VIDA DE LA PALABRA segunda mitad de JUNIO
Mis y vuestras (entremezcladas esta vez)…
EXPERIENCIAS (mejor dicho, una única experiencia subdividida en mil
facetas) tratando de vivir la Palabra de Vida de junio (“«Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días,
hasta el fin del mundo» Mt 28, 21):
1.-
Será por vivir en todo el mundo esa Palabra de Vida, será por ser
el mes del Corazón de Jesús, será por… pero lo cierto es que junio ha sido un
mes especialmente precioso, y no sólo por la peregrinación a Tierra Santa y por
celebraciones de aniversario sacerdotal.
Cada encuentro con una persona, cada confesión… yo trataba de ser
más consciente de esa su promesa ("Yo estoy con vosotros"). Había
ratitos que me emocionaba, pues lo que decían unos u otros, o el ejemplo que me
daban, o su fidelidad y delicadeza para con Dios y con los demás… era realmente
como si me hablara Él o me corrigiera o me animara o me iluminara por dónde
seguir creciendo. Incluso con 3 ó 4 personas, (alguna vez por descuido mío,
¡nunca por pretenderlo!), parecía que se había enfriado o incluso estropeado la
amistad…, pero buscando el diálogo, pidiendo perdón y creyendo en la
misericordia del otro… al final, en cambio, la relación de amistad ha salido
purificada y reforzada, y se nota más que "donde dos o más están unidos,
allí estoy Yo…".
2.-
El haber estado en los Santos Lugares me hace ahora meditar
el Evangelio más "visualmente", lo mismo que rezar el Rosario… Ya te conté alguna de mis impresiones; añado aquí un detalle aparentemente marginal,
pero que me hizo mucho bien. El guía nos paró en una tienda de diamantes (por
lo visto Israel es famoso por tallarlos). Al bajar del bus, un matrimonio me
dice: "a nosotros no nos hace falta, ¿verdad? Ya tenemos un
diamante". Otro matrimonio luego me dice: "se refieren el uno al
otro, ¿no? ¡Qué bonito!". Pero les contesto:
"ciertamente lo son el
uno para el otro; pero se refiere a otro "Diamante": a
"Jesús en medio" de "dos o más unidos en su nombre…", como
Tesoro y centro del Castillo Exterior": "Tú, Señor, eres mi único
Bien".
Ya en la tienda… este otro matrimonio… el marido pretendía
regalarle un diamante a su esposa y ella no quería: ¡fue un "show" él
y el vendedor "persiguiéndola" por toda la tienda...! Y este estaba
"alucinado", pues siempre es al revés: la mujer suplicándole al
marido que le compre un diamante u otra piedra preciosa. Todo ese dinero (aparte
de otro que ya traían reservado para ello) se lo dieron a los focolarinos que
vinieron a hablarnos la última noche; me decían: "seguro que les vendrá
bien a ellos y a las comunidades que atienden; y así tenemos un
"tesoro" en el cielo, ¿verdad?". Y al Diamante más cerca de
ellos, y de unos y otros. "He aquí que yo estoy con vosotros todos los
días hasta el fin del mundo". Por otra parte, los cristianos allí están
relegados y marginados por todos, y si no fuera por gestos como esta, y por
comprar en tiendas de ellos la artesanía religiosa… porque la colecta del
Viernes Santo por los Santos Lugares… muchas veces se olvida.
3.-
La celebración en Las Matas de las bodas de diamante sacerdotales
de José y mías de plata ha sido un auténtico "derroche" de cariño,
detalles y horas por parte de todos. Por lo visto, ¡cuántos ratos previos
ideando con ilusión, perdiendo la propia idea y acogiendo la del otro todos a
una, proponiendo, discurriendo en unidad… Y eso se notaba, ¡y mucho! ¡Hasta las
cosas "hablaban" de la presencia de Jesús!: antes de empezar la Misa,
llegando al Centro Mariápolis, experimenté (quizá más palmariamente que nunca)
lo que mucha gente (sobre todo niños) dicen: "al entrar aquí parece que
entras en otro mundo, que todo te envuelve". ¡Ciertamente!, porque "yo
estaré con vosotros…" y "donde dos o más están unidos... allí estoy
Yo…". El salón abierto al hall y las sillas perfectamente alineadas
(¡luego supe el esfuerzo y los diálogos que requirió!) hablaba ya de una
presencia: ¡Jesús en medio! Lo mismo el comedor: elegancia exquisita plasmada
en la sencillez ¡con platos y vasos de plástico! Y en la capilla las albas
perfectamente alineadas y dobladas en los bancos para que luego nos
revistiéramos los concelebrantes. Todo “hablaba”: todo gritaba “amor”; amor
concreto de tantos y, (detrás de ello), amor de Dios por mí y por todos.
3b.-
Antes de la celebración subí a la estación de cercanías a recoger a mi hermana
y mi sobrina (dieron muchas vueltas y cambios hasta tomar el tren correcto). Y
al llegar, me encuentro a una amiga ucraniana, que venía también a participar,
pero que ya no sabía hacia dónde dirigirse… Así que no salía de su asombro
cuando oyó su nombre y me vio… para ella fue providencial: "Yo estaré con
vosotros".
