VIDA DE LA PALABRA primeras semanas de SEPTIEMBRE
Algunas de mis EXPERIENCIAS tratando
de practicar la Palabra de vida de septiembre («Amarás a tu prójimo como a ti mismo»,
(Mc 12, 31), la de agosto («Vivid en el
amor», (Ef 5, 2) y la de julio («Tened valor: yo he vencido al mundo», Jn 16, 33):
1.- Como te imaginarás, estos días hay mil oportunidades de vivir la PdV a
tope a cada instante.
Ya sabes que mi
padre lleva más de dos semanas muy grave en el hospital de nuestro pueblo (los
13 años de parkinson le han paralizado ya buena parte de los órganos internos y
ya no podía tragar); a mi primo le han dado el alta (seguirá con sintrón 3
meses) de su doble trombosis pulmonar después de una semana en el hospital; y a
mi hermano lo operan esta tarde (no cosa grave, pero sí con anestesia general y
un par de días de hospital; ayer tarde fue con su mujer y los 2 niños a Misa y
a confesar); cada uno de los 3 en una provincia distinta.
Muchos
días y muchas horas con mi padre, acariciándole la mano, susurrando al oído con
frecuencia oraciones que a él tanto le gusta rezar, procurando estar delante
para que nos viera los pocos momentos que abre los ojos…; dando las gracias y
una sonrisa a todo médico, enfermero o auxiliar que pasaba a hacerle algo;
recibiendo, escuchando y acompañando a la puerta o al ascensor a tantos que han
venido a visitarlo; teniendo paciencia con los “compañeros” de habitación (los anteriores
eran majísimos; estos son verdaderamente unos buenazos, pero sin darse cuentan
hablan gritando, juntan muchos visitantes de golpe, ríen a carcajadas…) y
preguntándoles, ofreciéndonos para
ayudarles; entre los 5 hermanos “compitiendo” en “turnos” para quedarnos y que el
otro pudiera descansar más o realizar sus tareas; etc.etc.
Ayer tarde, quedarme de “canguro” con mis sobrinillos en su casa mientras operan a mi
hermano, (para que mi cuñada pueda acompañarlo): ayudar a los deberes, jugar en
el parque, cenar, acostarlos, llevarlos esta mañana al cole e irme yo “pitando” y
llegar un poco tarde a mi trabajo (en fin, nada especial, lo que hacéis
habitualmente mil veces los papás). La operación resultó muy bien y quizá hoy mismo le den el alta hospitalaria.
1b.- Una de las
cosas más duras, para mi madre, para nosotros e imaginamos que para mi padre
(ya desde hace 15 días no puede hablar, ni apenas comunicarse) es no poder
participar en la Misa ni comulgar. Le dieron la Unción de enfermos el sábado
que ingresó en el hospital, (ya se había confesado conmigo 6 días antes, como
te conté), los dos días siguientes celebré la Misa en su habitación del
hospital (luego, con mucha pena, ya no, porque hay otro enfermo, y entonces hay
mucho jaleo de enfermeros, visitas… entradas y salidas).
Mis padres desde
jovencillos han ido a diario a Misa y comulgado, y luego de novios; mi padre en
la “mili” para ir a comulgar era el único en Melilla que daba un paso adelante
y atravesaba el patio con más de mil reclutas formados, o
cuando compaginó
política (nunca quiso cobrar ni una peseta por ello, aunque lo necesitábamos,
ni siquiera cuando quisieron “obligarlo”) con su sencillo habitual trabajo,
mientras los demás salían de la Diputación al café matinal, él iba corriendo a
una Misa; o cuando han ido de gira con la coral o de vacaciones con nosotros,
lo primero era buscar una iglesia cerca y el horario de misas de diario; etc.
Por
ello, el domingo en la Misa de la patrona de nuestro pueblo, la Virgen de la
Caridad, mi madre al acercarse a recibir a Jesús Eucaristía, para sorpresa del
párroco, le pidió comulgar con 2 formas: “mi
marido hubiera querido comulgar, y más un día como hoy; por el matrimonio somos
los 2 una sola carne; simbólicamente yo comulgo por los dos”. Acabaron
ambos con lágrimas, como luego al finalizar ambos me contaron.
