VIDA DE LA PALABRA segunda mitad mes de Julio
Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de vivir la la Palabra de Vida de junio (“«Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta
el fin del mundo» Mt 28, 21) y la de julio («Os
digo, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo [=consenserint,
en latín] en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre que está en
el cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy Yo en
medio de ellos» Mt18,
19-20):
1.-
WhatsApp grupal de mi prima: “pues vaya suerte haber ido a Israel hace 1
mes: Ahora están tirando misiles...”. Sí, ciertamente fuimos
afortunados en climatología y en ambiente político-militar. No dejo de
recordar, sobre todo, la Gracia que supuso esa semana (ya te lo conté; lo
colgué luego en este blog: mis impresiones en Tierra Santa). No dejo de pensar en tanta gente que allí
sufre. Así que, recordando la palabra de vida, se me ocurre involucrar a todo
el grupo (hermanos, sobrinos y primos) en ponernos de acuerdo para rezar cada
día a las 12:00 uniéndonos al “time out"
mundial (minuto de oración, o al menos
de silencio) para pedir por la paz en Oriente Medio. Se adhieren todos con
entusiasmo. Sobre las 12 nos lo recordamos mutuamente (en el whatsApp ponemos
el emoticono de un "reloj con la hora de las 12 en punto" o
"manos juntas rezando") y cada uno hace ese minuto en cuanto puede.
2.-
Unos buenos amigos míos con los que hace
tiempo no tenía contacto tienen un problema matrimonial desde hace varios años,
enconado estos últimos 4 meses. Uno de los cónyuges me manda un mensaje y quedamos
para hablar por teléfono. Llamé y estuvimos hablando de 22.00 a 23.00. Acabamos
con un consenserint. (orar, previamente puestos de acuerdo en lo que
pedir algo al Padre, -aquí tienes varios textos, uno de los cuales lo explica muy bien- y realizarlo con la fe puesta en Jesús "donde dos o
más…", según explica la PdV de julio). A la mañana siguiente me manda un
whatsApp: "Paco,
ayer me pasó algo curiosísimo: a los 5 minutos de colgar el tlf. Apareció por
casa…, que tenía que recoger algo, ¿te lo puedes creer? Le dije que había hablado
contigo y lo que me comentaste por encima: no me dijo que sí, pero le noté como
alegría al transmitirle tu saludo. He pensado que si te parece bien lo podrías
llamar o mandarle un whatsApp, él sabe que te conté nuestro problema y
puede ser que le dé alegría contar con tu apoyo como amigo. Gracias de
nuevo". No es que se haya
solucionado…, ni será fácil que eso ocurra en pocos meses… pero… por algo se
empieza… Precisamente el domingo, (el Evangelio de ese día afirmaba que
"todo sirve para el bien de los que aman a Dios"), vino a verme un
cónyuge de otro matrimonio que ya consideraba caso perdido a pesar de que
llevamos rezando 6 meses; en aquel entonces hice con la otra parte un consenserint
lleno de fe aun en la más absoluta "negrura". Este domingo, al acabar
de hablar, cuando se marchó, conté por encima a un compañero sin detalles la
situación, enseguida este se santigua y me invita a hacer juntos un "consenserint"
pidiendo la sabiduría para ellos y para saber nosotros cómo ayudarles.
3.-
Unos más que amigos míos tienen un tremendo problema con uno de sus
hijos. Cuando estuvieron en casa antes de salir uno de ellos de viaje, al
acompañarlos luego al coche, ahí en la calle rezamos los 3: nos pusimos de
acuerdo en qué pedir y luego yo iba diciendo frase por frase y ellos la
repetían entre lágrimas.
Cuando luego ella me escribió, me expresó lo bonito de aquel momento y su
descubrimiento "práctico" de este tipo de oración en comunión. Le
ofrecí seguir haciéndolo
aunque esté ella en otro país, así que, en cuanto allí
y aquí estamos en un sitio con WiFi, nos mandamos un whatsApp a ver si
coincidimos y, (hasta ahora todos los días en algún momento), "por
turno", uno de los 2 va "escribiendo" la plegaria en trocitos y
el otro manda un "emoticono" a cada parte de la oración asegurando
que desde su lugar la ha repetido ya.
1.- "…
si dos de
vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre
que está en el cielo". Volvía
a casa del hospital en una ambulancia. El paisaje estaba bañado por esa luz
veraniega cercana al atardecer que satura los colores: el amarillo de los
rastrojos era dorado, la tierra de los barbechos oscura, las viñas en todo su
esplendor de follaje llenando de verde intenso un paisaje más vivo que nunca
cuando todo alrededor está agostado. Me sentí plenamente feliz por poder
contemplar este espectáculo. Echo de menos poder salir a la carretera todos los
días y contemplar la naturaleza. Mi enfermedad me había recluido al paisaje
urbano. Durante toda mi vida laboral he tenido que viajar y he sentido como un
privilegio poder
contemplar los paisajes: el paso de las estaciones, que no es
sino ser consciente del paso del tiempo; el cielo azul, las nubes pasajeras, la
lluvia, la nieve, el calor, el frío; la luz distinta en las distintas horas del
día... La vida como un fluir
continuo.
