VIDA DE LA PALABRA últimas semanas de FEBRERO
Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de febrero («Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso», Lc 6, 36) y la de enero («Permaneced en mi amor: daréis mucho fruto», cf. Jn 15, 5-9):
1.- Algunas personas, antes de reenviar algo por whatsapp a
sus contactos, me consultan para ver si es conveniente o para comprobar si es
verdad el contenido, (sobre todo en cosas relacionadas con frases del Papa o
temas religiosos), para así no contribuir a difundir falsedades y equívocos.
A
primeros de mes, me preguntó una de mis hermanas en relación a si era verdad
una recogida de firmas. Le contesté que probablemente sí, pero que el tono
hiriente y combativo con el que se solicitaban las firmas y su difusión, no
contribuía a la misericordia que nos pide vivir la PdV. En ocasiones así,
cuando compruebo que el contenido es verdad y que es algo en justicia, lo que
hago es cambiar “los modos” y antes de reenviarlo, pongo palabras que no
produzcan indignación y rencor, y que inviten a ser positivos y constructivos aunque
sea con una protesta.
1b.- Una mañana en Radio María escuché un programa con un análisis muy lúcido
sobre una noticia sobre la cual, en cambio, los medios de comunicación en general
habían manipulado y tergiversado vertiendo veneno y confusión para dejar mal a
la Iglesia en la cuestión de la inmatriculación de sus propiedades.
Rescaté en
internet la grabación de ese programa y lo envié a mucha gente, (señalando los
minutos más significativos), para que así estuvieran bien formados e
informados. Pero nada más apretar a enviar, con la PdV en mente, me percaté que
quizá a algunos de los que lo recibieran, en seguida se les iba a “encender la
sangre”, (con toda lógica y razón), en contra de los manipuladores y de los
gobernantes, así que inmediatamente añadí otro whatsapp: “Y que no se cuele en nuestro corazón ni un ápice ni de resentimiento ni
de indignación, sino simplemente de misericordia hacia todos, como dice la
Palabra de vida, y a la vez poder tener nosotros unas ideas claras, (no
manipuladas por los medios de comunicación), y así con paz responder cuando
otros nos hablan llevados por esas informaciones sesgadas”. Toda ese tiempo
o fuerza de indignación, se convierta en oración por la conversión y en iniciativas
o trabajo por el bien común auténtico.
2.- En uno de los grupos de la parroquia, una persona contó
que hacía pocos días a su hijo le habían robado una cantidad grandísima, con la
que iba a pagar la señal de la compra de un piso: ¡tanto esfuerzo y ahorro! A
ella por más que le venía a la cabeza la PdV, no le salía la misericordia hacia
el hombre y la mujer que robaron, y más cuando en la Guardia Civil vieron con
las grabaciones de cámaras de un comercio cómo se desarrollaron los hechos.
Después de
mucho, ella logró hacer sitio en su corazón a la misericordia, pensando que
Dios querrá sacar un bien mayor y que si el robo hubiera sido de otra manera,
quizá su hijo hubiera sufrido algún daño.
Haciéndome
uno con esa situación, a mí también me costaba no dejarme llevar por los
sentimientos, (aunque no conozco para nada a los ladrones), pero traer a la
mente la PdV me ayudó en seguida.
2b.- Una de las personas que también estaba escuchando esta
experiencia, al acabar la reunión, marchó a hacer su compra para el resto del
mes y luego envió a su país (su familia es muy amplia y allí están muy
necesitados) todo el dinero que le quedaba.
Por la
tarde, mientras me estoy revistiendo para empezar la Misa, me llama esta
persona: ¡la echan del piso sin previo aviso, aunque tiene alquiler y todo en
regla, e incluso ya está recogiendo todo! No sé quién es el dueño, pero… ¡¡ahí
sí que me costó vivir la PdV, incluso en medio de la celebración de la Misa!!