Los días que he estado con mi padre en el
hospital (desde su ingreso no puede comer ni tragar nada) le he recordado al
oído que hiciera una “comunión espiritual” y le he enseñado a “comulgar” con
Jesús Abandonado (N.B.: mira, si quieres, la homilía que colgué ayer en este blog).
Pensando
en todo ello, ayer mientras hacía yo un poco de ejercicio, en el mp3 me sonó la
canción “Nacerá” del grupo
internacional Gen Rosso, que hacía tiempo yo no escuchaba tan profundamente,
(dedicada precisamente a Jesús Abandonado). Me emocioné. La repetí 6 ó 7 veces,
No he encontrado quién me
ame,
a ninguno he conocido,
que llene mi vida como Tú.
Junto a Ti todo es un
juego,
junto a Ti no existe el tiempo,
la vida es sencilla como Tú.
No
veo inquietud, ni melancolía
que me puedan ensombrecer la alegría,
qué gran novedad que Tú inventas el tiempo
sólo para mí.
NACERÁ EN MI SER,
EN EL SILENCIO QUE VIVE EN MI,
BROTARÁ UN CANTO QUE
NUNCA NADIE CANTO PARA TI.
Si el camino se hace duro,
¿cómo puedo tener miedo?:
en esa noche oscura estás Tú.
Si
me duele la derrota de sentirme fracasado
detrás de esa herida estás sólo Tú.
Hay
algo que no puedo entender:
¿por qué has elegido uno como yo?
Qué podré decir, cuando me verás,
y desde el infinito aquél día vendrás.
NACERÁ... (audio de la canción)
1d.- Reza por unos y por otros, ¡eh! Confío muchísimo en la oración realizada
en unidad.
Todas estas
circunstancias difíciles las estamos viviendo con paz (eso no quita que los que
habitualmente dormimos mal… pues…). Está siendo una experiencia de elegir a
Jesús Abandonado reconocido en muchas ocasiones, sobre todo también en tantas horas mirando a mi padre en cama,
casi como un sagrario (“estaba enfermo y
me visitasteis…”).
Experiencia bonita
de sentirnos muy cerca de Dios Amor y notar la presencia de la Virgen María,
cosa esta última que decenas de personas (de toda tendencia) sorprendentemente
siempre nos añaden al visitar o preguntar, lo cual veo como un “guiño” de la
Madre (por si tuviéramos algún tipo de duda), como amiga y compañera. Me lo
confirmó también un texto de Benedicto XVI que me mandó alguien precisamente
con motivo de estos días: “…la palabra de
Dios se aplica a nuestra vida, interpreta la realidad de nuestra vida, nos
ayuda a entrar en el gran "templo" de la palabra de Dios, a aprender
a amarla y a impregnarnos, como María, de esta palabra. Así la vida resulta
luminosa y tenemos el criterio para juzgar, recibimos bondad y fuerza al mismo
tiempo.
María fue elevada en cuerpo y alma a la gloria del cielo, y con Dios es
reina del cielo y de la tierra. ¿Acaso así está alejada de nosotros? Al
contrario. Precisamente al estar con Dios y en Dios, está muy cerca de cada uno
de nosotros. Cuando estaba en la tierra, sólo podía estar cerca de algunas
personas. Al estar en Dios, que está cerca de nosotros, más aún, que está
"dentro" de todos nosotros, María participa de esta cercanía de Dios.
Al estar en Dios y con Dios, María está cerca de cada uno de nosotros, conoce
nuestro corazón, puede escuchar nuestras oraciones, puede ayudarnos con su
bondad materna. Nos ha sido dada como "madre" -así lo dijo el Señor-,
a la que podemos dirigirnos en cada momento. Ella nos escucha siempre, siempre
está cerca de nosotros; y, siendo Madre del Hijo, participa del poder del Hijo,
de su bondad. Podemos poner siempre toda nuestra vida en manos de esta Madre,
que siempre está cerca de cada uno de nosotros.
