VIDA DE LA PALABRA primeras semanas de ABRIL
Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de abril («Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación», Mc 16, 15) y la de marzo («Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden», Mt 6, 12):
1.- Tras la tremenda calima que ensució todo, la víspera de S. José, mientras estaba yo rezando antes de salir a dar mi caminata matinal, oigo un ruido fuerte que parecía provenir del patio de abajo. Se para y vuelve a empezar más fuerte y ya debajo de mi ventana. Me asomo con cierto recelo y… ¡era un amigo!: marroquí, musulmán, sabiendo la celebración de esa tarde y del día siguiente, había venido con un aparato de agua comprimida y, (sin que nadie le pidiéramos nada), quería que estuviera todo limpio. Le di los buenos días en árabe y me respondió con su siempre amplia sonrisa. Bajé inmediatamente a saludarlo y agradecerle y ya me explicó lo que estaba haciendo.
Creo que no me entendió mucho cuando
le dije que S. José le había enviado para que tuviéramos todo bien presentable
para las celebraciones. La verdad es que me había acostado pensando en la
arenilla rojiza que durante tres días nos había dejado indecente todo
alrededor, pero ya ese día el aire iba a ser totalmente respirable.
Este buen hombre, cuando no tiene
trabajo, suele ofrecerse a echar una mano en el jardín o en la limpieza del
tejado.
Dos días después nos llama apesadumbrado. Está “saldando
sus cuentas con la ley” por una tontería y lleva una pulsera detectora que
avisa cuando no está en su casa en horas no diurnas: su afán de dejarnos todo
limpio cuanto antes, le hizo olvidar que no debería haber salido tan temprano
cuando nos limpió la arena. Le hicimos un escrito exculpatorio con mucho gusto
para dejar todo aclarado.
Unos días antes, (también sin nadie pedirle nada), había
estado, una vez más, limpiándonos el jardín: había pedido una “sopladora” y
dejó todo libre de hojarascas, pero a horas no tan tempraneras. Hombre
servicial, trabajador responsable, y siempre dócil y atento.
Ayer vino de nuevo: a menudo entra a saludar, con sus
niños, o a ofrecerse a realizar alguna chapucilla; también a veces le damos
alimentos no perecederos, que tampoco le vienen nada mal, (sobre todo cuando
está en paro), para su numerosa familia. Ayer solo pude decirle un “buenas
tardes” en árabe, (estaba yo manteniendo un coloquio profundo con un amigo
paseando por la acera que bordea el templo parroquial), y me contestó tan
contento como siempre. Luego supe que había venido a comunicarnos la noticia de
que ya hoy, ¡Jueves Santo!, le quitan “la pulsera”.
Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de abril («Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación», Mc 16, 15), la de marzo («Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden», Mt 6, 12) y la de febrero («Al que venga a Mí no lo echaré fuera», Jn 6, 37):
1.- “…gracias por la PdV y las exp.: me hacen levantar el ánimo.
Hoy, que estaba cansadísima, donde
estoy de voluntaria, nos dijeron ayer, que pasado mañana tenían que estar todas
las habitaciones limpias, porque iban a traer personas de Ucrania. Ya llevaba
dos días pensando: “¿para que voy hacer nada si había que quitar todo?”. La
trabajadora social me decía: “igual no traen a nadie”. Yo ya pensaba entonces
que iba a tener mucho tiempo libre.
Ayer tenía la reunión de PdV…; hoy nos
hemos puesto a trabajar toda la mañana… Luego una habla con el director: no
sabe cuántos, ni siquiera si vendrán o igual no; al rato me vine para mi casa
dándole gracias al Señor…; enseguida me digo: “mi cansancio te lo dejo a Ti y
ahora me voy”. Por la tarde en la Misa y la exposición del Santísimo,
precisamente porque me encontraba muy cansada, ha sido muy bonito, porque he
descansado y le he ofrecido todo por la paz.
Me encanta oírte en Radio María cada
jueves: gracias por lo que dices…”.
2.- “…DIOS TE PAGUE PACO: TODOS
SENTIMOS EL BIEN QUE PRODUCEN TUS PALABRAS, TUS EXPERIENCIAS... Yo tengo una
realidad distinta a la tuya. Antes me relacionaba con mucha gente, actividad
pastoral... AHORA, SERVIR Y CALLAR...: EN LA COCINA, LAVADERO...
