VIDA DE LA PALABRA últimas semanas de junio
Alguna de mis
EXPERIENCIAS tratando de
llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de junio («Bienaventurados
los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios», Mt 5, 9) y la de mayo («En
cambio el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad,
bondad, fidelidad, modestia, dominio de sí», Ga 5, 22-23):
1.- Dos conocidos míos son
muy distintos (por no decir opuestos entre sí) y cuando estaba con uno y me
hablaba del otro, procuraba yo sacar aspectos positivos del que no estaba en
ese momento y permanecer yo con serenidad escuchando o cambiando de tema,
procurando no ponerme de parte de nadie, sino conservar la paz.
2.- Cuando felicité su
cumpleaños por correo-e. a
Alguna de vuestras
EXPERIENCIAS tratando de
llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de junio («Bienaventurados
los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios», Mt 5, 9) y la mayo («En
cambio el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad,
bondad, fidelidad, modestia, dominio de sí», Ga 5, 22-23) y la de abril («En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna», Jn 6,
47):
1.- “…para Dios nada
es imposible y se ha visto en ese matrimonio casi perdido y en el abuelo que al
final se ha ido a la casa del Señor con todos los deberes hechos.
Y es que cuando leo estas cosas, cuando
leo tus experiencias y las de los otros hermanos, me alimento, me dan fuerzas,
me confirmo y me reafirmo en que solo Dios es el TODO y lo puede TODO y que
debemos siempre estar en ÉL. No para que nos dé, sino para hacer su voluntad y
cuando la hacemos somos felices. Gracias, Paco, por compartir las experiencias
de todos…”
2.- “…¡gracias, Paco, una vez más por este nuevo empuje a mitad
de mes! Realmente esta PdV me está haciendo entender más claramente que la
verdadera paz es un don de Dios y que, en primer lugar, mi parte es
salvaguardarla dentro de mí. Me doy cada vez más cuenta de que, si no tengo la
paz con Dios en mi interior, el “trabajo por la paz” que realizo no construye
relaciones positivas con quienes tengo cerca. Por ello, a pesar de la falta de
fuerzas por el calor que me afecta mucho, no he dejado de participar en la Misa
diaria, de ir a confesar y de buscar momentos de oración que tanto me ayudan a poder
acoger con Jesús el dolor personal y de los demás.
2b.- Así he podido seguir amando a los hermanos con experiencias muy sencillas,
como felicitar a familiares y personas conocidas (con S. Antonio, S. Luis y S.
Juan han sido muchas), sobre todo a las que veo de tarde en tarde, o asistir a
la cena de Jubilación de dos antiguas compañeras, aunque me cansa mucho llegar
tarde por la noche a casa y no me apetecía nada.
2c.- También, seguir yendo los sábados por la mañana a una Residencia de mayores
para echar una mano y acompañar a estas personas, donde cada día experimento
que es mucho más lo que recibo que el esfuerzo que me supone.
O ir a conocer, con otras amigas, el Centro de la
Asociación donde colabora una de ellas como madre de un hijo con autismo.
Después nos decía: “he disfrutado mucho compartiendo con vosotras esta parte de
mi vida tan importante”.
O compartir con otras familias el piso que tengo
en la playa y que no voy a usar todo el verano. Ya está allí una de ellas y hay
otras tres más con las que hemos programado que pasen distintos periodos de
estos meses para descansar allí.
3.- “…en primer lugar pedirte perdón por no enviarte correos a
menudo… Y en segundo, decirte GRACIAS, GRACIAS Y MIL GRACIAS, por… tener esa
paciencia divina que te hace perseverar y no olvidarte nunca de nadie...
…gracias a la
Palabra de Vida que me mandas cada mes, siempre tengo algo en qué pensar cuando
estoy, por ejemplo, (como este mes), quitando cardos del cuello de las cepas a
base de azada. Sin perder la costumbre de orar mientras laboreo como decía
Santa Teresa y hace nuestro Papa Francisco. Así no se pierde el tiempo con
malos pensamientos.
En cuanto a dar gracias al Señor,
no tengo bastantes horas para darlas. Hace ya tres años que le diagnosticaron a
uno de mis hermanos un cáncer de cerebro: le daban sólo tres meses de vida,
pero después de la operación, la radio y la quimio han pasado los años. Hace ya
tres meses que en un tac han visto que se le está reproduciendo, pero a
todo el mundo le sorprende la entereza con la que lo lleva y el ejemplo que da
a su alrededor. Que sea lo que Dios quiera. Y por lo que los mismos médicos se
sorprenden, quiere que siga aquí mientras ve crecer a sus tres hijos (y uno ya
en la universidad).
Hay tantas y tantas cosas por las que
dar gracias, que nos faltan horas. Y ver en cada cosa que parece estorbarnos algo
que nos fuerza a superarnos: hay que quitar muchos cardos, muchos estorbos,
mucha mala hierba y pereza, para encontrar algo bueno, el fruto de tu
trabajo. Cuanto más te cuesta algo, más ves su valor. Cuando tiendes a
perder algo o a alguien, más echas de menos el tiempo que no has estado a su
lado…”
Si quieres leer
más experiencias similares,
de gente de
todo el mundo,
N.B.: tú también puedes compartir las experiencias
que, por gracia de Dios, hayas podido realizar
poniendo en práctica el Evangelio;
“pincha” aquí abajo en “comentarios” y escríbela;
o, dado que en algunos navegadores eso no funciona,
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