INTENTAR SER IMAGEN Y SEMEJANZA DE SU MISERICORDIA
VIDA DE LA PALABRA
Alguna de mis
EXPERIENCIAS viviendo la Palabra de marzo ("el que libre esté de
pecado, le tire la primera piedra"):
1.- Una persona muy
allegada me contó por sms una grave ofensa que había recibido. Además de
contestarle intentando aportar paz, fe, amor… en cuanto pude llamé: aparte de
ponerme “en su corazón”, (su dolor es verdaderamente mío), a la vez,
acordándome de la PdV de marzo (y de que “Dios no quiere la muerte del pecador,
sino que se convierta de su conducta y Viva") recé por ambos y aconsejé
perdonar de corazón y seguir amando a pesar del profundo dolor (suyo… ¡y mío!).
2.- Uno de estos
días, no tenía yo que madrugar. No dándose cuenta de ello, la víspera un
compañero que tenía que volar a Roma, me pidió si le podía subir a la mañana
siguiente tempranísimo en coche.
Me ofrecí. Preguntándole el horario, le hice ver que quizá iba con el tiempo
demasiado ajustado, así que decidió que saliéramos incluso más pronto todavía.
En fin, yo contento, a pesar de haberme levantado mucho más temprano que los
días que más madrugo.
Alguna de vuestras
EXPERIENCIAS viviendo la Palabra del mes pasado ("el que libre esté de
pecado, le tire la primera piedra") y las de meses anteriores. ¡Gracias a
todos por compartirlas!:
1.-
“...ha sido un viaje preciosísimo a Tierra Santa:
¡tienes que ir, Paco! Ha sido todo un regalazo de Dios el poder ir con mis
hermanas y mi madre, los sacerdotes que nos han
acompañado, la armonía con la
gente…: estar en sintonía porque nuestro nexo ha sido Dios. El tiempo tan bueno
que hemos tenido y, sobre todo, situarnos en el espacio donde Jesús vivió y
padeció: ¡qué lago de Tiberiades!, ¡qué monte Tabor!, ¡qué monte de la
Bienaventuranzas! Allí es primavera: ahora está todo precioso, pero en los
lugares Santos he palpado la presencia de Dios: vaya, ¡que he venido levitando!
He vuelto a "mi Galilea" dispuesta a dar testimonio, ¡pero qué difícil
es! Pido porque mi fe aumente y mi apoyo en María y Jesús también …”
2.- “…el
viernes estuve en otra ciudad con mi marido; él, trabajando… Durante esa
mañana quería aprovechar yo para conocer la ciudad, pero tenía una
inquietud interior, o más bien necesidad, de ir a Misa... Cuando comulgué fue
un encuentro muy especial (me emocioné y empecé a llorar, pero no de
tristeza, sino de emoción de ese encuentro, pues cuando fui a comulgar, al
sacerdote se le cayeron 3 hostias consagradas ante la señora que iba
delante de mí; la mía la cogí del suelo y comulgué; me entró una pena… y a la
vez una ternura… de ver a CRISTO en el suelo… que eso me provocó una
emoción que nunca había experimentado).
Pero desgraciadamente… nuestras debilidades vuelven a manifestarse; por
eso me alegra que no me olvides en tus oraciones; yo sigo pidiendo
por tu santidad…”
3.- “… en la cocina, hablando con un compañero acerca de
las diversas sensibilidades dentro de la Iglesia, cuando este se pone, según mi
modo de ver, muy agresivo e intolerante con otros modos de entender la fe,
(dentro de la Iglesia, pero distinto de lo que él piensa que
debería ser).
Entonces me acerqué a él y le dije que su actitud no era la correcta, que
dentro de la Casa del Señor tenían cabida todos, que Él no era de alguien en
exclusividad. Pero empecé a sentir en mí que mi hermano estaba tan equivocado
que debía casi lavarle el cerebro para que fuera como yo quiero, en vez de
quererle como es, de amarle y donarme a él, sin restricciones, sin preguntas...
Entonces me acordé cómo el Señor se acercó a mí y sin exigirme nada, sin
pedirme nada, me cogió en su regazo, me cobijó bajo sus alas: ahora yo estaba
siendo como el siervo infiel que después de que me perdonaran la deuda, no era
capaz de ver a mi hermano nada más que como alguien que tiene una deuda y no se
la quería perdonar.
El Señor siempre me enseña su Misericordia, de manera suave, sin hacer
violencia, como solo Él puede hacer, y además me muestra ese camino de amor
para con mi hermano/a. Cada día me da algo nuevo y cada día renueva su
fidelidad conmigo. Que afortunado soy!!!!! Me sentía muy feliz y quería
compartirlo…”
4.- [los Ejercicios Espirituales
de Cuaresma en el Centro Mariápolis] “…no te exagero al decirte que para nosotros han sido
dos días fantásticos de experiencia y meditación. Cuando te
dije el otro día que en la "hora Santa"
me había hecho Jesús un regalo fantástico, no era
una exageración, pues pude sentir el contenido del Amor de Dios y
comprender que era administrador de Él. Estuve rezando por personas que en la
vida yo podría pensar que pudiera haberlo hecho y esto confirma una vez más que
los caminos de la Providencia no podemos ni siquiera sospecharlos, cuanto menos
opinar negativamente... Aunque reconozco que mi oración es muy
humilde, quizás puedan proporcionar algún efecto, imposible
de conseguir por mis medios. Ojalá que siga sintiendo siempre la necesidad que
tengo que vivir mi vida sabiendo que es a Jesús al que me voy a ir encontrando
en mis caminos……”
5.- “…quiero agradecerte hoy
especialmente todos los comentarios en tu blog y en facebook, gracias a los
cuales, me he "enterado" de lo que dijo el nuevo Papa.
Este nombramiento lo he vivido de forma distinta. Con Benedicto
XVI recuerdo que estaba trabajando, y apenas hice caso, me "picaba"
la curiosidad... Pero con este, estaba en casa y fue distinto: recé con él,
recé POR él.... nunca lo había hecho... pero me sentí, como que mi oración sí
le llegaba, y me sentí orgullosa...
Ojalá el camino que tiene que recorrer se lo hagamos lo más fácil con nuestra
oración……”
6.- “…trabajo en el
extranjero, donde cuidamos de niños pequeños, gemelos. Una mañana salí con uno
de los gemelos al zoológico. Mientras contemplaba los animales, se acercó a la
valla una niña bien vestida, acompañada por su padre. La niña tropezó y cayó en
un charco de lodo. El padre, mayor, le entregó un pedazo de papel, pero vi que
no era suficiente para limpiar a la muchacha. Saqué las toallitas de la mochila
que yo llevaba, y di a la niña y a su padre; luego le dije que si le ayudaba a
limpiarla, porque vi que necesitaba... Mientras yo limpiaba a la niña, me di
cuenta de que su padre estaba sorprendido. Me dio las gracias varias veces,
tomó a la niña en sus brazos y se fue con gran asombro y felicidad en su
rostro. Entonces me sentí contenta de hacer algo bueno…”
N.B.: tú también puedes
compartir las experiencias que, por gracia de Dios, hayas podido realizar
poniendo en práctica el Evangelio; “pincha” aquí abajo en
“comentarios” y escribe la tuya.
¡Qué fácil nos es condenar en vez de disculpar! Y, en cambio, "Dios no quiere la muerte del pecador, sino que se arrepienta de su conducta y viva".
ResponderEliminarIntento, pues, estar más atento a "no apedrear".
¡Gracias!