EN LA ESCUELA HOGAR ESTAMOS CUATRO: OTRA
MAYOR QUE YO, QUE AYUDABA EN LA COCINA Y OTRAS COSAS; SE CAYÓ POR LA ESCALERA Y
NO PUEDE AYUDAR. LA TERCERA EN EDAD, SE CAYÓ 2 VECES EL AÑO PASADO: UN AÑO CON
REHABILITACIÓN, VISITAS, ETC. LA HAN OPERADO, Y DOS VECES, DE CATARATAS DE LOS
DOS OJOS...: NO PUEDE AYUDAR. SÓLO HACE ALGUNAS COMPRAS... LA CUARTA ES LA
SUPERIORA, QUE ES LA MÁS IMPLICADA CON LOS NIÑOS...
CUANDO HAY ALGO QUE HACER, COMO PREPARAR LA
CENA, (DE DONDE VENGO EN ESTE INSTANTE), SOY LA ÚNICA QUE PUEDE HACERLO...
RECOGER LOS PLATOS Y CACHARROS QUE SE FRIEGAN, LAVAR COSAS DE COCINA Y CASA...
O SEA, UN TRABAJO MUY DISTINTO AL QUE HE
HECHO SIEMPRE HASTA AHORA.
A TRAVÉS DE WHATSAPP ENVÍO MENSAJES DE
"PASAPALABRA" Y OTROS...: ESE ES AHORA MI APOSTOLADO, APARTE DE REZAR.
EN UN CHAT DE WHATSHAPP QUE FORMÉ YO CON UN
GRUPO DE SEGLARES... AHORA SE ENCARGA OTRA, PORQUE YO FUI TRASLADADA... Y ME
DIJO QUE YO HABLABA MUCHO Y ESO INTERRUMPÍA... AL PRINCIPIO ME SENTÓ MAL, PERO
LO OFREZCO POR ELLAS Y HE VISTO AHÍ A JESÚS ABANDONADO... REZO POR EL BIEN DE
TODAS.
DE ESTA FORMA ME SIENTO MÁS CERCANA A MARÍA
DE NAZARET, VIVIENDO, TRABAJANDO, ORANDO, AMANDO... EN SU CASITA. ESTE ES EL
CAMINO QUE VEO QUE DIOS ME HA PREPARADO AHORA. EL BIEN LO HACE ÉL...: SE VALDRÁ
DE MIS NEGACIONES PARA HACER SU OBRA.
ME AYUDA MUCHO EL PASAPALABRA DE CADA DÍA Y
MUCHA GENTE ME PIDE SE LO MANDE...: ESO ME CONSUELA…”.
3.- “…la semana pasada, llamó una voluntaria, que venía de Ucrania, con personas
de allí que iban a Portugal, para ver si podíamos preparar para comer. Respondí
que yo estaba dispuesta, pero a los
cinco minutos, me vino el “hombre viejo”: “tú no sabes idiomas, qué vas hacer…”.
Mi cabeza daba vueltas y de repente, me digo: “¿por qué no?: solo tengo que
amar. Y si fuera al revés, a mí me gustaría que hicieran lo mismo; ¡estoy
dispuesta, Señor!”.
Fue bonito.
Busqué sitios para comer que estaban en ruta, que era lo que querían. Le dije
que tenía sitio y que una sobrina me había dado dinero para ayudar de la comida.
Pero no me preguntó ni los sitios. En ese momento me sentó regular: el “hombre
viejo” siempre está dispuesto. Pero supe aceptar en seguida y ofrecerlo para
que todo fuera bien.
Como dijeron
que venían mujeres y niños y entre ellos
abuelas, le dije al responsable, que preguntara si los niños pequeños
necesitaban pañales o mascarillas, o alguna cosa especial, que yo lo llevaría.
Pero no hizo falta.
Puse en común que,
si les parecía, les hacía unas galletas para el camino: una bandeja para cada
coche. Les pareció muy bien porque gustan mucho mis galletas.
Hoy ha sido
un rato precioso. Los niños estaban muy
cansados y los mayores, como que no se arrimaban. Luego, después de comer, han
jugado al balón con un Gen de los nuestros de aquí y estaban felices. Yo he
hablado con un Gen de Portugal un rato y nos hemos entendido estupendamente: me
hizo muchas preguntas sobre si yo era del movimiento. Al despedirse, nos han
dado unos abrazos increíble y muchas gracias por lo que les habíamos dado. Yo
les contesté: “solo he hecho lo que a mí me gustaría si hubiera estado en su
lugar”. Al final nos hemos sentido familia.
He rezado para que
lleguen bien y he dado gracias al Señor por haberme pedido que lo hiciera…”.
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