3c.-
Era la primera vez que mis padres (él lleva 20 días bastante delicado, con sus
13 años de parkinson) no estaban en un acontecimiento familiar. Y eso nos hizo
a todos los hijos tener la emoción a flor de piel, (mejor dicho "a flor de
garganta y de ojos"), como me pasó en el saludo inicial y un par de veces
en la homilía, o a mi hermana en el texto que leyó al acabar la Misa
agradeciendo a Dios por su "hermanito mayor"; o los 2 parrafillos que
leyeron mis sobrinos, agradeciendo a Dios que el tío Paco juega con ellos y les
hace cosquillas; luego cantaron una canción mis hermanos, sobrinos y mi cuñada,
precisamente el salmo "Tú, Señor, eres mi Bien", sin saber ellos que,
añadiendo (aunque en sí va implícito), "único", (mi único Bien), es
algo que repito a menudo (aprendido de Chiara Lubich) y me ayuda a situar la
"brújula" del corazón en la auténtica dirección, eliminando apegos:
“¡Tú, Señor, eres mi único Bien!”.
Y después, de parte de mi madre, rezaron la "oración de la familia" (que recita ella siempre que nos reunimos). Al final (¡menos mal que no me la leyeron
al principio…!) me dieron la notita de mi madre diciéndome que, en el último
momento antes de salir, veía que era Voluntad de Dios quedarse con papá (a
pesar de que hay una persona de confianza que lo cuida): "Paco, recuerda
que siempre he dicho al Señor que eres más suyo que mío. Estaré todo el día muy
unida a ti. Que todo sirva para su gloria y que le seamos fieles toda la
familia en cada momento. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Madre
de Dios, ruega por nosotros pecadores".
3d.-
El clima de fraternidad luego en la sencilla comida, entremezclados familia,
"familia espiritual", amigos de parroquias anteriores, amigos más
recientes… fue a decir de unos y otros espectacular. Nuevas amistades entre todos,
compartir alegrías y proyectos habiéndose conocido minutos antes... De hecho,
al acabar la Misa les dijimos que un buen regalo era precisamente que se
conocieran entre unos grupos y otros y compartieran entre ellos, y los que
conocían las instalaciones del Centro Mariápolis, se las enseñaran en grupitos
a los demás...
Y después de la sobremesa, de nuevo en el salón, un juego de los jóvenes: la
sala subdividida en 2 equipos que tenían que adivinar si cada pregunta que
aparecía en pantalla se refería a José o a mí (¡aunque alguna era a ambos!);
todos reímos como niños. Después, sorpresa: en pantalla fueron apareciendo
brevísimos videos o mensajes escritos (con foto) de tantos amigos que no
podían estar (desde Sevilla, Valencia, Murcia… desde Colombia, Loppiano, Rocca di Papa,
Costa de Marfil…). La famosa, (hilarante también), "poesía de la
carcajada" compuesta para José hace años. Y, para finalizar, un
"power point" con fotografías de toda la vida de José (y de fondo la
música de "Vieni e seguimi" y "Servo per amore", del
GenRosso) y de mi vida (con la canción "Come il pellicano", homenaje
del GenVerde a los sacerdotes en el Año Sacerdotal).
7.-
Muchos ecos hubo luego, de palabra o por correo, whatsApp o sms… Tantos han
afirmado que en esas horas han notado la presencia de Dios, se han encontrado
con Él. Vale este como muestra de muchos.: "…no te puedes ni
imaginar el bien que me hizo ir a la celebración de tus bodas de plata
sacerdotales. Me emocionó toda la referencia familiar: el ejemplo de tus padres,
la oración de tu familia, la música, y el agradecimiento de tus hermanos y
hasta lo de que seas el mayor (como yo lo soy, es algo que me interpela). Me
voy a regalar esta noche la lectura de tu homilía, que tanto me gustó...
Me
encantó ir al Centro Mariápolis, pues ya hacía unos años que no tenía
oportunidad de acercarme.
¡Un
regalo del cielo contigo como instrumento!
La
verdad es que todo cuadró muy bien porque, además, conseguimos llegar a tiempo
luego a... Mi marido, que andaba preocupadillo por eso, me comentó que se
había quedado encantado de haber ido."
8.-
Y casi como si se tratara de una conclusión del mes y de todas estas
celebraciones, (aunque en mi pueblo haremos otra el domingo 6 para que puedan
estar mis padres y otros familiares y amigos), anteayer estuve en una
ordenación sacerdotal en la catedral de Toledo, justamente donde fui ordenado
el día 9 hará los 25 años. Siempre es precioso y emocionante poder revivir y
renovar todo en una ceremonia similar, ¡pero más por la significación del
aniversario!
Y, en la Consagración…, me emociona (y no me acostumbro) cada día, sí, pero más
cuando es cantada, como anteayer, (¡y con las magníficas bóvedas góticas como
caja de resonancia a la voz de más de 100 sacerdotes!) y más por ser justo casi
25 años después
de haber pronunciado yo por primera vez "esto es mi
Cuerpo… esta es mi Sangre…" ¡y allí!…, el abundante incienso ascendente
que se mezclaba con los rayos de luz del mediodía radiante que las vidrieras
dejaban entrar… y en el los instantes de la elevación, la trompetería suave del
imponente órgano del emperador que ponían melodía al silencio sagrado... Todo
como si Jesús me quisiera recordar, (como cada día pero más que nunca), que
"Yo estoy con vosotros siempre, pero sobre todo aquí y… a través de
ti", (aunque yo sea un desastre y un pecador). Él, el Amor de los amores,
para llenar nuestro corazón y, así, recíprocamente podamos querernos
fraternalmente con ese Su mismo Amor, como hijos del mismo Padre, y así pueda
el estar entre “dos o más…”. "He aquí que Yo estoy con vosotros todos los
días hasta el fin del mundo".
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