…demos gracias al Señor por el don de esta Madre y pidamos a María que
nos ayude a encontrar el buen camino cada día”.
2.- Y también estando atento a otras pequeñas cosillas en el resto de
actividades: p.ej., el otro día fui a visitar a una amiga, y me percaté que su
coche (lo suele dejar días en la calle) tenía bastantes papeles de propaganda
en el limpiaparabrisas y los quité para que los maleantes no observaran que
había un vehículo varios días sin moverse.
Es
algo que a mí no se me hubiera ocurrido, pero lo ha realizado con mi coche a
menudo una religiosa en la puerta de cuyo colegio dejo mi coche cuando salgo varios
días.
Algunas de vuestras EXPERIENCIAS tratando
de llevar a la vida diaria la Palabra de septiembre («Amarás a tu prójimo como a ti mismo»,
(Mc 12, 31), la de agosto («Vivid en el
amor», (Ef 5, 2) y la de julio («Tened valor: yo he vencido al mundo», Jn 16, 33):
1.- “…muchas gracias, Paco, por todo; especialmente por la
Palabra de Vida que mandas puntualmente todos los meses. A mí me ayuda a
ponerme un en la realidad del "Amor de Dios", pues muchas veces me
dejo llevar por el quehacer o la rutina diaria…”
2.- “…yo estudio en otra ciudad y vivía en un piso con unas amigas.
Con ellas tuve algunos problemas porque no colaboraban para buscar otro piso
más cerca de mi universidad, así que llegó agosto y aún no teníamos nada. A
esas alturas… está todo alquilado ya y la verdad es que me enfadé muchísimo: no
entendía por qué actuaban como si nada.
Estando yo en
la Mariapolis, una de ellas llamó y dijo que se iba por su cuenta y entonces
decidimos irnos también las otras dos y que cada una buscara por su cuenta.
Imagínate mi enfado. Me salí de la sala un momento y estuve tomando el aire y
pensando: de nada me servía estar enfadada y fastidiarme los días que me
quedaban allí; si tenía que encontrar algo para este curso, lo iba a encontrar
y, si no, era que tenía que ir y volver todos los días desde mi casa. Así que
lo dejé en la Voluntad de Dios, que es algo que poco a poco he aprendido a
hacer y que me está proporcionando una vida más serena: eso no significa que no
ponga de mi parte, así que envié mensajes a todos mis amigos y al minuto, todo
se arregló. Una amiga de la infancia me dijo que ella buscaba a alguien para el
piso y que le encantaría que fuera yo, porque nos conocemos desde pequeñas y
todo eso. Total, que estoy muy contenta porque he aprendido que no puedo
controlar todo y que tengo que confiar más en Él, que todo tiene solución…”
3.- “…seguimos rezando por tu
padre. Me encantó lo que nos contaste de él, algo así como (no me acuerdo
textualmente): "él ha dado muchas
veces la cara por Dios a lo largo de su vida…". ¡Qué valiente en los
tiempos que corren! A mí me pasó el otro día una cosa, pero me recordó un poco
eso que nos dijiste: yo llevo varios años en la política municipal. Preparando
las Fiestas Patronales … en una reunión dijeron que querían hacer una actividad
para niños para el domingo por la mañana y yo dije que si se podía cambiar al
sábado porque el domingo había misa casi a la misma hora; en principio, no hubo
más pegas y se quedó en el sábado, pero cuando, después de las vacaciones, nos
hemos vuelto a reunir para concretar, he visto que, definitivamente, lo habían
puesto el domingo; insisto y vuelvo a recordar lo de la misa y pido que conste
en acta lo que yo sugería (cambiar al sábado)…”
4.- “…muchas gracias, Padre, por enviarme la Palabra de
Vida, muy necesaria en mi camino hacía Jesucristo.
