VIDA DE LA PALABRA primeras semanas de OCTUBRE
Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de octubre («Porque no nos dio el Señor a nosotros un espíritu de timidez, sino de fortaleza, de caridad y de templanza», 2 Tm 1, 7) y la de septiembre («Siendo libre de todos, me he hecho esclavo de todos para ganar a los más que pueda», 1 Co 9, 19):
1.- Estas semanas he “metido la pata”
en algunas pequeñas cosas tratando con diferentes personas. La PdV (conjugando
las de septiembre y octubre) me ha recordado que no he de tener cobardía, ni
timidez (a la que soy dado fácilmente), sino afrontar con “fortaleza, caridad y
templanza” las situaciones y el trato, y, gracias a Dios, sin excesivas
complicaciones se han podido reorientar situaciones o recomponer relaciones que
incluso se han visto mejoradas.
Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de octubre («Porque no nos dio el Señor a nosotros un espíritu de timidez, sino de fortaleza, de caridad y de templanza», 2 Tm 1, 7), la de septiembre («Siendo libre de todos, me he hecho esclavo de todos para ganar a los más que pueda», 1 Co 9, 19) y la de agosto («Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces?», Mt 18, 21):
1.- “Hola Paco: hace tiempo que no logro escribirte y compartir experiencias. Al
recibir la PdV de octubre he sentido que Jesús me decía dentro que no dejara
pasar más tiempo, así que te envío alguna de agosto y septiembre.
Llegó el 1 de agosto,
estaba yo muy cansada y pensaba irme enseguida a la playa. Pero supe que una
amiga de hace muchos años, con la que he tenido una gran relación, (sin que
faltaran momentos de dificultad), estaba muy grave y con una situación familiar
delicada. Enseguida sentí que Jesús me pedía echarles una mano y la PdV del mes
me ayudó a que, sin tener en cuenta nada negativo del pasado ni mi cansancio,
me quedara en la ciudad. Pude estar con ella el último día que estuvo
consciente y acompañar a la familia. Falleció 8 días después y aún me esperé 3
más a irme a la playa, pero tenía la certeza de que había sido providencial
estar cerca de ellos esos días y experimentaba la paz inconfundible de vivir la
voluntad de Dios.
1b.- Después pude estar 15 días en la playa, descansar y aprovechar para dedicar
más tiempo diario a la oración, en la iglesia con Jesús Eucaristía o en casa.
1c.- Al final del mes tuve la alegría de poder compartir mi piso con una
familia. Su generosa aportación para los gastos del piso, los destiné a uno de
los proyectos solidarios con los que colaboramos: era doble alegría porque era
una aportación también solidaria por nuestra parte.
1d.- En septiembre, vuelta al trabajo habitual y también al compromiso que tengo
como voluntaria de Cáritas en un Centro para personas sin hogar. Voy los
sábados y, cuando salgo de casa, repito a Jesús: “voy por Ti”. Él me da la
fuerza para levantarme más temprano, (la PV me empujaba a renunciar a mi
libertad de dormir más), y para vencer el temor de que surgiera alguna
situación que yo no supiese gestionar; así puedo estar al servicio de ellos en
cosas concretas y compartiendo tantas situaciones dolorosas, sin esperar ver
frutos inmediatos.
1e.- También me ayudaba la PV a mantener allí relaciones positivas con los demás
voluntarios. Por ejemplo, un sábado, uno de ellos nos invitó, (a los otros dos
voluntarios que hacíamos el turno ese día), a ir a su casa por la tarde. Me
costaba volver de nuevo a salir de casa, pero era la oportunidad para dejar mis
deseos e ir “con la libertad de los hijos de Dios”. Estaban otras dos amigas
suyas que yo no conocía: una hablaba mucho y contaba toda su vida, con muchas
dificultades, ansias y deseos que yo no comparto, pero sí podía tener una
escucha activa, eliminando todo juicio dentro de mí. Después, durante la cena,
se suscitó un interesante diálogo entre todos, con gran respeto hacia ella. Cuando, ya bastante tarde, hacía las
oraciones de la noche, experimentaba yo una unión especial con Dios y desde
entonces rezo por esta persona…”.
2.- “… acabando el curso,
invité con ilusión a nuestro nuevo arzobispo a que conociera mi parroquia, pues
solo se había reunido con la hermandad. Lo fijamos para primeros de noviembre.
En cambio, empezando el curso en septiembre
vi que nos faltaban catequistas, que el coro no podía continuar este año por
enfermedades y otras circunstancias, la gente parece que no acababa de retornar
después de sus vacaciones, y otra serie de problemáticas parroquiales… Con lo
cual estaba a punto yo de llamar al
obispo para anular o al menos postponer su visita. Y justo el día 1 de este mes
llegó la PdV: “nada de espíritu de timidez…”, “¡fortaleza, caridad y
templanza!”. Reuní al Consejo de Pastoral parroquial y les expuse la situación.
Nos dimos cuenta que no tenemos que presentar la “parroquia ideal” en visita,
(es decir, artificial; para quedar bien y salir del paso), sino nuestra
realidad tal como es con sus logros y sus deficiencias. Todos se pusieron manos
a la obra: constituir un coro con personas de los diferentes grupos y
apostolados empezando enseguida con los ensayos, varios se pusieron a buscar y
animar a gente muy válida para que se ofreciera a ser catequista, etc. ¡Estamos
preparando y esperando con mucha ilusión la visita sin pretender nada!:
simplemente acoger a nuestro obispo y que se sienta querido y conocerlo y que
nos conozca tal como somos…”.
3.- “…hoy por fin he podido leer todos los textos que enviabas
en el email. Justo poco antes he hablado con otro compañero ex-adicto como yo,
de los altibajos emocionales que experimentamos. Me ha venido la imagen de las
travesías del desierto donde, las caravanas cabalgan distancias considerables
con dificultades y peligros, hasta llegar a los oasis donde descansar y reponer
fuerzas.
Esa es la
aventura que Jesús me propone. Seguirlo en todos los momentos, pese a que no
vea el final del viaje ni el aprovisionamiento que me quede. Él es alimento
eterno…”.
4.- “…si Dios quiere, Sta. Teresa me
seguirá guiando en mi andadura laboral hasta el día de Sta Lucía, patrona de
los ciegos... (casualidades de la vida...), ¡fecha en que me jubilo!
Ahora sigo con mucho trabajo, viviendo el día a día,
tratando de ser amable conmigo y con los demás para tener un buen recuerdo, a
pesar de las papeletas que me mandan resolver, (a mis alturas tengo que ir
también a otra ciudad no cerca).
Viva Santa Teresa!!! Itinerante andariega llevada de la
mano de su Amado…”.
Si quieres leer
más experiencias similares,
de gente de
todo el mundo,
puedes
encontrarlas “pinchando” AQUÍ o AQUÍ
o también AQUÍ
Gracias Paco por compartir estas experiencias. Me dan "ideas nuevas" para poner en práctica y me anima ver otras personas intentando vivir lis mismo
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