VIDA DE LA PALABRA últimas semanas de NOVIEMBRE
Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando
de practicar la Palabra de Vida de noviembre («En Ti está la fuente viva»,
Sal 36, 10):
1.- El lunes, en el tren de
cercanías diario, (hay 4 asientos, en frente de 2 en 2), a mi derecha quedaba
el pasillo ancho y a mi izquierda junto a la ventana había un sitio libre, pero
estorbado por una gran maleta de la señora que estaba enfrente. Había bastante
gente de pie y, en la primera estación, otra señora que acaba de subir, pide si
se puede sentar ahí: “sí, pero va a ir estrecha porque está mi maleta”, le
contesta la otra. Entonces la recién llegada amablemente le dice que ella misma
le saca la maleta al pasillo. La otra pone mala cara y yo, con mucha delicadeza,
insinúo que hay mucha gente de pie y ella va ocupando dos sitios, y que
nosotros le cuidamos la maleta. Se enfada, toma la maleta y se queda de pie en
el pasillo. Yo me muevo hacia mi izquierda, hacia la ventanilla, dejando así
libre mi asiento junto al pasillo y le digo a la señora que se siente ahí y así
puede tener la maleta al lado. Ella, sin embargo, se queda de pie.
En fin… me quedé un poco mal y en el fondo del alma le
dije al Señor “en Ti está la fuente viva, no me puedo quedar apesadumbrado”. Entonces
aproveché la circunstancia
para entablar conversación con la que acababa de
sentarse, tratando de “quitar hierro” al asunto con simplicidad. Poco después, partiendo
de que uno de sus hijos en el verano recibirá la primera Comunión, se entabló
un animado diálogo, (tanto, que se notaba también que las otras 2 personas que sentadas
a nuestros lados escuchaban). El viaje se hizo breve y se entabló amistad. De
todo, al final, se puede obtener algo positivo.
2.-
Este mes, ante distintas
circunstancias, problemas, dolores… que me eran confiados o que yo me enteraba,
la Palabra de Vida me ayudaba a recurrir a Dios con sencillez y declararle “en
Ti está la fuente viva” para, desde ahí, tratar de escuchar, ayudar,
solucionar… o, a veces, sintiendo no poder hacer nada, rezar con más intensidad
y confianza (incluso a medianoche las múltiples veces que me desvelaba estas
semanas). Y cada día, encontraba una “fuente” en la que podía beber y me daba
cuenta que el manantial era Dios: algo que leía, algo que me compartían, una
conversación intrascendente pero que en el fondo traía “miga”, una confesión
pero que yo notaba detrás algo que me iluminaba o me purificaba, un gesto
amable observado a la gente… Y todo servía para “calmar la sed” o para que con
mi escucha silenciosa o mi consejo, muchos encontraran algo de “agua” para la
travesía de su particular desierto.
P.ej., el martes, encuentro este
texto de S. Agustín: “Os lo ruego, amemos
juntos, corramos juntos el camino de nuestra fe; deseemos la patria celestial,
suspiremos por ella, sintámonos peregrinos en este mundo. ¿Qué es lo que
veremos entonces?...: En el
principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra
era Dios. Entonces llegarás a
la fuente con cuya agua has sido rociado; entonces verás al descubierto la luz
cuyos rayos, por caminos oblicuos y sinuosos, fueron enviados a las tinieblas
de tu corazón, y para ver y soportar la cual eres entretanto purificado. Queridos - dice el mismo Juan-, ahora somos hijos de Dios y aún no
se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos
semejantes a Él, porque lo veremos tal cual es”.
O en varias ocasiones, luego me
llamaban y me decían: “no sabes el bien que me has hecho…”.
Algunas de vuestras EXPERIENCIAS tratando
de practicar la Palabra de Vida de noviembre («En Ti está la fuente viva»,
Sal 36, 10) y la de octubre («Yo
soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no
tendrá sed jamás», Jn 6, 35):
1.- “…a mi hija mayor la han colocado en el cole junto a una
niña con la que no tenía relación porque se reía de ella: en fin, esas pequeñas
historias que Dios pone ya a los niños para aprender. Al atardecer solemos
pasear juntas y me preguntó: "Jo, mamá, ¿por qué me ha tenido que tocar
sentarme con la única niña que no me gusta?”. Yo le dije:
"para que desarrolles tu paciencia poco a poco, porque cuando seas mayor te va a hacer falta mucha paciencia". Hoy le voy a dejar la frase...: "en esa niña también está Dios. ¿Te has parado a encontrarlo?". Y se la voy a acompañar con la Palabra de vida en dibujos para adolescentes que me acabas de mandar…”
"para que desarrolles tu paciencia poco a poco, porque cuando seas mayor te va a hacer falta mucha paciencia". Hoy le voy a dejar la frase...: "en esa niña también está Dios. ¿Te has parado a encontrarlo?". Y se la voy a acompañar con la Palabra de vida en dibujos para adolescentes que me acabas de mandar…”
2.- “…también hemos visitado bodegas y otros pueblos muy bonitos. Y el
paisaje espectacular... los viñedos con las hojas de color rojo y dorado. Todo
invitaba a dar gracias a Dios por la naturaleza y todo lo que había creado por
amor para nosotros…”
3.- “…ENCANTADA CON LA FRASE: SI ES QUE LA PALABRA ESTÁ
VIVA.
MIRA COMO SERÁ: TAN
SOLO LLEVO DOS DÍAS EN UN VOLUNTARIADO CON POBRES Y MENDIGOS, A LOS QUE ESTE
“MUNDO” LLAMARÍA “DESHECHOS DE LA SOCIEDAD”.
ME METO EN UN
VOLUNTARIADO PORQUE ES LO QUE ME PONE EL SEÑOR EN EL CORAZÓN. Y TANTO ME AMA,
TANTO NOS AMA, QUE LE PIDO QUE ME ENSEÑE A VERLE, A ENCONTRARLE EN LOS POBRES.
TANTO ME AMA EL SEÑOR, TANTO NOS AMA QUE ME COMPLACE EN MI PETICIÓN... SABIENDO
QUE LO QUE TENGO QUE LLEVARLES ES TODO LO QUE TENGO EN MI CORAZÓN, ES DECIR, AL
SEÑOR, SU REINO DE AMOR. LES MIRO CON TERNURA Y AMOR PORQUE EN ELLOS Y CADA UNO
DE ELLOS ESTÁ EL SEÑOR. NECESITO ABRAZARLES, ANIMARLES, DARLES PALABRAS DE
ESPERANZA Y AMOR DENTRO DE LO TORPE Y DÉBIL QUE PUEDA SER. HACERLES VER QUE EN
ELLOS ESTÁ EL SEÑOR... COMO YO LO VEO. CÓMO RESPONDEN... CON UNA SONRISA
SINCERA ARRANCADA DE LO MÁS PROFUNDO DE SU CORAZÓN, DESTROZADO LA MAYOR PARTE
DE LAS VECES, Y CÓMO RESPONDEN CON UN “¡QUE DIOS TE BENDIGA!”. NO TE PUEDES
IMAGINAR CÓMO ME CAEN LAS LÁGRIMAS CADA VEZ QUE RECUERDO ESAS
PALABRAS,... PORQUE YO NO HICE NADA, FUE EL SEÑOR EL QUE OBRÓ CONMIGO, EN MÍ…”
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