VIDA DE LA PALABRA primeras semanas de JUNIO
Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de junio («Alegraos, sed perfectos, animaos; tened un mismo sentir; vivid en paz, y el Dios de la caridad y de la paz estará con vosotros», 2 Co 13, 11) y la de mayo («Amaos cordialmente unos a otros; que cada cual estime a los otros más que a sí mismo», Rm 12, 10):
1.- Te tengo que confesar que los primeros días del mes
no lograba encontrar una “línea” para acordarme en los momentos concretos de la
PdV, aunque el precioso comentario ofrecía muchas pistas concretas: ¡era un
versículo muy amplio!
Hasta
que decidí centrarme solo en los 3 primeros verbos: “alegraos, trabajad por
vuestra perfección, animaos”. Desde ese instante, lo he repetido cientos de
veces, (y entonces “me salía” también automáticamente el resto del versículo,
como si S. Pablo, ¡el Señor a través de él!, me impulsara a recordarlo… ¡y
ponerlo en práctica!
1b.- Anteayer, por ejemplo. Teníamos una
multivideoconferencia internacional los sacerdotes de 13:00 a 15:00 (en Corea
ya era casi media noche; en América estaban amaneciendo; no pasaba nada que en
Europa retrasáramos la comida). Pero en los minutos previos conectando, un
imprevisto: solo se podrían unir 100. De hecho yo llevaba muchos minutos en
espera; providencialmente entré en línea y en seguida me percaté del asunto:
escribí rápidamente para avisar por si no se habían dado cuenta de la
limitación a 100; y efectivamente parecía que no; volví a escribir, ya
personalmente al regidor técnico, cuando se estaba empezando (aunque extrañados
unos y otros de tan escasa participación) y justo se le vio a él en pantalla
como leyendo, (se ve que le había llegado mi escrito y explicación). Empezaron
a tratar de dar solución, pero no se podría. Pensaba yo en la PdV y en que era
un contratiempo=un rostro de Jesús Abandonado: ¡¡con la ilusión que nos hace
vernos todos y saludarnos, después de unos meses!! Mientras, yo conectado con
mi ordenador, ofrecí a los españoles que a través de mi móvil con manos libres
podía yo realizar una multivideconferencia whatsapp a través de la cual enfocar
la cámara y el audio de mi teléfono a la pantalla del ordenador, y así pudieron
seguirlo todo a través de mi pantalla, aunque perdiera un poco de calidad la
señal. A través de mensaje escrito, había sugerido yo a los de los otros países
que hicieran lo mismo con los de sus respectivas ciudades cercanas.
Temas,
experiencias, intercambio, profundización, puesta al día…: precioso todo.
1c.- Casi al final de esa videoconferencia, de pronto me
viene a la mente una distracción: ¡no he grabado ni enviado mi programa de
Radio María para el día siguiente! El horario de la videoconferencia iba retrasado
por esa dificultad que nunca había pasado, pues las otras ocasiones (2 ó 3
veces al año) fácilmente nos conectábamos casi 500, (y en muchos de esos puntos
de conexión, estaba un entero grupito que se había reunido).
Me quedaban de plazo 2 horas nada más para terminar de idear del
programa, grabarlo, pulirlo y enviarlo. Pero me acordé de la PdV, y eso me hizo
buscar la perfección con ánimo y alegría en lo que tocaba en ese momento: escuchar
atentamente, (sin pensar otra cosa), lo que se estaba diciendo desde tantas partes
del mundo en la conexión. Pero algunos momentos la tentación: “en otras ocasiones
a veces has tardado más de una hora en idear, grabar, pulir y mandar el programa;
¡y no has comido aún!”. Iba apartando esa tentación tratando de centrarme con
más atención y amor en la escucha.
De
pronto, algo añadido: ¡el timbre de mi casa! En casi 2 años que llevo aquí, no
ha sonado más de 10 ó 15 veces, ¡y tenía que ser hoy y a esta hora!”. PdV (“…vivid
en paz…”, entre otras cosas) y ¡fuera tentación!: “también tengo que amar a
quien está llamando y a lo mejor es solo cuestión de 1 minuto”. Una persona muy
querida venía de visita sin avisar: hay que acoger. Invito a que suba, le
explico si le importa que siga los últimos minutos, importantes, de la
multivideoconferencia.
La tentación me seguía viniendo: “no te vas a centrar en escuchar y,
además, luego no te va a dar tiempo ni a comer ni a grabar el programa”. De
nuevo la PdV: “alegraos, sed perfectos, animaos… y el Dios de la paz estará…”.
Efectivamente: pude atender hasta el final de la conexión, luego escuchar con
más atención a esta persona y comer, me propone además hacer un rato de oración
juntos; me parecía que esa “perfección” requería luego llevarla a donde iba,
aunque era cerca. Y todo ello, con la paz que también promete la PdV.
1d.- Después de realizar todo eso, me quedaban ya solo 15
minutos para grabar y enviar el programa, así que la paz de fiarme de la PdV y
pensar: “he estado viviendo cada momento presente centrado, con lo cual el
Señor me ayudará a que esta vez me salga el programa a la primera, sin repetirlo”.
No me salió a la primera, pero sí a la segunda y con muy poquito que repulir.
Así, en ese tiempo record, pude enviarlo a tiempo para que en la emisora el
equipo técnico le pusiera la música y el encabezamiento y el final y luego lo
dejara listo en la parrilla de programación para el día siguiente.
Verdaderamente en todas esas horas experimenté casi sensiblemente
que “…y el Dios de la caridad y de la
paz estará con vosotros”.
Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de junio («Alegraos, sed perfectos, animaos; tened un mismo sentir; vivid en paz, y el Dios de la caridad y de la paz estará con vosotros», 2 Co 13, 11), la de mayo («Amaos cordialmente unos a otros; que cada cual estime a los otros más que a sí mismo», Rm 12, 10) y la de abril («Aspirad a las cosas de arriba, no a las de la tierra», Col 3, 2):
1.- “…es
un regalo, leer vuestras experiencias; me da la fuerza para vivirla yo también.
La PdV de "Amaos cordialmente
unos a otros", me ha dado un empuje, para vivir delante de cada persona
con todo mi amor.
Siendo consciente de cada
gesto, sonrisa, escucha, que doy para poder amar con el amor que Jesús pone en
mi corazón.
También, pidiendo y
ofreciendo por las necesidades de tantas personas, cercanas y lejanas.
Parece que Jesús, no se
deja vencer en generosidad: algunos días, me ponía delante personas, ante las que
era yo quien se sentía amada por ellas.
Un Saludo. Sigo viviendo la
P.V.”.
2.- “…le pido a Jesús que me ayude a
vivir de acuerdo con su voluntad... Intento borrar la sombra de prejuicios que
quizás me llegan para ver a cada uno con " ojos nuevos".
Meditando sobre ella me ha venido la expresión "tener
un mismo sentir... me ha llevado a interesarme por lo que me parece de interés
para cada hermana... y he tratado de hacérselo saber preguntando por esas cosas
que sé que le interesan...
Muchas gracias por tus envíos. Como siempre, la PdV es
maravillosa…”.
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Muchas gracias: Paco Tomás, me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mili.