martes, 30 de abril de 2013

"NO OS QUEJÉIS UNOS DE OTROS" 
VIDA DE LA PALABRA 
También esta vez sola una, (para dejar espacio a las vuestras), de mis EXPERIENCIAS viviendo la Palabra del mes ("hermanos, no os quejéis los unos de los otros"); además, me he acordado más que nunca, porque quizá me ha costado más que nunca: tantas veces no he logrado vivirla; en fin, ¡así hay oportunidad de crecer y mejorar!:
1.-           Entre nosotros está un sacerdote ruandés 5 semanas en casa aprendiendo español: academia por las mañanas y estudio por la tarde; no hace un ruido, plenamente compaginado en seguida con todos.
            Le insinué si no le apetecería también algo de turismo…: "¡por supuesto!" Comuniqué la propuesta en casa, (con la secreta intención de que alguien se ofreciera también a acompañarlo). "Toda idea es una responsabilidad", dice Chiara Lubich; así que, acordándome además de la Palabra de vida de abril, he
tratado de sacar tiempo de donde no lo tengo y, a pesar de las molestias de mi pie izquierdo (¡y que humanamente no me apetecía salir de casa porque me encuentro cansado estas semanas!), lo llevé un día a El Escorial, anteayer a Toledo y hemos programado Ávila-Segovia para el jueves (que es fiesta aquí). Quedé muy contento, ¡y más con su alegría! Y… ¡sorpresa!: yo he regresado relativamente descansado en ambas ocasiones.

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS viviendo la Palabra de abril ("no os quejéis los unos de los otros") y las de meses anteriores. ¡Gracias a tantos por compartirlas!:
1.-           “...A mí también me está viniendo fenomenal está PdV. Primero, en los ejercicios espirituales preparatorios para mi ordenación: me salía compararme con los compañeros… Dios me enseñó a ser más misericordioso… Comprendí una vez más que todos estamos hechos de la misma pasta, por lo cual si me quejo de mi hermano, me estoy quejando de mí. Y Dios sólo quiere amarnos.
Este "finde", además, me ha venido muy bien un encuentro del movimiento parroquial: era para las personas que están en parroquias y se sienten cercanas,
por uno u otro motivo, al espíritu de comunión que promueve el Movimiento de los focolares. Dios me ha sorprendido, pues pensaba yo que sería
un encuentro un poco "light" (había ayudado a prepararlo), y aunque ha sido muy sencillo, Dios me hablaba a través de todos y de todo… ayer por la noche pensaba: "Señor, me has dado en día y medio, de una forma muy sencilla, porque ‘te ha dado la gana’, más consolación que en todos los ejercicios".
      Todo esto significa que estoy viviendo estas últimas semanas con una gran paz, muy centrado en la ordenación y, en general, en el amor. Comparo con antes de Semana Santa, que iba yo con la lengua fuera a todos lados, y me parece que soy otro hombre.
      Gracias por vuestra oración por mí…”

2.-        “como sabes fui operado de la columna el pasado jueves: gracias a Dios salí bien, pero la intervención fue agresiva y requiere una larga recuperación. Ya estoy en casa desde ayer, pero aún muy limitado. Gracias, también, por tus recomendaciones, pues siguiéndolas me fue administrada en el hospital "la unción de los enfermos", (de
gran alivio y alegría previo a la operación), y todos los días en hospitalización me fue concedido el don de la Eucaristía diaria: los capellanes fueron solícitos conmigo y me confirmaron lo mucho que Dios nos ama. Y no sólo en plural, sino que pude apreciar lo que mi Señor Jesús me ama a mí. Casi me atrevería a decir que he sentido y siento cómo me lleva en sus brazos: el Buen Pastor me carga en sus hombros como a cordero herido. Está resultando, este percance médico, una oportunidad para apretarme más a Jesús resucitado. Hasta cuando canto el Regina Coeli, entiendo el "laetare" de la Madre al ver a su Hijo resucitado. Ella nunca dudó de su Resurrección, pero de todas formas se le iluminó el rostro de alegría cuando se le apareció, glorificado. ¿Te lo imaginas?
En fin, quiero decirte, Paco, que no podré ir este mes a vuestras reuniones, pero saluda de mi parte a todos

