VIDA DE LA PALABRA últimas semanas de SEPTIEMBRE
Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de septiembre («Alegraos conmigo, porque he hallado la oveja que se me había perdido», Lc 15, 6) y la de agosto («Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón», Lc 12, 34):
1.- El domingo
pasado retomamos la formación permanente parroquial para adultos, que, a la
vez, sirve para los que no estuvieran bautizados o confirmados, prepararse para
estos sacramentos.
El momento inicial de compartir lo
vivido en las últimas semanas, de presentarse los nuevos, etc., fue de
verdadera “alegría… por la oveja perdida”, pues todos con unas expresiones u
otras manifestábamos las ganas de seguir más firmemente a Jesús. Cada uno era
verdaderamente un tesoro en todo lo que decía y a todos se nos llenaba el
corazón viendo cómo Dios actúa a través de circunstancias o personas.
P.ej. un señor participó en un funeral
en la parroquia y a raíz de ahí se apuntó al coro y decidió leer los evangelios
y el libro de Hechos de los Apóstoles, lo cual fue para leer un “descubrimiento
alucinante” (lo decía con énfasis y emoción) y a raíz de eso ha decidido
formarse más en la fe y vida cristianas y prepararse a la Confirmación.
Una
veinteañera enfatizaba que este encuentro semanal de formación era su “momentazo”
semanal, del cual vivía el resto de la semana.
A todos se nos llenaba el corazón por
lo que cada uno comunicaba: sencillo y, a la vez, lleno de Vida y profundo cada
uno; paso y huella de Dios a través de lo cotidiano.
Se notaba que, (a través de esta
“comunión de alma” y “comunión de experiencias concretas viviendo el
Evangelio”), crecíamos como comunidad y como personas. Se percibía un
“ambiente” especial: ¡la presencia de Jesús “donde dos o más…!”.
Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de septiembre («Alegraos conmigo, porque he hallado la oveja que se me había perdido», Lc 15, 6), la de agosto («Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón», Lc 12, 34) y la de julio («Pero un samaritano que iba de camino llegó junto a él y, al verlo, tuvo compasión» Lc 10, 33):
1.- “…En nuestro pueblo hay muchos barrios, mucha gente de origen hispano y
personas que no se acercan al templo parroquial.
A algunos nos
resonaba en el corazón el «consolad a mi pueblo» de Isaías y el «tengo que ir a
otros sitios» del propio Jesús. Con ello, se nos fue ocurriendo una evangelización en las casas de aquellos que no van o no
pueden ir a la iglesia, llevándoles la Palabra. Al lanzar la
propuesta, se animaron medio centenar de "misioneros": se sumaron a
la iniciativa catequistas, Cáritas, grupo de duelo, grupo de fe,
focolares…). Está sirviendo, además, para unificar a la parroquia y ha hecho
más comunidad si cabe.
Y así,
coincidiendo con el Año Jubilar de la
Esperanza, nos pusimos en marcha como «Iglesia en salida» que predicaba
el Papa Francisco. Antes comenzamos con dos
sesiones de formación para el "misionero" para
prepararnos con sensibilidad pastoral.
Más de 40
familias se apuntaron para ser visitadas en sus casas en esta «primera oleada misionera». Son gente
que está deseando hablar de Dios, y el hecho de llevarles a su casa la Palabra
hace que fructifique en familia. Vamos
de dos en dos a los hogares, enviados como los discípulos y con una Biblia. Además
de la unidad que se favorece en los encuentros en las casas, se provoca también
que la Palabra sea carne de tu carne,
ven que es para vivirla. He experimentado con fuerza la realidad del
«donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy Yo en medio de
ellos».
A las
familias que se anotan se les anima a
que inviten a más gente a su casa; y así p.ej. el próximo 2 de octubre,
jueves, la anfitriona ha corrido la voz entre amigos y vecinos, y participarán
unas 20 personas, (tiene un patio en el que poder estar).
Han ido ya a unos diez hogares en unos encuentros que ya van dando frutos: adultos que quieren iniciar un catecumenado, niños que se apuntan a
catequesis, parejas que se plantean su matrimonio por la Iglesia… Y alegría,
consuelo, paz. Esperanza. También para los propios misioneros: es poner en
práctica tu propio crecimiento espiritual…”.
2.- “…comparto contigo
estos actos concretos al vivir la Palabra de Vida de agosto:
Estoy renovada en mi entrega a Jesús. Con
grande ánimo quiero proseguir mi camino de dar la vida en lo pequeño... Y así
quiero vivir... amando a los demás, pensando en ellos...y en ellos, al mismo
Jesús.
En pequeñas cosas intento hacer la vida
fácil y agradable a mí hermana y llevar Paz por donde paso...
Colocar la ropa, cogerla del
tendedero, doblarla, intentar tener todo a punto para cuando llegue del trabajo
y comprar cosas que la gusten para el postre... Pequeños gestos que me hacen
salir de mí y mi comodidad... y me hacen volar hacia los demás.
Hoy he estado con una amiga y ha sido como
estar en el cielo... disfrutando de la amistad y de estar juntas sin prisa,
sabiendo que todo lo que contaba era escuchado con cariño y atención... y
sabiendo que en ese momento lo más importante era estar con ella y para ella:
momentos divinos.
Hoy tras la misa por una amiga ha sido
muyyyy grato ver a tantos amigos de los tiempos jóvenes...y poder transmitirles
mi amor, saludando, escuchando, sonriendo, amando...
Hay algo en mí que no es mío...es de Dios Amor...y a Él se lo
agradezco todo con un beso al cielo y otro a los que pone en mi camino…”.
3.- “…preciosa
reflexión y testimonio, Paco. Me han tocado los testimonios, para recordar que
en la Providencia se encuentra el destino de cada uno, más allá de mis afanes y
controles. Un gusto cada mensaje que nos envías…”.
4.- “…muchas gracias por la PdV, como siempre me ayuda y
anima a seguir adelante. Una suerte contar con tu recuerdo y con esa Parroquia
que tanto quiero!…”.
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