¿Cómo puede alguien tener corazón para echar a la calle anocheciendo y con el
frío que hacía a una persona buena donde las haya y sencilla, (y saltándose la
ley de que hay que avisar al menos 10 días antes)?: tuve que hacer verdaderos
esfuerzos para no juzgar, para no pensar mal, para centrarme bien en cada
oración de la Misa…
Al
acabar la celebración, pedí a un par de voluntarios de Caritas,
(providencialmente un día al mes están a esas horas), que la ayudaran a recoger,
(yo tenía reunión), y luego ya los 4 estuvimos trayendo sus pertenencias a una
sala de catequesis y a ella la acompañamos a un hotel y le pagué la habitación.
¡Estaba agradecidísima a la parroquia! Para las noches siguientes, ya arreglamos
todo con Caritas para que pudiera pernoctar en el albergue, mientras le
buscábamos habitación.
Tanto esa
noche, incluso cuando me despertaba (ya sabéis que suelo dormir poco y mal),
como durante el día cuando me venía a la cabeza, tenía que hacer yo verdaderos
esfuerzos para traer a la mente y al corazón la PdV, y para no dejarme llevar
ni de juicios, ni de críticas, ni de resentimientos… aunque fuera hacia
desconocidos. Gracias a Dios creo que lo logré en casi todas las ocasiones.
Alguna de vuestras
EXPERIENCIAS tratando de
llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de febrero («Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso»,
Lc 6, 36), la de enero («Permaneced en mi amor: daréis
mucho fruto», cf. Jn 15, 5-9) y la de diciembre («El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién he de
temer?», Sal 27, 1):
1.- “Ciao, Paco! Jesús me ha cambiado la vida en un momento. Fue un regalo de
Navidad: tengo un tumor canceroso en el colón. Todo ha ido tan rápido, que ya
llevo un mes de tratamiento de quimio y radioterapia para reducir el tumor y
luego operar.
Siento que todo
es amor de Dios y ahora me toca vivir el momento presente sin salir de él, ya
que el mañana está en Sus manos. Esta es mi vida hoy: ¡ofrecer todo por el “Ut
Omnes” (“que todos sean uno”)! Y practicar todas las virtudes: la paciencia
cuando quiero hacer algo y no puedo, la perseverancia, intentar comer cuando no
tengo ganas, tomarme todas las pastillas a su hora... etc. Es un “vivir dentro”
con Jesús, sabiendo que estoy sostenida por la unidad; si no, no podría.
Terminaré el
próximo viernes este ciclo y luego se verá lo que Dios quiere: si podrán operar
o más quimio... Jesús Abandonado es la puerta para el Resucitado.
Y mi marido es
mi ángel de la guarda, con lo que yo no puedo mostrar una mala cara, ya que se
asusta y preocupa en exceso, pues son normales todos los efectos secundarios (puedo
decir que no me he privado de ninguno)...
… son estos momentos que me siento suspendida entre cielo
y tierra, como J.A., pero pienso que aunque no haya funcionado clínicamente, el
amor a Él como Esposo del alma, no se pierde: permanece y me hace crecer en la
fe, la esperanza y el amor por la humanidad sufriente. Si no fuera por las
oraciones y unidad, (en especial de las focolarinas, ya que son las únicas que
hasta ahora lo sabían), no podría soportarlo. La unidad tiene una fuerza
potente. Pero tengo que estar en el momento presente, ya que para ése tengo la
gracia. Todo es amor de Dios. Aunque a veces cueste un poco verlo. Pero un “por
Ti, Jesús” me devuelve cada vez al momento presente…”.
2.- “…he sentido mucho no
participar en el encuentro on-line, pero me llamó una sobrina, que me traía
cosas para la ONG: estaba para decirle que no, pero no he podido, porque sé que,
aparte de eso, quería hablar conmigo, porque ella y su hija están mal. Se murió
mi cuñado, hace casi un año, y no lo han superado. La semana pasada me llamó. Dos
días antes me dijo que era por si se le olvidaba, pero yo sabía que en realidad
tenía necesidad de hablar: estuvimos dos horas. La escuché a fondo y le dije
que aquí me tiene y al final la hice reír. Por eso no le podía decir que no: ha
estado dos horas y poco y ha estado feliz.
Ahora me ayuda con la ong. Es un Jesús abandonado,
ella se ha ido feliz y yo también…”.
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