Por el camino, y también a lo largo del día, distintas reflexiones. La doctora
me ha dicho que el equipo del hospital está sorprendido por mi rápida mejoría,
extraordinaria respuesta al tratamiento. No me había dicho nadie hasta hoy la
verdadera gravedad de mi enfermedad: en un principio era una situación terminal,
probablemente me quedasen sólo unas semanas; hoy la esperanza se alarga, quizá
pueda retornar al final del tratamiento a una vida casi normal, alterada
solamente por ciertas precauciones y por las periódicas revisiones.
Durante este tiempo de enfermedad he descubierto muchas cosas a mis 50 años de
edad. Necesito devolver a los demás todo lo que tanta gente me ha dado y me
sigue dando. Necesito que esa necesidad se materialice cada vez más en acciones
concretas. Y, sobre todo, he descubierto la suave caricia de Dios, Padre
amoroso, que me está colmando de bendiciones continuamente. No me cabe ninguna
duda de que esto es producto de las muchas oraciones que
mucha gente en este
tiempo habéis hecho por mí…" [de
hecho, un grupo de 5 estuvimos 9 días pidiendo en unidad al Señor por
intercesión de Luminosa tu curación plena y pidiendo por tu familia: el primero
que nos acordábamos, daba un "toque" a nuestro grupo de whastApp
(bien reenviando la estampa de Luminosa con la oración, bien con el
"emoticono" de las manos juntas rezando) y cada uno rezábamos unidos
en la distancia esa oración de Margarita Bavosi, "Luminosa"
y al concluir poníamos un
"ok" o el signo del "pulgar alzado" o "¡hecho!".]
…puedes mandar a publicar esto que he escrito para Luminosa y para ti...; el gran milagro que ha hecho con mi marido en el Colegio...: después que le habían dicho que no le renovaban el contrato... ¡le han dado uno mejor...! Oremos mucho, "Luminosa" es una Santa que trasparenta a Cristo... sólo con su mirada... Pura Luz como su nombre y calor como su mirada…”
2.-
“…Gracias, Paco, de nuevo. Esas pequeñas
experiencias que cuentas, me resultan vivificantes. Tengo limitadas mis
posibilidades de actuación y mis posibilidades de contacto con otros que
piensen y sientan como yo. Esas cosas que cuentas, son las que uno siempre
puede hacer, y que a veces me parecen insuficientes, pero leyéndolas en tu
correo, veo que sí pueden ayudar a otros. También me siento en
"comunión" contigo y con los que te rodean, y con tu madre, con la
que estoy de acuerdo: Si Él, que todo lo puede, te deja en unas determinadas circunstancias,
es porque es lo mejor para todos, lo que no quita que oremos y que pidamos. Por
eso, (y porque para Dios no hay separaciones de espacio ni de tiempo), te ruego
que pidas conmigo (“cuando dos se reúnen para pedir...”) al Eterno Padre, en nombre
de Jesús, en medio de nosotros, unidos en su nombre y por la intercesión de
María, por tu familia y por la mía, y cada una con sus necesidades que Él
conoce (te dije que la única religiosa "oficialmente" de mi familia
era yo, y digo oficialmente porque el interior del corazón humano solo Dios lo
conoce), y también por mí, para que le siga al máximo.
Dios es tan bueno, que aunque
tengo "dificultades serias" en mis posibilidades de acercamiento a
grupos de fe, etc, siempre me da lo que necesito para sobrevivir
espiritualmente, aunque a veces es a cuentagotas. Como a Elías me manda al
cuervo en los momentos difíciles, con el pan: "Come y bebe, que el camino
es superior a tus fuerzas". Él me envía el pan, pero mi dolor es que
muchas veces no lo aprovecho, y eso es lo que deseo que pidas para mí. Y hoy tú
has sido, con tu correo, un trocito de pan.
Muchas gracias de nuevo, y
sigue diciendo en las misas lo de que envías correos, porque puede venirle bien
a otros, como a mí…”
3.-
“…presumo que mi marido te
habrá contado lo del Colegio… Yo tenía tanta serenidad... pues se lo dejé
a "Luminosa" en sus manos para que intercediera ante el Señor. Y ya
sabes que al lunes siguiente lo contrataron. Y ahora le pido otro MILAGRO:
vamos a ver, que sea lo que convenga.... se va a hartar de mí, jejejejeje.…puedes mandar a publicar esto que he escrito para Luminosa y para ti...; el gran milagro que ha hecho con mi marido en el Colegio...: después que le habían dicho que no le renovaban el contrato... ¡le han dado uno mejor...! Oremos mucho, "Luminosa" es una Santa que trasparenta a Cristo... sólo con su mirada... Pura Luz como su nombre y calor como su mirada…”