jueves, 31 de mayo de 2018

ESCUCHAR LA VOZ DEL ESPÍRITU SANTO PRODUCE FRUTOS

VIDA DE LA PALABRA                   últimas semanas de MAYO
  


Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de mayo («En cambio el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, modestia, dominio de sí», Ga 5, 22-23) y la de abril («En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna», Jn 6, 47):

1.-        Después de 3 días intensos… esa noche me costaba conciliar el sueño y, cuando ya por fin me adormilaba, a la 1:00 a.m. suena el móvil de urgencia del hospital; no me lo podía creer: esa mañana había estado 4 veces en ese mismo pasillo, el anciano llevaba 9 días ingresado ¡y a la familia se les ocurre esperar al último momento, cuando yo al día siguiente tengo que madrugar mucho y desarrollar una jornada todavía más intensa que las anteriores (el otro sacerdote no estaba, había “extras” como primeras comuniones…)! Así que, no debí emplear buen tono al contestar al pobre enfermero que llamó: me disculpé, le di las gracias (¡más vale tarde que nunca!, aunque el sacramento de la Unción es para recibirlo conscientemente, no sedado…).
En fin, me puse la ropa encima del pijama y sin tráfico los 5 km. se recorren en seguida.
Aunque le expliqué a la familia que es un sacramento de sanación (del alma y del cuerpo) y con delicadeza les dije que lo habían privado durante 9 días del consuelo, paz y fortaleza que conlleva (y, además, así me lo aseguran muchos enfermitos por su propia experiencia), la familia se deshacía en darme las gracias.
Luego ya me costó dormirme y me desperté al primer rayo de sol, antes de que sonara el despertador: muy cansado. Ciertamente conforme avanzaba el día yo iba a medio gas (y algunos me lo notaron en la cara); en una reunión de Consejo no pude aportar nada (más bien se preocuparon por mi cara de cansado). Pero me fiaba que, más allá de todo, más allá de mis límites e inoperancias, el Espíritu Santo enviaría su Luz y su Fortaleza a cada uno (con mi colaboración directa, unas veces, y/o con mi adormilamiento otras, pues había sido por intentar servir por amor).

2.-        El primero de esos días “entretenidos” concluía con una actividad extra: el ensayo “general” con “el mejor coro provisional del mundo”, que de nuevo me iban a sacar de un apuro (esta vez en las primeras comuniones).
Justo antes de empezar, nada más acabar la Misa, se presentan en la sacristía con una sonrisa de oreja a oreja y con una tarta (con vela encendida y cantando). Me hizo muchísima ilusión. Me encantó. Fue bonito luego el ensayo en clima de hermanos, de verdadera familia, y precioso el ratito posterior charlando y compartiendo unos salados, refrescos y la tarta. En lo uno y en lo otro, por el amor recíproco, se percibía la presencia del Resucitado “donde dos o más…” que “produce” al Espíritu Santo, como así notamos por la “paz, alegría…” que enumera la PdV.


Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de mayo («En cambio el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, modestia, dominio de sí», Ga 5, 22-23), la de abril («En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna», Jn 6, 47) y la de marzo («Muéstrame tus caminos, Yahvé, enséñame tus sendas», Sal 25, 4):

