VIDA DE LA PALABRA primeras semanas SEPTIEMBRE
Alguna de mis
EXPERIENCIAS tratando de
llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de septiembre («Confortaos mutuamente y edificaos los unos a los otros», 1 Ts 5, 11) y la de agosto («Porque
donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón», Lc 12, 34):
1.- Son muchas las oportunidades cada día de
confortar y de darnos ejemplo mutuamente:
escuchar problemas para los que no
tengo solución, confiando que a través de esa atención por amor, Dios se
ocupará de dónde ni sé ni puedo llegar;
animar a quien no tiene ilusión por lo que
hace, casi ni por vivir, y, después de haber desdramatizado, con tacto tratar
al final de arrancarle unas carcajadas y reírnos juntos; asegurar una oración
ferviente (e involucrar en la misma) a quien tiene amigos muy cercanos en
gravísima enfermedad;
mirar a las personas ancianas con mayor sonrisa y amor
tratando de “adivinar” en sus canas y arrugas tanto amor y entrega desplegados
a lo largo de sus años;
dejarme “edificar”, dejarme aconsejar como un niño,
(posponiendo mi opinión mientras tanto), en determinados asuntos (haya o no yo
pedido consejo).
2.- Un joven hispanoamericano
que va a entrar en el seminario aquí en España me preguntó si sabía de alguien
que le pudiera vender una “Liturgia de las Horas” barata, de segunda mano.
En principio pensé en la de
José, pero luego recordé que quizá ya no la tenemos, (no sé bien, seguramente
la dimos a la Residencia donde estuvo) y me acordé que teníamos la de mi padre.
En ese instante vino la tentación del apego: él la rezaba con tanto amor a Dios
cada día desde que era joven. Por otro lado, no la hemos utilizado los hijos
(algunos de mis hermanos tenemos la propia) y la vista de mi madre no está para
leer mucho. Así que le propuse a ella y a mi hermana que se la demos. Alegría
grande para él y para nosotros. Paz en el alma.
A los pocos días, un adulto
de mi parroquia que va a entrar en otro seminario, me hace una petición similar.
Estoy preguntando a residencias de sacerdotes mayores o de religiosas. Si no
encuentro un Diurnal, se llevará mi Liturgia de las Horas, la que llevo usando
desde que entré al Seminario hace 36 años, pues yo, desde hará
casi 3 años, prácticamente todos los días
la rezo con el móvil.
Alguna de vuestras
EXPERIENCIAS tratando de
llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de septiembre («Confortaos mutuamente y edificaos los unos a
los otros», 1 Ts 5, 11), la de agosto («Porque donde esté vuestro
tesoro, allí estará también vuestro corazón», Lc 12, 34) y la de julio («Gratis lo
recibisteis; dadlo gratis»,
Mt 10, 8):
1.- “…llevaba yo unos días con desaliento, pereza
en la oración y el lunes no tenía ganas de nada, ni de rezar, ni de ir a
colaborar con Cáritas como suelo hacer, y me acordé de que me habías mandado la
Palabra de Vida, y después de leerla, ¡qué fuerza me dio para rezar y para irme
a ayudar a Cáritas!…”.
2.-
Si quieres leer
más experiencias similares,
de gente de
todo el mundo, o
también
N.B.: tú también
puedes compartir las experiencias
que, por gracia de
Dios, hayas podido realizar
poniendo en práctica
el Evangelio;
“pincha” aquí abajo en
“comentarios” y escríbela;
o, dado que en algunos
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