miércoles, 30 de diciembre de 2015

NAVIDAD ABRIENDO LA PUERTA A JESÚS

VIDA DE LA PALABRA                  últimas semanas de diciembre 
 

Algunas de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la vida diaria la Palabra de vida de diciembre
(«Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos», Mc 1, 3), la de noviembre («…para que todos sean uno», Jn 17, 21) y la de octubre («En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os amáis unos a otros», Jn 13, 35):
1.-        El domingo quise ir a visitar, (en coche, si no, no me daría tiempo; y la semana anterior no había podido ir), a José en su Residencia.
Después de perderme (sigo sin manejarme por Madrid) y de cortes de tráfico por contaminación y afluencia de gente por compras y luces madrileñas, llegué 5 minutos tarde y la portera ya no me dejó subir a verlo. Se me “encendió” el “hombre viejo” por dentro, (¡encima de lo que me fastidia entrar en coche a Madrid…!). Sin embargo reaccioné: las horas y el gasto de tiempo y de coche yo los empleé por amor, y eso basta. Pero luego imaginé que a José le haría verdadera ilusión verme, así que volví a insistir. Ante la nueva negativa, el “abrir las puertas a Cristo” de la PdV, el “allanar el camino”, era dar la razón a la portera con una sonrisa, (aunque dentro me quería nacer toda la impotencia), pues ella no hacía más que cumplir con su deber.
            Cuando ya estaba yéndome al coche, se me ocurrió llamar a la madre superiora de la Residencia, por lo menos para que luego le dijera a José que alguien había ido a visitarle y para preguntar qué tal lo veía ella últimamente. Me dijo que me esperara y bajó a contármelo. La empleada entonces se acercó a pedirme disculpas y le volví a decir por 3 veces que no se preocupara, que ella cumpliera bien con su oficio.
            Providencialmente, dos días después sí que pude con otros 2 compañeros ir a visitar a José: lo vimos contento, como siempre; y, por primera vez en este sitio, ya no tan desubicado. Así que, me vine contento (las veces anteriores salí con un nudo en la garganta y una lagrimilla).

2.-        Desde el verano he tenido bastantes, ¡muchos!, “frentes” abiertos a la vez. Meses de niebla cada vez más espesa.
Ayer me venía el refrán “mañanita de niebla, tarde de paseo”. Pero mientras tanto, ¡qué difícil es orientarse! La PdV invita a abrir la puerta al Señor que llega (¡y hay que prepararle el camino, se presente como se presente!) y es la esperanza de que de verdad Él cumple sus promesas; como suelo añadir: “ni un minuto antes, pero tampoco uno después”.
Algunos “frentes” se han ido cerrando por sí solos. Con la presencia de “Jesús en medio” por el amor recíproco “donde dos o más…”, algunos campos se van despejando e incluso solucionando; otros, en cambio, complicándose cada vez más. Pero la certeza de que Él es “el único Bien”, permanece más allá de todo: y ahí trato de allanarle el camino olvidándome de mí y estando atento a amar a los demás.


Algunas de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la vida diaria la Palabra de vida de diciembre («Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos», Mc 1, 3), la de noviembre («…para que todos sean uno», Jn 17, 21) y la de octubre («En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os amáis unos a otros», Jn 13, 35):
1.-        “el domingo pasado fue la segunda vez que hacemos nosotros los niños Jesús (campaña han desalojado a Jesús). Pues este año, primero las niñas se reunieron para empezar a hacerlos con los moldes de escayola…
La que les ayuda este año anda a tope porque trabaja en un colegio jornada completa y también los sábados, (súmale el bebe y su hija de 4 años). Así que me ofrecí a llevarme a casa los moldes y hacer una buena tirada para presentarlos al domingo siguiente en la parroquia de ella en Boston.
¡Qué estrés y agobio en dejarlos terminados, bonitos y presentables…!: porque aquí, (al contrario que en España), no hay ambiente de Natividad, no hay belenes y en las tiendas tampoco encuentras nada para algo parecido. Las distancias son largas y yo aún desconozco los comercios específicos.
Y lo que se suponía fácil, fue complicadísimo, (tanto que, cuando al final me preguntó si quería redactar la experiencia, le solté tal cual que “no”). Pero te cuento desde el principio: primero no había cestitas, ni nada parecido donde acomodar al Niño Jesús… Me cuesta encontrar bolsas que no sean de plástico común. Escojo por fin unas pequeñas transparentes de papel de celofán a juego con un lacito de seda de los pocos discretos que había.
Pero… me queda el material donde acomodar al niño. Por fin se me ocurrió ir a la zona de plantas y artículos naturales. Allí había bolsas de musgo seco natural, que además olía muy bien. ¡Para mí fue una odisea!
El barniz… el pobre hombre hizo varias mezclas más, mientras atendía a otros clientes. Llegamos a un color natural de piel después de cinco intentos: paciencia la del señor, que entendía que iba a barnizar más de cincuenta figuras ya preparadas.
Todo perfecto el domingo por la mañana: ¡prueba familiar superada! Pero mi amiga no me había pasado la dirección de la parroquia, así que a la aventura nos vamos a su barrio y visitamos dos iglesias. Mi amiga no estaba y nosotros, la familia entera, con nuestros Jesusitos. Los colocamos todos preciosos en una mesita.
Y ese momento, le dije al Señor: “Nosotros hemos hecho nuestro esfuerzo de traerte a los demás, ahora te toca a Ti hacer el trabajo con ellos”. Nada había sido fluido, ni fácil.
Mi amiga por fin llegó, (el día anterior, en urgencias con su bebé; y se le había roto el móvil). Respiré.
Me dispuse tranquila por fin a participar en la misa… Al final mi amiga y los cuatro niños subieron a presentar las figuritas, el proyecto y el sentido que tiene el llevar a Jesús a la vida de los demás, y que la Navidad solo tiene sentido porque nace Jesús.
Mi hijo comentó que este año los donativos irían destinados a refugiados de Siria, “…familias sin hogar; nosotros somos unos afortunados”… Mi hija dijo un cándido “gracia” que resonó en el templo y emocionó a todos. Las pequeñas sonreían serenas y felices de ser partícipes y especiales.
En ese momento supe que debía yo también compartir la experiencia contándola; yo hice mi esfuerzo, pero Jesús hizo su trabajo a través de mis hijos…
         Luego en casa, felices durante la comida comentamos todo. ¡Ah!: además, 237 dolares!!! …en fin Paco, tú ya lo sabes. Jesús nunca defrauda!!