1.-        acabo de leer la nueva Palabra de Vida y las experiencias que envías… , y te envío alguna que otra experiencia, porque como siempre has dicho, “lo que no se da, se pierde”. 
En mi trabajo hay aparentemente un buen ambiente entre compañeros, pero en la práctica no es así: es todo fachada, hay claramente dos grupos diferenciados, por un lado unos más afines a los jefes, y por otro un sector más crítico y abierto a nuevas
propuestas. Desde que empecé aquí, el sector crítico me abrió sus puertas de par en par… y comparto muchos momentos con ellos sobre puntos de vista, ideas de trabajo e ideas personales. Pero con el tiempo noté que, dependiendo de con quién te juntes más, ya te marcan o definen en un determinado grupo... Pero, en esta forma de ser mía de no definirme en ningún sitio y a la vez estar en todos y con todos, he tratado y sigo tratando de estar siempre con ambos grupos, compartir sus anhelos, aportar aquello que puedo y escuchar a cada persona atentamente... la relación se ha ido forjando y se forja cada día, porque esto es un constante...
De hecho hay compañeras con un carácter, digámoslo así, bastante seco, y que generan bastante tensión en las relaciones personales o en decisiones que hemos tenido que tomar entre todos, no facilitando en ningún momento el diálogo o tan siquiera la puesta en común de otros puntos de vista que pueden enriquecer... Yo trato de estar más allá de estas tensiones, de las críticas entre unos y otros, tratando de dar mi opinión cuando puedo y quitándole hierro a determinadas situaciones, que muchos aprovechan para arremeter contra el contrario... He observado que he creado relaciones o así lo intento con cada uno de ellos, y aseguro que con alguno o alguna es bastante difícil por su carácter seco, distante y poco conciliador.
Prueba de ello fue el otro día que traje un desayuno para compartir entre todos con motivo de mi cumpleaños. Normalmente para el desayuno también hay dos grupos, unos salen fuera a un bar y el resto se queda en una sala en el trabajo. Aposté por aprovechar este espacio común para invitar a todos a desayunar y fue bonito, y ahora lo pensaba, porque tuvimos un momento de compartir juntos en la sala con motivo del desayuno, y más allá de las diferencias y puntos de vista, se hizo un paréntesis y todo fluyó muy bien... ¡¡Esta búsqueda de la unidad que nos ha enseñado Chiara hasta la saciedad y que nos ha dejado es muy grande!!
Por otro lado y desde los ejercicios trato de perseverar en esta relación con Jesús

2.-        “es precioso el texto del Papa Francisco, pero no es fácil de llevarlo a cabo. Con relación al apego cada vez soy más consciente de todo lo que estanca y no te hace crecer pero te va atrapando y no lo quieres ver. Lo he vivido en mi propia piel y por eso lo identifico ya conscientemente.
Este mes lo estoy dedicando a ayudar a algunos conocidos (ya que me han demostrado que no tienen la categoría de amigos) y aunque los veo muy interesados también sé que tienen problemas serios legales y al final he ofrecido al Señor mi servicio, aunque no tengo claro si se lo merecen, pero hay que sembrar y aquí estoy yo sembrando lo que puedo.
2b.-    También tengo otra amiga muy enferma con depresión que cada vez le llegan a su vida situaciones más duras y la estoy acompañando en este trayecto de su vida, aun sabiendo que me escucha poco, pero si logro distraerla un rato de sus preocupaciones, eso ya me vale.
2c.-    Es una etapa de continuo estrés en el trabajo con muchos cambios de criterio y muchas prisas: todo es urgente y “se tenía que haber realizado ayer”, así que yo le pido al Señor calma y que me ayude a priorizar, ya que me siento como un bombero apagando los fuegos más inminentes

3.-        “a pesar de que estos últimos 15 días no han sido fáciles para mí, he podido experimentar los frutos del Espíritu.  Como dice la PdV, he tratado de atajar las tentaciones para decir “sí” a las tareas que Dios nos pide y qué verdad es que el Espíritu nos guía para poder seguir amando al prójimo:
Con tantas cosas entre manos, me olvidé que había quedado en recoger a una persona que venía de viaje. Justo cuando llegué a casa e iba a cambiarme de ropa, no sé por qué, antes miré el móvil y ¡faltaba el tiempo justo de llegar! Di gracias a Dios y le dije que salía para la estación, a la que llegué antes que el tren.   
3b.-      Un día, quería ir a visitar a una amiga enferma, pero no acababa de encontrar el momento. Otra amiga común me llamó para preguntarme si yo iba a ir a verla y podía venir conmigo en el coche. Sentí que era lo que Dios quería, fuimos juntas y fue un regalo especial de Dios para las tres. 
3c.-      Otro día una persona que trabaja en mi ciudad, pero vive en otra localidad, me preguntó si podía venir a casa. Mi sí no fue inmediato, pero cambié los planes y todo fue bien. Por la noche me dice: "tú sí que vives las obras de misericordia". Para mí fue experimentar la misericordia de Dios que cubre todos mis límites