He vivido muy
apartada de Él, y ahora siento un agradecimiento enorme por haberle encontrado,
por haber cambiado mi vida. Me ha ayudado muchísimo nuestro párroco; es más,
ahora cuando me confieso veo en su mirada la misericordia de Dios.
Mi vida era la vida
de los males del mundo, el ser, el tener, disfrutar; con lo maravillosa que es
la humildad, dificilísima de conseguir. Menos mal que Dios nos ama y nos
perdona. Estoy empezando a sentir en mi interior la necesidad de meditar sobre
la pasión de Jesucristo. No se por qué, sólo Él lo sabe.
Lo que yo sí sé es
que quiero amarle, amarle de verdad. Digo “quiero”, porque hoy en día no es
así: aún siguen siendo más importante en mi vida las cosas del mundo, pero sí
que creo que hoy el pequeñísimo granito de amor que hay en mi corazón hacia
Dios hace que quiera estar con Él. Creo que ya no podría vivir sin la
Eucaristía. No podría abandonarle el domingo. Le busco y algunas veces le
siento. Creo que ahora es uno de esos momentos.
Yo me pregunto: “Dios
mío, si ahora que te conozco soy como soy, ¿cómo sería ahora sin Ti?”
…he recibido tu
correo en un momento de debilidad, aquí en la habitación, con mi marido, he
sentido esta necesidad de escribir: estamos en el hospital, ayer operaron a mi
marido de un tumor... Pongo mi confianza en Dios Padre, Él sabe lo que yo
quiero. Hay mucha gente... pidiendo y ofreciendo… Yo le pido fuerza para
aceptar su voluntad, en cualquier circunstancia de mi vida…”
Si quieres leer más experiencias
similares,
de gente de todo el mundo,
N.B.: tú también
puedes compartir las experiencias que, por gracia de Dios, hayas podido
realizar poniendo en práctica el Evangelio; “pincha” aquí abajo en
“comentarios” y escríbela; o, dado que en algunos navegadores eso no funciona,
mándamela por correo-e.
Hola Paco: Gracias por enviar siempre la Palabra de Vida! y las experiencias. Ver como los demás viven la Palabra día a día es de mucha ayuda.
ResponderEliminarLamento mucho el estado de tu padre; recuerdo cuando los conocí en el retiro: son adorables, tan dulces entre ellos y con los demás. Así que leyendo lo que pones de tus padres, no me es difícil imaginármelos. Un ejemplo de Amor!!!
Que pruebas más duras!, sin duda el Señor lo prueba al crisol, a tu padre y a todos vosotros, pero Bendito sea Dios! que él lo sabe todo y sabe lo que es mejor para todos.
Lamento mucho que su padre se encuentre hospitalizado y más delicado de salud.
ResponderEliminarHe recordado cuando estuvimos en su casa, lo sonriente, amable y dulce que fue su padre con nosotros, así como usted y su familia, es un grato recuerdo que llevamos dentro de nosotros. Recordamos también el viaje a Jerusalén que nos mostró su madre.
Dios los tiene bajo su manto, los protege siempre, rezaremos para que los siga protegiendo y minimice las molestias de la enfermedad.
Como siempre, su PdV nos deja llenos de enseñanzas y nos abre los ojos para darnos cuenta que nos equivocamos, que necesitamos corregir y seguir en base al amor.
Que Dios los llene de fortaleza y la unión sea incluso mayor.
Un fuerte abrazo para usted y su familia, en especial para sus padres.
Decía Vallejo Nájera que para un cristiano es todo un privilegio saber o quizá sólo pensar que puede llegar la hora de estar con el Padre porque te permite prepárate. A los buenos cristianos como tu padre está claro que no se le podría negar este privilegio. Tu padre está preparado desde hace mucho tiempo a aceptar la voluntad de Dios, lo cual no impide que remonte esta situación y que pueda regalarle más tiempo entre vosotros.
ResponderEliminarOs mando un fuerte abrazo a toda la familia y espero que pueda mejorar.