lunes, 16 de septiembre de 2019

CONFORTARSE UNOS A OTROS

Aquí tienes unos textos que nos ayuden a que sea menos duro el ir dejando el verano y a que se nos refuerce el vivir la Palabra del mes («confortaos mutuamente y edificaos los unos a los otros»):





NADA HAY PEQUEÑO DE LO QUE HAGAS POR AMOR

          Dado que Jesús quiere que seamos fieles en las pequeñas cosas, nada de lo que la vida nos requiere es insignificante, porque nada es pequeño si lo hacemos para satisfacer Su voluntad, nada es pequeño si es hecho por amor.

CHIARA LUBICH



SOSTENERNOS MUTUAMENTE

La Sabiduría del cielo nos avisó de la peligrosa autosuficiencia: "más vale ser dos que uno, pues sacan más provecho de su esfuerzo. Si uno cae, el otro lo levanta; pero ¡pobre del que cae estando solo, sin que otro pueda levantarlo!"
P. MANUEL MORALES, O.S.A., Comentario al Pasapalabra diario 3 septiembre 2019




ARREPENTIMIENTO, NO REMORDIMIENTO

Muchas veces nos agredimos a nosotros mismos por errores que hemos cometido en el pasado. Puede suceder que se trate de algo muy viejo, pero que no deja de regresar a la memoria cada tanto, y nos lleva a darnos un golpe en la cabeza diciendo cosas como éstas: "¿Por qué? ¡Cómo pudiste hacer eso! ¿Por qué no lo evitaste? ¡No valía la pena! ¡Cómo se te ocurrió decir esa tontería!".
Quizás sabemos que en realidad incluso no somos culpables de lo que hicimos, porque en verdad teníamos una intención buena, no teníamos una mala intención; pero igualmente nos culpamos y nos agredimos por no haberlo evitado.
El remordimiento es algo enfermizo; es un rechazo de nuestros errores que nos limita, nos paraliza, nos llena de angustias y nos encierra en nuestro orgullo herido. No ayuda a un verdadero cambio, porque para poder cambiar de verdad es necesario aceptarse a sí mismo.
En cambio, el verdadero arrepentimiento nos hace levantar los ojos hacia Dios para reconocer su amor que nos espera, que perdona "setenta veces siete", que nos quiere vivos y felices, que nos regala siempre una nueva oportunidad. Por eso el arrepentimiento, en lugar de debilitarnos nos fortalece para empezar de nuevo; en lugar de paralizarnos nos lanza hacia adelante.
Pidamos al Espíritu Santo que nos regale su gracia poderosa para que sepamos perdonarnos a nosotros mismos, para que no nos quedemos anclados en el pasado, para que recuperemos la dignidad, y marchemos decididos hacia adelante, rodeados por Su Amor que nos sostiene.

VÍCTOR M. FERNÁNDEZ, 13 julio 2017



DAR ESPERANZA A QUIEN ESTÁ PASANDO UNA PRUEBA

En la solidaridad existe un entrelazarse de acciones que terminan con la intervención divina: cuanto más escuchamos el grito de dolor de la humanidad, nuestro grito es más escuchado por Dios.
Muchas veces no podemos hacer nada para solucionar los problemas de nuestros hermanos, pero el hecho de disponernos a ayudar y ser solidarios, da la fuerza y esperanza a quien se encuentra en una prueba.
La fraternidad es la solución a los problemas, es el medio más rápido y eficaz para alcanzar la paz en el mundo y es el camino más corto para llegar a Dios.
Si vivimos la fraternidad escuchando el grito de dolor de las personas a nuestro alrededor, la cruz de cada día se volverá una carga liviana y suave para todos: para ellos y para nosotros.

APOLONIO CARVALHO NASCIMENTO, Comentario al Pasapalabra 15 septiembre 2019




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