miércoles, 16 de diciembre de 2015

FRUTO DE EJERCICIOS ADVIENTO: NACE JESÚS

VIDA DE LA PALABRA                          primeras semanas de Diciembre
Capilla del Centro Mariápolis "Luminosa" de Las Matas,
(diseñada por el "Centro Ave", de Loppiano)
Esta vez una sola EXPERIENCIA (mía y vuestra entremezclada) que tiene como denominador común el fin de semana de Ejercicios Espirituales, pero también como trasfondo el poner en práctica la Palabra de Vida de estos meses, tanto la de diciembre  («Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos», Mc 1, 3) como la de noviembre («…para que todos sean uno», Jn 17, 21):

1.-      Hemos terminado con alegría esperanzada verdaderamente de Adviento el fin de semana de Ejercicios Espirituales en el Centro Mariápolis. Un reto: en 48 horas, experimentar una profunda unión con Dios de modo personal y, a la vez, comunitario, para (a pesar de ni conocernos unas horas antes entre la mayoría) sentirnos así todos familia de Dios, pueblo suyo con Él en medio. Sentirnos unos de otros, hermanos.
         Han participado 30 personas de diferentes edades (de Burgos, Málaga, Villarrobledo-AB… y Madrid y su provincia); había algunas personas de los Focolares, del Camino Neocatecumenal, de Cursillos de Cristiandad…, de formación jesuítica…, de parroquias de diverso tipo. Unos 8 ó 10 era la primera vez que venían al Centro Mariápolis.

1a.-         Recién comenzado el “Año jubilar extraordinario de la Misericordia”, el lema general de los Ejercicios ha sido “con misericordia eterna te amé” (Jer. 31, 3).
Hemos recorrido la Misericordia en el Antiguo Testamento y la hemos vislumbrado con toda su plenitud y consciencia en el Nuevo (pasando también cada uno de nosotros de Alianza antigua a nuevo descubrimiento de Dios Amor).
El segundo nombre de Dios es Misericordia: nos ha permitido darnos cuenta que justicia y misericordia van juntas (precedidas siempre por esta) gracias a la Verdad, y la hemos aplicado a cada uno de los misterios del Rosario.
La meditación profunda de las 3 parábolas de Lc 15 nos ha permitido descubrir con su riqueza renovadora el sacramento de la confesión.
Vivir la Palabra, hace nacer a Jesús en nosotros; vivir el amor al prójimo, hace nacer a Jesús en el otro; vivir el amor recíproco, hace nacer a Jesús en medio del hogar, de la Iglesia y de la sociedad: cumplimiento del Adviento, verdadera Navidad.
Y coronando cada uno de los temas que predicábamos los 3 sacerdotes, el testimonio-experiencia concreta de alguien de la comunidad de alrededor, que solo ya con la mirada y la sonrisa transmitían. Y luego, imbuirnos en los diversos tipos de oración, (descubrimiento, además, de la oración de alabanza). No menor unión con Dios producían los momentos guiados de comunión-comunicación de lo que Dios va obrando en cada uno, (¡¡qué pena no haber grabado lo que cada uno dijo!!: queda en el gusto espiritual y el gozo de la presencia de Dios que producía; al final, sólo y todo para gloria de Dios).
Al acabar, la alegría contagiosa era desbordante al “palpar” la presencia de Jesús, con lo que era natural que prorrumpiéramos en el cántico “Adeste fideles”.
         Gracias a cada uno por su colaboración y a todos por su oración, los que vivieron los Ejercicios, y los que pasaron por el Centro Mariápolis para las Misa u otros momentos, y las focolarinas que lo atienden. Gracias a los que han orado desde la
distancia. Gracias a los que querían venir y, en el último momento, no pudieron: una, por parto de urgencia de una hija; otra, por cristal roto del coche (y robado lo de dentro y arrancado el radiocasete) en el momento de ir a buscarlo para venir aquí; etc. Dolores ofrecidos por amor, de unos y otros: cimiento seguro para los frutos espirituales, que al final se extienden también a todos.

1b.-      Quedaron por escrito algunas impresiones. Entre otras, estas:
Lo que más me ha gustado: las experiencias de la gente. La paz y serenidad que se transmite, en la normalidad”.
         “He vivido con mucha paz; estoy agradecida a Dios profundamente. Sentía cómo poco a poco la puerta del alma se abría. Con cada hermano, era un encuentro muy especial de comunión de alma. Me llevo la alegría de sentir a Jesús en mí que me ama, me habla y me mueve a seguir buscando el encuentro con el hermano”.
         “Gracias a los 3 sacerdotes por los temas, las experiencias y la UNIDAD que transmitían: realmente está Jesús en medio. Sigo pidiendo a Jesús que me aumente mi fe”.
         “Impresión que me ha causado verme, en los temas tratados. Me han hecho reflexionar en las muchas actitudes negativas que llevo por dentro de mi vida y, al mismo tiempo, sentir que Dios está a mi lado siempre, siendo misericordioso conmigo”.
         “La sugerencia que os hago es que no cambiéis y cuidéis este tesoro tan grande que Dios os ha regalado. Yo lo necesito: gracias por dejarme compartirlo y beber de esta fuente de Gracia”.
         “Los testimonios de los seglares me han parecido un ejemplo a seguir, una vida muy auténtica en el amor al Padre e inspiradores en el amar. Las meditaciones muy instructivas”.
         “Han sido unos Ejercicios muy buenos. Una experiencia muy buena realmente. Yo me he encontrado con Dios, le he podido escuchar y me ha perdonado y vuelto con Él. Son los primeros Ejercicios Espirituales que hago”.