3.-     “Palabra de Vida me ayuda todos los días para vivir de manera más consciente en cada momento. Aunque a veces, abrumado por el trabajo, busco la palabra, cuando me quiero dar cuenta, he caído; este mes trataré de ser más cuidadoso al juzgar a quien está al lado de mí.
Un día recibí la noticia de la muerte del padre de un compañero. Yo quería acompañarlo y, dispuesto a viajar, asistir al funeral. Yo no sabía cómo decirle al responsable que me diera permiso. Pero luego pensé en lo que la Palabra dice: que en lugar de juzgar al otro, hay que responder con amor. Y le dije a Jesús: “sólo quiero amarte, Tú harás el resto”. Yo estaba dispuesto a perder mi deseo. Se ha producido el "milagro": estuvo de acuerdo con mi propuesta e incluso me animó…

4.-     sabes una cosa? Estos días me he dado cuenta que es cierta la regla matemática que me dijiste: "Las alegrías, comunicadas, se multiplican; los pesos, compartidos, se dividen" (Chiara Lubich).
            Siempre he sido persona cerrada para compartir mis sentimientos y al hacerlo últimamente me
he dado cuenta que es cierto que las alegrías multiplican el cariño y las penas compartidas ayudan a aligerar la carga.
            Descubrir esto último me ha dado una sensación de tranquilidad que desconocía. Al estar acostumbrada a darle vueltas a las cosas yo sola y a no compartir mis preocupaciones con nadie, siempre he tenido la sensación de ir como con un peso encima. Esa sensación ahora ya no la tengo... 

5.-     “gracias una vez más, por tus envíos. No sé si merece la pena contarte mi experiencia de ayer lunes...: pasé un mal día con problemas de cervicales, además me encontraba muy cansado. Me decía mi mujer que me quedara en casa y que no fuera a Misa, a la vista de mis dificultades físicas (y tú conoces lo que implica subir la tremenda cuesta de la Parroquia). No obstante, sentí la necesidad de acudir, con la reflexión de que Jesús, con lo que llevaba pasado y Su estado físico en el camino del calvario, si se hubiera echado para atrás…, ¿qué hubiera sido de nosotros?
         Se brindó un hijo a subirme en coche

6.-        “la semana pasada rompí la comunión con alguien, no tanto externamente, pero sí con el corazón; se enfadó un poco por una situación. Aquel día, en la Misa me sentía muy mal, porque la Eucaristía es para aumentar la comunión fraterna... y yo no estaba en esta sintonía. Así pues, poniendo alguna excusa de necesitar cosas materiales, me acerque a él concretamente, pero haciendo vacío en mí de todo el coraje que llevaba en el corazón.
         Días después, el Señor quiso mostrarme el amor cercano de este hermano, que casi sin preguntar, en otro momento, me abrió su corazón y me comentó las verdaderas causas de su situación. Por eso, "hermanos, no os quejéis los unos de los otros".
¡¡Unidos en Cristo Resucitado!!...

7.-        “mi marido y yo hicimos un curso de oración pensando que era para aprender a rezar de modo más fructuoso. Resulta que era un curso de Oración Contemplativa (por cierto que uno de los organizadores del curso y ponente era un focolar del cual nos hicimos muy amigos y que nos metió en su grupo de PdV).
Todo para decirte cómo nos sorprendió este curso teórico-práctico, en el cual intervenían tanto
sacerdotes Carmelitas, como seglares de todo tipo y entre los alumnos había desde Jesuitas hasta estudiantes.
Realmente creo que este tiempo de oración personal es la mejor manera de avanzar en la fe, pues es Dios mismo el que trabaja en el alma y la transforma. Sólo hay que dejarse hacer y reservar el tiempo y perseverar. Realmente se nota enormemente en la vida cotidiana cuando se hace oración contemplativa y cuando no....
            Esta sería mi propuesta para el año de la fe. Siguiendo las palabras del fundador del Instituto Notre Dame de Vie, Padre M Eugenio del Niño Jesús: “la fe no se transmite por lo que decimos, sino por lo que somos

2 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho leer... estas experiencias... Tambien soy partidario de incorporar todas esas enseñanzas a la vida cotidiana... ser consecuente y coherente con tus ideas... a través de la palabra y... si es posible, también, con los hechos...aunque en este último caso podamos estar limitados...
    He "sentido" leyendo toda la carga de espiritualidad que contienen esos testimonios y... con permiso... voy a compartir...
    Muchisimas gracias por el día tan magnifico que me queda después de este contacto...

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  2. Aquí se palpa lo que publicabas en la entrada anterior a esta y otra de este mes: el compartir las vivencias de haber practicado la Palabra de Dios en la vida diaria, produce paz y alegría en los que las leemos.
    Espero poder comunicar pronto yo también algo que merezca la pena.

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