viernes, 28 de noviembre de 2014

BUSCA LA FUENTE

VIDA DE LA PALABRA                    últimas semanas de NOVIEMBRE
Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de practicar la Palabra de Vida de noviembre («En Ti está la fuente viva», Sal 36, 10):
1.-        El lunes, en el tren de cercanías diario, (hay 4 asientos, en frente de 2 en 2), a mi derecha quedaba el pasillo ancho y a mi izquierda junto a la ventana había un sitio libre, pero estorbado por una gran maleta de la señora que estaba enfrente. Había bastante gente de pie y, en la primera estación, otra señora que acaba de subir, pide si se puede sentar ahí: “sí, pero va a ir estrecha porque está mi maleta”, le contesta la otra. Entonces la recién llegada amablemente le dice que ella misma le saca la maleta al pasillo. La otra pone mala cara y yo, con mucha delicadeza, insinúo que hay mucha gente de pie y ella va ocupando dos sitios, y que nosotros le cuidamos la maleta. Se enfada, toma la maleta y se queda de pie en el pasillo. Yo me muevo hacia mi izquierda, hacia la ventanilla, dejando así libre mi asiento junto al pasillo y le digo a la señora que se siente ahí y así puede tener la maleta al lado. Ella, sin embargo, se queda de pie.
            En fin… me quedé un poco mal y en el fondo del alma le dije al Señor “en Ti está la fuente viva, no me puedo quedar apesadumbrado”. Entonces aproveché la circunstancia
para entablar conversación con la que acababa de sentarse, tratando de “quitar hierro” al asunto con simplicidad. Poco después, partiendo de que uno de sus hijos en el verano recibirá la primera Comunión, se entabló un animado diálogo, (tanto, que se notaba también que las otras 2 personas que sentadas a nuestros lados escuchaban). El viaje se hizo breve y se entabló amistad. De todo, al final, se puede obtener algo positivo.
           
2.-           Este mes, ante distintas circunstancias, problemas, dolores… que me eran confiados o que yo me enteraba, la Palabra de Vida me ayudaba a recurrir a Dios con sencillez y declararle “en Ti está la fuente viva” para, desde ahí, tratar de escuchar, ayudar, solucionar… o, a veces, sintiendo no poder hacer nada, rezar con más intensidad y confianza (incluso a medianoche las múltiples veces que me desvelaba estas semanas). Y cada día, encontraba una “fuente” en la que podía beber y me daba cuenta que el manantial era Dios: algo que leía, algo que me compartían, una conversación intrascendente pero que en el fondo traía “miga”, una confesión pero que yo notaba detrás algo que me iluminaba o me purificaba, un gesto amable observado a la gente… Y todo servía para “calmar la sed” o para que con mi escucha silenciosa o mi consejo, muchos encontraran algo de “agua” para la travesía de su particular desierto.
P.ej., el martes, encuentro este texto de S. Agustín: “Os lo ruego, amemos juntos, corramos juntos el camino de nuestra fe; deseemos la patria celestial, suspiremos por ella, sintámonos peregrinos en este mundo. ¿Qué es lo que veremos entonces?...: En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. Entonces llegarás a la fuente con cuya agua has sido rociado; entonces verás al descubierto la luz cuyos rayos, por caminos oblicuos y sinuosos, fueron enviados a las tinieblas de tu corazón, y para ver y soportar la cual eres entretanto purificado. Queridos - dice el mismo Juan-, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a Él, porque lo veremos tal cual es”.
O en varias ocasiones, luego me llamaban y me decían: “no sabes el bien que me has hecho…”.