2.-        “nuestro amigo con esquizofrenia (¿recuerdas?) llevaba tiempo viviendo con una chica divorciada. Él es muy religioso: ha luchado mucho contra el sexto mandamiento y hacía tiempo que ya estaba muy bien, centrado y aceptando ese “rostro” de Jesús Abandonado. Cuando hace tiempo me comentó lo de la chica... me puse triste: él estaba radiante, muy feliz por estar acompañado, pero yo veía que dejaba al Señor de lado. Tengo muchísima confianza con él y algo le dije al respecto... Sabía él la doctrina de la Iglesia…, pero me decía que por su enfermedad no se puede casar y que no es consagrado... Sabe que todos debemos vivir la castidad cada uno según su estado, pero...
Así que yo empecé a rezar por él... Hoy me ha dicho que ha cortado. Ella estaba "enganchada" a él y ha tenido él que cambiar de número de móvil, pero él estaba feliz. De nuevo su prioridad es hacer la Voluntad del Señor y riéndose me ha dicho: “¿Sabes? He decidido que con la única Mujer que me voy a dormir es con la Virgen María”, (y reza una salve antes de dormirse).
Y la otra alegría... Esta tarde cuando salía de la "pelu", viene a despedirme la dueña y me dice: “¿recuerdas que me trajiste un Rosario…?”, (ella cree algo, pero no va a Misa), “pues este domingo me entraron ganas de rezarlo y me fui a una iglesia y también me quedé a la Misa

3.-        “gracias por todo lo que nos habéis dado en los Ejercicios Espirituales: para mí han sido los mejores…
         …oír hablar de la misericordia fue impresionante: ahora cada vez que voy hacer esto o lo otro, me acuerdo. Me digo: “tengo que hacer esto”; cambio la cosa y me siento bien.
El otro día una madre y su hija se ponen a discutir por la política; intento poner paz; ellas lo interpretan a su manera. No saben estar la una sin la otra, pero luego están 2 ó 3 días sin hablarse y yo estoy en medio entre las dos. Cuando están enfadadas, trato de escuchar a cada una; con la madre solo puedes hacer eso, porque está tan nerviosa, que poco la puedes decir. Te contesta: “¡claro!, ya la estás defendiendo!”.
El segundo día, acordándome de lo que había vivido el fin de semana de Ejercicios, me dije: “no pueden pasar más días”. Me pongo a pensar lo que les voy a decir y me dirijo a la Virgen: “¡María, ayúdame TÚ!”. Llego donde habíamos quedado y no tuve que decir nada: la cosa no estaba del todo normal, pero no quise hablar para no hacerles recordar.
…tengo que fiarme siempre

4.-        “este año en verdad me apetecía una Navidad diferente, quizás más centrada en la oración y reflexión que pendiente de otras cosas.
Me hizo mucha ilusión acudir a Misa en Nochebuena y ayer, a la Misa de las familias: era la primera vez que iba y disfruté yendo a la catedral con mi familia; juntarnos allí con otras tantas familias y además ver a tantos sacerdotes; y recibiendo y saludando a todos, ver al obispo como un buen padre de familia. 
A la salida una señora me regaló un belén hecho de jabón que habían realizado las monjas y me hizo mucha ilusión…: tener ahora algo suyo entre mis manos me produjo una sensación de cercanía difícil de definir.
Allí estaba yo con mi marido y mi hijo, pero con la sensación cierta de que la familia era mucho más amplia: que todos los que estábamos allí, laicos o sacerdotes, más los que no estaban pero se sentía su cercanía, pertenecíamos a la misma familia.
Esta mañana he estado en un centro de niños necesitados: no íbamos muchos, pero entre los pocos que íbamos estaba, de nuevo, mi hijo y me ha hecho ilusión compartir ese momento con él: si ayer acudíamos juntos a rezar y dar gracias, hoy dedicábamos el tiempo, también juntos, a los más pequeños



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