogo y que fuera un encuentro participativo, se constituyeron diversos grupos de diálogo (30 grupos aprox.), donde durante varios días hemos tratado diferentes aspectos del diálogo, desde ópticas diferentes, tanto cultural como religiosamente. Los grupos eran variados, había gente de edades diferentes, ideas, y hasta creencias, algo que ha enriquecido el
diálogo, y me ha enseñado pautas a seguir a la hora de querer dialogar con el otro: escucha, vaciamiento de uno mismo (como bien ha resaltado tantas veces Chiara Lubich en sus escritos y en su vida), humildad, fraternidad, y , en al caso del diálogo con quien no tiene fe, hasta dejar mi fe a un lado para poder acoger al otro y hacer sus anhelos míos.
            En nuestro grupo había un hombre de edad… cuando hablaba casi siempre lo hacía para decir algo sin relación con el tema. La primera reacción fue pensar: "pobre hombre, escúchale, está mayor".  Posteriormente…: "va a ser difícil que los demás hablen, ¿qué puedo hacer educadamente?". Pero en ese momento me llegó una intuición: "¿por qué no dejas de usar tus criterios y te abandonas en él, te haces uno con él, amas concretamente, pero no de manera racional, sino de modo auténtico, (experiencial)?." Justo en ese instante recibo un mensaje que dice “Tener un amor delicado”, y donde Chiara Lubich explica: “Amar a Dios significa amarnos con amor práctico, efectivo y con amor delicado, afectivo”. Sobran comentarios.
            Otro aspecto de la Mariápolis han sido las excursiones, en mi caso solo una, ya que en la segunda excursión decidí pasear por La Seu, sentarme en una sombra en un bello parque y, mientras los niños reían, jugaban y disfrutaban del momento, yo leía a Carlos de Foucauld: algo
 realmente estimulante. La variedad de excursiones ha sido alta… Yo escogí la visita a la cueva de Manresa donde San Ignacio recibió su Iluminación: qué lugar, cómo se eleva el alma al estar cerca de aquel lugar donde el santo “colgó las botas” y cambió los ejercicios militares por los espirituales. Pero ese día me deparaba más momentos llenos de interioridad: después de Manresa, nos dirigimos a Monserrat, Abadía benedictina, donde celebramos la Eucaristía, y donde pudimos respirar fe en ese gran macizo rocoso; sitio, además, donde se respira la cultura catalana…
                                     
5.            “¿qué tal la Mariápolis que acabáis de tener? Creo que os han enriquecido mucho varias experiencias. Nosotros también hemos tenido una Mariápolis en nuestro país, justo al inicio del mes, (desde 29 de julio hasta 4 de agosto). Fue un encuentro muy bonito; yo me quedé en la Parroquia: fue mi párroco y a la vuelta me contó todo. Sentí mucho no estar, pero tenía que vivir la unidad, también en la oración y atendiendo a la gente que acude.
…siempre me gustan tus correos, los mensajes, experiencias variadas; me ayudan a seguir en unidad… sin olvidar que me ayudan a crecer en la espiritualidad de la unidad…“

6.            “muy bien, la verdad que es una experiencia cada año distinta: merece la pena y con las pilas cargadas. La Mariápolis es para mí como un regalo: día a día vas  descubriendo lo que Dios ha preparado para ti. Mi hijo ha venido muy contento y con ganas de más, le ha venido bien porque está pasando por un momento difícil …”

7.-          “acabo de llegar de la Mariápolis, Como siempre unos días felices cerca del Señor a través del hermano, una actitud a mantener el resto del año, Ya que a mí los
 problemas me paralizan y me olvido de los demás. Había una alegría contagiosa, o era la presencia de Dios en medio ”donde dos o más están reunidos en mi nombre, allí estoy Yo”, la plenitud. He tratado de amar en lo que no se ve, me daba pena al salir ver a las Sras. de la limpieza haciendo camas, así pues, he hecho la mía todos los días y procuraba dejar todo recogido para no darles más trabajo, y al pasar las saludaba y les daba las gracias; no nos veremos más, pero me sonreían agradecidas y me conocían.
Los pequeños detalles a veces cuestan, pero uno es feliz por dentro.
            Un detalle del Señor, que es Padre: tenía que ir al juzgado yo sola y con miedo y preocupación, le dije que solo confiaba en Él. Cuando regresé a casa, un cactus precioso, con veinte flores que se habían abierto todas a la vez: era un ramo bellísimo, y me pareció un regalo de Dios…”

8.-          "El último día de la Mariápolis había una señora sentada a mi lado y en un momento de silencio me dijo: "qué abanico tan bonito tienes, ¿me lo dejas ver?". Se lo pasé, lo abrió y dijo que era precioso. La miré y dije: "¡se lo regalo!". Muy sorprendida contestó: "¿de verdad?". Noté que le hizo muchísima ilusión. Ya me había dado cuenta que lo miraba y lo miraba... Luego ella tuvo un detalle muy bonito porque preguntó a mi hija dónde nos alojábamos y me dejó en recepción unas mermeladitas con una nota de agradecimiento…"
               


N.B.: tú también puedes compartir las experiencias que hayas podido realizar poniendo en práctica el Evangelio; "pincha" aquí abajo en “comentarios” y escríbela "para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre celestial" (no a nosotros).

1 comentario:

  1. He sentido gran gozo leyendo... todos los testimonios... y saco la impresión de que este mes de Agosto... Mariápolis... ha sido determinante...
    Me ha gustado la referencia a Chiara Lubich en lo de... humildad y fraternidad... y me ha llamado mucho la atención lo de... "diálogo con el budismo"....¿podrías ampliar un poquito este último punto...?
    Gracias... como siempre... por esa "brisa" espiritual que proporciona leer... tu página.

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