VIDA DE LA PALABRA últimas semanas de DICIEMBRE
1.- Terminando
de hacer mi compra en un supermercado, al acercarme a la hilera de cajas para
pagar, una dependienta conocida me hace seña para que me ponga en su fila. Creí
que ella consideraba que esa iba a ser más rápida, pero lo que quería es que
hablara yo con la cliente a la que ella estaba atendiendo en ese momento.
Después de ayudarla a cargar su
carrito, me la presenta: acaba de enviudar y está muy desconcertada y sola después
de tantísimos años de buen matrimonio.
Yo llevaba prisa, pues el
arquitecto del obispado estaba llegando a la parroquia para visitar las múltiples
goteras de nuestra iglesia. Charlamos un ratillo los 3 mientras la cajera me
atiende sosegadamente, (no puede dejar de trabajar del todo, pues le llamarían
la atención).
Conversación provechosa para los
3: la viuda sale confortada y con mucha paz, según nos dice, y nosotros 2
continuamos la respectiva obligación contentos de haber podido amar al prójimo.
“Donde dos o más... unidos… allí…” está Jesús en medio: ¡también en el super!
Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando
de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de diciembre («Los confines
de la tierra verán la salvación de nuestro Dios», Is 52, 10), la de noviembre
(«Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán
llamados hijos de Dios», Mt 5, 9) y la de octubre («Mi
auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra», Sal 121, 2):
1.- “…no te
agradezco tan a menudo como quisiera que te sigas acordando de nosotros y me
mandes la PdV. Me ayuda mucho a entender y, (este es mi tercer año como
catequista), a explicar el poder de Dios en cada uno de nosotros…”.
2.- “…este año he
leído todos tus mails y ha sido intenso!!!!
…mi hijo está avanzando mucho,
nos ha traído el boletín de notas muy bueno y me he emocionado tanto: le he
mandado un mail al profe para agradecerle por el regalo de su dedicación y por
regalarnos o convertir mejor dicho, recibir el boletín y llenarnos de alegría y
orgullo; el mérito también es del profe y se lo he escrito así.
…a mi otro hijo ya no lo
conoces!!!! Está grandote, ya me pasa con media cabeza, estamos orgullosísimos
de él: es un chico buenísimo de corazón, responsable, atento, cuida de su
hermano y está muy dedicado a los estudios.
…mi marido y yo, en nuestra
línea: trabajando, cuidando a los niños y siempre intentando crecer como
familia.
Este 2025 hemos trabajado el
perdón y tan difícil que es... aún nos cuesta. Recordando cada palabra de vida.
En mi viaje a mi país, he ido a dejarle flores a mi padre después de 4 años,
para tener un gesto y seguir trabajando en el perdón…”.

No hay comentarios:
Publicar un comentario