4.- [de mi hermana, Misionera de la Esperanza en Chad]  si tuviera que decir quién es la persona chadiana que más nos ha cuidado desde que estoy aquí, en la que siempre hemos podido confiar, la que más me ha sorprendido por sus profundos comentarios hechos vida de la Palabra de Dios en el grupo que llevo de personas que quieren conocer MI.ES. y de la que más he aprendido aquí (de su gran corazón)… sin duda diré: “mamá Fátima”, nuestra cocinera. Mujer sencilla, generosa, alegre, luchadora, que todos los días (lloviera a cantaros o tronara, hiciera un sofocantísimo calor... recorría 7 km a pie desde su casa a la nuestra y venía sonriendo, saludando y ayudando a todo el que se encontrara por su camino.
Ayer recibió su bautismo… por la gravedad de su estado, sin haber terminado su catecumenado de preparación, que aquí dura 4 años. Hace unos 10 días le picaron un montón de abejas enfurecidas (las habían echado a pedradas de su panal justo cuando ella pasó por el camino hacia su casa) y se ensañaron con ella picándole por todas las partes de su cuerpo. Ha sufrido muchísimo. La hemos llevado al hospital, parecía que estaba mejor después de unos días y la llevamos a su casa cuando le dieron el alta, pero cuando parecía que estaba remontando poco a poco, recibió la noticia de la muerte de su madre en Djamena y eso hizo que perdiera las pocas fuerzas que tenía y la volvimos a llevar al hospital; allí le pusieron alguna medicación, pero poco le podían hacer porque los médicos estaban en huelga, así que al día siguiente probamos en un hospital o Centro privado y allí ha pasado la noche.
Esta mañana he estado en el centro de salud en el que está ingresada (en un colchón en el suelo, con una bolsa colgada en el clavo de una pared, haciéndole una transfusión de sangre y rezábamos junto a un sacerdote. ¡¡Dios mío, cuánto sufrimiento de esta mujer tan buena y qué triste llevo todo el día!!   Sé que Jesús está ahí especialmente, acompañándola en su dolor, pero no puedo evitar que se me escapen unas lagrimillas cuando nadie me ve. Rezad mucho por ella y su familia, rezad mucho por nosotros


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miércoles, 16 de mayo de 2018

LOS TIEMPOS DEL ESPÍRITU SANTO

VIDA DE LA PALABRA               primeras semanas MAYO 2018

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de mayo («En cambio el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, modestia, dominio de sí», Ga 5, 22-23) y la de abril («En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna», Jn 6, 47):


1.-        El mes escaso que mi hermana Miriam ha pasado en España (ya la llevé el viernes al aeropuerto para que regresara a Chad) ha sido una oportunidad de prodigarnos en la familia para manifestarnos el cariño y realmente ha producido los frutos del Espíritu Santo que nos elenca la PdV del mes. Y no solo en nosotros cuando nos veíamos los hermanos y sobrinos (solo una vez hemos podido casi todos a la vez): también se han notado en todos los lugares en los que se ha multiplicado mi hermana contando su experiencia y mostrando fotografías de su misión en África; también aquí, en la parroquia, las 2 tardes que habló a adultos y niños: paz, alegría, bondad, afabilidad… Algunas manufacturas hechas por la gente de allí, las ha vendido todas apenas insinuando, además de que, sin haber pedido ella
ni nosotros nada, muchísima gente ha solicitado la cuenta dar donativos para ayudar allí. Y, además, ya han quedado que, cuando venga en verano otro misionero a descansar, una de las maletas (cargadas de manteles, bolsos, mochilas, pulseras… de las que hacen allí), nos la hará llegar para venderlo por aquí. Y varios niños, al escuchar que alguno de los de allí quisiera ser sacerdote pero no tiene medios, se comprometerán a mandar algo estos años y a involucrar a otros jóvenes también en ello.


