viernes, 5 de julio de 2013

VAN THUÂN HACIA LOS ALTARES

CARDENAL VAN THUÂN 
Apenas 8 años después de su muerte, el viernes 5 de julio de 2013 concluye la fase diocesana del proceso para su beatificación
Hoy da un paso adelante el proceso para la causa de beatificación del Cardenal François-Xavier Nguyên Van Thuân: se concluye la fase diocesana, tal como puedes leer “pinchando” AQUÍ .
        Ese artículo menciona un encuentro en CastelGandolfo en junio de 2001: todavía recuerdo la sencilla y profunda impresión que nos dejó a los 1300 sacerdotes y seminaristas, cuando, revestido con casulla roja, (era el día de S. Ireneo, el obispo mártir), nos presidió la celebración de la Misa (video de la homilía (extracto de 3 min.); al incio del cual se me ve en el coro) en la que nos hizo sentir a todos a gusto (¡a pesar de estar delante de un cardenal!), como hermanos y más cerca de Dios. Sencillo y profundo. Padre y hermano. Antes y después, muchos lo pudimos saludar personalmente y para todos tenía una sonrisa y una palabra y un gesto amable (aunque ya el
cáncer le estaba minando bastante). Al grupito de españoles que lo saludó nos enseñó la cruz pectoral que portaba (¡la misma que elaboró en la prisión y la cadenita que allí también se hizo con cobre de cable eléctrico una de las semanas de sus 13 años de cárcel!).

 Lo conocí en noviembre de 1994 en Loppiano (6 años después de su salida de la cárcel): yo hablaba en italiano en nombre de un grupo de unos sesenta sacerdotes y seminaristas, (contando la experiencia de espiritualidad y vida de comunión que allí realizábamos), y él me
traducía al vietnamita para un nutrido grupo de obispos (la mitad de la Conferencia Episcopal de Vietnam). Nos impresionó la profundidad de su mirada, marcada todavía por el dolor, pero viva y resuelta: ¡el amor a Jesús crucificado y abandonado!
AQUÍ puedes leer su “testamento espiritual”.
Y si aún no has leído sus libros “Testigos de esperanza, (¡ya va por la 13ª edición en castellano!, ¡y está traducido a unos 17 idiomas!), o Cinco panes y dos peces (11ª edición), ¿a qué esperas?: ¡te los recomiendo vivamente para este verano! 
El primero son los Ejercicios Espirituales que él predicó a Juan Pablo II en el año del Gran Jubileo 
del 2000 y el segundo va más dirigido a jóvenes.

¡¡¡Cuánto bien ha hecho a través de estos textos absolutamente a todos los que se los he prestado, regalado o recomendado!!!

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Oración oficial 
para pedir gracias 
por intercesión del siervo de Dios Card. Van Thuân

Dios Omnipotente y Eterno, Padre, Hijo y Espíritu Santo, 
Te doy gracias por haber donado a la Iglesia
 el testimonio heroico del Cardenal François-Xavier Nguyên Van Thuân.
 La sufrida experiencia de la cárcel, 
vivida en unión con Cristo Crucificado 
y bajo la maternal protección de María, 
forjó un testigo fúlgido, para la Iglesia y para el mundo, 
de unidad y de perdón, 
de justicia y de paz. 
Su amable persona y su ministerio episcopal 
irradiaron la luz de la fe, 
el entusiasmo de la esperanza 
y el ardor de la caridad. 
Concédeme ahora, por su intercesión, 
según Tu Voluntad, 
la gracia que imploro, 
con la esperanza de verlo pronto 
elevado al honor de los altares. 
¡Amén!

 Con aprobación eclesiástica 
+ Giampaolo Crepaldi 16 de septiembre de 2007 Quien reciba gracias o milagros, favor de informar a la Postulación de la Causa, a la siguiente dirección: Pontificio Consejo «Justicia y Paz», Piazza San Calisto, 16 - 00120 Ciudad del Vaticano

6 comentarios:

  1. ¡Cuánto me alegro!
    Espero enterarme con tiempo de su beatificación para ir a Roma o... a donde haga falta. Ya sabes cuánto le debo; lo he notado siempre muy cerca: ¡cuánto me ha ayudado!

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  2. Esos dos libros..., ¿dónde se pueden adquirir...?

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    1. En cualquier librería religiosa o en la editorial www.ciudadnueva.com

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  3. Un auténtico mártir de nuestro tiempo.
    Me "flipó" el libro "Testigos...": lo he leído un montón de veces.
    La espiritualidad de Chiara Lubich forja santos... ¡hasta en la cárcel!

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  4. ¡Qué gran hombre! ¡Qué gran cristiano! ¡Qué gran sacerdote! ¡Qué gran obispo! ¡Qué gran cardenal! ¡Qué... gran santo!!
    Gracias

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  5. He vuelto a releer tanto un libro como otro: ¡qué gozada! ¡Cómo anima a vivir cristianamente, con esperanza, en las pequeñas dificultades diarias!

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