Tanto en verano
como en invierno, tanto en vacación como en trabajo, no se nos olvide
intensificar el poner en práctica la Palabra del mes, ahora en julio «Mi
gracia te basta, que mi fuerza se realiza en la flaqueza». Nos ayudarán estos textos:
RECONOCER LAS
PROPIAS DERROTAS CON SANO EQUILIBRIO
Cuando nos ponemos delante
de Dios, debemos estar sin máscaras, pues Él conoce nuestro íntimo y explora en
nuestros más recónditos pensamientos. No como un juez despiadado, sino como un
Padre amoroso que siempre quiere lo mejor para sus hijos.
Confesemos nuestros pecados
ante Él, reconozcamos nuestros fracasos todas las veces que somos vencidos por
la tentación de la ganancia, de la soberbia y de la ira. Pidamos perdón por
todas las veces que ponemos las cosas materiales en primer lugar, tomando el
lugar de Dios en nuestro corazón.
Reconozcamos cuánto
somos pequeños, fallidos e infieles a su amor.
Cuando sabemos reconocer
nuestras propias derrotas con equilibrio y sin fingir, escucharemos resonar en
nuestro corazón la voz de Dios: “Te basta
mi gracia; mi mayor fuerza se manifiesta en la debilidad” (2 Cor 12,9).
Apolonio Carvalho Nascimento
TRATAR DE
COMPRENDER AL PRÓJIMO
“No se puede entrar en el
alma de un hermano para comprenderlo, para entenderlo… si nuestro espíritu está
lleno de aprensión, de un juicio… Hacerse
uno significa ponerse delante de todos en posición de aprender, porque
realmente hay que aprender... Significa cortar completamente la raíz de la
propia cultura y entrar en la cultura del otro y comprenderlo y dejar que se
exprese: cuando lo hayas comprendido dentro de ti, podrás comenzar el diálogo
con él y transmitir también el mensaje evangélico a través de las riquezas que
él ya posee…”.
CHIARA LUBICH, Comprendere
l’altro: fondamento dell’inculturazione
SUPERAR DENTRO DE
NOSOTROS LA INSEGURIDAD
Tengo inseguridad cuando
confío solo en mis capacidades.
Mis habilidades son
importantes y debo tener conciencia de lo que soy capaz de hacer, pero debo
también confiar en la capacidad de los otros y, sobre todo, confiar en Dios, en
su protección y ayuda.
Tomar decisiones tratando de
escuchar la opinión de alguien con más experiencia, incluso si la
responsabilidad es totalmente mía, puede ayudarme a superar mi inseguridad.
Al compartir ideas, entiendo
cuál es el mejor camino y tengo la seguridad de estar cumpliendo la voluntad de
Dios.
Donde hay amor mutuo, Dios
manifiesta su luz que nos ayuda a superar todas las inseguridades. “¡Ánimo!, yo he vencido al mundo” (Jn 16,33).
Apolonio Carvalho Nascimento
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