2.-        Esta mañana pedía luz al Espíritu Santo para que me diera tiempo a conjugar todo: parroquia (confesiones y Misa), visita diaria a los enfermos en el hospital e ir a Madrid a reunión de sacerdotes con el Vicario. Trataba yo de ir ganando minutos al tiempo: hice la homilía brevísima, p.ej. Pero luego… el mando del portón de la cochera no abría (y no estaba por aquí nadie de los otros 3 tienen): “¡horror!: no podré sacar al coche para ir al hospital y luego a Madrid”; y encima no sé dónde venden pilas de mando automático (además, en 600 metros a la redonda no hay nada cerca de la Parroquia). Con paz (espero que fruto del Espíritu) me acerco de nuevo a ver si providencialmente funcionara el mando, pero esta vez desde fuera en un último intento: ¡nada!, pero veo a una feligresa que estaba en su coche arrancando. Le pido el favor de llevarme a por pilas y le explico: dice que el sitio más cercano está muy lejos y, como un verdadero ángel de la guarda, al final, en cambio, me lleva al hospital, (mientras me recuerda que por mil actividades que tenga, no disminuya la oración) y se queda con el mando para ir a por las pilas; visito yo mientras a los enfermos a “mil por hora” cada uno, pero con una sonrisa, sin darles muestra externa de prisa…; ¡increíble!: ni del modo más optimista pensé que me diera tiempo a casi todos; ella vuelve con el mando con las pilas, (pero diciendo que el técnico le ha avisado que, además, tiene una pieza que se la ha roto la soldadura y que quizá no funcione), me recoge en el hospital y me lleva a la Parroquia: ¡y sí funciona el mando! No obstante, ya salgo con retraso hacia Madrid… ¡Atasco, aunque no es hora punta!: un accidente que obstaculiza. Paz: será que no tengo que llegar, (lo malo es que llevaba una carta de otro para el Vicario, para los votaciones de esta mañana). Llamo avisando. Al final, aunque llego tarde, pero con paz, es justo el momento en el que empieza todo, (entre otras cosas, varias votaciones; ¿uno de los resultados?: ahora, además de ser arcipreste de Villalba y sus pueblos, lo soy también de Cercedilla y los pueblos de alrededor… ¡Más trabajo!: pero si Dios ha provisto para que “esta mañana de locos” me diera tiempo a todo, (“sin pausa, pero sin prisa”), también proveerá para todas las futuras y actuales tareas.



Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de mayo («En cambio el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, modestia, dominio de sí», Ga 5, 22-23), la de abril («En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna», Jn 6, 47) y la de marzo («Muéstrame tus caminos, Yahvé, enséñame tus sendas», Sal 25, 4):

1.-        “en menos de un mes mi madre ha sufrido dos tromboembolismos, uno en cada pulmón. El último fue ingresada el día de su santo... La estancia en el hospital toda la Semana Santa, y más, ha sido para mis hermanos y para mí una Gracia: las experiencias de amor concreto se han sucedido una tras otra. 
Mientras aguardaba sentada la hora de la visita, porque solo podía estar dentro una sola persona, escuché rezar. Eran tres personas sentadas cerca de mí. Les dije: “Yo tb quiero rezar”. A partir de ahí surgió una preciosa relación. 
1b.-      Hemos tenido diferentes compañeras de habitación, con todas el amor concreto.
            Una tarde me pidieron cambiar a mi madre de planta pq necesitaban bajar y monitorizar a otra señora que estaba empeorando. Fue rápido, aunque me dolía que hubiera sido ella la elegida, ya que se desorienta por su enfermedad. La señora de al lado lloraba: la cuidábamos como a nuestra madre. Rezábamos el rosario cada tarde y su hija dormía tranquila pq sabía que estando nosotros no le faltaba nada.
Esta relación perdura. Aún nos escribimos y no para de decirme lo estupendos que somos mis hermanos y yo.
1c.-      La relación con mi madre es más linda. La veo más allá más en la trascendencia. Esto me da fuerzas y esperanza aunque la vea empeorar


