lunes, 16 de junio de 2025

HACERSE EUCARISTÍA PARA LOS DEMÁS

 Te ofrezco unos textos (y experiencias, aunque pocas) que nos ayuden a seguir con ánimo la práctica de la Palabra de Vida («Dadles vosotros de comer», Lc 9, 13), que, además, es el Evangelio del próximo domingo, solemnidad del Corpus Christi: 


LA EUCARISTÍA, FUENTE DE LA UNIDAD

La Eucaristía llega a nosotros colmada con el don de la unidad. Y si nos preparamos a acogerla con el amor recíproco auténtico que nos enseñó Jesús, ésta no deja de ofrecernos a todos su don, que es precisamente la unidad.

            De hecho, la Eucaristía produce diferentes efectos, como por ejemplo nutrir nuestra alma como un alimen­to. Dice santo Tomás: «Este sacramento se nos da... en forma de alimento y bebida. Por consiguiente, todo efecto que el alimento y la bebida material producen en lo que se refiere a la vida corporal, es decir sustentar, acrecentar, regenerar y deleitar, todo ello lo realiza este sacramento en la vida espiritual».

            Pero la Eucaristía no es sólo alimento, sino que transforma al cristiano. La Lumen gentium dice: «La participación del cuerpo y sangre de Cristo hace que pa­semos a ser aquello que recibimos», es decir, Jesús. Nos transformamos en Jesús. Por ello los Padres afirman: «En apariencia de pan se te da el cuerpo y en apariencia de vino se te da la sangre, para convertirte, al haber par­ticipado del cuerpo y de la sangre de Cristo, en concorpóreo y consanguíneo con Él».

         Y se puede hablar de ser concorpóreos y consanguí­neos no porque se produzca una unión física, sino por la unión de nuestras personas con el cuerpo glorificado de Cristo -presente en la Eucaristía-, vivificado por el Espíritu Santo. Somos, pues, realmente concorpóreos, pero en un sentido nuevo, místico.  Los Padres especifican, además: «[La Eucaristía] se dice y verdaderamente es comunión, porque por ella nos comunicamos con Cristo... Además, comulgamos y nos unimos unos con otros a través de ella». «Por el hecho mismo de que [Cristo] los une a todos a Él, los une mutuamente, porque si muchas cosas están unidas a una tercera, están unidas también entre ellas».

         Por tanto, la Eucaristía es vínculo de unidad. La Eu­caristía es fuente de la unidad. La Eucaristía es la divina posibilidad de ser uno con Cristo y entre nosotros. No siempre tenemos esto suficientemente presente…

         Vivamos con mayor conciencia la unidad. No la demos por descontada. No, no; debemos construirla en cada momento con nuestros hermanos comenzando desde ahora, dando vida a relaciones trinitarias entre nosotros mediante un amor recíproco radical, [el mandamiento nuevo de Jesús], conscientes de que la Eucaristía nos dará la Gracia que necesitamos.

         Y luego, vayamos lo más a menudo posible a alguna iglesia o capilla para darle gracias a Jesús Eucaristía por todas las veces que Él ha intervenido en nuestra vida de unidad. La gratitud es un deber y atrae nuevas gracias.

CHIARA LUBICH, Construir el Castillo Exterior, Ed. Ciudad Nueva, pp.

 

 

 

            EL MILAGRO DE LOS PANES

Todo lo que tengo

en Tus manos ahora está:

son los frutos de la tierra,

que Tú multiplicarás.

Son también mis manos,

y con ellas Tú podrás

repartir al mundo entero

el pan que a todos saciará.

 

     Sólo una gota has puesto entre mis manos,

sólo una gota que ahora quieres que Te dé.

Ah, ah...

Una gota que entre mis manos,

en lluvia se convertirá

y la tierra fecundará. TODO LO QUE TENGO...

 

     Y nuestras gotas todas hechas lluvia en Ti,

serán la linfa de una nueva humanidad.

Ah, ah...

Y la tierra preparará

la fiesta de este pan que

los hombres compartirán. TODO LO QUE TENGO...

 

     Y otra vez el viento

desde lejos traerá

el perfume de trigales,

que al mundo llevará.

Y el amor a todos

la cosecha repartirá

y el milagro de los panes

de nuevo se repetirá.

 

GEN VERDE International Performing Arts Group

 

 

 

 

 

 

APRENDER Y CRECER PARA SUPERAR LOS LÍMITES

 

         No es ninguna humillación tener límites. Conocerlos y aceptarlos con inteligencia nos hará más indulgentes con nuestros errores pasados y más precavidos con errores presentes y futuros Y creceremos en humanidad y humildad. 

P. MANOLO MORALES, O.S.A., Comentario al Pasapalabra del 5 de mayo

 

 

 

VIVIR LA ALEGRÍA PARA PODER DONARLA

Jesús prometió estar presente donde dos o más están reunidos en su nombre. Así que, vamos a reunirnos con otros (... ) y convivir con el espíritu de amor mutuo enseñado por el Evangelio. Compartamos cómo hemos intentado poner el evangelio en práctica y experimentaremos los frutos de su presencia: alegría, paz, luz, ánimo. Jesús permanecerá con cada uno de nosotros y seguiremos sintiéndolo cerca y activo en nuestra vida diaria.

CHIARA LUBICH

 

 

 

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