Algunas de vuestras EXPERIENCIAS tratando de practicar la Palabra de Vida de noviembre («En Ti está la fuente viva», Sal 36, 10) y  la de octubre  («Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás», Jn 6, 35):
1.-        “a mi hija mayor la han colocado en el cole junto a una niña con la que no tenía relación porque se reía de ella: en fin, esas pequeñas historias que Dios pone ya a los niños para aprender. Al atardecer solemos pasear juntas y me preguntó: "Jo, mamá, ¿por qué me ha tenido que tocar sentarme con la única niña que no me gusta?”. Yo le dije:
"para que desarrolles tu paciencia poco a poco, porque cuando seas mayor te va a hacer falta mucha paciencia". Hoy le voy a dejar la frase...: "en esa niña también está Dios. ¿Te has parado a encontrarlo?".  Y se la voy a acompañar con la Palabra de vida en dibujos para adolescentes que me acabas de mandar

2.-        “también hemos visitado bodegas y otros pueblos muy bonitos. Y el paisaje espectacular... los viñedos con las hojas de color rojo y dorado. Todo invitaba a dar gracias a Dios por la naturaleza y todo lo que había creado por amor para nosotros

3.-        “ENCANTADA CON LA FRASE: SI ES QUE LA PALABRA ESTÁ VIVA.
MIRA COMO SERÁ: TAN SOLO LLEVO DOS DÍAS EN UN VOLUNTARIADO CON POBRES Y MENDIGOS, A LOS QUE ESTE “MUNDO” LLAMARÍA “DESHECHOS DE LA SOCIEDAD”.
ME METO EN UN VOLUNTARIADO PORQUE ES LO QUE ME PONE EL SEÑOR EN EL CORAZÓN. Y TANTO ME AMA, TANTO NOS AMA, QUE LE PIDO QUE ME ENSEÑE A VERLE, A ENCONTRARLE EN LOS POBRES. TANTO ME AMA EL SEÑOR, TANTO NOS AMA QUE ME COMPLACE EN MI PETICIÓN... SABIENDO QUE LO QUE TENGO QUE LLEVARLES ES TODO LO QUE TENGO EN MI CORAZÓN, ES DECIR, AL SEÑOR, SU REINO DE AMOR. LES MIRO CON TERNURA Y AMOR PORQUE EN ELLOS Y CADA UNO DE ELLOS ESTÁ EL SEÑOR. NECESITO ABRAZARLES, ANIMARLES, DARLES PALABRAS DE ESPERANZA Y AMOR DENTRO DE LO TORPE Y DÉBIL QUE PUEDA SER. HACERLES VER QUE EN ELLOS ESTÁ EL SEÑOR... COMO YO LO VEO. CÓMO RESPONDEN... CON UNA SONRISA SINCERA ARRANCADA DE LO MÁS PROFUNDO DE SU CORAZÓN, DESTROZADO LA MAYOR PARTE DE LAS VECES, Y CÓMO RESPONDEN CON UN “¡QUE DIOS TE BENDIGA!”. NO TE PUEDES IMAGINAR CÓMO ME CAEN LAS LÁGRIMAS CADA VEZ QUE RECUERDO  ESAS PALABRAS,... PORQUE YO NO HICE NADA, FUE EL SEÑOR EL QUE OBRÓ CONMIGO, EN MÍ

4.-        “al terminar, algunos de clase nos fuimos a tomar algo con la profesora. Dijeron de ir a una cervecería enfrente del Cristo de Medinaceli y... comentarios...: “en la iglesia no, ahí no nos van a dar nada”, etc... No  me pareció oportuno decir nada, pero no me reí con esos comentarios.
Sin embargo, deseaba manifestar que yo sí creía, que una iglesia es para mí lo más sagrado, porque está el Señor. Así que me entró una especie de desazón... Y el Señor, que está pendiente de todo...: al salir de la cervecería alguien quiso entrar por "ver" esa iglesia tan conocida. Inmediatamente dije que yo también quería entrar. Al final entraron todos. Hice una genuflexión ante el Señor en el sagrario y todo lo que quería transmitirles lo pude hacer en ese pequeño gesto. Para mí fue un regalo del Señor. Quería manifestar delante de ellos mi amor por Él y no supe hacerlo con palabras y Él (que vio mi deseo de corazón) me dio la oportunidad de hacerlo con ese gesto. Por la noche me dormí pensando en su infinito amor


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de gente de todo el mundo,
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