2.-       “¡Feliz próxima fiesta de Pentecostés, Paco! Ya casi terminando el Tiempo Pascual, doy gracias a Dios porque este año lo estoy viviendo con una intensidad especial. Me está ayudando a ello, no sólo las PdV, sino además la Exhortación apostólica del Papa “Gaudete et exsultate” y la lectura completa, meditada día a día, de los Hechos de los Apóstoles. Es difícil de sintetizar la experiencia con palabras, pero estoy percibiendo más que nunca la acción del Espíritu Santo en la Iglesia. Es como verla en su unidad desde los primeros cristianos hasta nuestro tiempo, con la continua llamada de Dios a la santidad en medio de luchas y dificultades.
Trato de responder a este regalo de Jesús, con un mayor compromiso en no centrarme en mis problemas y limitaciones para poder escuchar y acoger la voz del E.S. y permitir que Él siga actuando en la historia.
Comparto algunas cosas concretas:
2b.-     En un viaje largo en autocar, la persona que se sienta a mi lado se mueve y protesta en voz alta, con exclamaciones que me molestan, desde el principio. Al rato, estoy a punto de “saltar” y decirle que ocupe sólo su lugar y esté en silencio. Pero siento dentro que antes tengo que amarla y soportar su estado de agitación. Rezo el Rosario confiándola a María y poco a poco parece algo más serena. Pasadas unas horas, se dirige a mí con amabilidad y me pide excusa porque había abierto la ventilación (hacía ya tiempo) sin preguntarme si me molestaba. Fue una alegría comprobar que estaba calmada y se había puesto también ella a pensar en los demás, me parecía un fruto del Espíritu. El resto del viaje fuimos hablando con normalidad.
2c.-      En octubre, una persona me pregunta si puede estar en mi casa el día semanal que descansa de su trabajo como interna, ya que su marido se ha ido a Alemania y en breve ella se reunirá con él. La conozco de años, es de total confianza y me parece que Dios me da la oportunidad de compartir los bienes que Él me ha dado. Pero, no podrá irse hasta agosto y empiezo a sentir que “ya es demasiado”. Pensé que podría decirle que buscara otro sitio... Pero en este periodo, he sentido que Jesús me pedía seguir amando hasta el final y en las últimas semanas están siendo preciosas las conversaciones profundas que tenemos, también sobre temas de nuestra fe, y ayer me daba las gracias por lo que está aprendiendo.
2d.-      Una experiencia fuerte está siendo que últimamente hay siete personas cercanas y queridas con enfermedades serias, dos de ellas muy graves. Aquí intento de forma especial seguir la voz del E.S. para poder acompañarlas con delicadeza y estar a su servicio en el momento oportuno, también atenta a las necesidades de sus familias. En muchas ocasiones me parece que Él me guía y llego a visitar a uno al Hospital cuando están necesitando que alguien les proporcione algo que puedo llevarle enseguida o voy a ver a otra en el momento que llega el médico a su casa y que es conveniente que yo hable con él o puedo llevar con el coche a un familiar que ya está bastante cansado para ir en trasporte público, etc., etc..




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martes, 15 de mayo de 2018

LA UNIDAD: FRUTO DEL ESPÍRITU

Estos textos nos ayudarán a intensificar la vida de la Palabra de este mes («En cambio el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, modestia, dominio de sí», Ga 5, 22-23):





