"VER" A JESÚS EN CADA HERMANO, NOS PREPARA A LA NAVIDAD
VIDA DE LA PALABRA
A mitad de mes, alguna de vuestras
EXPERIENCIAS viviendo la Palabra de vida de diciembre ("...les dio poder de ser hijos de Dios"):
1a.-
“Gracias por todos los envíos con los maravillosos
textos y experiencias …
habrás observado que no fuimos al último encuentro de
comunidad, ni los sábados…: es que siempre que hemos hecho algo extraordinario,
(como ahora la compra de la casa), mi marido se resiente y tiene una pequeña
crisis en su depresión; menos mal que se resuelve yendo al médico y ajustando
la medicación, pero yo tengo que tener cuidado y ver. Y estas últimas veces,
"amar al hermano que tengo al lado" ha sido "perder" y amar
a Jesús Abandonado y, más aún: para que él no se sintiera incómodo, hacerle ver
que era yo quien no tenía un buen día y así se queda más tranquilo. No es del
todo mentira, ya que estoy acusando mucho el poco frío que hace…
Me
doy cuenta que no estoy haciendo bien la voluntad de Dios ya que el límite de
amarle es "sin límite" y yo no consigo arrancar, pero cada día trato
de recomenzar y creer en Su misericordia. Trato de aprovechar las ocasiones que
puedo de amar al que me pasa al lado; por ejemplo, me he dado cuenta que una
conocida no tiene ordenador y cada día le envío por sms el lema diario; así
también me ayuda, ya que cuando se me olvida, lo llevo en el móvil escrito y lo
recuerdo…”
1b.- “Quisiera
poner en común este dolor: todavía con mi único hermano no he logrado
establecer una buena relación; se rompió cuando mi madre se agravó y quería que
nos fuéramos a vivir a su ciudad para que yo cuidara de ella; lo solucionamos
medianamente haciendo que estuviera con cada uno 6 meses. Pero cuando murió, el
tema empeoró por motivos que te puedes imaginar: el dinero, el reparto de
las cosas, etc. Para mí fue muy fuerte y doloroso; por supuesto que lo he
perdonado, pero la relación sigue tensa. Ahora… me digo que es mi oportunidad
de tender puentes nuevos y de amarlo hasta el fondo sin pretender
nada, pero tiemblo de pensar que hace 5 años no he ido por su ciudad y que
me espera una buena lucha, ya que pienso no se trata de tirar la toalla, sino
de encontrar el equilibrio en todo. Así pues, es un “rostro” de Jesús
Abandonado que no puedo desperdiciar…”
1c.- “… desde que vivimos este año "el amor al hermano", he visto
que caía en una trampa sin darme cuenta: con el tema tan candente de los
territorios autonómicos y su lengua; por un lado soy de esa tierra y me duele,
pero será quizás que hace tantos años que estoy fuera de allí que me
siento universal. El caso es que por la red circulan muchos chistes sobre el
tema y, la verdad, algunos son muy simpáticos y yo los reenviaba tan
tranquila... Chiara no me enseñó así: tengo que amar a todos y
amarlos como quieren ser amados y ponerme en su piel, así que los recibo y
ya no los reenvío y me sirve para poner a cada uno en el Corazón de
Jesús…”
2.-
"Gracias por el recuerdo puntual y la
ayuda para no decaer o parar en este camino.
Leí casualmente en la Biblia que solo vivirá aquel que mire el bien y aleje sus
ojos del mal.
Iba a buscar níscalos a mi pinar, pero al llegar había gente con su cesta
recogiéndolos, les llamé a ver quiénes eran, a través de la valla; cuál fue mi
sorpresa: mi peor convecino; harta de sus faenas, le pregunté si había muchos,
y los dejé continuar, y le ofrecí al Señor aquella injusticia y dolor…
Necesitaba ir al campo y no encontraba a nadie libre para acompañarme;
casualmente encontré a mi vecina, con la cual tengo reservas en la relación; me
parecía que Dios me pedía que venciera esas reticencias y perdonara. Le
pedí que me acompañara y, cuando le pagué, me dijo que su hija estaba en paro y
lo necesitaba. Me alegré de haber derribado aquel muro, y facilitar la
relación..."
3.- “…"Acoger a Jesús significa, de hecho, reconocerlo en todos
nuestros prójimos. Y ellos también tendrán la posibilidad de reconocer a Jesús
y creer en Él si en nuestro amor por ellos descubren una huella, una chispa del
amor infinito del Padre". Cuando me paré a
leer, meditar y rezar con esto de la PdV fue como si algo se removiera dentro
de mí. Nunca, hasta ahora, había entrado a este periodo tan especial de la
liturgia desde esta perspectiva, con esta iluminación. Mil gracias, porque cada
día descubro más mi vocación, el sentido de la donación y el de acoger al
Señor, esto es, reconocer a Jesús en los demás para que ellos lleguen a
conocerlo y a recibirlo…
Tengo en catequesis varios chicos y
chicas, pero… uno el primer día entró a la parroquia dando saltos y corriendo;
y en un mes y medio entra y se dirige al Santísimo a rezar, y al acabar rezamos
todos juntos un Padrenuestro y un Avemaría. Hoy me entretuve colocando las
cosas para irnos; quedábamos él y yo; y me dice todo serio: "oye, no te
olvides de que tenemos que despedirnos del Señor rezando, ¡¡eh!!". Con la
PdV de este mes pensé en cómo nos donamos, si nuestros comportamientos son
evangélicos, si nuestros ojos “brillan” al hablar del Señor; todo eso cala y
hace posible el contacto entre Jesús y nosotros. Poder ser, aun en mi pobreza,
cauce, puente entre alguien y Jesús, me parece tan grande que me quedo sin
palabras... ¡hasta yo!
Bueno,
perdonad la parrafada, pero hoy es uno de esos días en que tengo la cara de
felicidad puesta y los ojos vidriosos, (y me pasa tanto!!!!)…”
4.-
"…reconozco que
este año no me siento con "espíritu" navideño.
He recorrido varios almacenes buscando algún regalo por aquello de no dejarlo
para última hora, pero todo me resultaba ajeno, nada me atraía.
Tal vez sea porque estos días he sentido muy de cerca a los amigos y he
comprendido que es cierto que quien tiene un amigo tiene un tesoro. Si además
se tiene la suerte de tener no un amigo sino varios, los tesoros aumentan.
Teniéndolos a ellos no necesito más regalos.
Por
cierto, este verano hice un descubrimiento. Muchas veces había oído esa frase,
pero no sabía que su origen era la Biblia. Leyendo, leyendo allí me la
encontré. Libro del Eclesiástico:
-
“ Un amigo fiel es apoyo seguro, el que lo
encuentra, encuentra un tesoro”. “Un amigo fiel no tiene precio”. “Un amigo
fiel, es bálsamo de vida”.
Teniendo tesoros, bálsamos y La Biblia, no se me ocurre nada más que pedir.
Tampoco me entusiasman las luces. No sé si será porque estos días andaba
triste: me sentía a oscuras, pero el domingo en Misa escuché a un coro que me
devolvió la luz. Venían de África, cantaban sin instrumentos y sin micro.
Tenían unas voces increíbles, pero lo que más me fascinó fueron sus ojos y su
expresividad.
Pocas luces se pueden comparar a una mirada sincera, a un corazón expresivo.
No, no quiero luces externas, prefiero estar atenta a las que provienen del
corazón y se reflejan en los ojos…
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