DE
CÓMO SAN NICOLÁS SE CONVIRTIÓ EN PAPÁ NOÉL
La
figura moderna de Papá Noel es un pálido reflejo de la persona que la inspiró:
San Nicolás, obispo de Mira, antigua ciudad de la costa meridional
de la actual Turquía.
¿Cómo se produjo la transformación de un santo caritativo en icono del
consumismo navideño?
El escritor Jeremy Seal emprendió una investigación internacional para
dar respuesta a esta pregunta, y ha comunicado sus conclusiones en el libro «Nicholas: The Epic Journey from Saint to
Santa Claus» («Nicolás: el viaje
épico de santo a Santa Claus»), Ed. Bloomsbury.
S. Nicolás era obispo
de Mira y vivió en el siglo IV, en una ciudad de la Turquía
meridional, hoy conocida como Demre. Fue una persona especial: Nicolás parece
ser una persona
sensible que se hizo famosa por dedicarse a la ayuda material y concreta.
Fue especialmente longevo. En la época en que vivió, la mayor parte de
los santos cristianos eran mártires, pero sobre Nicolás se contaron muchas
historias, (coinciden en su dedicación a ayudar a los demás), porque vivió una
vida larga, y murió en la cama.
Salvó a algunos marineros, en medio de una tempestad ante la costa de
Mira. Otra vez, convenció a un capitán para que llevara en su nave una carga de
trigo a Mira, donde la gente estaba muriendo de hambre, y su bodega se volvió a
llenar de trigo. Algunos militares, condenados injustamente, tuvieron una
visión de Nicolás que les confortaba y les liberaba.
A
partir del siglo VIII, su tierra de origen, el sur de Turquía, estaba
cada vez más amenazada por los musulmanes, que no tenían mucho
interés en su figura: las reliquias de san Nicolás fueron sacadas
de Turquía en 1087 y llevadas a Bari (Italia), permitiendo la difusión de su
culto en el continente europeo.
Cuando el culto de Nicolás llegó a Rusia, en el siglo XI. Los rusos lo llamaron
en su lengua «el
que ayuda».
En los siglos XVI y XVII, La Reforma, que se difundió en la Europa
septentrional, redujo mucho el significado de los santos (las imágenes y las
estatuas de los santos eran derribadas, quemadas y destruidas). San Nicolás fue
excepción porque iba más allá de la Iglesia, se había convertido en parte
integrante de cada familia: desde el siglo XIV, cada 6 de diciembre, Nicolás llegaba
trayendo regalos a los niños del Norte de Europa, pasando a través de la
chimenea.
Su culto es probable que fuera llevado a Nueva Ámsterdam, (hoy
Manhattan), por las primeras comunidades que se asentaron, y que haya quedado
como una vaga memoria en Norteamérica, latente hasta finales del siglo XVIII.
El
nombre «Santa Claus» (papá noel) deriva de la pronunciación estadounidense de
la palabra holandesa «Sinterklaas». San Nicolás y papá noel son, por
tanto, la misma persona, aunque muchos no lo sepan. Por otra parte, son
representados en modo diverso porque los figuran en lugares y tiempos
diversos.
Luego, la tradición de los regalos que hasta entonces era una
celebración local, en la que se intercambiaban objetos hechos en casa, estalló
en algo mucho más grande. Se iniciaba la producción en masa, se difundió el
comercio, llegaron los juguetes del norte de Europa, y todo se podía comprar:
libros, instrumentos musicales, tejidos, etc.
Por consiguiente, el uso de los regalos se transformó en algo
totalmente diferente, y esto hizo nacer la exigencia de encontrar al espíritu
de la entrega de regalos. San Nicolás era quien, en las tradiciones holandesa e
inglesa del viejo mundo, representaba al que daba regalos; y no era necesario
inventarse muchas cosas para recordarlo.
La
gente, a finales del siglo XVIII, popularizó la imagen de San Nicolás
(Sinterklaas), aunque no inmediatamente con fines comerciales, y su nombre se
transformó gradualmente hasta convertirse en Santa Claus.
Hacia 1863 adquirió la actual fisonomía de gordo barbudo bonachón, gracias al
dibujante alemán Thomas Nast, quien diseñó este personaje para sus
tiras navideñas. Allí adquirió su vestimenta y se cree que su creador se basó
en las vestimentas
de los obispos de viejas épocas para crear este «San Nicolás», que
en ese momento ya nada tenía que ver con San Nicolás de Mira.
En los años veinte del siglo XX, empezó a adquirir sus características
actuales: los renos,
el trineo, las campanillas. Elementos que son sencillamente
característicos del mundo en el que emergió: en aquella época, los trineos eran el
medio principal de transporte en invierno, en Manhattan.
Mientras estas características tomaban forma, fue asociado cada vez más al ámbito
comercial. Una instrumentalización comprensible, pero después de
todo una desviación
de su significado original. En la Edad Media, era símbolo e icono de la caridad;
actualmente parece más una extraña mezcla de caridad y de consumismo que lo
invade todo.
La
idea de San Nicolás era la de ayudar a quienes pasaban dificultades.
Hacer regalos sólo por el gusto de hacerlos a personas queridas que tienen en
abundancia, podría no reflejar la esencia de la intención de San Nicolás, ni
los importantes valores
morales que representa: el sentido de una caridad activa.
Ya en el siglo XX, la empresa Coca-Cola encargó al pintor Habdon
Sundblom que remodelara la figura de Santa Claus/Papá Noel para hacerlo más
humano y creíble. Esta versión data de 1931. En este punto, sin embargo hay que
aclarar que no es del todo cierta la creencia de que el color rojo y blanco de Santa Claus tenga su
origen en los anuncios que la marca Coca-Cola empezó a partir de 1931,
aunque sí es verdad que contribuyeron a la popularización de estos colores y
del mito mismo.
¡Cómo nos lo han colado y falsificado! Y encima desvirtuando su sentido religioso.
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