CAMINAR JUNTOS

Estoy muy feliz de estar hoy entre vosotros, aquí en Loppiano, esta pequeña “ciudad” conocida en el mundo porque nació del Evangelio y del Evangelio quiere alimentarse. Y por eso es reconocida como ciudad propia de elección e inspiración por muchos que son discípulos de Jesús, incluso por hermanos y hermanas de otras religiones y convicciones. ¡En Loppiano todos se sienten como en casa!...  …una ilustración de la misión de la Iglesia hoy, así como la trazó el Concilio Vaticano II… para centrar cada vez más, a la escucha del plan de Dios, el proyecto de Loppiano al servicio de la nueva etapa de testimonio y anuncio del Evangelio de Jesús al que nos llama hoy el Espíritu Santo…
constancia y firmeza en llevar adelante la elección de Dios y de una nueva vida en Cristo. Se trata de mantener firme esta decisión, incluso a costa de las dificultades y las contrariedades, sabiendo que esta constancia, esta firmeza y esta paciencia producen esperanza... Y la esperanza no defraudael fundamento de la esperanza es el amor de Dios derramado en nuestros corazones con el don del Espíritu, un amor que nos precede y nos hace capaces de vivir con tenacidad, serenidad, positividad, fantasía... e incluso con algo de humorismo, incluso en los momentos más difíciles. Pedid la gracia del
humorismo; es la actitud humana que más se acerca a la gracia de Dios, el humorismo…
…un boceto de ciudad nueva en el espíritu del Evangelio. Una ciudad en la que resaltase ante todo la belleza del Pueblo de Dios, en la riqueza y variedad de sus miembros, de las diferentes vocaciones, de las expresiones sociales y culturales, cada una en diálogo y al servicio de todos. Una ciudad que tiene su corazón en la Eucaristía, fuente de unidad y de vida siempre nueva, y que se presenta a los ojos de quienes la visitan también en su veste laica y laboriosa, inclusiva y abierta… …El carisma de la unidad es un estímulo providencial y una ayuda poderosa para vivir esta mística evangélica del nosotros, es decir, para caminar juntos en la historia de los hombres y mujeres de nuestro tiempo como “un solo corazón y un alma sola” (cf. Hch 4,32), descubriéndose y amándose mutuamente
de manera concreta como “miembros los unos de los otros” (Rm 12, 5). Por eso, Jesús pidió al Padre: “Que todos sean uno, como tú y yo somos uno” (Jn 17,21), y nos mostró en sí mismo el camino hasta la entrega total de todo en el vaciamiento abismal de la cruz (cf. Mc 15,34, Flp 2, 6-8). Es esa espiritualidad del “nosotros”… Es esta espiritualidad del nosotros, la que debéis llevar adelante, que nos salva de todo egoísmo e interés egoísta. La espiritualidad del nosotros…


PAPA FRANCISCO, Respuestas a las preguntas de los miembros del movimiento de los Focolares en la visita a la Ciudadela de testimonio de Loppiano, 10 mayo 2018 

 TRECE tv se hizo eco anoche de esa visita del papa Francisco. Si a alguno os pudiera interesar, está en la web. Se puede ver la entrevista a María Rodríguez (focolarina toledana, que vive en Las Matas) a partir de los 4' 40" en: http://videos.13tv.es/embed?videoId=e-33763
      Aparte de los errores del “directo”, algún pequeño fallo del comentarista, como p.ej.: dice que le regalaron al Papa un "cubo de Rubik"; en realidad el niño le regaló al Papa el "dado del arte de amar" que enseña Jesús.
      Pinchando a continuación, además, puedes leer lo que el Papa dijo hace unos años en el videomensaje Loppiano cumple 50 años




