VIDA DE LA PALABRA primeras semanas de SEPTIEMBRE
Alguna de mis
EXPERIENCIAS tratando de
llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de septiembre («Siendo
libre de todos, me he hecho esclavo de todos para ganar a los más que pueda»,
1 Co 9, 19) y la de agosto («Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las
ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces?», Mt 18, 21):
1.- El otro sacerdote está de
vacaciones un mes en su tierra africana y estaba programado su regreso, con lo
que yo podría incorporarme esta noche al encuentro anual con mis primos y
hermanos. Pero, primero le retrasaron el vuelo dos días y luego, otro más.
Pero Dios que es Providente siempre está
atento: este lunes después de Misa entró en la sacristía un sacerdote agustino
¡que tiene un hermano en esta misma calle y ha venido una semana con él! Al
ponerse a disposición de lo que hiciera falta y contarle yo, él se encargará de
las Misas este finde.
Junto con la sorpresa, en mi corazón no paraba de darle
gracias al Señor.
Además, está siendo bonita con él,
(aunque no nos conocíamos de nada) la reciprocidad entre hermanos y experimento
a Jesús en medio por el recíproco amor fraterno: el martes fui a enseñarle el
Centro Mariápolis y disfrutó, pues en los años 70 él participó mucho en los
Focolares (y en el fondo conserva las características de ese Ideal); anteayer
lo llevé a la residencia donde está su padre, (incluso le ofrecí el coche por
si quería ir más veces).
2.- Hace 2 sábados, me suena el
teléfono: una señora de la capital de mi provincia, que colaboró con mi padre
cuando él era diputado provincial. Me había oído en mi programa de 5 minutos de
los jueves en Radio María y al oír mi apellido, (y mi nombre es el de mi padre),
y saber que él tenía un hijo sacerdote, preguntó a unas clarisas si era yo y
consiguió mi teléfono: “me he alegrado saber de vuestra querida y buena familia;
a todos os mando un abrazo especial; me encanta hablar con buenas personas y
doy gracias a Dios de saber de la familia de mi querido amigo; su sonrisa decía
todo de él. Le pediré se acuerde de los que le queríamos e interceda ante la
Virgen”.
El ambiente en política es difícil y
encontrar entre los colaboradores una persona que comparta y testimonie la fe
fue oportunidad de ayuda y fortalecimiento mutuos en los años 80. Me contó que
mi padre la invitó a mi ordenación y, sobre todo, a mi primera Misa; no
pudiendo venir, me mandó con él un portaviáticos dorado: aunque en aquel
entonces se lo agradecí indirectamente, hoy, ¡¡después de 33 años!!, por fin le
pude dar las gracias de viva voz.
Le mandé un perfil biográfico sobre mi
padre en mi blog y otra entrada en la que contaba cómo vivimos sus últimos
momentos y entierro. Me contestó: “Gracias por la gran información que he
recibido de vuestra vida y de tu padre. Lo he leído y visto todo. Me ha
emocionado cuando estáis toda la familia en tu ordenación: así le conocí, como
se le ve en la foto… y le he pedido me ayude a ser una buena hija de Dios, que
es mi mayor deseo. Llevo llorando mucho rato de agradecimiento y de lo bonicos
que sois todos y doy gracias al Señor por ello. Gracias otra vez querido amigo,
gracias por todo lo que he aprendido y por hacerme comprender la grandeza de
Dios en muchas almas. Cuídate y de verdad que llevo toda la tarde meditando en
esta vida de tu padre tan santa y tan entrañable”.
Con su amabilidad de trato, su sonrisa
y entrega a todos, mi padre iba dejando por donde iba “el buen olor de Cristo”.
Como siempre, comparto estas cosas con vosotros… solo y
todo para gloria de Dios siempre.
