domingo, 15 de septiembre de 2019

EDIFICAOS MUTUAMENTE

VIDA DE LA PALABRA                     primeras semanas SEPTIEMBRE

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de septiembre («Confortaos mutuamente y edificaos los unos a los otros», 1 Ts 5, 11) y la de agosto («Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón», Lc 12, 34):

1.-        Son muchas las oportunidades cada día de confortar y de darnos ejemplo mutuamente: 
escuchar problemas para los que no tengo solución, confiando que a través de esa atención por amor, Dios se ocupará de dónde ni sé ni puedo llegar; 
animar a quien no tiene ilusión por lo que hace, casi ni por vivir, y, después de haber desdramatizado, con tacto tratar al final de arrancarle unas carcajadas y reírnos juntos; asegurar una oración ferviente (e involucrar en la misma) a quien tiene amigos muy cercanos en gravísima enfermedad; 
mirar a las personas ancianas con mayor sonrisa y amor tratando de “adivinar” en sus canas y arrugas tanto amor y entrega desplegados a lo largo de sus años; 
dejarme “edificar”, dejarme aconsejar como un niño, (posponiendo mi opinión mientras tanto), en determinados asuntos (haya o no yo pedido consejo).

2.-        Un joven hispanoamericano que va a entrar en el seminario aquí en España me preguntó si sabía de alguien que le pudiera vender una “Liturgia de las Horas” barata, de segunda mano.
En principio pensé en la de José, pero luego recordé que quizá ya no la tenemos, (no sé bien, seguramente la dimos a la Residencia donde estuvo) y me acordé que teníamos la de mi padre. En ese instante vino la tentación del apego: él la rezaba con tanto amor a Dios cada día desde que era joven. Por otro lado, no la hemos utilizado los hijos (algunos de mis hermanos tenemos la propia) y la vista de mi madre no está para leer mucho. Así que le propuse a ella y a mi hermana que se la demos. Alegría grande para él y para nosotros. Paz en el alma.
A los pocos días, un adulto de mi parroquia que va a entrar en otro seminario, me hace una petición similar. Estoy preguntando a residencias de sacerdotes mayores o de religiosas. Si no encuentro un Diurnal, se llevará mi Liturgia de las Horas, la que llevo usando desde que entré al Seminario hace 36 años, pues yo, desde hará casi 3 años, prácticamente todos los días la rezo con el móvil.



Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de septiembre («Confortaos mutuamente y edificaos los unos a los otros», 1 Ts 5, 11), la de agosto («Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón», Lc 12, 34) y la de  julio («Gratis lo recibisteis; dadlo gratis», Mt 10, 8):

1.-        “…llevaba yo unos días con desaliento, pereza en la oración y el lunes no tenía ganas de nada, ni de rezar, ni de ir a colaborar con Cáritas como suelo hacer, y me acordé de que me habías mandado la Palabra de Vida, y después de leerla, ¡qué fuerza me dio para rezar y para irme a ayudar a Cáritas!….

2.-       

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de gente de todo el mundo, o también
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