NADIE ESTÁ EXCLUIDO

… la misión, sobre la evangelización, que es hoy la prioridad de la Iglesia. Porque misión es dar voz al amor fiel de Dios, es anunciar que el Señor nos ama y nunca se cansará de mí, de ti, de nosotros y de este mundo nuestro, del que, quizás, nosotros nos cansamos. Misión es donar lo que hemos recibido. Misión es cumplir el mandato de Jesús…: "Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes" (Mt 28, 19).
Id. La misión requiere partir. Pero en la vida es fuerte la tentación de quedarse, de no correr riesgos, de contentarse con tener la situación bajo control. Es más fácil quedarse en casa, rodeado de aquellos que nos quieren, pero no es el camino de Jesús… estar siempre en salida, peregrinos en el mundo en busca del hermano que aún no conoce la alegría del amor de Dios.
… Para anunciar es necesario renunciar. Solo una Iglesia que renuncia al mundo anuncia bien al Señor. Solo una Iglesia liberada del poder y del dinero, libre de triunfalismos y clericalismos testimonia de una manera creíble que Cristo libera al hombre. Y quien, por su amor,
aprende a renunciar a las cosas que pasan, abraza este gran tesoro: la libertad. No se queda enredado en sus apegos, que cada vez le piden algo más, pero nunca dan paz, y siente que el corazón se expande, sin inquietudes, disponible para Dios y para los hermanos.
“Ir" es el verbo de la misión y todavía nos dice algo más: que se conjuga en plural. El Señor no dice: "vete tú, luego tú, luego tú...", sino "id" ¡juntos! Plenamente misionero no es quién va solo, sino quien camina junto. Caminar juntos es siempre un arte para aprender cada día. Hay que tener cuidado, por ejemplo, para no dictar el paso a los demás. Más bien, hay que acompañar y esperar, recordando que el camino del otro no es idéntico al mío. Como en la vida, nadie tiene el paso exactamente igual que otro, así también en la fe y en la misión: se avanza juntos, sin aislarse y sin imponer el propio sentido de marcha, se avanza unidos, como Iglesia, con los pastores, con todos los hermanos, sin fugas hacia adelante y sin quejarse de quien tiene el paso más lento. Somos peregrinos que, acompañados por los hermanos, acompañamos a otros hermanos, y es bueno hacerlo personalmente, con cuidado y respeto por el camino de cada uno y sin forzar el crecimiento de nadie, porque la respuesta a Dios madura solo en la libertad auténtica y sincera.
Jesús resucitado dice: «Haced discípulos». Aquí está la misión. No dice: conquistad, ocupad, sino "haced discípulos", es decir, compartid con los otros el don que habéis recibido, el encuentro de amor que os ha cambiado la vida. Es el corazón de la misión: testimoniar que Dios nos ama y que con Él es posible el amor verdadero, el que lleva a dar la vida en todas partes, en la familia, en el trabajo, como personas consagradas, como esposos… Y esta dinámica del discipulado, el discípulo que hace discípulos, es totalmente diferente de la dinámica del proselitismo.
Aquí está la fuerza del anuncio, para que el mundo crea. No cuentan los argumentos que convencen, sino la vida que atrae; no la capacidad de imponerse, sino el valor de servir… Haceos reconocer como amigos de Jesús. Llamad amigos a todos y sed amigos de todos.
«Id y haced discípulos a todas las gentes». Y cuando Jesús dice todas parece que quiera subrayar que en su corazón hay lugar para cada gente. Nadie está excluido. Como los hijos para un padre y una madre: incluso si son tantos, grandes y pequeños, cada uno es amado con todo el corazón. Porque el amor, al darse, no disminuye, sino que aumenta. Y siempre está lleno de esperanza. Como los padres, que no ven en primer lugar los defectos y las faltas de sus hijos, sino a sus propios hijos… No ponen en primera fila los aspectos negativos y las cosas para cambiar, sino que "ven con el corazón", con una mirada que aprecia, un enfoque que respeta, una confianza que tiene paciencia. Id así en misión, pensando que "jugáis en casa". Porque el Señor es de casa con cada gente y su Espíritu ya ha sembrado antes de vuestra llegada. Y pensando en nuestro Padre, que ama tanto al mundo (Jn 3:16), sed apasionados de la humanidad, colaboradores de la alegría de todos (2 Cor 1,24), estimados por ser próximos, oíbles por estar al lado. Amad las culturas y tradiciones de las gentes, sin aplicar modelos preestablecidos. No partáis de teorías y esquemas, sino de situaciones concretas: así será el Espíritu el que dará forma al anuncio según sus tiempos y sus formas. Y la Iglesia crecerá a su imagen: unida en la diversidad de las gentes, de los dones y de los carismas...


PAPA FRANCISCO, Discurso al Camino Neocatecumenal en su 50 Aniversario, 5 mayo 2018



martes, 1 de mayo de 2018

FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO

PALABRA DE VIDA                         mayo 2018


«En cambio el fruto del Espíritu es
amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad,
bondad, fidelidad, modestia, dominio de sí»
(Ga 5, 22-23)

El apóstol Pablo escribe a los cristianos de la región de Galacia, que habían recibido de él el anuncio del Evangelio, pero ahora les recrimina    que no han comprendido el sentido de la libertad cristiana.
Para el pueblo de Israel, la libertad es un don de Dios: Él lo sacó de la esclavitud en Egipto, lo condujo hacia una nueva tierra y estipuló con él un pacto de fidelidad recíproca.
Del mismo modo, Pablo afirma con fuerza que la libertad cristiana es un don de Jesús, pues Él nos da la posibilidad de convertirnos, en Él y como Él, en hijos de Dios, que es Amor. También nosotros, imitando al Padre como Jesús nos enseñó y mostró con su vida (Mt 5, 43-48; Lc 6, 36; Mc 10, 45), podemos aprender la misma actitud de misericordia para con todos, poniéndonos al servicio de los demás.
Para Pablo, este aparente sinsentido de la «libertad de servir» se resuelve por el don del Espíritu que Jesús hizo a la humanidad con su muerte en la cruz.
En efecto, el Espíritu es el que nos da la fuerza de salir de la prisión de nuestro egoísmo –con su lastre de división, injusticia, traición y violencia– y nos guía hacia la verdadera libertad.