2b.- Ese mismo día, por la tarde,
vinieron dos señoras de Madrid aquí a Misa para, (como luego me dijeron al
acabar), conocer al sacerdote de “Una luz en tu vida” de los jueves en Radio
María, (ya me había ocurrido esto mismo con distintos señores en diversas
ocasiones). Fue bonito entrelazar un diálogo fraterno, lo mismo que con un
médico gallego que pocos días después buscó en la web el teléfono de la
parroquia por el mismo motivo.
Alguna de vuestras
EXPERIENCIAS tratando de
llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de la Palabra de septiembre («Siendo libre de todos, me he hecho esclavo
de todos para ganar a los más que pueda», 1 Co 9, 19), la de agosto («Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar
las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces?», Mt 18, 21) y la de julio («Solo una cosa es necesaria», Lc 10,
42):
1.- “…y muchas gracias por la Palabra de vida me
reconforta y me suaviza intentar llevarla a la práctica cada día…”.
2.- “…estoy de
vacaciones porque por fin es el examen de la oposición y estoy echando los
restos para ver si consigo aprobar o por lo menos quedarme en bolsa. ¡¡Me viene
tan bien la Palabra de este mes!! En mi día a día, (en el trabajo
mayoritariamente, que sabes que es en temas de familia y sociales), me hago una
con todos y cada uno para ver si alguno acoge la Palabra, pero son tiempos
complicados donde la gente “cosifica” todo, incluso a Dios. En el
trabajo ves de todo… y poco del modelo de la Sagrada Familia, la cual se
ve anormal y se la persigue… A veces me ahoga el que por caridad deba callar.
Dios sabe más y si estoy allí, es para hablar de Él y de la salvación sin
importar estos condicionantes mundanos. Hay mucha necesidad de Su Amor, aunque
aún no lo sepan.
El otro día pidió el traslado una de
las chicas de otro departamento ¡con la que hablé de la Virgen y le regalé un
llavero de la Sagrada Familia! Mi sorpresa fue que se emocionó y me lo
agradeció muchísimo. Le dije que eso le recordaría siempre que había trabajado para y por la familia tal y como el Señor la había soñado…”.
3.- “…te adjunto el pps de la Palabra de vida de septiembre.
Ha sido una
experiencia el poderla hacer este mes, pues con las vacaciones y que el equipo
que la prepara es de distintos lugares y a veces coordinarse no resulta fácil,
pero sí es fruto de mucho amor concreto desde quien busca las fotografías,
quien las selecciona y prepara, etc., ya que luego se envía a todos los países
que la solicitan: yo me incluyo en este grupo que vive y reza cada mes para que
nos llegue a tiempo, (y entonces la reenvío en seguida y con ilusión a cientos
de personas), y siempre se constata que todo funciona si se vive la Palabra y
se recomienza una vez tras otra tratando de ver siempre con ojos nuevos al
hermano…”.
4.- “…fuimos de vacaciones: primero de nuevo a casa de
mi familia política y con mi sobrina, y luego ya el núcleo familiar solos. ¡Qué
falta nos hacía estar solo nosotros! ¡Y cómo hemos disfrutado!: hacía tiempo
que no nos sentíamos tan unidos de esta forma.
Convivir con otros familiares es fantástico, pero está claro que
necesitamos también nuestros momentos de familia. Sobre todo para reflexionar y
coger fuerzas para cumplir con la PdV de este mes. La convivencia es dura y
cuando hay tantas generaciones, más aún. Te podría contar mi experiencia, pero
es que es diaria, y a veces tienes la sensación de que no puede ser casualidad
y que te tienen manía jeje: cuando compran bollos a los niños y les has dicho
que “por favor, desayunos sanos”, cuando les dejan ver la tele en lugar de
hacer los deberes, cuando te cambian las cosas se sitio, cuando te discuten
todo lo que haces... En fin, ¡¡un continuo!! Pero cuando te paras y piensas en
porqué están en casa, te vuelven las fuerzas y sobretodo la paciencia. Así que,
vuelve el tono conciliador y el volver a explicar las cosas de manera diferente
a ver si así cala…”.
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