VIDA DE LA PALABRA primeras semanas de JULIO
Algunas de mis EXPERIENCIAS tratando
de llevar a lo cotidiano la Palabra
de vida de julio («Sed buenos, comprensivos, perdonándoos unos a otros como Dios os
perdonó en Cristo», Ef 4,
32), la de junio («Vivid
en paz unos con otros», Mc 9,
50) y la de mayo («Pondrá su morada entre ellos y ellos serán su pueblo, y Él,
“Dios-con-ellos”, será su Dios», Ap 21, 3):
1.- Más que una experiencia mía,
lo que te cuento son muchas experiencias que muchos han realizado hacia mí. Estos
días los focolarinos y focolarinas y algunos de la comunidad han hecho un
trabajazo impresionante recogiendo y vaciando nuestra casa, llamada “Cor Unum”, (al sitio donde iré
tengo que llevarme poco más que mi ropa personal y libros). Ha sido un
auténtico regalo de inmenso amor de ellos (¡de Dios a través de ellos!), pues
me agobiaba bastante solo pensar en esa tarea. La verdad es que estos meses, (estaba
sólo como sacerdote desde diciembre), se han ocupado de que no me cansase
mucho, con mil detalles, entre ellos invitándome unos y otros (y algún otro
amigo/a, que son verdaderos hermanos/as) también a menudo a comer y cenar.
A la vez ha sido un desprenderse y un bonito desapego
total de tantas que el Señor (muchas a través de tantos de vosotros) ha ido
haciendo llegar para ir adecentando en estos once años y medio la casa. Ahora
tocaba “dar gratis, lo que gratis
recibisteis”.
En referencia a la casa misma, mi madre no hace más que
repetir, (y yo me uno de corazón, no solo al edificio en sí, sino al designio
de Dios sobre su finalidad), parafraseando a Job: “Dios te (os) lo dio, Dios te (os) lo quitó: ¡bendito sea el nombre del
Señor!”. Ya conoces la preciosa historia de providencia y comunión de
bienes que tiene detrás la casa. Ahora nos la conservará esa familia. Veremos
dentro de 3 ó 4 años que dispone Él en su Providencia amorosa.
Es que Dios sale al paso continuamente: mientras todavía
sigo las últimas semanas en el trabajo de estos trece años, estoy desde el
lunes en un piso cercano que también han preparado los focolarinos mientras yo
estaba la primera semana del mes fuera. Antes de ello, (y ahora después), unos
vecinos amigos me han dejado la llave de su jardín para que pueda entrar a
nadar en su piscina, (sabiendo que me encanta y que lo necesito por salud).
Muchos otros me han ofrecido para estas semanas sus casas, incluso algunos
trayéndome unas llaves.
Esa semana que he estado con mi madre, fui con ella a
llevar a mi sobrino a casa de mi hermana en la provincia donde ellos viven. Nos
íbamos a quedar un par de días para no hacer el viaje seguido, pero tampoco más
porque su vivienda es muy pequeña ya simplemente para ellos 4: al saberlo unos
amigos míos de aquí que tienen allí justo en el piso de arriba otra casa y precisamente
se iban esa tarde que nosotros llegamos, nos dejaron la llave para que
pudiéramos quedarnos el resto de la semana.
“Quien deja… casa…,
hermanos… por Mí y por el Evangelio… encontrará cien veces más… casas…,
hermanos y hermanas…"
Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando
de llevar a la práctica diaria la Palabra de vida de julio («Sed buenos, comprensivos, perdonándoos unos
a otros como Dios os perdonó en Cristo», Ef 4, 32), la de junio («Vivid en paz unos con otros», Mc 9, 50) y la de mayo («Pondrá su
morada entre ellos y ellos serán su pueblo, y Él, “Dios-con-ellos”, será su
Dios», Ap 21, 3):
1.- “…quería también contarte una
"cosecha" que dejaste aquí en nuestra ciudad, aunque solo estuvieras
unas horas...
El fin
de semana pasado, hizo la comunión el sobrino de mi marido. Decidimos obviar
todo el “mal rollo” que hay hacia nuestra familia y la discriminación, (llevamos
al menos 2 años tratando de amarles en primera persona, sin juzgar...), quizás
lo percibiste en el bautizo...
Pues
volviendo a la primera Comunión, decidimos regalarle cosas espirituales, y le
regalamos una cruz para colgar, el libro "Las
Virtudes", de Ciudad
Nueva, y el “dado del amor”.
¿Cuál
fue nuestra sorpresa?: cuando vio el dado y vio escrito en él lo de “amar a
todos”, “amar al enemigo”, etc... dijo: "esto fue lo que Paco explicó en el bautizo del primo". Para
nosotros, fue algo hermoso... porque el niño captó algunas ideas... Mi marido
estaba muy contento... porque a pesar de lo que lleva sufrido, es como un soplo
de aire nuevo…”
2.- “…leyendo
como siempre la PdV y las experiencias. Cada vez que las leo me fortalecen.
Fíjate que cuando estoy algo depre, molesta o simplemente alejada, busco
rapidito tus correos, leo un poco y es como remedio santo. De verdad eh!!!
Así que…, te vas ahora. Yo
que ya te había… identificado con las Mariápolis. Comprendo que nada es nuestro
y que el Señor es el que tiene la palabra SIEMPRE…”
Si quieres leer más experiencias
similares,
de gente de todo el mundo,
N.B.: tú también
puedes compartir las experiencias
que, por gracia de
Dios, hayas podido realizar
poniendo en práctica
el Evangelio;
“pincha” aquí abajo en
“comentarios” y escríbela;
o, dado que en algunos
navegadores eso no funciona,
mándamela por correo-e.
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