«En cambio el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, modestia, dominio de sí».

La libertad cristiana, además de ser un regalo, es también un compromiso. En primer lugar, el compromiso de acoger al Espíritu en nuestro corazón, haciéndole sitio y reconociendo su voz en nosotros.
Escribía Chiara Lubich: «[…] Ante todo debemos ser cada vez más conscientes de la presencia del Espíritu Santo en nosotros; llevamos en lo más íntimo un tesoro inmenso, pero no nos damos cuenta de ello suficientemente. […] Además, a fin de poder oír y seguir su voz, hemos de decir “no” […] a las tentaciones, atajando de raíz sus insinuaciones; sí a las tareas que Dios nos ha encomendado; sí al amor a todos los prójimos; sí a las pruebas y a las dificultades que nos salen al paso… Si lo hacemos, el Espíritu Santo nos guiará y dará a nuestra vida cristiana ese sabor, ese vigor, esa garra, esa luminosidad que no puede tener si no es auténtica. De ese modo, también quienes están cerca se darán cuenta de que no solo somos hijos de nuestra familia humana, sino hijos de Dios».
Pues el Espíritu nos llama a apartar nuestro yo del centro de nuestras preocupaciones, para acoger, escuchar y compartir los bienes materiales y espirituales, perdonar o preocuparnos de todo tipo de personas en las distintas situaciones que vivimos cada día.
Y esta actitud nos permite experimentar el fruto característico del Espíritu: el progreso de nuestra humanidad hacia la verdadera libertad, pues pone de manifiesto y hace que florezcan en nosotros capacidades y recursos que quedarían para siempre sepultadas y desconocidas si vivimos replegados en nosotros mismos.
Cada acción nuestra es, pues, una ocasión inexcusable para decir “no” a la esclavitud del egoísmo y “sí” a la libertad del amor.

«En cambio el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, modestia, dominio de sí».

Quien acoge de corazón la acción del Espíritu contribuye además a construir relaciones humanas positivas por medio de todas sus actividades cotidianas, tanto familiares como sociales.
Carlo Colombino es empresario, marido y padre, y tiene una empresa en el norte de Italia[1].
Una cuarta parte de sus sesenta empleados no son italianos, y algunos de ellos arrastran experiencias dramáticas. Al periodista que lo entrevista, le cuenta: «También el puesto de trabajo puede y debe favorecer la integración. Me dedico a actividades de extracción, de reciclado de material de construcción, y tengo responsabilidades con el entorno, con el territorio donde vivo. Hace unos años la crisis golpeó duramente: ¿salvamos la empresa, o a las personas? Trasladamos a varias personas, hablamos con ellas, buscamos la solución menos dolorosa, pero fue dramático, como para no dormir por las noches. Este trabajo podía hacerlo mejor o peor, y procuré hacerlo lo mejor posible. Aposté por el contagio positivo de ideas. Una empresa que solo piensa en la facturación, en los números, tiene un futuro de cortas miras: en el centro de toda actividad está el ser humano. Soy creyente y estoy convencido de que una síntesis entre empresa y solidaridad no es una utopía»[2].
Activemos, pues, con valentía nuestra llamada personal a la libertad en el lugar donde vivimos y trabajamos.
Así permitiremos que el Espíritu alcance y renueve también la vida de muchas otras personas a nuestro alrededor, impulsando la historia hacia horizontes de «alegría, paz, paciencia, afabilidad…».

LETIZIA MAGRI



[1] La empresa forma parte de AIPEC, una asociación italiana de empresarios que se adhieren a la Economía de Comunión, un modelo económico basado en los valores del compartir y de la reciprocidad. Ver http://www.edc-online.org.
[2] Cf. C. Colombino, «Nella mia azienda economia ed etica vanno a braccetto», en Credere, periodici San Paolo, 26-11-2017, n. 48, pp. 24-28.




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