1c.-      En diversos grupos de WhatsApp durante los viajes de regreso continúa la comunión:
 “Sentimos muchísimo no haber podido despedirnos de todos vosotros.  Por favor, si puedes, dales a todos un abrazo muy fuerte de nuestra parte y las gracias por haber compartido parte de sus vidas con nosotros.  Ha sido un fin de semana fantástico y un retiro genial”.

         Y correos-e. personales que continúan llegado:
- “me gustaron mucho las charlas y aprendí novedades que me ayudarán a poner el amor de Dios en práctica con el prójimo, a pesar de los disfraces” 
- “Muchas gracias por haberme recibido y aceptado de una manera tan bonita y tan llena de amor. Como sabes, han sido unos días intensos… con un final maravilloso. Me he sentido muy a gusto y he podido compartir y vivir la Fe como a mí me gusta y que me parece es fundamental, es decir, en COMUNIDAD. He interiorizado vuestras meditaciones y me habéis dado “pistas” para sentir y vivir la Palabra mejorando el día a día. No es fácil, pero sí posible. ¿Quién me iba a decir que, después de un tiempo largo, y a punto de no ir a los ejercicios, iba a recibir de manera no premeditada el sacramento del perdón y la reconciliación? Gracias, Paco, por tus palabras y la paz que  me has transmitido. Te agradezco también que me envíes la Palabra de Vida y testimonios de la gente. Es una preciosa manera de estar conectados todos en el Señor.”

1d.-      Y uno de los grupos de WhatsApp, adquirió ese lunes “olor divino”:
- “Yo no quiero perder lo que he encontrado... No quiero
perder el contacto. Me ha tocado muy profundo. Me siento rara, triste y alegre, una sensación muy especial. Ahora escribiendo esto, tengo ganas de llorar. ¡Dios, no te vayas! ¡¡Quédate conmigo!!”.
- “Después de lo que hemos vivido, para mí es como una señal de Cielo que no sé muy bien cómo interpretar. En estos momentos estoy llorando😂 porque en el alma siento tantas cosas, momentos vividos en silencio con el Señor... entre tantas cosas que le he dicho a Jesús le pedí almas con las que poder vivir realmente eso tan hermoso…: "Que Jesús vivo en cada corazón nos conceda experimentar el gozo del amor recíproco que genera su presencia en medio de los que le aman"”.
- “Bendigo a Dios por la historia  q lleva con cada uno y por ese remanso de paz y ternura con el q me he encontrado este finde. Se me ha ido el agobio, y trabajo con alegría.

Bendigo  tb a los Focolares, gente muy normal, como podemos ser nosotros neocatecumenales. Hoy beso la cruz de mi vida y de mi historia…”.

         - “Muchas gracias a todos x vuestros testimonios. La verdad, es emocionante ayudar al prójimo a vivir la Palabra a través de comunión de hermanos. Yo tb me encuentro serena y alegre!!!”.


1e.-      Y en días sucesivos continúan goteando correos-e. con la propia impresión:
“…tengo la sensación que Jesús ha estado muy cerquita de todos nosotros, nos ha tocado el corazón y nos ha hecho más hermanos. Gracias”     

“… aunque no he parado desde que llegamos, tengo en la recámara de la mente todo lo que he vivido este fin de semana, y
me asombra cómo me ha afectado (para bien): ¡han sido solo dos días! Se lo contaba a mis hijas… me veían hablar con tanto entusiasmo… Lo cierto es que solo tengo palabras de agradecimiento. Mi suegra decía una frase que a mí me hacía mucha gracia: “No tenemos boca para dar gracias a Dios” y lo cierto es que a mí siempre me acaba ayudando. Las semanas previas yo me sentía mal: decía que podía ser un virus o que tenía bajas las defensas. El jueves me llamó una amiga para decirme que se había enterado de este retiro… Era difícil para mí porque el sábado celebrábamos en mi casa el quinto cumpleaños de una nieta, pero Dios lo organizó todo para que yo pudiera ir. Y hoy tengo la determinación de mejorar mi vida de fe y poder ayudar a mis hijos y a mis hermanos  a acercarse más a Dios. Muchísimas gracias por tu cercanía y generosidad y por saber escuchar tan bien y con tanta comprensión. Gracias también por la Palabra de Vida…”.


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